¿Cómo esperar este tiempo de Adviento?

Por L. Susana Vaccaro, Argentina-

Compartimos:

“Aprendan a hacer el bien, busquen la justicia, restituyan al agraviado, hagan justicia al huérfano, amparen a la viuda”. “Vengan ahora y razonemos”  (Isaías 1:17-18(a)) 

El ángel dijo: “Él será para ti un motivo de gozo y de alegría y muchos se alegrarán de su nacimiento” (Lucas 1:14)

Un Tiempo de Espera, activa.

¿Y si en este tiempo vamos por el camino de la empatía?

¿Desde ese Dios de la Vida que amamos y sabemos que es empático?

¿Desde ese Dios que no quiere sustituirnos, sino que nos motiva a saber escuchar a mi prójima y hacer algo bueno como lo hicieron una vez por nosotras?

¿Desde ese Dios que busca continuamente la liberación de las personas para una verdadera humanización?

Expresar que vivimos tiempos difíciles quizás sea redundante para muchas, pero no podemos negar que nuestros tiempos, en Argentina y el mundo, están ligados a mensajes, publicidades, imágenes, discursos de odio, violencia, guerras, miedos…

Nosotras que decimos que somos gestoras de vida, de proyectos, de iniciativas con el único fin de reproducir esperanza en todas  las personas a quienes se les ha mermado su dignidad y el normal desarrollo humano, en estos últimos días de  2024, tomemos la iniciativa.

Primero, tenemos que sentirnos convocadas a nosotras mismas, luego estimular a nuestra familia y después a otras compañeras que deseen unirse a este sentimiento.

Segundo que no es un tiempo cualquiera, no es un marketing comercial, turístico… y no tengo ninguna negación a estas cosas; yo también compro regalos, viajo, pero este tiempo es otra cosa, tiene un valor que nada es comparable.

Es un tiempo de Alguien que tiene que llegar, no es un alguien que nos habla lejano como la teología clásica. Ese Alguien es quien se duele con el sufrimiento de su creación, que no es indiferente a la injusticia, la opresión y el dolor. Ese Alguien salió de su lugar para traer libertad, Salvación, Paz, Amor, identificación con lo humano.

Por todo esto somos nosotras las que tenemos que preparar un tiempo, y darnos cuenta que hay una realidad, no para vivir en el mes de diciembre, una vez al año, sino siempre.

 Por ello, nuestra fe tiene que ser  certera porque ya sabemos que Jesús nació y que no quedó en un pesebre sino que cada día es un presente contínuo, obrando en la historia de nuestra vida personal, colectiva, de nación y de todo el mundo. Dios siempre está ahí!

En este tiempo de Adviento…

Un Adviento que acuda a los lugares donde la vida  es penosa, triste, desahuciada…

Un Adviento que motive a tener fe aunque haya momentos de larga espera,  muy desconocidos, como tuvo que transitar María.

Un Adviento que busque a aquellos/as con quienes puedan adherir la fe que mueve montañas, como lo hizo María en el encuentro con su prima Elisabeth y otras mujeres que seguramente estaban ahí…

Un Adviento que invite a sacar a la luz lo que por años venimos atesorando con enseñanzas bíblicas, formaciones teológicas, seminarios, prédicas, cursos, talleres, esto que es muy importante “no sirve” si no las usamos como herramientas para abrir caminos de paz, para terminar con rencores, divisiones,  falta de perdón desde la falla de nuestras personalidades y no desde lo que Dios hace con nosotras.

Un Adviento que sirva para comprender mejor la realidad de nuestros contextos y las nuevas demandas culturales, sociales, humanas porque si no respondemos con claridad y amor, desde la enseñanza y vida de Jesús, nos ponemos del lado de la injusticia-opresión por estar plantados en un fundamentalismo que tanto daño hace por no tener la interpretación correcta de la Palabra de Dios.

Un Adviento que no naturalice los abusos en la niñez; los feminicidios,  la orfandad de los hijos/as que quedan sin sus madres, el abandono a los adultos/as mayores.

Un Adviento como un tiempo de agradecer el país que vivimos sin olvidar la defensa de nuestra democracia, para que la misma satisfaga una vida justa para todos los ciudadanos/as.

Un Adviento de renovación, de alegría, de canto, de aire fresco, de celebraciones litúrgicas colectivas, ecuménicas. A todas nos gusta defender nuestras comunidades de fe, pero jamás amparar lugares rígidos, cerrados  donde nunca se cambian mandatos, formatos, modelos de años, no, sino contribuyamos para que sean espacios de liberación donde las inequidades de la vida, una vez que reflexionamos en conjunto la Palabra de Dios, se disipan, no el problema, pero sí la forma de encararlos.

Un Adviento que no deje de memorar a todas las mujeres de la historia, las invisibilizadas, a las que hemos conocido por lecturas, por estudiarlas,  o si son contemporáneas, por encuentros con ellas;   si sus experiencias han sido valiosas, no las ocultemos (no le hagamos el juego al patriarcado).

Un Adviento de actitudes  solidarias, esperanzadoras, que posean luminosidad.

¿Cómo vamos a celebrar el nacimiento de Jesús sin coherencia?

Es un llamado a despertar, a encender las velas, a estar preparadas.

Como dijera alguien…

Vayamos por la distancia más corta, por el círculo más cercano. ¡Vayamos!

Dios se basta a sí mismo pero

ha preferido estar con su creación

y por ello nos envió a Jesús

y EL se “abajó”, se hizo carne.

El Adviento es El!

