
Panamá: “¡Despertemos! ¡Nuestra Casa Común está en peligro!”

La Coordinadora Nacional de Pastoral Indígena se pronuncia frente a la situación actual de Panamá
¡Despertemos! ¡Nuestra Casa Común está en peligro!
Comunicado al país sobre la situación actual
Considerando:
1° Que nuestra vocación cristiana nos impulsa a buscar la verdad, luchar por la justicia y defender la Vida.
2° Que hemos gastado -muchos de nosotros- nuestra vida en servicio de los pueblos indígenas de Panamá y hemos recibido abundante Gracia de Dios en este caminar.
3° Que en los últimos meses se han dado varias situaciones que han desembocado en huelgas, paros, protestas, manifestaciones:
3.1. La ley 462 sobre la CSS que, para muchos no resuelve realmente los problemas planteados.
3.2. Que se han firmado documentos entre Panamá y EUA que -según los entendidos- violan la soberanía que tanto ha costado a este país.
3.3. Que se quiere llevar adelante la explotación de la mina de Donoso que ha demostrado ser motivo de muerte para la gente y la naturaleza.
3.4. Que se quiere desarrollar un embalse en la zona de Río Indio afectando la vida de miles de campesinos que no tienen dónde ir.
4° Que el gobierno ha respondido a las protestas con la represión, sobre todo hacia los indígenas, mostrando desprecio, violando libertades, allanando viviendas, hiriendo personas, apresando injustamente.
Resolvemos:
1] Pedir al gobierno que detenga la represión, que lo único que logra es enardecer a las personas, llevar dolor a las familias, hacer sentir que no podemos dialogar.
2] Urgir a dialogar eficazmente con los movimientos sociales para encontrar puentes y vías de salida.
3] Denunciar como nulos e ilegales los documentos firmados con EUA.
4] Exigir el respeto a la decisión de la Corte Suprema de Justicia sobre Minera Panamá y, por ende, el terrible daño ambiental y humano que ya ha sido causado. Panamá no es país de vocación minera.
5] Exigir, en nombre de Dios, que se suspenda el proyecto del embalse de río Indio, porque atenta contra la Vida de los seres humanos y la Casa Común de esa zona. Va a ser un desastre ecológico en el área, en nombre del crecimiento económico. Si es por dar agua a Panamá Oeste, que la saquen del Bayano. Que el Dios de la Vida y Jesús resucitado nos sigan dando fuerza para luchar por un país con justicia, con dignidad, que defiende la Casa Común y que tiene el corazón abierto a todos.
Panamá, 15 de mayo de 2025.

Renovamos nuestra web

Estamos cambiando de página web y por un tiempo irán encontrando secciones que aún no están completas, links que ya no servirán y otros espacios que iremos completando poco a poco.
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Seguimos juntas!!

