Amén de las mujeres

Miriam, de Anselm-Friedrich-Feuerbach

Miriam, de Anselm-Friedrich-Feuerbach

Por María José Corvalán, La Opinión-

“La religión es el opio del pueblo” decía Karl Marx, para mostrar cómo las clases dominantes controlan sociedades vendiendo la ilusión de una vida eterna.

Según una encuesta realizada por el CONICET, en Argentina el 80% de la población profesa una religión o creencia siendo la más elegida el catolicismo, que representa un 62% de la población. En segundo lugar están las personas agnósticas y en tercero, quienes creen en la energía. María de los Ángeles Roberto es profesora en Letras y biblista, se dedica al estudio de la Biblia desde una perspectiva de género y es feminista. Accedió a un diálogo exclusivo con La Opinión y La Voz del Sud en donde explica, analiza y comparte su visión para lograr despatriarcalizar la Biblia.

La teología feminista busca hacer una relectura de la Biblia, con una visión renovadora desde la perspectiva de género

– ¿Cómo te iniciaste en esto?

La primera etapa de mi vida profesional la viví en Puerto Madryn y luego regresé a mi ciudad natal (Buenos Aires), donde estudié en el Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos (ISEDET). Por ahí pasaban las personas interesadas en estudiar teología y Biblia de la rama protestante, era un espacio académico muy prestigioso en todo el mundo, era de avanzada. Mucho de los iniciadores de la teología de la liberación de los años 60 y 70 venían a ese instituto.

– ¿Ya eras feminista?

Sí. Allí en el instituto ya tenía un posicionamiento feminista pero conocí y pude adquirir los recursos cognitivos y académicos de la teología feminista. Mi gran maestra es Mercedes García Bachmann, quien nos incentivó a la lectura de la Biblia con perspectiva de género. La mayoría de las personas recibimos una deglución de la Biblia con una lectura patriarcal y machista, o sea, otros leen, mastican y te dan el contenido con bajada de línea. Esto es porque las iglesias en general han establecido un patriarcado eclesiástico que se instauró en el siglo IV después de Cristo, cuando la iglesia se hizo socia del poder, cuando el cristianismo se convirtió en la religión oficial del imperio romano. Hasta ese momento había presencia notoria de las mujeres como seguidoras de Jesús, diáconas y líderes de la iglesia del cristianismo primitivo.

-¿Entonces, antes las mujeres no eran jerárquicamente menos como ahora?

En el Nuevo Testamento, que cuenta la historia desde el nacimiento de Jesucristo, había mujeres que lo rodeaban todo el tiempo y con las que quebró todas las reglas del judaísmo de su época. En ese momento estaba prohibido para cualquier varón judío tocar o hablar con una mujer en la vía pública. También, para los judíos era pecado estar cerca de una mujer cuando estaba menstruando, y después que terminaba su período debía cumplir unos días de purificación lejos de su marido. Pero a Jesús esto no le importaba, de hecho la Biblia está llena de relatos de él hablando con ellas. Una de las historias es la de una mujer que tuvo hemorragias por 12 años: el evangelio relata que Jesús iba caminando rodeado de personas y de pronto siente que alguien le toca el manto. Jesús se da vuelta, asegura que sintió la energía de alguien que lo tocó y vio a esta mujer con la que se detuvo a hablar, y la curó.

A lo largo de 20 siglos de cristianismo sólo difundieron y replicaron historias de Jesús con sus discípulos y no los relatos con mujeres. Abundan en la Biblia, pero nadie habla de esos relatos.

-¿Y el machismo en la Biblia?

Claro que hay lecturas machistas. La historia del Rey David por ejemplo, que tenía 10 mujeres, como la mayoría de los reyes de ese momento en Oriente. Un día deseó a la mujer de su capitán, la obtuvo y mandó a matar al marido. Fue un rey que asesinó a muchísima gente, sin embargo “el error” que le señalan no es ese. El cristianismo nos pone a los padres de la fe, a los patriarcas del Antiguo Testamento como modelos de varones, como parámetro de masculinidades y esas prácticas las seguimos heredando.

–¿Se condena en la Biblia la orientación sexual no heteronormada?

Mirá, en un relato muy claro de la Biblia se describe una relación homosexual entre el mismo David cuando era joven con el hijo del Rey Saúl, Jonatán. Es un fragmento muy específico. Y además, la Biblia no solo cuenta historias así sino de lo que hoy llamamos trata de personas con fines de explotación sexual. Hay relatos que cuentan que Abraham vendió a su esposa al faraón, no una sino dos veces y otro que da cuenta que su hijo hizo lo mismo.

– ¿Entonces, la Biblia cuenta relatos diversos?

Si leés la Biblia te das cuenta que la historia que cuenta es tremenda, ahí podemos rastrear la trata de personas, la construcción de la masculinidad, los mandatos, el machismo y cuánto más. El patriarcado eclesiástico cree que somos tontas y que no podemos leer la Biblia y hacer nuestro propio repaso de los relatos con visión de mujeres. Las mujeres antes podían ser sacerdotisas, pero hubo un concilio que prohibió el diaconado a las mujeres. En este mismo concilio se prohibió referirse al espíritu santo en género femenino que es como antes se expresaba en ciertas zonas de Oriente, como Siria. De hecho, había muchas expresiones artísticas como las esculturas que personificaban a Dios como una mujer.

– ¿Qué es la Teología Feminista?

Es buscar y tener una visión totalmente renovadora. Lo que hacemos es estudiar en la Biblia los personajes femeninos, identificarlos, descubrir dónde estaban, qué papel cumplían en el relato y poder hacer una relectura de la Biblia desde una perspectiva de género. Además se hace una revisión de los núcleos teológicos, por ejemplo el concepto de la trinidad formada por el padre, el hijo y el espíritu santo que antes, se identificaba como femenino. Otro núcleo para analizar es “la culpa”. Pensemos en ese relato mitológico de la creación propio del pueblo judío que nos cuenta que culpa de las mujeres se perdió el paraíso. Y esa culpa la seguimos cargando cada vez que las mujeres somos juzgadas y condenadas por nuestras conductas. Nos definen como malas madres si no sentimos el deseo de maternar, o malas mujeres si no atendemos el reclamo de maridos e hijos. Esto es todo el tiempo y en cualquier parte del mundo.