La autora es Pastora Jubilada-Emérita

Espiritualidad feminista preparando el Adviento

Desde Con Efe realizamos una recopilación de recursos litúrgicos y para estudios bíblicos para Adviento, desde espiritualidades de mujeres diversas.

Presentamos este cuadernillo que pueden bajar libremente y que, por supuesto, como toda construcción colectiva, puede ampliarse a medida que recibamos más recursos que Ustedes puedan generar.

Bajarlo aquí:

https://drive.google.com/file/d/1Ai6XTHe8SFqlgFC5AAdehH9v8oD_pizS/view?usp=sharing

Teologías feministas: Espiritualidades en resistencia

Reunir las voces de quienes han sido inspiradoras y aliadas a lo largo de la biografía institucional, acompañándonos en la convicción de garantizar igualdad y Justicia para las mujeres en la región, es un verdadero privilegio publicar Teologías feministas: Espiritualidades en resistencia, dicen desde Católicas por el Derecho a Decidir de Argentina, quien publicó este libro.

Descargá en forma libre y gratuita el libro: https://drive.google.com/file/d/1KmHEwZN3-cb-2PQuz_8PTaY9ux6IjmwC/view

Para mirar el cielo y la tierra feministas

Con infinita generosidad estas maestras nos ofrecen un abanico de temas como flechas disparadoras de nuevas invitaciones a mirar los feminismos desde una perspectiva teológica y a la teología desde una perspectiva feminista.

Inaugurando este volumen contamos con el privilegio del pulso de Ivonne Guevara, que con su agudeza intacta, nos interpela de arranque para volver a la cuestión: “¿podemos ser feministas y cristianas?”. Hincándonos, pellizcando con su honestidad intelectual a cualquier intento de confort, nos comparte su respuesta “personal y provisoria”: “Podemos ser feministas y cristianas/os, aunque con muchas reticencias e interrogantes”.  Y a continuación, nos alienta a reinventarnos en algo diferente: “’diálogos de significado’, ‘compartir corazones’, ‘jardines de parábolas’, ‘confesiones de corazones’, ‘flores en el asfalto’ o ‘conversaciones en la penumbra’”.

A continuación, nuestra cercana Lucía Riba, pone su lupa sobre el lugar y la significación de la corporalidad. Así, nos recuerda cómo el discurso tradicional de la iglesia aborda el cuerpo de las mujeres como secularmente conflictivo, ligado al mal y a la perdición. Pero también nos advierte sobre algunas teologías que lo valoran desde una perspectiva que privilegia la maternidad como función casi exclusiva y excluyente. Tampoco nos permite pasar por alto la “glorificación del sufrimiento como algo salvador”, y sospecha de la exposición cotidiana de la imagen de Jesús crucificado, como un elemento que incide en que las mujeres vejadas se conduelan más de su victimario que de sí mismas.

En esa misma línea, Marilú Rojas insiste en la urgencia de desacralizar la violencia en las religiones monoteístas de corte sacrificial basadas en un principio de trascendencia y señala los mandamientos del marianismo como lineamientos para construir una víctima. Así, nos convoca a abandonar la idea del rito sacrificial para dar paso a la festividad del banquete, afincándonos en las espiritualidades feministas situadas y contextuales, a las que caracteriza como: “corporales, eróticas, políticas, cotidianas, comunitarias y sexuales-proféticas”.

A su turno, Jocabed Solano nos trae la memoria de los pueblos originarios de Centroamérica y su maravillosa vivencia de la espiritualidad gunadule que pone en el centro a un Dios de amor, cuidado, respeto, reciprocidad, y complementariedad y una ética de la vida comunitaria. Nos convida a conocer una práctica en la que la Tierra comunica el mensaje de Dios, y las mujeres ocupan un lugar preponderante, reconociendo a las abuelas como transmisoras de conocimiento, y como ejemplo de resistencia a la conquista, la colonialidad, y el epistemicidio de la sabiduría ancestral.

No menos provocadora nos resulta la intervención de Nancy Bedford, respecto a “desencuarentenar” la teología, recuperando el sentido que esta práctica tiene en la historia y en los textos bíblicos, como una referencia “consciente o inconscientemente a una experiencia liminal, de espera, en la esperanza de que algo cambie y mejore”. Sus párrafos transmiten la conmoción compartida frente a un femicidio ocurrido en pandemia, en nuestra ciudad de Córdoba, y recuperan la sensación de impotencia de una población encerrada y consciente del peligro atávico que acecha al interior de muchos hogares. Así expresa con la claridad de la denuncia que “la ‘cuarentena’ simbólica de las mujeres —que se torna permanente— es una especie de cautiverio babilónico que le hace mucho mal no solamente a las mujeres sino también a la iglesia como un todo porque socava la buena noticia del evangelio de Jesús”.

El último artículo pertenece a la querida María de los Ángeles Roberto que se refiere a un aspecto central: “la culpa” como patrimonio de las mujeres, por “hacer caer al varón en el pecado”, y cómo ésta se traslada a los deberes de las mujeres, “obligadas a cumplir con los preceptos impuestos para alcanzar la vara alta de la buena hija, la buena madre, la buena hermana, la buena esposa, la buena nieta”. Además de estas revelaciones, nos suma su contundente análisis de los textos bíblicos para afirmar qué dicen y qué no sobre el aborto e insistir con la relectura de la Biblia con perspectiva de género como clave para el desarrollo de las teologías feministas. 