El poder de los gestos: Francisco, un papa que marcó con símbolos

Por Claudia Florentin Mayer
Conocí a Jorge Bergoglio, Arzobispo de Buenos Aires, en 2004, cuando era pastora de una iglesia con fuerte vocación ecuménica e interreligiosa. En aquellos encuentros, siempre primó el respeto y una mirada amorosa, incluso en las diferencias. Pero lo que más perdura en mi memoria no son sus discursos teológicos, sino aquellos gestos pequeños que revelaban una humanidad profunda.
En una ceremonia ecuménica, mientras me preparaba para hablar, mi hijo pequeño estaba inquieto a mi lado en la sacristía. Bergoglio, al notar mi intención por calmarlo sin descuidar el rol, me dijo con sencillez: “Sí, hacé eso que querés: cargalo y llevalo con vos. El ecumenismo también tiene que conocer esta realidad: sos madre, sos pastora, sos mujer”. Así fue: pasé al altar con mi hijo en brazos y hablé del ecumenismo vivido desde lo cotidiano, enseñado desde la cuna. Ese acto se convirtió para mí en un símbolo poderoso: la fe no se vive desde la perfección, sino desde las urgencias y contradicciones de la vida real.
Otra vez, en la iglesia donde yo pastoreaba, coincidimos nuevamente. Antes de irse, se detuvo a bendecir a mis hijos con una oración. Ese gesto lo recordamos con emoción cuando fue elegido papa, aunque nosotros —nacidos y criados en el mundo evangélico— habíamos crecido viendo al catolicismo desde “la vereda de enfrente”, como tantos en nuestra tradición.
Un papa de signos
Francisco fue un papa de gestos profundos, de símbolos que resonaron en una Iglesia ya saturada de ellos.
Pero sus signos tenían un peso distinto: no eran rituales vacíos, sino actos cargados de intención.
En 2015, en el templo valdense de Turín, pronunció palabras históricas: “Es por iniciativa de Dios, que nunca se rinde ante el pecado del hombre, que se abren nuevos caminos para vivir nuestra fraternidad, y no podemos evitarlo. En nombre de la Iglesia Católica os pido perdón. Os pido perdón por las actitudes y comportamientos no cristianos, incluso no humanos, que hemos tenido contra vosotros a lo largo de la historia. En el nombre del Señor Jesucristo, perdónanos”.
¿Para qué sirve un gesto? No borra siglos de persecución ni reescribe la historia, pero le pone cuerpo al perdón. Le da un rostro. Para el pueblo valdense, aquel momento fue un signo tangible de reconciliación, un reconocimiento de que el poder eclesiástico había pisoteado, en nombre de Cristo, el mandato mismo de Cristo.
La paradoja de lo pequeño
En un mundo donde las iglesias acumulamos discursos y declaraciones, Francisco recordó que lo esencial ocurre en lo cotidiano: ¿cómo tratamos al otro, a la otra?
Claro, muchos esperábamos más de él: reformas estructurales, denuncias más contundentes, especialmente para las mujeres y quienes están marginados dentro de la propia Iglesia Católica. Pero juzgar su pontificado desde fuera de esa maquinaria milenaria y patriarcal es fácil.
Como protestante, prefiero mirarme primero: ¿cuánto hemos cambiado nosotros? ¿Hemos derribado nuestros propios autoritarismos, nuestras hipocresías, nuestros machismos encubiertos?
El examen que nos toca
Jesús dijo: “Por sus frutos los conocerán” (Mateo 7:16). No preguntó por doctrinas impecables ni por declaraciones, sino por hambrientos saciados, enfermas visitadas, puentes tendidos. Francisco, con todas sus limitaciones encarnó esos frutos en gestos que incomodaron: lavó los pies a presos, abrazó a personas con discapacidad, recibió a migrantes, escuchó a la diversidad, acompañó a Palestina y denunció la “globalización de la indiferencia”.
Su legado no es el de un reformador triunfante, sino el de un sembrador. Quizás ahí esté su enseñanza más perdurable: en un mundo obsesionado con lo grandioso, lo verdaderamente revolucionario suele ser “elegir lo humano”. Y eso, al final, es lo que queda: los gestos que, como semillas, siembran la posibilidad de un mundo distinto.

La Pascua por vivir: Guía devocional de Semana Santa

CEDEPCA, desde Guatemala, presenta La Pascua por vivir. Guía devocional para Semana Santa.
“Anhelamos y oramos porque esta guía contribuya a recuperar la esperanza tan necesaria en nuestro tiempo”, dicen.
Descargue la Guía en PDF LaPascuaporvivir_guiadevocionalparaSemanaSanta_

Ana Ruth Garcia Cárcamo: “El feminismo no me alejó de Dios, me acercó a su Justicia”