-¿La Biblia no dice que Dios nos creó de la costilla de Adán?

Eso es parte del relato mítico que tiene este elemento simbólico que busca mostrar que la mujer depende de una parte del cuerpo del hombre. ¿Dónde dice que Dios es varón? Hubo descubrimiento de arqueólogas feministas muy reveladores, una de ellas trabajaba en el Museo Británico y descubrió 3 o 4 habitaciones selladas por completo, llenas de figuras de diosas a las que antes adoraban. Pensemos en ese relato mitológico de la creación propio del pueblo judío que nos cuenta que culpa de las mujeres se perdió el paraíso. Y esa culpa la seguimos cargando cada vez que las mujeres somos juzgadas y condenadas por nuestras conductas.

-¿La Biblia nos impone la familia?

En ninguna parte de la Biblia se habla del matrimonio, sin embargo es un sacramento instituido por la jerarquía. Jesús no se casó y no tuvo hijos, es más, hay un relato de la Biblia que cuenta que un día él estaba con otras personas y vino su mamá con sus hermanos a buscarlo. Quienes lo rodeaban le avisaron que su familia lo estaba buscando y contestó: “ustedes son mi familia”. Hasta el siglo IV los curas también se casaban, pero cuando la Iglesia hizo la alianza con el Estado decidieron prohibirlo para que las mujeres e hijos no heredaran las tierras cuando ellos murieran.

-¿Se puede ser católico y estar a favor de la ESI, del aborto legal y de la autonomía del propio cuerpo? Tenemos muchas consultas de personas sobre este tema, y siempre decimos que el mandamiento principal fue amar a Dios y amarnos los unos y a los otros. O sea, que si vos te amás y querés cuidarte, nadie te puede inocular la culpa sobre tu decisión. Jesús vino a instaurar la libertad.

– ¿Qué opinás del Papa?

No me olvido que, después del 13 de junio de 2018, con la media sanción en Diputados, dijo que somos nazis con guantes blancos.

María de los Ángeles Roberto es parte de la Red de teólogas, pastoras, activistas y lideresas feministas de América Latina (Red TEPALI). El año pasado hicieron un encuentro en México y el mes entrante saldrá un libro con las intervenciones expuestas sobre la problemática del derecho al aborto en sus países y el acompañamiento a mujeres víctimas de violencia de género. Además, en el mes de marzo ganaron un proyecto y con el apoyo del Fondo de Mujeres del Sur harán una Escuela de Teologías Feministas para Latinoamérica y el Caribe “donde vamos a brindar herramientas de formación online de forma libre, gratuita y popular sobre teologías feministas”.

Sembrando, esperando, cuidando ciclos de vida, juntas

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Comenzamos un espacio de espiritualidad virtual a través de Con efe buscando tejer fortalezas en la fe, con cuidado sororo; un espacio propio de escucha y de interpretación del texto sagrado.

Pensamos en un grupo pequeño para que sea cuidado y podamos conocernos, cuidarnos y estar seguras.

Nos reunimos por primera vez el domingo 14 de junio por dos horas, con la presencia de 21 mujeres de distintas edades, etnias y comunidades de fe, de 10 países de la región y una hermana desde Benin, África.

Estamos felices porque nos sentimos tejiendo, siendo cobijadas, tramando una manta cálida y amorosa para fortalecernos y no tener miedo, para ser capaces de seguir cuidándonos y acompañando a quienes sufren y luchan en cada territorio.

Compartimos lo escrito por una de las participantes:

La tarde del domingo iba terminando y cuando ya bajaba el solo de este lado del continente, varias mujeres de la América Latina, nos íbamos haciendo presentes en un espacio nuevo. Nuevo en algunos sentidos, aunque ancestral en otros. Era un espacio virtual, y eso era lo novedoso. Pero no era novedoso que unas cuantas mujeres, se encontraran y unieran en una ronda para mirarse a los ojos y contarse frente a las otras, con todas sus luces y sombras, para abrazarse y para compartir sobre algo tan profundo como sus espiritualidades.

Cada una se fue nombrando, y al nombrarse se hacía parte de la otra, todas nos íbamos enlazando como en un gran tapiz. No eran muy distintas nuestras historias y tampoco nuestras necesidades. Las experiencias, aunque únicas y maravillosas, estaban de algún modo conectadas a las otras; a las madres, a las hijas, a las abuelas y cada una de las mujeres de nuestras generaciones que revivían en esos relatos. Renacimos y sanamos en los perfumes, en los tejidos y los bordados. En los cuerpos, en los ojos negros y rasgados. En las cruces que se resignificaron y acompañaron pañuelos de lucha y libertad. Nos vimos crecer en la semilla y en la planta. Fuimos libres en la danza y en la meditación. Nos descubrimos en el fuego, las piedras, en el mar y en la tierra. Nos contamos, a través de cuentos, canciones y poesía. Y nos abrazamos a la distancia. Sentimos el calor de los cuerpos, el amor y la presencia divina que es también la presencia de nuestras hermanas.

Oración

Que la Diosa Madre que nos creó en su seno divino y amoroso nos continúe recreando en su danza de amor para tener la mejor presencia de nosotras mismas

Que la Palabra Encarnada que nos demostró que la Diosa Madre quiso tener Cuerpo, quiso ser Carne, nos haga amar nuestros cuerpos glorificados y colocarlos al servirlo de nuestros hermanos y hermanas…

Que la Ruah Divina nos impulse cada vez más hacia las personas que más nos necesitan, hacia las más vulnerables y hacia nuevas misiones, hacia nuestra plena autorrealización como mujeres cristianas, latinas, aborígenes y feministas. Amén

Texto colaborativo de Claudia Florentin, Paula Ciancia y Gabriela Merayo

 

“Reconocer para cuidar”, un trabajo colectivo de y para mujeres de fe

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El espacio de “Reconocer para cuidar” es un trabajo colectivo en Colombia de la Red de Mujeres de la Comisión de Paz de CEDECOL e impulsado con las organizaciones que la integran entre ellas JUSTAPAZ, CORSOC, Unibautista, Visión Ágape, entre otras. 