El cambio en el miedo

Por Mayela Carrillo, Venezuela-

 Cuando intentamos cambiar algo de nosotros solemos empezar  a manipularnos, entramos en la exigencia que muy a menudo nos hace sentir culpables y entramos en la guerra con esa parte de nosotros que quiere cambiar y la que se resiste al cambio. La «Teoría paradójica del cambio» desde su aparición en 1970, en el artículo originalmente publicado en «Fagan and Shepherd’s Gestalt Therapy Now», ha dejado una huella significativa en el campo del crecimiento personal; el cambio es un elemento inspirador de  resiliencia y  autenticidad.

     La «Teoría paradójica del cambio» podría expresarse así: «El cambio se produce cuando uno se convierte en lo que es, no cuando trata de convertirse en lo que no es». Esto sugiere que al aceptar plenamente lo que somos en el presente y tomar conciencia de nuestras experiencias y poder hacernos responsables de quienes somos, son las claves del cambio.

     La aceptación de la «Teoría paradójica del cambio» es una forma de contactar,  pero esto no se trata de una resignación ante una imagen del autoconcepto. No es decir, «soy miedoso y entonces acepto que soy miedoso». Se trata de aceptar nuestra experiencia de miedo y estar presente con ella, ser conscientes y hacernos responsables. Esta actitud nos permite ver el yo como un proceso en constante movimiento y por esto cambiante, a diferencia de tratar el yo como un autoconcepto rígido.

     Albert Einstein dijo: “La medida de la inteligencia es la capacidad de cambiar”, esta cita destaca la importancia de la adaptabilidad y la flexibilidad en la evaluación de la verdadera inteligencia. En lugar de ser rígido en pensamiento, una persona verdaderamente inteligente está abierta a nuevas ideas, dispuesta a aprender y capaz de adaptarse a las circunstancias cambiantes. En un mundo que está en constante evolución, la capacidad de cambiar es crucial para la solución de problemas y la innovación. La visión de Einstein nos recuerda que la inteligencia no es sólo acerca del conocimiento o el coeficiente intelectual, sino también acerca de la capacidad de adaptarse y crecer en respuesta a nuevos desafíos y oportunidades.

     Cuando conseguimos un cambio, el precio suele ser el conflicto y la confusión. Generalmente, cuanto más tratamos de cambiar, más difícil se torna la situación. Aquello que forzamos se inhibe y el cambio real parece resistirse más y más. Paradójicamente, al actuar de esta manera, alimentamos precisamente aquello que queremos dejar atrás. Es más productivo tomar conciencia de cómo estamos, qué sentimos, qué trato de cambiar o evitar algo de mí que no me gusta. Cuando contáctamos  con la propia vivencia se descubre que el cambio puede producirse  por sí solo. Cuando puede mirarse sin juicio, el cambio se produce sin esfuerzo ni planificación.

Un ejemplo

     Imaginemos el encuentro de Jesús con la exposición en público narrada en Juan 8:1-11, le trajeron a una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio le exigieron un pronunciamiento,  y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella,  acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.

En este relato probablemente la mujer sintió miedo ante tal exposición y el encuentro con Jesús provocó un cambio en el riesgo de vida, no solo fue acusada también fue protegida por quien es nuestro Señor, Salmos 71:3 Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, Porque tú eres mi roca y mi fortaleza.

Conclusión

     Si me fuerzo a no sentir miedo, seguramente lo que pasará es que estaré energizando el miedo. Le estaré dando fuerza. Es posible que me ponga a prueba para intentar demostrarme que no tengo miedo. Me retaré a hablar delante de más y más gente. Lo pasaré mal. El miedo crecerá, se hará más presente, ocupará todavía más espacio en mi vida. Si por el contrario, lejos de obligarme a no sentir miedo, me acepto con miedo en esta cuestión, el asunto perderá fuerza. Dejaré de luchar contra ello y de sentirme tan mal porque me de miedo, sencillamente me sabré con miedo. Desde ahí, desde el no juzgarme por ello, desde el poder aceptarme así, puedo empezar a dar luz al asunto. Y eso es ir viendo cual es el miedo, más allá de lo obvio. Es ir viendo de dónde viene ese miedo, cómo es, que color tiene, que cara o caras presenta. Y así le voy conociendo y lo que se vuelve conocido como que da menos miedo.

Cuando le podemos ver la cara, aunque ésta no sea muy amable, por lo menos sabemos  a qué nos enfrentamos. Y es que el miedo más grande es a lo desconocido, por tanto cuanto más pueda conocer de él, menos miedo habrá. Parece que se trata, pues, de menos exigencia y de más conciencia. Y desde ahí los cambios se producirán. Bien es cierto que no son cambios rápidos y seguramente no lo son porque necesitamos ir asumiéndolos, ir haciéndolos nuestros.

 

Mayela Carrillo, Valencia. Venezuela

mayelacarrilloblanco@gmail.com

Oración ante la COP 16

Por Jocabed Solano-

Como delegada del Consejo Mundial de Iglesias en la COP16, te invito a unirte en oración.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (conocida como COP16) se celebra entre el 21 de octubre y el 1 de noviembre de 2024 en la ciudad colombiana de Cali. La imagen empleada para representar el evento muestra la Flor de Inírida, endémica de Colombia, bajo el eslogan: “Paz con la Naturaleza” o “Peace with Nature”, en inglés. Se trata de un llamamiento a la reflexión para mejorar la relación que tenemos con el medio ambiente y para que repensemos un modelo económico que no priorice la extracción, sobreexplotación y contaminación de la naturaleza.

Permítame compartir contigo algunos de los temas clave que se discutirán en esta cumbre crucial para la biodiversidad.