Entrevista de Claudia Florentin, exclusiva para Con Efe Comunicaciones.
Ana Ruth es una mujer hondureña, teóloga miembro de la Red TEPALI, pastora y feminista que ha dedicado su vida a articular su fe con la defensa de los derechos de las mujeres. Criada en un ambiente religioso ecuménico, desde muy joven fue testigo de las injusticias que sufren las mujeres dentro y fuera de las iglesias. Fundó y lidera Ecuménicas por el Derecho a Decidir, una colectiva que combina el activismo feminista con la espiritualidad. En esta entrevista, Ana quien fue reconocida esta semana con el Premio Per Anger Prize 2025, comparte su historia, sus luchas y su visión de un mundo donde la fe y la justicia de género caminen de la mano.
El Premio Per Anger es un galardón anual que se otorga en Suecia a personas u organizaciones que defienden los derechos humanos y la democracia.
- Se creó en 2004 en memoria del diplomático Per Anger, quien murió en 2002.
- El premio se entrega en forma de una obra de arte de plata.
Infancia y primeras experiencias en la iglesia
Con Efe: Ana, creciste en un entorno religioso muy marcado. ¿Cómo fue esa experiencia y qué cosas te hicieron cuestionar las estructuras de poder dentro de las iglesias?
Ana: Desde los 6 años, mi padre me enseñó a leer con la Biblia. Pasé por varias denominaciones, incluyendo una megaiglesia donde serví por 16 años. Pero desde la adolescencia, vi cosas que me dolieron. Recuerdo el caso de una niña amiga de 13 años, seducida y violada por el director del coro, un hombre casado de más de 30 años. La iglesia la culpó a ella, la expulsó, y a él solo le dieron tres meses de “castigo” alejado del coro. Eso me marcó: siempre éramos nosotras las pecadoras, mientras ellos eran protegidos. La Biblia habla de un Jesús que defiende a la mujer acusada, pero en la práctica, las iglesias repiten la opresión.
Honduras: Un país peligroso para las mujeres
Con Efe; Honduras tiene cifras alarmantes de violencia de género. ¿Cómo afecta esto a las mujeres, especialmente a las más vulnerables?
Ana: En 2023, 411 mujeres fueron asesinadas. Cada 23 horas matan a una mujer aquí. Somos el primer país feminicida de Latinoamérica y el quinto del mundo. El incesto está normalizado: las niñas son violadas por sus padres, tíos, abuelos… Y las leyes son permisivas: muchos agresores mayores ni siquiera van a prisión, tienen casa por carcel y eso les da impunidad. Además, se niega el acceso a anticonceptivos y a la pastilla aticoncpetiva de emergencia-´PAE. Grupos “provida” con amplias financiaciones judicializaron el uso de la PAE, e incluso han traídos “expertos” de España para cuestionar pruebas científicas de la OMS y son aceptados por la jueza del caso, que ahora sabemos es del Opus dei. Es un Estado violador de derechos.
De pastora a feminista: El camino hacia la liberación
Con Efe: Fuiste pastora metodista. ¿Qué te llevó a abrazar el feminismo?
Ana: Fui pastora por 9 años de la iglesia cristiana metodista quienes me apoyaron a estudiar en la UBL en Costa Rica, donde me certifiqué en teología. Trabajando con mujeres campesinas, organicé una rifa para financiar un sistema de agua ya que ellas no podían tener agua para sus cultivos que eran el sustento del hogar. Un misionero extranjero me gritó en plena asamblea: *“¡Esa rifa es pecado! Si quieren dinero, ¡que echen tortillas!”*. Para las mujeres pobres, hacer tortillas es de los únicos trabajos disponibles, pero es visto como “inferior”, en categorías clasistas. Ahí entendí que la iglesia también ejerce violencia económica y moral. El feminismo me liberó: me mostró que podía ser creyente *y* luchar contra la opresión.
Ecuménicas por el Derecho a Decidir: Fe y lucha colectiva
Con Efe ¿Cómo nació esta colectiva y cuál es su misión?
Ana: Tras ser excluida del pastorado en 2011, cofundé un observatorio de DDHH en la iglesia cristiana Agape donde aún estoy. Allí empecé a dar taller de DDHH y género, a desarrollar lo que había aprendido.
Años después empezamos el vínculo con Católicas por el Derecho a Decidir de México ya que ellas querian hacer algo con las creyentes de Honduras y allí se me ocurrió crear esta colectiva, con el nombre ecuménica ya que éramos de distintas confesiones.Fue con el enfoque de articular el feminismo con la fe. Ha sido hermoso este caminar y hoy el reconocimiento es un gran compromiso y una gran responsabilidad. Un compromiso agregado a nuestro activismo y nuestra labor. Y es una enorme responsabilidad ya que con quienes trabajamos son niñas, mujeres, docentes. Hemos sido las precursoras de las red pastoral y los diálogos interreligiosos.
Somos mujeres de distintas confesiones que unimos fe y feminismo. Hemos creado la primera agenda feminista para niñas y adolescentes, impulsado redes pastorales y enfrentado amenazas, intimidaciones político militares, desplazamiento forzado, presiones, ataques directos, incluso del jerarca católico más poderoso del país. Es un reconocimiento colectivo a nuestra tarea y es un compromiso más, grande y es decir a las hondureñas: “No están solas, hay gente acompañando, acuerpando. No las dejaremos solas” También es decir “No les hagan daño, respeten su integridad física”.
Este premio nos apoya y protege y se lo dedicamos a todas las mujeres hondureñas y principalmente a quienes son creyentes, que sí pueden luchar por sus derechos y pueden combinar su fe con la vida plena aquí y ahora, con plenitud de derechos
Un mensaje para las mujeres creyentes
Con Efe ¿Qué les dirías a las mujeres que dudan en conciliar su fe con el feminismo?
Ana: Que la Biblia no justifica la opresión. Jesús defendió a las mujeres, y nuestra fe debe hacer lo mismo. Ser feminista y creyente no es contradictorio: es seguir el ejemplo de un Dios que ama la justicia. A las hondureñas les digo: *“No callen, no están solas. Su lucha es sagrada”.
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Ana es un faro de esperanza en un país donde ser mujer y defensora de derechos es un acto de valentía. Su historia demuestra que la fe, lejos de ser un obstáculo, puede ser el motor de la liberación.
“El feminismo no me alejó de Dios—me acercó a su justicia”, afirma.
Su lucha, como la de muchas, sigue viva.