 Esta iniciativa busca, en este tiempo de pandemia:

  • Brindar herramientas para las mujeres en tiempos de aislamiento.

  • Reconocer el autocuidado como primordial para el desarrollo sano en los escenarios políticos, sociales, organizativo y fe de la vida de las mujeres. 

  • Generar acciones de corresponsabilidad entre el cuerpo de las mujeres y sus contextos de liderazgo. 

  • Conectar las espiritualidades de las mujeres con los procesos psicosociales a partir del autocuidado.

“Para nosotras cuidarnos a nosotras mismas, va en camino de cuidar a las y los demás, estar bien nos permite aportar en el ejercicio comunitarios del bienestar colectivo y de incidencia”, nos dice Marcela Pinto Hernandez, del área estratégica de Mujer y paz de Justapaz.

Consiste, nos cuenta, en la elaboración de piezas y contenidos que cumplan con estos objetivos y permitan reconocer el autocuidado desde: Espiritualidad, lo Físico, lo Emocional, lo Social, lo Cognitivo y el Autocuidado para el liderazgo de las Mujeres. “Con esta campaña hacemos un llamado a la reflexión desde la espiritualidad, el autocuidado y la defensa de los derechos de las Mujeres del mensaje ético de Jesús”.

Recuerdan que los mandamientos de la ley de Dios dicen: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Amarás a tu prójimo como a ti mismo.”

“También los mandamientos son llamado a cuidarnos, amarnos y amar a los demás; transformando y comprendiendo el ejercicio de la fe como expresión personal y comunitaria hacia la Justicia, el acceso a los derechos y la incidencia política en atención a los menos favorecidos y a las víctimas”, enfatiza.

El último video aborda el autocuidado emocional:

Es un ejercicio que fortalece el liderazgo de las mujeres ✊en los procesos organizativos, debemos darle lugar y relevancia a las emociones y la salud mental para promover los ejercicios sociocomunitarios y eclesiales🙌. En este video te damos 5 tips que puedes aplicar para el autocuidado emocional.

https://www.facebook.com/watch/?v=784394198631132

Los videos pueden verse en Youtube: https://www.youtube.com/channel/UCz8bdGVuwnuknZdmYeOupGA

Y en Facebook de Justapaz: https://www.facebook.com/justapazcol/

#BlackLivesMatter, un movimiento nacido de tres mujeres comprometidas y valientes

De izquierda a derecha, Patrisse Cullors, Alicia Garza y Opal Tometi. Foto: Black Lives Matter.

De izquierda a derecha, Patrisse Cullors, Alicia Garza y Opal Tometi. Foto: Black Lives Matter.

En 2013, tres organizadoras radicales negras, Alicia Garza, Patrisse Cullors y Opal Tometi, crearon un proyecto de voluntad política y construcción de movimiento centrado en las personas negras llamado #BlackLivesMatter. Fue en respuesta a la absolución del asesino de Trayvon Martin, George Zimmerman.

BlackLivesMatter fue fundada en 2013 en respuesta a la absolución del asesino de Trayvon Martin. “Black Lives Matter Foundation, Inc es una organización global en los Estados Unidos, el Reino Unido y Canadá, cuya misión es erradicar la supremacía blanca y construir el poder local para intervenir en la violencia infligida en las comunidades negras por el estado y los vigilantes. Al combatir y contrarrestar los actos de violencia, crear espacio para la imaginación y la innovación de los negros, y centrar la alegría de los negros, estamos ganando mejoras inmediatas en nuestras vidas”; dice su web.

“Afirmamos la vida de las personas negras queer y trans, personas discapacitadas, personas indocumentadas, personas con antecedentes, mujeres y todas las vidas negras a lo largo del espectro de género. Nuestra red centra a aquellos que han sido marginados dentro de los movimientos de liberación negra.”

Silvia Ocaña en Mujeres a Seguir hace una reseña de estas tres valientes mujeres:

Alicia Garza (Oakland, 1981) había trabajado en temas de salud y derechos estudiantiles (ya en el instituto defendió el acceso a anticonceptivos y a la educación sexual de sus compañeros), el racismo sistémico y la homofobia. Garza se graduó en Antropología y Sociología por la Universidad de California en San Diego y después fue directora de la organización People Organized to Win Employment Rights (POWER) en el área de la Bahía de San Francisco. Desde allí trabajó por causas como el derecho de los jóvenes a usar el transporte público de forma gratuita, la lucha contra la gentrificación y la denuncia de la brutalidad policial. Desde 2013 es directora de proyectos especiales de la Alianza Nacional de Trabajadoras del Hogar. Se autodefine como queer y en 2008 se casó con el activista transgénero Malachi Garza.

A Patrisse Cullors (Los Ángeles, 1984) sus padres la echaron de casa a los 16 años cuando les reveló su identidad queer. Tres años antes Patrisse había visto cómo esposaban y detenían a su hermano de 19 años, una experiencia que les marcó profundamente a ambos. Criada en un barrio pobre del valle de San Fernando dentro en un hogar guiado por las creencias de los Testigos de Jehová (dogma del que luego se distancia), Cullors nunca perdió el interés en la fe y se licenció en Religión y Filosofía en UCLA. Después ejerció como profesora y cofundó una organización de activismo penitenciario, Dignity and Power Now, que aboga por una supervisión civil del trabajo policial para intentar frenar los casos de abusos por parte de los oficiales. También es miembro de la junta del Centro Ella Baker para los Derechos Humanos, bautizado en honor de una de las mujeres más influyentes en la historia de la lucha por los derechos civiles.