¿Qué está en juego en las negociaciones sobre biodiversidad? 

Breve contexto: Hace dos años, después de un acuerdo histórico para frenar el declive de la naturaleza, los países se reúnen en Colombia para las conversaciones de la ONU sobre biodiversidad, la COP16. A pesar de que los líderes mundiales acordaron ambiciosos objetivos para proteger y restaurar la biodiversidad en la COP15 de 2022, muy pocos países están tomando las medidas necesarias para cumplirlos.

Algunos puntos clave son:

 La implementación efectiva del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal.

Este marco establece metas ambiciosas para detener y revertir la pérdida de biodiversidad para el año 2030 1 .Escasa presentación de planes de acción: La mayoría de los países aún no han presentado sus planes detallados para alcanzar los objetivos de conservación. Hasta la fecha, sólo 23 de 196 países lo han hecho. 

El financiamiento, coinciden los expertos, es un tema transversal para lograr el cumplimiento de las 23 metas.Sin embargo, según un informe reciente, hasta la fecha de publicación de este artículo, sólo dos países -Noruega y Suecia- habían cumplido su parte del objetivo.Y unos 23 de los 28 países analizados "están pagando menos de la mitad de lo que prometieron”.La COP16 busca soluciones innovadoras para financiar la conservación de la naturaleza. Entre las propuestas destacan:

Empresas compensarían su impacto ambiental comprando créditos a proyectos de conservación. Aunque incentivan la protección, se cuestiona su efectividad y riesgo de convertirse en “lavado verde”.

Canjes de deuda por naturaleza: Países con deuda podrían reducirla a cambio de invertir en conservación.

 Datos genéticos: Los beneficios económicos derivados del uso de datos genéticos de la naturaleza, como en la industria farmacéutica, generan debate sobre cómo repartir equitativamente estos ingresos.

Motivos de oración:

Por la implementación del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal: Que este marco se convierta en una hoja de ruta clara y efectiva para la protección de la biodiversidad.

Por un financiamiento justo y equitativo: Que los ¨países desarrollados¨ cumplan sus compromisos financieros y que se establezcan mecanismos justos para compartir los beneficios derivados de los recursos genéticos.

Contra el lavado verde.: Que se eviten las falsas soluciones y que los mecanismos de compensación ambiental sean verdaderamente efectivos.

Por la protección de los derechos de los pueblos indígenas: Que se reconozca el papel fundamental de los pueblos indígenas en la conservación de la biodiversidad y que se respeten sus derechos.

Por las comunidades de fe y la sociedad civil en general para incidir de las diversas maneras posibles.

A nivel personal es mi primera COP en el tema de la biodiversidad, estaré presentando en tres paneles en la zona azul y en la UNIBAUTISTA. Además apoyando al Caucus indígena en el tema de negociaciones en los documentos de uso sustentable y el grupo de Grupo de Trabajo del FIIB sobre NBSAPs.

Oración:

Dios Madre y Padre, Creador de toda la vida, te pedimos que bendigas y nos des sabiduría a

las personas que se reúnen en la COP16. Que nuestros corazones vivan por la compasión

hacia toda la creación y la diversidad de vida en nuestro planeta. Guíanos para que

tomemos decisiones justas y equitativas que protejan nuestra Nabgwana( Casa Común),

promoviendo la justicia ambiental y el bienestar de todas las comunidades. Que los pueblos

indígenas, guardianes ancestrales de la biodiversidad, sean escuchados y valorados. Oramos

para que las partes(gobiernos) tomen decisiones basadas en la justicia y la paz, tejiendo una

red de vida que conecte a todas las criaturas. Inspira en nosotros la esperanza de un futuro

renovado, donde la creación florezca y la justicia reine, tal como prometiste:

He aquí que yo creo nuevas cosas.; Ayúdanos a construir un futuro sostenible donde toda la creación

pueda vivir en armonía. Agradecemos tu presencia en nuestras vidas y te pedimos que nos

guíes en este camino hacia la sostenibilidad. Amén.

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Si quieres apoyar mi trabajo:

https://www.mesaglobal.co/workers/31569

Soy misionera en Mesa Global y Directora en Memoria Indígena

Ecofeminismo: re-vincularnos con la tierra para una fe liberadora

Aporte de Las Magdalenas y Fe sin violencias, en su boletin digital

Vivimos en una época de crisis civilizatoria y climática. En esta época del año, en el sur del planeta, se produce la transición entre el invierno y el verano. La primavera es un momento de renacimiento en el ciclo vital natural. Es un tiempo de reinicio. El sol nos brinda más luz y calor, las hojas y las flores brotan y crecen anticipando la frescura que nos regalarán en verano. Es el reverdecer de nuestro entorno.

Esta época, con sus nuevos colores y aromas, nos invita a pensar: ¿cómo nos reinventamos cada vez, en el ciclo histórico de avances y retrocesos para la humanidad? ¿De qué está hecha la chispa que nos aporta luz y calor para renacer en la desesperanza?

Para caminar hacia una espiritualidad amorosa y enraizada en nuestra tierra, resulta necesaria la invitación a comprendernos como parte del ciclo de vida que nos marcan la naturaleza y sus ritmos. Los seres humanos somos parte, y no mero espectadores, de ese proceso.

Estamos en relación permanente con la naturaleza. Pero, como humanidad, también somos responsables de su destrucción. El capitalismo voraz entiende a los bienes comunes como mercancías, explotándolos sin ningún rasgo de solidaridad con las generaciones futuras.