Con Efe publica Cuadernillo con escritos producidos en sus talleres 2024

En el año 2024 intentando dar respuesta a los fundamentalismos actuales Con Efe realizó un proyecto que decidió llamar “La Palabra y las palabras, comunicar de manera asertiva para llegar a todas”. En el mismo, se presentaron talleres tanto de comunicación como de Biblia y teología donde se enseñaron relecturas bíblicas críticas y también se enseñó a narrar de manera escrita y oral nuestras experiencias, emociones, historias…
Uno de estos primeros talleres fue el taller de narrativa “Escritura para Todas” dictado y acompañado muy fielmente por la Licenciada en Letras María de los Ángeles Roberto. Un espacio de mucha producción para quienes pudieron sumarse y acompañar el paso a paso. Un lugar de encuentro y de mucho aprendizaje.
Seguras de que necesitamos ‘habitaciones propias’ donde poder expresarnos sin prisa y sin pausa, pero también precisamos de habilidades y técnicas para comunicarnos cada vez mejor y espacios donde poder sacar afuera la voz, hoy presentamos un cuadernillo con recopilaciones de este taller que tanto agradecimiento dejó.
Como pensamos que ninguna historia debe quedar silenciada en nosotras dimos espacio para que varias mujeres de Latinoamérica soltaran su voz. Cada una de ellas abrió su percepción, imaginación, su memoria y con su propio estilo y sin vacilar desplegó su destreza para hacerse escuchar a través de estos sentidos relatos. Algunas nos contarán de sus recuerdos amorosos o dolorosos, otras, nos invitarán a repensar las imposiciones culturales, por último, algunas nos mostrarán la empatía y solidaridad en la simpleza de lo cotidiano.
Puede bajarse libremente aquí: https://drive.google.com/file/d/1PFMDbYUsvvTv_i8S0gFd-0T_l68j5WJf/view?usp=sharing