Opal Tometi (1984) es hija de inmigrantes nigerianos y creció en un suburbio de Phoenix. Estudió Historia y Comunicación en la Universidad de Arizona y dirigía la Alianza Negra para la Inmigración Justa en Nueva York cuando leyó la carta de Garza, contactó con ella y se ofreció como voluntaria para construir una plataforma digital para el movimiento.

Patrisse Khan-Cullors hace un año recordaba los 6 años de activismo con esta carta potente:

Como seres humanos, usualmente luchamos por las cosas que nos sacan de la complacencia. Luchamos por la claridad y la verdad. Luchamos por un mundo en el que queremos que vivan nuestros hijos. Un mundo en el que queremos que nuestras comunidades prosperen.

Siempre he luchado por mi familia. Mi comunidad. Para los negros pobres.

Es por eso que cuando Trayvon Martin fue asesinado y en 2013 cuando George Zimmerman fue absuelto, mi cuerpo y mi espíritu entraron en acción. No podía imaginar cómo en 2013 una persona blanca que pasa podría matar a un niño y no ser considerado responsable. No quería que George Zimmerman fuera el período de la historia. No quería que su nombre fuera el de los medios de comunicación, sus compañeros supremacistas blancos.

Es por eso que cuando vi la frase Black Lives Matter enunciada por Alicia Garza en una carta de amor hacia los negros, decidí ponerle un hashtag. Alicia, Opal y yo creamos #BlackLivesMatter como una comunidad en línea para ayudar a combatir el racismo anti-negro en todo el mundo. Creíamos firmemente que nuestro movimiento, que luego se convertiría en una organización, debía ser una voz contribuyente para las personas negras y nuestros aliados para apoyar el cambio de las condiciones materiales para la comunidad negra.

Durante más de 500 años, los negros y negras han estado luchando por nuestra libertad. Hemos luchado contra la esclavitud, los códigos negros, las leyes de Jim Crow, la policía, el encarcelamiento, algunas de las tasas de desempleo más altas, la falta de vivienda constante, la muerte al dar a luz, el asesinato por ser trans o no binario. Hemos sido la brújula moral constante en un país que ha prosperado en dañar a los más vulnerables de su población.

Toda persona negra que ha luchado por nuestra dignidad merece la más profunda reverencia de gratitud. Seis años después, los activistas y organizadores negros avanzan hacia la justicia, hacia las visiones, hacia un mundo donde nuestras familias y comunidades ya no son el sacrificio por una América mejor, por un mundo mejor. Lo estamos haciendo a través de nuestra lucha continua contra los funcionarios electos, ya sean demócratas o republicanos, que no comparten una visión radical e interseccional. Estamos construyendo poder de base con comunidades negras que han quedado excluidas del proceso político. Estamos construyendo nuevos espacios y lugares que cuentan historias negras y recuerdan al mundo nuestras contribuciones eternas.

En los últimos seis años, muchos de nosotros enfrentamos tanques, balas de goma, nos vimos obligados a cumplir penas de prisión y prisión, hemos sido vigilados, mentidos, llamados terroristas, el FBI nos ha dado etiquetas falsas y algunos de nosotros hemos perdido la vida. Estos seis años han sido los seis años más profundos de mi vida y los seis años más traumáticos y desestabilizadores de mi vida.

Sé que puedo hablar por la mayoría de nosotros. Hemos luchado como el infierno por nuestra libertad y seguiremos luchando como el infierno. Porque merecemos más de lo que nos han dado. Porque merecemos la curación y la transformación y lo más importante, merecemos ser libres.

¿Oyes lo que oigo? Educación cristiana para el no racismo, en casa

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Este recurso, originalmente en inglés, nos pareció que merecía la traducción para compartir con las personas que tienen a su cargo a la niñez en el ámbito familiar, eclesial, escolar y cómo abordar temas de no racismo, compasión, escucha, amor cristiano.

Durante las últimas semanas, la voz de George Floyd que decía “No puedo respirar” ha estado sonando en mi cabeza. Me persigue. Escucho el dolor y el miedo en sus palabras. Luego, esta semana conduje por mi pequeño pueblo y escuché a un grupo de adolescentes negros y latinos protestar pacíficamente por la muerte de Floyd cantando estas mismas palabras. 

Mi corazón se rompió de nuevas maneras. Cuando escuchamos, realmente escuchamos, las heridas y las experiencias de los demás, podemos responder con la compasión y la defensa de Cristo. Ser capaz de tomar las perspectivas de los demás crece con el tiempo. Dependiendo de la edad y la etapa de desarrollo de su hijo, hija, esta actividad puede ser una introducción a la escucha activa o puede moverlo a lo largo del continuo.

Comience el tiempo con sus hijos con sus hijas, jugando una versión modificada de 20 preguntas. Elija una persona familiar para ellos/as (como un pariente o un amigo) y asuma su personalidad. Haga que le hagan preguntas sobre usted y las respondan como si fuera esa persona. Es posible que incluso desee utilizar una voz o gestos similares a los de esa persona. Continúa hasta que los niños/as adivinen quién eres. Cuando hayas terminado el juego, habla sobre cómo descubrieron quién estabas fingiendo ser. Asegúrese de extraer la idea de que tenían que escuchar con atención y notar las palabras particulares que utilizó para comprender a quién estaba imitando.

Luego, lea en voz alta uno o más de estos pasajes de la Biblia. Cada historia muestra a Dios escuchando a las personas y respondiendo con compasión y / o defensa. Elija las historias que crea que resonarán más con sus hijos e hijas.

  • Éxodo 17: 1-7 . Mientras deambulan por el desierto con Moisés, los israelitas se quejan de que no tienen agua para beber. Dios escucha sus protestas y les proporciona agua a pesar de la forma en que la piden.

  • Marcos 10: 46-52 . Un ciego llamado Bartimeo se acerca a Jesús cuando se va de Jericó y le pide a Jesús que se apiade de él. Los discípulos intentan silenciar a Bartimeo, pero Jesús lo escucha y responde a su pedido sanándolo.