Los incendios registrados en América Latina en los últimos meses, y la consecuente devastación del monte nativo, son la expresión más reciente y brutal del impacto de la lógica extractivista y patriarcal impuesta en nuestros territorios.

Por eso, en esta oportunidad, compartimos la pregunta: ¿cómo nos relacionamos con nuestra tierra? ¿Cómo impacta eso en la construcción de una espiritualidad liberadora y feminista?

Desde esta perspectiva, compartimos la siguiente reflexión de la teóloga Mary Judith Ress. Esperamos que sea una invitación a continuar la reflexión colectiva.

¿Qué puede ser más evidente que el hecho de que todo está conectado? ¿Qué puede ser más evidente que nuestro parentesco con todo lo que ha sido, es, y será? ¿Cómo es posible que hayamos olvidado lo que nuestros ancestros sabían intuitivamente? Porque en una época de nuestro desarrollo como especie, hemos desarrollado una manera de pensar y actuar que nos ha hecho creer que estábamos separados de las otras especies de la tierra. Y no solamente separados de, sino con un absoluto poder sobre las demás especies. Más aún, hemos pensado que la tierra era nuestra, para dominarla y someterla. Solamente en las últimas décadas hemos podido nombrar esta desviación. La nombramos el patriarcado: un sistema que califica todo en términos de dominación y subordinación, arriba o abajo, bueno o malo, superior o inferior.  

Rosa Dominga Trapasso, religiosa de la Congregación misionera de Maryknoll que ha vivido más de 30 años en el Perú y es co-fundadora de Talitha Cumi, Círculo de Feministas Cristianas, escribía en el artículo de fondo: ‘El feminismo y la ecología no son movimientos aislados que han surgido casualmente en nuestros tiempos.  Ecología y feminismo son más bien movimientos concordantes.  Yo me atrevo a pensar que el feminismo necesariamente tuvo que evolucionar hacia el ecofeminismo al poner en evidencia las vinculaciones de todas las formas de opresión y violencia, desde la opresión en el interior de la familia hasta la destrucción del planeta. Al denunciar el androcentrismo y el antropocentrismo de la sociedad patriarcal y al oponerse a todas las manifestaciones de dominación de las mujeres y la naturaleza, el ecofeminismo apunta hacia la liberación humana y la armonización entre la humanidad y la naturaleza. Por eso, el mensaje del ecofeminismo afirma que la búsqueda de relaciones igualitarias y armoniosas entre las personas contribuye a establecer relaciones saludables y armoniosas con la naturaleza. En el mismo sentido, cuando nos oponemos a las violaciones de la naturaleza, estamos oponiéndonos a la mentalidad patriarcal que permite la violación de las mujeres’. (Rosa Dominga Trapasso, ‘Ecofeminismo: Revisando nuestra conexión con la naturaleza’, Con-spirando, No 4. junio, 1993, p. 2-6.)

Trapasso nos advierte que el ecofeminismo es mucho más que ponerse en favor de la conservación de los recursos. Para ella, es un proceso hacia una sociedad que rompe con el antropocentrismo y donde nos reubicamos entre todos los elementos de la creación. No será un camino fácil. Es realmente una política de resistencia, una lucha por el bienestar del planeta, una lucha por la transformación de todas las relaciones sociales”.

Las Magdalenas: feministas cristianas reunidas en torno a las teologías feministas de la liberación en América Latina. Sostenemos una interpretación de los textos bíblicos basada en las experiencias de las mujeres y las diversidades. Desde Argentina, buscamos construir comunidades de fe en las que se respeten la igualdad de géneros y las diversidades. Somos parte de la red Fe sin violencias, que busca visibilizar situaciones de violencia en los ámbitos de fe.

ESI en primera persona – Violencia por motivos de género

En el cuadernillo ESI en primera persona 1. Violencia por motivos de género, de Iniciativa Spotlight y UNFPA se proponen una serie de actividades para debatir acerca de las relaciones sociales que fomentan desigualdades entre los géneros y, además, identificar aquellas situaciones que generan condiciones más igualitarias, donde pueden asentarse los vínculos entre las personas y que es necesario profundizar.

Dichas propuestas apuntan a rescatar el carácter social de la violencia por motivos de género, la importancia del trabajo colectivo, la necesidad de promocionar toda acción que respete y valore las opiniones y deseos de todas las personas, el rol que deben tener las personas adultas responsables de NNyA.

También hace foco en interpretar que el problema de las VG es transversal a toda la sociedad y no un conflicto “de pareja” que debe resolverse puertas adentro de los hogares. “La ESI es una invitación a reflexionar sobre la propia experiencia y en este marco abrir un diálogo con aquello que pensamos, sentimos e imaginamos en relación con las violencias de género”.

Fuente: Diario Digital Femenino

“Sussurros da Terra” – Uma Publicação sobre Ecojustiça e Compromisso Ecumênico

O Curso Latino-Americano de Ecumenismo e Diálogo Inter-Religioso de 2024 foi uma jornada profunda de trocas e aprendizados no tema: Ecojustiça: Compromisso ecumênico no enfrentamento da desigualdade social e da emergência climática. 

Durante as duas semanas, cada dia foi marcado por uma colheita coletiva de sentimentos e experiências, capturadas através de post-its, desenhos, fotos, emoções e frases marcantes. Esses momentos se tornaram uma memória viva, uma espécie de diário coletivo que guiou ao longo das vivências.

Com foco nos eixos centrais de Eco-Espiritualidade, Ecumenismo, Racismo Ambiental e Bem-Viver, houve um aprofundamento e amadurecimento da compreensão desses temas. O objetivo era claro: sair do curso com uma bagagem rica em ações e boas práticas para serem aplicadas nos territórios e comunidades.