Abrazo Disidente realiza su primer campamento en Chile

Con una convocatoria que reunió participantes desde Santiago hasta Osorno, el pasado 4 y 5 de enero se llevó a cabo el primer campamento de Abrazo Disidente, un encuentro que marcó un hito en la construcción de comunidad para este movimiento de carácter espiritual, afirmativo y transformador.
El evento tuvo lugar en la región del Biobío, donde se vivieron dos días de profunda reflexión, aprendizaje compartido y celebración de la diversidad. Bajo el lema de la fe, la justicia y el amor como principios fundamentales, los asistentes participaron en talleres, círculos de diálogo y momentos de oración y canto, que reforzaron el sentido de pertenencia y compromiso con un mundo más justo y solidario.
“Este campamento fue un espacio para afirmar nuestra identidad como comunidad disidente, abrazando nuestras diferencias como un reflejo de la Divinidad. Aquí, no solo compartimos aprendizajes, sino también la certeza de que la justicia y el amor son tareas colectivas que trascienden lo personal”, expresó una de las organizadoras.
El encuentro también se convirtió en un refugio espiritual, donde los participantes hallaron guía y fortaleza en la experiencia compartida. Las actividades incluyeron reflexiones teológicas interseccionales, dinámicas de integración y un llamado a profundizar en la construcción de redes solidarias que encarnen el amor activo en la sociedad.
Abrazo Disidente reafirma con este campamento su compromiso con la inclusión, la dignidad y la justicia, y proyecta continuar desarrollando iniciativas que combinen fe, comunidad y acción social como pilares fundamentales.
Ya está disponible el Devocional 2025!!!
Estamos felices de compartir la 4° Edición de Caminando en Sororidad, nuestro Devocional feminista, ecuménico y comunitario. Más de 100 mujeres de más de una decena de países se unieron para dar vida a este material que esperamos sea de provecho para cada una.
Este año volvimos a poner en primer lugar a las palabras de las mujeres, nuestros sentires y deseos. Dictamos cursos con herramientas pedagógicas para escribir, narrar, comunicar.
Y esta 4ta Edición nos vuelve a mostrar que hay cientos de mujeres, católicas y evangélicas, listas a poner manos a la obra y compartir con otras sus pensamientos, sus relecturas de textos bíblicos desde su ser mujeres en diversos territorios de nuestra América Latina y más allá también.
Pueden bajarlo libremente aquí: https://drive.google.com/file/d/1p_fZ6n35Y0iyDWbNvZ5DZ8WaOw5nHKFd/view?usp=sharing
El cuerpo: lenguaje y primer espacio donde desplegar la libertad
Por Mirella Manocchio-
Desnudarse como acto extremo de protesta es lo que hizo en las últimas semanas la joven iraní Mahla Daryaei , que fue detenida y trasladada a un hospital psiquiátrico por su acción.
En Irán está prohibido a las mujeres no sólo descubrirse la cabeza, sino también cantar, bailar y jugar. No es casualidad que el himno de las protestas, escrito en 2022 en honor a Mahsa Amini, diga «Barāye tūye kūche raqsidan» (Para que puedas bailar en la calle).
El Cuadernillo traducido al español, en el que cual colaboró Claudia Florentin, de Con Efe, se puede bajar aquí: https://www.nev.it/nev/wp-content/uploads/2024/11/16-giorni-Fdei-2024_Spagnolo.pdf
Si entonces el cuerpo es el primer espacio donde se percibe y actúa nuestra libertad, toda rebelión debe pasar por él. Hay que oponerse y desenmascarar a un régimen que oculta, fuerza, mutila, subyuga los cuerpos para controlarlos, especialmente los de las mujeres, es lo que querían transmitirnos las mujeres iraníes del movimiento de protesta “mujer, vida y libertad”.
Es en el cuerpo y a través del cuerpo donde se desarrollan nuestras relaciones, positivas o no, lo sabemos bien. Pero hay una manera y una manera de experimentar y hablar de los cuerpos, en particular el de las mujeres, que por un lado es forzada y oculta, mientras que por el otro está comercialmente sobreexpuesta y mercantilizada. El cuerpo de las mujeres, nos dicen quienes se ocupan del sexismo lingüístico, se describe con mil lenguajes que contribuyen a sostener y codificar estereotipos, disparidades, discriminaciones e incluso violencia.