  • Lucas 24: 15-27 . En el camino a Emaús, Jesús resucitado camina junto a dos de sus discípulos, escuchando pacientemente mientras luchan con el significado de su muerte. Luego se les revela a ellos, revelando el mensaje sanador y esperanzador de su resurrección.

Después de leer una o más de estas historias, discuta con sus hijos/as cómo Dios escuchó a las personas compartir sus heridas. Luego, hable acerca de cómo Dios respondió a sus historias. Tenga en cuenta la compasión y la acción que se tomó para ayudar a sanar esas heridas.

Si desea extender la lección para ayudarles a conectar la escucha activa y la respuesta de Dios a las heridas del pueblo de Dios, considere implementar una de estas actividades:

  • Busque en línea videos de personas en su comunidad o estado hablando sobre algo que les está haciendo daño en este momento. (Puede tomar un poco de tiempo encontrar un video que sea apropiado para su edad y es posible que deba proporcionar un contexto para sus hijos/as). Mire el video pidiéndoles que escuchen atentamente lo que la gente nos dice. Discuta lo que escucharon y cómo los hace sentir. Luego, hable sobre las formas en que su familia puede responder con compasión y curación.

  • Investigue eventos en línea y en persona que ocurran en su área, destacando las luchas que enfrenta la gente. Asista a una con sus hijos/as y hable sobre lo que ven y escuchan en el contexto de las historias bíblicas que compartieron.

  • Conozca las formas en que otros apoyan a aquellos en sus comunidades que han sido hostigados y hostigadas. Un recurso particularmente bueno para esto es un libro para colorear gratuito publicado por Black Lives Matter en las escuelas . Cada página presenta un principio del movimiento junto con una imagen para que los niños y niñas coloreen. Puede descargar esto y colorearlo, hablando sobre lo que cada principio significa para usted en el contexto de su fe.

JOELLE BRUMMIT-YALE  es la directora de los ministerios de niños y jóvenes de Chapel in the Pines Presbyterian en Chapel Hill, Carolina del Norte. Cuando no está en la iglesia, por lo general se la puede encontrar en casa con su hijo y su esposo cuidando a sus muchos animales y desarrollando su hogar familiar.

Este contenido apareció por primera vez en la Perspectiva presbiteriana. pres-outlook.org

Traducido y publicado con permiso para Con efe.

La maldición de la tierra y las mujeres: reflexiones bíblicas ecofeministas para pensar el mundo pospandémico

Foto de Cese, Brasil

Foto de Cese, Brasil

Odja Barros-

La epidemia del nuevo coronavirus COVID-19 nos obligó a reconocer la red de vida que nos conecta con toda la creación. Pero, también reveló el mismo DOLOR y maldición que afecta el cuerpo de la Tierra y las Mujeres. En palabras de Vilma Piedade, DORORIDADE se refiere al “dolor negro” que desafía la noción de SORORIDAD, que es la política feminista en respuesta a la ideología patriarcal que creó la idea de antagonismo y rivalidad entre las mujeres. La dororidad es la hermandad generada en el dolor que enfrentan las mujeres negras debido al sistema racista-patriarcal. El concepto de Dororidad, busca ofrecer nuevos términos y suposiciones para enfrentar la violencia heredada de la colonialidad antropocéntrica, patriarcal y racista que marca ausencias, produce silencio histórico para muchos dolores, injusticias y violencias sufridas. El racismo estructural y el machismo están conectados.

Durante años, nosotras, las mujeres en el movimiento feminista y en la organización de derechos de las mujeres, hemos estado alarmando sobre el impacto adverso causado por el sistema capitalista patriarcal. Ninguna parte de este mundo permanece inmune a su daño. Las teologías feministas han denunciado durante mucho tiempo los efectos dañinos de la teología patriarcal. La visión dualista andro-antropocéntrica que entiende al ser humano conjugado en lo masculino, como algo infinitamente superior y desconectado de la naturaleza es, además de estar equivocado, profundamente peligroso. Podríamos decir que es suicida, porque nos lleva a creer que podemos subsistir basados ​​en el dominio y el desprecio por la atención, destruyendo el tejido social y vital que nos sostiene. La pandemia actual enfatiza descaradamente la urgencia de los cuestionamientos. desafiar y resistir el capitalismo global dominante y las teologías sexistas y racistas que nos han traído aquí. Si no detenemos los efectos destructivos de estas devastadoras “ideologías”, nuestra existencia y la existencia de la tierra serán inviables intencionalmente.

La narración bíblica de los orígenes de la creación del Génesis produjo muchas imágenes, símbolos, narraciones, diseños, poderes y maldiciones. El modelo explicativo del origen del mal y del pecado provisto por la narración bíblica de Génesis 3, generó la metáfora de la enemistad entre la tierra y la humanidad y arrojó una maldición sobre el cuerpo de la tierra y las mujeres: Dios le dijo al hombre: “Ya que has dado escuchó a su esposa y comió de los árboles de cuyo fruto le había prohibido comer, por su causa la tierra será maldecida. (Gé 3:17). Y le dijo a la mujer: “Aumentaré en gran medida el sufrimiento del embarazo. Entre dolores de parto, darás a luz a niños. La pasión te arrastrará hacia tu hombre, y él te gobernará”. (Génesis 3:16). ¡La maldición está en marcha! Condenadas son la tierra y las mujeres sometidas al gobierno dominante de los hombres que buscan someter y controlar sus cuerpos. Así, el gran DOLOR de la tierra y las mujeres se origina en la Biblia y sus lecturas fundamentalistas, racistas y patriarcales.

Es en este intento de pensar el mundo y la fe cristiana en el mundo pospandémico, que propongo reflexiones ecofeministas bíblicas que pueden proponer otros idiomas e imágenes de Dios que ayuden a romper con las imágenes, símbolos y narrativas alternativas los idiomas e imágenes colonizadas por la teología. capitalista-patriarcal. En este sentido, rescato aquí el lenguaje femenino para hablar del Espíritu de Dios o del espíritu creativo: “RUAH”.