A partir desse resgate coletivo, foi construída uma carta-compromisso e um livro de orações, poesias, artes e reflexões sobre ecojustiça dxs cursistas do presencial e virtual de 2024. Foram 36 pessoas formadas na temática da justiça socioambiental dos seguintes países: Brasil, Cuba, Costa Rica, Equador, Bolívia, Uruguai, Argentina e Peru. Este material, intitulado Sussurros da Terra: Espiritualidade e Ecojustiça em Oração, foi criado para apoiar movimentos e comunidades de fé a integrarem essas importantes temáticas em suas organizações e práticas cotidianas. Afinal, como é possível pensar em justiça social sem considerar a justiça climática?

Convidamos todes a mergulharem nessa leitura e a se inspirarem com as palavras e imagens que ecoam as vozes da Terra e dos que lutam por um futuro mais justo e sustentável.

Você pode acessar o material e baixá-lo clicando aqui: Sussurros da Terra: Espiritualidade e Ecojustiça em Oração

 

La gracia más allá de los límites

Por Yuliet Teresa Villares Parejo, Cuba-

Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por  tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre  mí el poder de Cristo. 2da Corintios 12:9 

El texto que precede esta afirmación en el segundo libro a los Corintios 12:9 tiene una antesala que me parece fabulosa. Narra la imposibilidad, el desgarramiento, la zozobra de  quien quiere cambiar algo y, ni aún la oración, ha podido lograr. De esas pequeñas y  grandes contradicciones que nos encontramos en la Biblia cuando la leemos como un  libro estático y no como la gran crónica de experiencias que es. Si se contrasta con el  texto de Santiago 5:16 que literalmente dice “la oración eficaz del justo puede mucho”;  nos deja un posible margen de “error” al interpretar literalmente este texto y, luego otorgarle valor absoluto a las tradiciones evangélicas que han depositado en el acto de la  oración toda la responsabilidad de lograr las cosas. Hay un parteaguas importante en este  texto al que invito mirar desde otra perspectiva, buscando esa voz de Dios que nos mueve  de sitio y permite vivir no solo nuevas sensaciones sino nuevas maneras de vivir.  

Por un lado, el apóstol Pablo describe que tres veces había orado para que Dios eliminara  el “aguijón” en la carne (2Cor 12: 7-8) y que Dios no le había respondido. Ese aguijón el  cual nombra Pablo a ciencia cierta no sabemos qué es. Suponemos que se refería algún  tipo de debilidad, malestar, incomodidad. Algunos creen que era una afección  psicosomática, alguna enfermedad crónica como la malaria, hasta problemas oculares,  trastornos del habla o enemigos incansables que se le oponían tenazmente. La alusión de  Pablo sobre el aguijón, ese órgano punzante que tienen algunos animales, como los  escorpiones, abejas, avispas y con el cual pican, no es casual. Este símil también lo  encontramos en Jesús. El sufrimiento a través de las “espinas”, nos recuerda la corona  que le fue impuesta en su martirologio la cual tenía dos funciones: humillar a Jesús como  Rey de los judíos burlándose de su autoridad y provocarle dolor. (Mateo 27:29)  

Al parecer Pablo quería conectar con la iglesia de Corintos recordándoles esta simbología  de momentos de frustración: Jesús en la cruz y él en agonía. Me gusta entender este texto  desde el prisma del escritor Pablo Martínez: “una situación de sufrimiento crónico en la  que encontramos cinco rasgos distintivos: es dolorosa, es limitativa, es humillante,  implica lucha”. Hablar de debilidad a una iglesia como la de Corintos, fascinada por la  sabiduría (1:21, 24) y el poder (1:18, 24), resultaba conflictivo. Esta ciudad griega,  ostentosa y dada al placer, según Pablo, necesitaba corrección. La primera tendencia de  la doctrina paulina se centraba en “corregir inmoralidades” y lograr la unidad de personas  que creían en el poder de Jesús pero que no les era suficiente para preocuparse por la  integralidad de la congregación. En otras palabras, la salvación no dependía de la  sabiduría, ni de la habilidad para alcanzarla; sino del favor de Dios.  

Las cartas paulinas no se pueden leer como un texto monolito, sin cuestionamientos, sin  sospechas. Hay sabiduría, pero también disputa de poderes. Hay amor, pero también 

vacíos de amor. Hay buenas noticias, pero también moralismos. Está Cristo, pero también  está Pablo. Y esa es la bienaventuranza de descubrir el proyecto de liberación de Jesús, o  al menos entreverlo entre tantas intencionalidades. Entender la debilidad y la gracia es  una línea de doble vía, digamos que son interdependientes, hablan alto al mismo tiempo.  

En el texto del versículo 9, cuando se habla de gracia, escrita en griego, la raíz de la  palabra “charis” se traduce como favor, bondad. Aunque a lo largo de las escrituras se  menciona la gracia, por ejemplo, khanun, se relaciona con el sustantivo hebreo khen. Esta  palabra muchas veces se traduce como gracia, pero también puede traducirse con palabras  como deleite, favor, encanto, belleza. En latin, por su parte, es un nombre propio  femenino y procede de Gratia, derivado de gratus: grato, agradable. La Real Academia  de la lengua Española (RAE), la define como cualidad o conjunto de cualidades que hacen  agradable a la persona o cosa que las tiene. No es de sorprendernos la utilización  intencionada de Pablo al hablar de la gracia, como mismo Juan nombra a Jesús “lleno de  gracia”, en griego “pléres cháritos”.  