El Cuaderno de la Federación de Mujeres Evangélicas de Italia de los “16 días para superar la violencia” contra las mujeres, El cuerpo es lenguaje – proponiendo de alguna manera un camino inverso al del Cristo Juanino del Logos que se hace carne – quiere entrar en esta trama en el que el cuerpo, concretamente el femenino, se convierte en lenguaje, pero con demasiada frecuencia es presa de un lenguaje fruto de una mentalidad chovinista y patriarcal. Por eso, al Comité Nacional del Fdei y a quienes colaboraron en la construcción del Cuaderno 2024 les pareció necesario desenmascarar sus ambigüedades y prejuicios subyacentes para ofrecer una perspectiva diferente, abrir atisbos de reflexión crítica y proponer horizontes de solidaridad basados en una Visión de fe en la que el cuerpo es presencia habitada por el Espíritu de Dios, Espíritu de amor y de liberación.
Comentarios, versículos bíblicos y breves meditaciones, oraciones y preguntas para el debate, sugerencias de libros y películas para profundizar en el estudio, son una vez más las herramientas que, junto a la nueva editora del Cuaderno, Elena Ribet , se han entregado para guiar a personas, grupos , las iglesias locales en un camino de reflexión y acción que esperamos no se detenga el 10 de diciembre sino que continúe con fuerza, también en nuestros ámbitos institucionales. Se añade al Cuaderno el “dossier 25 de noviembre” con el que el Cn/Fdei quiere apoyar a las iglesias en la sensibilización a través de materiales litúrgicos, poemas y un power point con imágenes sobre el tema. Cada oportunidad de reunión y actividad puede ayudar a involucrar a todos hacia este objetivo.
Nota al margen: La acción fuerte y sin escrúpulos de Mahla Daryaei contra su gobierno nos trajo a la mente la lucha de muchos hombres y mujeres. Varios gobiernos han expresado su solidaridad con la joven detenida por su protesta, reiterando su culpa hacia el régimen de los ayatolás que había provocado la cruel represión, detenciones y ejecuciones de activistas iraníes en los últimos años.
Entonces me hago la pregunta: ¿cómo es posible arrestar a dos jóvenes que huyeron de Irán por su compromiso político y escapar de un compañero violento acusado de contrabandistas? ¿Cómo es posible que Maysoon Majidi y Marjan Jamali , que huyeron para evitar correr el riesgo de ser encarcelados, se encuentren en Italia sufriendo meses de detención sin pruebas sólidas del delito que se les acusa? Toda la solidaridad del Cn/Fdei va para ellos.
La pastora Mirella Manocchio es presidenta de la Federación de Mujeres Evangélicas de Italia
Fuente: Riforma
Traducción: Claudia Florentin, Con Efe
¿Cómo son los hombres en el mundo?
Por Stefano Ciccone-
La violencia de género nunca cesa, parece que no existen herramientas adecuadas para combatirla. El problema es cultural: quien realiza un acto de dominación debe comprender que sufre una pérdida en su humanidad
El 25 de noviembre, Día Internacional de Lucha contra la Violencia de Género, corre el riesgo de ser, como todos los aniversarios, una ocasión formal y retórica. ¿Quién no está en contra de la violencia? Sin embargo, la lucha contra la violencia no es indolora ni neutral. Todos estamos dispuestos a condenar la violencia, pero menos dispuestos a cuestionar clichés, representaciones y expectativas compartidas. Si la violencia machista es el resultado de una cultura consolidada, contrarrestarla significa crear un conflicto.
La fecha del 25 de noviembre nos pide también hacer un balance, cada año, de lo que ha cambiado, de lo que se ha hecho y de lo que es posible. La sensación frustrante es que nada cambia a pesar de que las campañas de concientización, los servicios y las innovaciones regulatorias se han multiplicado en los últimos diez años. El número de mujeres asesinadas por sus compañeros en una especie de guerra diaria y molecular aparentemente continúa sin cambios.