Ruah es la palabra hebrea para Espíritu. En la cuenta de la creación, se encuentra en Gn.1: 2 “y la Ruah de Deus flotaba flotando en el agua …” Además, en Gn. 2: 7 “Entonces Dios hizo al hombre con el polvo de la tierra y sopló Ruah de vida en sus fosas nasales, y el ser humano se convirtió en un ser vivo”. 

Es importante que la palabra Ruah en el idioma semítico sea femenino. Frente a todo lo que está muerto y estático, Ruah es un término que traduce movimiento. Lo que pone otras cosas en movimiento. Siempre se refiere a algo dinámico: viento, tormenta, respiración, respiración, respiración o fuerza creativa. Ruah es todo lo que supera lo que es inerte, muerto. Es por eso que Ruah en sí no es una palabra que se pueda definir o traducir fácilmente. Por eso apenas dice “en movimiento” lo que ella provoca. Quizás debido a esto, se dijo sobre ella: “Nadie sabe de dónde viene ni a dónde va. (Juan 3: 8).

En la experiencia cristiana, se perdió mucho cuando la palabra Ruah se tradujo al término griego “pneuma”, y principalmente más tarde, cuando se tradujo al término masculino latino “Spiritus”. Es urgente recuperar la fuerza de la palabra y el símbolo Ruah, su carácter femenino de movimiento que genera vida. En este momento de pandemia cuando la vida respirable en el planeta se ve amenazada, debemos en un gran susurro y aliento, rezar el Salmo 104: “¡Envía tu Ruah y renueva la faz de la tierra!”

Según Achille Mbembe, la humanidad, atrapada en la injusticia y la desigualdad, antes de la pandemia, ya estaba amenazada de asfixia y gran asfixia. Y el mayor obstáculo para la vida respirable para todas las personas en el planeta no es un virus en particular, sino las elecciones que han condenado a la mayoría de la humanidad “a un paro respiratorio prematuro”. Todo lo que a largo plazo del capitalismo colonizador, patriarcal y racista ha forzado a las personas, comunidades y grupos humanos enteros a una vida pesada con una respiración difícil y sin aliento.

Para reconstruir una tierra habitable, con derecho a una vida respirable para todas las personas y la comunidad humana, es necesario luchar más que por el virus COVID-19. Es necesario enfrentar el virus de una religión cristiana que, desde una visión antropocéntrica y patriarcal, desarrolló una relación y una lógica de dominación y explotación de la tierra y los seres vivos, que durante siglos ha condenado la muerte por asfixia y asfixia a las poblaciones, comunidades y grupos humanos enteros. 

Concluyo esta reflexión con la oración contenida en el Salmo 104: 29-30: “Cuando escondes tu rostro y te quedas sin aliento (Ruah), mueren y vuelven al polvo. Cuando soplas (Ruah), se crean y renuevan la faz de la tierra”. ¡Que el aliento de la divina Ruah venga y renueve la faz de la tierra!

La autora es Pastora de la Iglesia Bautista de Pinheiro (Maceió-AL), teóloga feminista. Doctora en Teología por la Escuela Superior de Teología (RS) y asesora del CEBI.

Artículo publicado originalmente en portugués Blog Campus do Sávio Almeida

Traducción al español de Claudia Florentin para Con efe

 

Soy negra

Pintura “Flight of the Scarabs” (2019), de Harmonia Rosales.

Pintura “Flight of the Scarabs” (2019), de Harmonia Rosales.

“Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes, por mí mismo lo hicieron”

Mateo 25:40

Por Izett Samá Hernández-

Soy Negra. Es una realidad desde que nací, pero no una identidad con la que siempre he convivido. Muchos años atrás, frases como “eres casi blanca”, “tú no pareces negra” o “tu pelo no es tan malo” fueron casi un halago que recibía como alivio de aceptación. Sonreí con sarcasmo cuando me dijeron que quería “adelantar la raza” por haberme enamorado de un joven blanco, antes de responder con total seguridad: “claro, por supuesto”. Nada me rozaba, nada me dañaba, cada frase despectiva, cada chiste, cada burla, no era conmigo, sino con alguien más, alguna persona negra que nunca era yo.

Mi encuentro con Dios, el inicio de mi camino de conversión, no hizo cambiar mucho este escenario. Dentro de la iglesia, como en el resto de la sociedad, escuchaba las mismas frases, las mismas palabras, los mismos chistes y las mismas afirmaciones que apuntaban siempre a ver lo negro como malo y lo blanco como el color del bien.

Un llamado, el despertar de la vocación, la entrada al Seminario, me harían despertar, reconocer mi identidad y cambiar mi vida para siempre. Solo una clase, una palabra precisa, quitaron las escamas de mis ojos, y me vi, por primera vez, como lo que soy: una mujer negra. Miré hacia atrás y sentí vergüenza, no solo había sido víctima; yo misma fui parte del mecanismo de discriminación, exclusión y marginación del ser negro en la sociedad.

Hoy, con indignación y dolor, repudiamos la brutalidad con la que ha sido asesinado un joven negro. No ha sido el único, han muerto y morirán muchos más. Pero este hecho, nos es sino una consecuencia de un mal mayor, ese que empieza con chistes, aparentemente inocentes, y termina con un sistema total de exclusión, rechazo, discriminación racial y muerte.

Naturalizamos la supuesta inferioridad de la persona negra, convivimos con el rechazo, dentro y fuera de nuestras congregaciones, iglesias que no han querido aceptar un pastor por ser negro —un joven negro puesto en penitencia en su comunidad por enamorarse de una joven blanca que además resultó ser la hija del pastor—, iglesias que miran con recelo la llegada por primera vez de una persona negra, mientras le decimos “ eres bienvenida”, mientras por dentro repetimos las mismas frases que ponen en ridículo al negro, sin reflexionar, sin que la ética  del evangelio nos atraviese. Todas estas manifestaciones son tan peligrosas, dañinas, vergonzosas y repudiables como la rodilla en el cuello de George Floyd.