Sin embargo, cháris viene de la raíz char, que significa brillar. Chará significa gozo,  alegría, regocijo, contento, placer, gusto. Es increíble la forma en que “bástate mi gracia”  nos muestra la esencia de un Dios que invita al gozo, la alegría, regocijo, contentura,  placer, gusto. Lo reitero porque pareciera que estas cualidades de Dios no son obviadas  por algunos que profesan la fe. Hagamos un juego con estas palabras, y releamos el texto  nuevamente:  

>>Bástate mi gozo, alegría, regocijo, contentura, placer, gusto; porque mi poder se  perfecciona en la debilidad>>.  

¡Ah!, ahora parece distinto este texto y si encarnamos la comunidad corintia sería  revelador. Pongamos un nuevo contexto, ahora somos esas personas amantes de la  belleza, el placer, la sabiduría, la plenitud de la sexualidad, la virtud, el poder desde una  saludable asunción. Dios nos dice Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en  la debilidad. Y la debilidad sería esa ausencia de belleza, placer, sabiduría, plenitud,  virtud. Entendámonos como una comunidad griega, esa que fue madre del pensamiento  helenístico y que tiene cimientos en Sócrates, Platón, Aristóteles.  

Pongamos una arista más, pensemos en Platón y la percepción del placer, la “debilidad”  o dolor. En sus obras recrea la idea de que en ninguna manera el placer consiste en la  ausencia o remisión de dolor; no sufrir dolor y tener placer tienen distintas naturalezas, y  habría que preguntarse si la ausencia de dolor realmente ya es placer. Por otra parte,  cuando refiere al amor, insiste en que la persona que ama no va a amar la belleza simple,  se va a concentrar en buscar lo bello de quien ama —por cierto, recomiendo leer El  Banquete—. Así que, Pablo sabe muy bien lo que dice a una comunidad griega con raíces  filosóficas tan fuertes y el proyecto de Jesús toma sentido en esta comunidad que intenta  recrear el evangelio desde otras normas. La gracia por tanto es una ruta de búsqueda de  la belleza, del deleite, de la bondad.  

La subversión está en que Dios se hace fuerte en la debilidad. Dicho de otra manera, el  Dios que subvierte las lógicas de dominación, poderío y hegemonía, deposita su esencia  en lo que nos arropa, construye. Como también dice el Salmo 45: 1 “la gracia se ha  derramado en tus labios, por tanto, Dios te ha bendecido para siempre”. Entonces no se 

trata de insistir en la oración como una seguidilla de frases aprendidas sino en la sociedad  que armamos con Dios, del diálogo. Se trata la insistencia de la presencia de Dios, en la  pronunciación de lo que somos, en cómo nos nombramos, en cómo vivimos tal y como  somos. Es una aventura. La gracia nos desafía a ser personas auténticas, no repetidoras,  no reiterativas. La gracia nos limita la estupidez.  

La gracia es la plenitud de Dios en acción, disponible para todas las personas y  preferencial para las mujeres, niñas, pobres, personas negras, sexodiversas, campesinas,  obreras, las personas de la calle, los malolientes, los que buscan comida en las hendijas  de la desesperanza, los “perdedores”, los no-exitosos. No es posible entender la gracia sin  la belleza que deposita en el rostro de quien la vive. La gracia es un regalo, un  otorgamiento del Dios que se contenta en lo simple, en lo cotidiano. La gracia no es  merecimiento individual, solo es posible en el espejo de la otredad. No es posible sin la  comunidad, sin la herejía colectiva, sin la suspicacia de la multitud. La comunidad de  Corinto lo entendió más que el mismo Pablo. No es posible entender la gracia sin la  fragilidad de la que estamos hechas. El año pasado escuché decir a Ivonne Gebara que  “somos resultado de la fragilidad de Dios”; y es tremendamente extraordinario entender  también que Dios se hace fuerte en su misma fragilidad, nosotros y nosotras (hechos a  imagen y semejanza).  

La gracia actúa en correlación a nuestras fragilidades, ante la desesperanza, esperanza;  ante la desolación, victoria; ante la tristeza, el gozo; ante el desamor, el amor; ante la  intolerancia, la ternura; ante la vergüenza, el orgullo; ante la muerte, la resurrección (1era  de Corintios 15:20-22).  

La gracia nos recuerda la bondad, la virtud y el poder. La gracia está y es Cristo; esa  configuración compleja y sublime que encarnó el Jesús judío, el Jesús palestino. Nuestra  resistencia como humanidad y, también nuestro privilegio, no nos puede ensordecer de  las bombas en Gaza, de sus niños y niñas, de sus ancianos, de sus jóvenes, de sus hombres,  de sus mujeres, de su cultura, de su idioma, de sus frutos. Hay un pueblo en Medio Oriente  que reclama esa gracia, ese favor, ese regalo. La gracia para ellos sería la paz, para  nosotros la rebeldía de pararnos como civilización y ser un poderoso muro humano  trenzado para que ni una pólvora desdibuje una vida más. Esa gracia, nos hace falta más  ahora que nunca.  

El error no está en la oración, sino en la eficacia de ella. Oremos por Palestina, pero  también actuemos. Oremos por Cuba, pero también actuemos. La oración es  corresponsable. “Tres veces he orado al Señor”, dijo Pablo, ¿y cómo nos lleva nuestro  aguijón?, pregunto ahora. Necesitamos orar y actuar, pero también entender la gracia más  allá de los límites. Ante el castigo y la deshonra de quienes dominan hoy el mundo, esta  hermosa frase que debiéramos usar más: “gracia sea sobre gracia”.  