Debemos reconocer que la respuesta de la sociedad a la violencia de género sigue siendo inadecuada y contradictoria. Los medios de comunicación siguen retratándolo como una fuerza extraña y oscura: la explosión inexplicable de hombres hasta ese día tranquilos y respetables, fruto de una patología individual. La alarma social por la violencia de género se aprovecha para alimentar políticas xenófobas y represivas. Paradójicamente, este camino acaba eliminando el problema delegándolo a la policía y liberando a la sociedad de la responsabilidad de cuestionarse a sí misma: encarcelemos a los culpables y tranquilicemos nuestro corazón. Incluso los caminos seguidos por los autores de la violencia, si se ven obligados a eliminar la complejidad para corresponder a la lógica del derecho penal y, por tanto, a medir, certificar y “disciplinar”, terminan traicionando su objetivo de promover un cambio profundo.
“No aceptó la separación”: detrás de esta frase se esconden interpretaciones encontradas. El más inmediato subraya lo absurdo de la desproporción de la reacción. Uno, insidioso y ambiguo, interpreta la violencia como un “déficit de virilidad”, resultado de un desorden. Esto alimenta la nostalgia por esa norma masculina perdida que dominaba a las mujeres, pero regulaba el comportamiento masculino. Sin embargo, es precisamente ese orden jerárquico el que genera violencia.
¿Por qué la dolorosa experiencia de la separación es tan intolerable para los hombres y desencadena esta reacción destructiva y autodestructiva? Después de matar, muchos hombres recurren a la violencia contra sí mismos o se entregan a prisión. No es simplemente el dolor del abandono: es la experiencia de impotencia incompatible con el mito de la autosuficiencia con el que fuimos criados. La reacción estalla ante la libertad de una mujer que dice no, que se va, y la violencia se legitima como castigo por una falta femenina: una elección ilegítima e inaceptable.
Hoy la cultura de control y dominación asume el papel de victimismo. Hombres amenazados por el cambio, discriminados por la igualdad de oportunidades, atacados por el oportunismo femenino, castrados por la dictadura de lo políticamente correcto. El resentimiento masculino frustrado no sólo se expresa en la dimensión individual: es uno de los pilares de la paranoia de la conspiración hostil que alimenta el populismo nacionalista. La frustración individual encuentra una orilla en el sentido común. No basta con responder al contraataque misógino y chauvinista con un “sermón de buenas maneras”. No se trata de pedir a los hombres que ejerzan la virtud varonil del autocontrol o que “renuncien” a la dominación.
Quizás sea más útil tratar de revelar cómo cada acto de dominación y violencia conlleva una pérdida para la propia humanidad. Mirad cuánto cada uno, al imponerse, se traiciona. Así, la ironía hacia las “mariquitas”, o el estigma hacia los homosexuales imponen la disciplina de la virilidad a todos los varones. La dominación e inferiorización del otro, la incapacidad de leer las diferencias fuera de una lógica jerárquica nos imponen una experiencia alienada y forzada.
La deshumanización de los demás, la representación paranoica de un Occidente rodeado por un mundo amenazador, que hoy legitima la guerra como única solución, nos deshumaniza. El camino hacia el poder resulta ser un callejón sin salida que empobrece nuestras relaciones. Hemos vivido en el mito, como hombres y como ciudadanos, de la libertad en las relaciones y nos encontramos incapaces de pensar en la libertad en las relaciones. El imaginario patriarcal no ofrece a los hombres un significado sobre su ser en el mundo. No puede darnos los recursos para vivir en un mundo privado de la creencia tranquilizadora en nuestra superioridad y autosuficiencia.
Ese mundo ya pasó y necesitamos otras palabras, otros deseos que nos liberen de la destructividad de las tristes pasiones.
Fuente: RIforma it
Traducción: Claudia Florentin. Con Efe