“Yo no soy racista”, “mi mejor amigo es negro” son solo frases de consuelo que libran a muchos de ser acusados. Pero no les salvan. Repetir “todos somos iguales ante Dios”, “somos una familia” es a veces una cortina que intenta encubrir verdades de las que nos cuesta hablar.

Duele, no les quepa la menor duda que duele, aunque no sea visible el llanto, la rabia, el sufrimiento, el dolor, están ahí, lacerando. Duele, cuando el dolor te lleva a la indignación, la indignación a la lucha y te tildan de exagerada, extremista, asegurando “que los negros son más racistas que los blancos”, desconociendo el efecto de lo establecido, de lo cultural, de lo estructural sobre todos los seres humanos. Duele cuando, aún sin tener una noción clara de tu identidad como persona negra, te miran con desconfianza, esperan de ti algo malo, apartan de ti la cartera en una tienda o la policía sin pensarlo te avergüenza frente a tus amigos pidiendo tu identificación, aunque después todos —incluso tú— se rían, porque “es normal”, tú eres el negro.

“Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí”. Ese es el llamado. ¿Qué estamos esperando? La propuesta de vida del Evangelio no comulga con ninguna manifestación de discriminación contra ningún ser humano. Es un llamado a toda persona de “buena voluntad” a la búsqueda de justicia en todo lugar, en todo momento.

Hoy vemos las protestas, hacemos declaraciones, queremos gritar nuestra indignación y es urgente, necesario, pero al mismo tiempo, ¿por qué no luchamos con ese demonio que tenemos a lo interno?  ¿Por qué no enfrentamos las mismas actitudes de racismo a nuestro alrededor? ¿Por qué no lapidamos nuestra indiferencia y nos disponemos a hacer por cada uno de los hermanos, lo que decimos estamos dispuestos a hacer por Jesús?

Tú, joven de piel negra, acepta, vive tu identidad, sin vergüenza, sin prejuicios, con valentía, dignidad, con disposición eterna a luchar por la justicia. Tú, joven de piel blanca, no te dejes adular por falsos privilegios, no te unas al coro de voces ancestrales que clasifican a los seres humanos por el color de su piel, sé valiente, únete a la lucha por la justicia desde tu propio corazón.

Ustedes, jóvenes cristianos y cristianas, destierren todo prejuicio, déjense interpelar por la ética del Evangelio, por la imagen de nuestro Dios en este día de la Trinidad, que nos confirma la bendición de lo diverso y la obligación de respetar esa diversidad, no repitan errores, no sean cómplices del mal.

Nosotras, nosotros, todos y todas, cuidémonos de los sentimientos en el corazón, de las palabras en nuestras bocas, las acciones de nuestra vida que puedan dejar a alguien asfixiado, que nos grita: “No puedo respirar”.

Publicación del Instituto Cristiano de Estudios de Género de Cuba

 Imagen: Pintura “Flight of the Scarabs” (2019), de Harmonia Rosales. Su obra puede conocerse aquí

Imágenes de hombres y mujeres en series televisivas durante el Ramadán

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La audiencia televisiva en Egipto es más alta durante el mes sagrado islámico del Ramadán, durante el cual se estrenan nuevas series dramáticas. La coordinación del Monitoreo Global de Medios-GMMP de WACC en Egipto, Appropriate Communication Techniques for Development (ACT, por sus siglas en inglés) aprovechó la temporada de Ramadán de 2019 para monitorear la violencia de género en 11 series de televisión.

La investigación de los medios de ACT en Egipto desde 2000 ha encontrado que los estándares de igualdad de género están ausentes en gran medida en el contenido producido por dramaturgos y profesionales de los medios. El estudio actual tuvo como objetivo reflexionar sobre cómo los medios abordan los problemas que preocupan a las mujeres y alentarlos a producir contenido que apoye la igualdad de género en la sociedad egipcia.

La serie de Ramadán 2019 estuvo marcada por el monopolio de dos productores que representaban una gran proporción de contenido y un límite en los presupuestos para una producción dramática, lo que condujo a la ausencia de las principales estrellas y la reducción del número de series producidas. La protagonista principal en siete de las 11 series fue una mujer, y los personajes femeninos dominaron (57%) en todos los espectáculos en general. El 63% de las mujeres fueron retratadas como solteras, casadas, viudas, divorciadas o comprometidas, en comparación con solo el 25% de los hombres cuyo estado civil se conocía.

El 43% de los hombres fueron retratados como autores de violencia contra las mujeres, mientras que el 9% de las mujeres cometieron violencia contra los hombres. Las formas de violencia representadas incluyeron violencia de pareja, violencia entre hermanos y violencia de padres contra sus hijas. La violencia física fue la forma más dominante de violencia, mientras que la violencia sexual tuvo lugar en solo dos incidentes.

Los hallazgos de ACT reflejan los de un estudio anterior (Bashir, 2015) sobre las cinco series egipcias más vistas durante el Ramadán de 2012; Contrariamente a la suposición de que una mayor conciencia de la violencia de género resultaría en una menor incidencia en la programación de televisión, se encontró que la violencia de género es muy visible. [1]

El estudio ha propuesto un premio anual al mejor drama de televisión que desafíe los estereotipos de género, capacitación en género para profesionales de los medios, debates abiertos con creadores de contenido creativo para aumentar su conciencia sobre los estereotipos de género en su producción y el desarrollo de un código de derechos de las mujeres, como código de honor para los medios de comunicación.

El proyecto se implementó en asociación con la Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana (WACC).

Descargar informe de investigación (en árabe)

[1] Bashir, Manaf. El mes sagrado de la violencia: prevalencia de la violencia de género en la serie de televisión egipcia durante el Ramadán 2012. En Journal of the Social Sciences, 2015: 43 (3)

Fuente; WACC

Traducción: Con Efe

Gozar nuestro cuerpo y hacerlo libre

Foto: Iracema Díaz

Por Yuliet Teresa VP-

Para una mujer el cuerpo, en muchas ocasiones, supone un problema. Imaginen, si a eso añadimos la carga simbólica de ser mujer, negra, queer y cristiana. Un día, frente al espejo, después de varias decepciones en que, por desgracia, estaba inconforme con ese corpus, lloré. Y, aunque en los estándares de belleza encajo “más o menos”, en la idea de ser “templo del Espíritu Santo” la percepción era abrumadora.