“De su plenitud todos recibimos gracia sobre gracia, pues la Ley fue dada por medio de  Moisés, mientras que la gracia u la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo”. (Juan  1:16-18) Hagamos de Jesucristo el camino, la verdad y, sobre todo, la vida.  

Me gustaría terminar con un poema que, justo cuando terminaba esta reflexión, me  enviaba una amiga, Glenda Cabrera:  

La gracia es la bondad de Dios 

Su manera de decir “abrazo”  

Su sonrisa cuando el mundo pesa,  

Su descanso cuando no hay atajos.  

La gracia es la bondad de Dios,  

Su manera de decir “sin miedos”  

Su desvelo cuando hay tormentas,  

Su ternura que me encarga en brazos.  

La gracia es la bondad de Dios,  

Su manera de decir “confía”,  

La certeza de encontrar belleza  

Su refugio bajo cielo raso.  

La gracia es la bondad de Dios,  

Y no hay montaña que yo mueva para merecerla,  No hay verdad que yo posea para aceptarla  No hay fruto que yo cultive para inspirarla.  

La gracia es la bondad de Dios  

Y por gracia:  

Despierta la semilla,  

Camina el horizonte,  

Germina mi esperanza.

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Día de la Mujer Negra Latinoamericana y Caribeña- ¿Y podría ser que Dios fuera negra?

Harmonia Rosales. Esta artista de raíces afrocubanas nació en Chicago en 1984. En sus cuadros combina los lenguajes plásticos renacentistas europeos con figuras centrales de la religión yoruba. Esta obra se llama La creación de Dios.

Nos comparte la Obispa Margarita Sanchez de León en este día de la Mujer Negra Latinoamericana y Caribeña.

¿Y podría ser que Dios fuera negra? ¿Y podría ser que Dios fuese esclava? ¿Y podría ser que Jesús fue evangelizado por una mujer negra? ¿Y podría ser que la Santa Ruah toca los tambores para convocar a todas las mujeres negras a una revuelta?

…Me parece que aún la imagen está ahí, justo después de la puerta principal de la Iglesia, en el pequeño recibidor, una imagen del rostro de Jesucristo que ha acompañado mi imaginario hasta el día de hoy. Un hombre joven de ojos claros, cabello casi rubio, un tanto bronceado. Originalmente fue un boceto en carbón, que el artista convertiría en un lienzo. La pintura conocida como la Cabeza de Cristo o El Hijo del Hombre, el cuadro estuvo en muchos hogares e iglesias protestantes. El pintor de la obra, el norteamericano Warner Sallman, hijo de migrantes, cuenta que la imagen vino como parte de un sueño/revelación que tuvo. Dios le revelaba a Sallman la imagen de Jesús.

La Cabeza de Cristo representó para mí el límite de lo que la experiencia de Jesús podía significar en mi vida: un hombre blanco, norteamericano, sin sexo, pero sensual. Cristo es ubicado desde categorías de poder y privilegio a las que los cuerpos abyectos no tendrán acceso. La salvación está envuelta en categorías y cuerpos que necesitan ser desvestidos de su poder para que en su desnudez puedan tocar otros cuerpos que han sido oprimidos y desvalorizados.

Hay metáforas e imágenes que se convierten en armas de exclusión, las iconografías de un Jesús enteramente masculino y asexuado, ha sido una marca de carimbo que nos ha dejado a muches fuera del útero de Dios. Hoy 25 de julio Día Internacional de las Mujeres Negras de América Latina y el Caribe, proclamamos al Jesús que enjugó las lágrimas de Sojourner Truth abolicionista, que vio a trece de sus hijos ser vendidos por el sistema esclavista norteamericano y esa experiencia desgarradora le dio la fuerza para luchar por otros.

Hoy proclamamos la resurrección de Tereza de Benguela, líder del Quilombo Quaritaré, decapitada por el régimen esclavista portugués por proclamar la libertad de su pueblo. Hoy, proclamamos a Audre Lorde, poeta negra lesbiana, que nos dio la buena nueva: las herramientas del opresor nunca nos darán la libertad, entonces es necesario reinventar el cielo, reinventar la tierra y de construir un nuevo discurso sobre Dios.

Nos miramos, no en el Jesús de Sallman, sino en la imagen de la anciana de días de la pintora cubano americana Harmonia Rosales. Esa madre negra que crea junto a nosotras, y nos deja en libertad ser.

Hoy 25 de julio la Santa Ruah, se viste de colores, toca tambores y se estremecen los batás, ngoma, djembe, los barriles de bomba.

La Santa Ruah nos convoca a cada mujer africana y afrodescendiente a bailar para exorcizar el racismo, a cantar para espantar la violencia sexista y de género a reír con la fuerza de nuestros pulmones para que nuestro viento destruya la pobreza. Hoy gritamos y salimos a las calles nadie puede borrarnos, nadie puede silenciarnos, porque ante nuestros sufrimientos la divinidad siempre enjugó nuestras lágrimas y cambio nuestros lamentos en baile y en lucha, porque después de todo Dios también es negra.

Nota: El Día Internacional de la Mujer Negra Latinoamericana y Caribeña, nace el 25 de julio de 1992 en el Primer Encuentro de Mujeres Afro Latinoamericanas y Afro Caribeñas, celebrado en República Dominicana.

Les invitamos a ver la obra de Harmonia Rosales aquí: https://www.harmoniarosales.art/

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