Que se callen!!
Johana Gallego Perdomo, de Colombia, nos invita a reflexionar sobre ese conocido texto de 1° de Corintios, en la Biblia:”…que las mujeres guarden silencio en las asambleas; no les está, pues, permitido hablar, sino que deben mostrarse respetuosas, como manda la ley. Y si quieren aprender algo, que pregunten en casa a sus maridos, pues no está bien que la mujer hable en la asamblea.”
Devocional completo aquí: https://conefe.net/devocional-caminando-en-sororidad-2025/
Se lavó las manos
Con textos del Devocional Caminando en Sororidad 2025
En este caso sobre Marcos 7: 5-8
“ Le preguntaron, pues, los fariseos y los escribas: ¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos inmundas? Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito:
Este pueblo de labios me honra,
Mas su corazón está lejos de mí.
7Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres.
Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes.”
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Una lista de tareas
Mariana Ocampo, Colombia-
Dios mío, roca mía, refugio mío, escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte, mi refugio, que me salvas de los violentos. 2 Samuel 22:3.
Cada ser humano habita el mundo revestido con un enorme potencial para enfrentar las circunstancias adversas de la vida, y salir triunfante. Una singularidad que nos hace especiales y nos permite construir nuestra historia de vida. Sin embargo, en el agite de la cotidianidad, las enormes responsabilidades como mamá, esposa y profesional, y la necesidad constante de cumplir expectativas alguna vez hicieron que me afane más por sobrevivir, por batallar instantes, por sortear con cierta inmunidad aquellos momentos que parecían difíciles. Es como si hubiera perdido la perspectiva y lentamente me fui alejando del propósito que Dios tenía para mí.
Entonces, me permití albergar sensaciones de vacío, de angustia, de frustración, incluso de incapacidad e insuficiencia. Sensaciones que me agobiaron ubicando mi existencia en una lista de tareas interminables, hasta sentir que la vida carecía de sentido. En ese instante de niebla alguien me recordó que Dios nos escucha en cada minuto del día, que nos acoge con su inmenso amor e infinita bondad, que es nuestro refugio y fortaleza.
Entonces comprendí que era necesario asumir con humildad mis debilidades para entender que la lista de tareas también podía tener pendientes para ser terminada. Pero más importante aún, sentí que Dios de manera constante revive nuestras esperanzas porque él más que nadie conoce nuestros miedos y capacidades. Y nos recuerda de manera simple y cercana las infinitas bendiciones y herramientas que tenemos para continuar.
Basta con detenerse, sentir, y tomar conciencia. Para descubrir en los seres queridos, en la sonrisa de alguien, en una palabra de aliento, en una escucha atenta, en un agradecimiento, en un gesto de apoyo, en el camino recorrido, en las conquistas alcanzadas, en los sueños cumplidos, en la naturaleza, en el silencio, en la lectura, incluso en el tiempo que Dios siempre está cerca, nos protege, nos aviva y nos da la fuerza necesaria para continuar.
Desde entonces, intento reconocer en cada día el potencial que Dios me otorgó para cumplir mi propósito de vida, apreciar sus infinitas bendiciones, refugiarme en su amor y confiarle mis pendientes.
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Dones que nos regala el Espíritu
Alba Rocío de los Ríos, Colombia
En tiempo de los Jueces hubo hambre en el país, y un hombre emigró, con su mujer y sus dos hijos, desde Belén de Judá a los campos de Moab. Se llamaba Elimélec; su mujer, Noemí, y sus hijos, Majlón y Kilión. Eran efrateos, de Belén de Judá. Llegados a la campiña de Moab, se establecieron allí. Rut 1: 1-2
Siento que Noemí, tenía toda la gracia del Espíritu Santo y sus dones. En el pasaje bíblico podemos descubrir una familia normal, una mujer, con su esposo y sus hijos, estos últimos a la vez se casaron y tomaron como esposa a Rut y Orfá. Con situaciones muy similares a las que vivimos hoy, entre ellas la pérdida de aquellos que amamos y nuestra mejor versión que se revela.
Con el pasar del tiempo, al fallecer su esposo y sus hijos, Noemí reconoció que no había perdido a sus hijos, sino que había ganado dos hijas y con ellas emprende el camino de regreso a su tierra, al reencuentro con su pasado, con su pueblo. Para entonces, solo la acompañaba Rut. Pues Noemí tuvo compasión de estas jóvenes que estaban tristes por haber perdido a sus esposos y aun cuando todas eran viudas y padecían el mismo dolor, no se refugiaron en él, sino que siguieron adelante. Fue sabia Noemí al dejarlas en libertad, al permitirle a estas jóvenes elegir por ellas mismas su destino y es allí cuando Rut le responde:–No insistas en que te deje y me vuelva. A donde tú vayas, yo iré, donde tú vivas, yo viviré; tu pueblo será el mío, tu Dios será mi Dios; donde tú mueras, allí moriré y allí me enterrarán. Sólo la muerte podrá separarnos, y si no, que el Señor me castigue. Rut 1: 16-17
Estas mujeres tuvieron misericordia la una con la otra y ante este testimonio, me detengo y pienso en mi vida. Cuando se adelantó a la casa de Dios mi hijo mayor, sentí un dolor que no puedo expresar, pero luego con el pasar de los días, viendo a Omaira y sus hijos, me di cuenta de que no había perdido, que yo había ganado una hija con sus hijitos.
A quienes yo quiero y espero que caminemos juntas, apoyándonos de manera incondicional.Es nuestra tarea ser compasivos/as los unos con los otros, las unas con las otras, para que se manifieste así la gracia del Espíritu Santo que todos y todas hemos recibido.
Lo que comparto, es algo que vi hace muchos años y que me dolió, pero que no había pensado que me sucediera también a mí: ella era una joven maestra, que se casó con un muchacho muy trabajador, pero al poco tiempo él murió y su familia, le quitó todos los bienes a la viuda y ella tuvo que regresar con su bebé a la casa de sus padres, que gracias a Dios la acogieron y salió adelante.
Cuando veo la situación que hoy vivimos en nuestra familia, la valentía de Omaira para seguir adelante, doy gracias a Dios porque la hemos podido rodear de mucho apoyo, tanto nosotros como su familia y así debe ser y es justo aquí cuando necesitamos esos dones y gracias del Espíritu Santo para animarla cuando quiera hacer algo, aconsejar cuando lo necesite, estar allí para ella cuando se sienta frágil y triste, y sobre todo, dejarle su espacio y su libertad para que como dueña y señora de su casa y su tierra, siga adelante con sus niños.
Escucho, asimilo y pongo en práctica
Martha Eugenia Mujer Mariposa, México
Entonces se sentó, llamó a los Doce, y les dijo: Si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos. Marcos 9:35
En la primera parte de este versículo Jesús utiliza tres verbos, sentar, llamar y decir. En la Biblia, solo aquellos que tienen autoridad se sientan. Así como los llama y les dice para que los que lo escuchan reciban con atención la enseñanza.Es la manera en que cualquiera que siga a Jesús, pueda prepararse para aprender, es decir ser discípulo (testigo) para luego asumida la enseñanza poder convertirse en apóstol, es decir ser mensajero de la Palabra.
En este tiempo, con tanta demanda de inmediatez, la preparación que Jesús invita a tener para la escucha y aprendizaje, es muy poco puesta en práctica, pues una gran mayoría quiere el mínimo esfuerzo para cualquier cosa. Siendo que la Palabra de Dios requiere ser rumiada en el interior, concebida en la mente, para luego anidada en el corazón pueda ser puesta en acción, como lo pide el Maestro.
Aunque también da un mandato, en la segunda parte del verso, el servicio como requisito indispensable para ser su seguidor. Poniendo implícitamente su ejemplo, pues Él sirve a todo aquel que se lo pide o que lo necesita.”Y tomando un niño, le puso en medio de ellos, le estrechó entre sus brazos y les dijo: El que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, no me recibe a mí sino a Aquel que me ha enviado” Marcos 9:36-37.
En estos versos, muestra la manera del cómo hay que ser para poder llevar a cabo su misión, es decir tener la actitud de un niño, ya que la pureza de su corazón y la espontaneidad de sus actos son los adecuados para que la Palabra de Dios germine y fructifique.Haciéndolos reflexionar porque en ese tiempo un niño no tenía ninguna valía.
Por tanto, en esta perícopa, tenemos las acciones que se necesitan para asumir y luego llevar a la práctica el mandato evangélico.En lo particular, el hecho de rumiar, hacer oración continua, en mi vida tan agitada, es todo un reto, por la perseverancia requerida, pero más allá, la espera en que me veo necesitada de realizar para ver los resultados, es algo difícil de asumir. Y más cuando, pasando el tiempo, no sé si veré alguna respuesta a mis oraciones. Pero ante todo confiando que he sido escuchada y que en el momento adecuado estará la respuesta de Dios, madre/padre amorosa/o.
Martha Eugenia Camarillo Martínez Correo: marthaeugenia.01@hotmail.com