Nací y crecí en una Iglesia Metodista que, aunque en ese momento no había sido afectada con el autoritarismo, en general era de personas blancas. Así que el imaginario del Espíritu Santo en mi formación también era blanca. Y un cuerpo negro como el mío muy poco encajaba o hallaba resguardo en una comunidad con tendencia a blanquear la espiritualidad.

De hecho, en casi todos los pasajes bíblicos, las señoras encargadas de los tiempos de oración matutina, hacían referencia (sin imaginar las connotaciones) a una espiritualidad hacia personas blancas. Además, los principales espacios eclesiales son dirigidos por hombres con edad por encima de 40, los cuerpos jóvenes son entendidos como inexpertos.

Así que, en medio de una espiritualidad blanca y masculina, ser mujer y negra suponía un acto de rebeldía. Mi padre me criticaba cuando era adolescente por rechazar la cultura afrocubana, lo que él no entendía era que ese tipo de teología que estaba aprendiendo no admitía la apertura a otras formas de experimentar la fe.

La otra cuestión es que, ese Espíritu Santo no solo era representado como blanco y masculino, sino como heteronormativo. Por tanto, cualquier expresión de disidencia sexual se comprendía como pecado aberrante. En varias ocasiones sentí las paredes de aquel templo moverse y estrecharse cada vez más: una asfixia existencial enorme.

Cuando tenía 13 años un grupo de jóvenes fuimos a un campamento fuera de la provincia de Ciego de Ávila, Cuba. Como de costumbre las hembras y los varones dormían separadas. A mí me tocó compartir litera con una amiga. Amiga con la que tenía cosas en común. Una de esas noches estuvimos hasta tarde conversando y, de un momento a otro, nos tomamos de las manos y acercamos nuestros rostros.

No hubo besos. Solo un simple roce.

Mientras mi reacción fue hacerme preguntas y buscar respuestas, la de ella fue reprimirse y autoflagelarse con textos bíblicos sobre aquel “sentimiento pecaminoso que estaba sintiendo”.

Al parecer, ese Espíritu no hace preguntas, no busca, no cuestiona, no, no…

Entonces esa diversidad de la que se predicaba sobre el Espíritu Santo me sonaba a mentira, a manipulación burda de unos sobre otros. En aquel momento me sentí mal, les confieso. Pero seguí, aunque la buena nueva se convertía, cada vez más, en represión.

Le sumo a todo aquello las diferencias de clases que se veían en cada reunión o culto. Era fácil distinguir quién tenía dinero o no (aunque en Cuba lo que se entiende por pobreza no llega a esos límites), quién vestía mejor o peor, quién ofrendaba más y quien solo bajaba la cabeza mientras pasaban la cesta. Quién iba en bicicleta (en Cuba muy pocas personas poseen automóviles particulares) y quién a pie. Quién era negro y quién era blanco. Y la lista se hacía más extensa.

Aquella percepción de presencia de Dios crecía en mí como un macho dominador, blanco, hermético, acusador, clasista y homofóbico. Empecé a sentir asco por ese Espíritu Santo. ¿Cómo se puede sentir asco por el Espíritu Santo?, me preguntaba cada vez más.

Hubo una ruptura en mí. Porque las rupturas son necesarias o mueres. Conocí en ese proceso al Espíritu (Ruah) como mujer, negra, abierta, amorosa, divergente y queer. Mi cuerpo abyecto se empezó a sostener en la gracia y no en la ley, en el contenido del mensaje y no en la forma, en la causa y no el efecto. Hay una diferencia en que nuestros cuerpos tomen la forma del templo a que el templo tenga que encajar, sin entender individualidades, en el cuerpo. La divinidad no apresa nuestro corpus, porque en ellos, así como el Espíritu, —somos y nos movemos—.

Gozar el cuerpo y hacerlo libre es lo realmente divino.

Foto: Iracema Díaz

Ética del Cuidado y la responsabilidad ecológica en tiempos de Pandemia

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Estamos viviendo momentos difíciles en nuestras naciones con la pandemia producida por el virus COVID-19; sin embargo, en medio de esa la crisis la naturaleza nos sorprende. Al ser eliminados algunos de los obstáculos que sistemáticamente la destruyen surge la esperanza de un renacer de la vida en los mares, en los cielos, en la flora y la fauna.

Por Ofelia Miriam Ortega-

Este renacer debe conducirnos  no solamente a la ética del cuidado de nuestros cuerpos, sino también a la ética del cuidado de la Creación, que permitirá que los animales, los árboles, las plantas, los frutos y la tierra también vivan en forma saludable para que puedan seguir compartiendo sus dones en la reconstrucción de nuestro universo.

La naturaleza resucita después del invierno, después de los huracanes  y después de las crisis como la que hoy experimentamos. ¡La vida milagrosamente aparece de nuevo!

La ética del cuidado

Carol Gilligan nos invita a analizar el concepto del cuidado en su libro:”In A Different Voice”. Para ella,”la ética del cuidado”, que han seguido muchas mujeres, consiste en juzgar teniendo en cuenta las circunstancias personales de cada caso. Está basada en la responsabilidad hacia los demás. Ni siquiera se concibe la omisión. No actuar cuando alguien lo necesita se considera una falta. Esta ética entiende el mundo como una red de relaciones.

La ética del cuidado cuestiona la base de las sociedades en las que el intercambio es de valores idénticos: “tanto me das, tanto de doy”. Si se aplica la responsabilidad, el intercambio no es exacto, depende de lo que cada uno necesite. La corresponsabilidad ha de existir entre mujeres y hombres y en todos los ámbitos: La familia, la amistad, el amor, la política y las relaciones sociales que incluye a toda la creación. En la ética del cuidado, la justicia y la responsabilidad han de ser un deber ético para el conjunto de la sociedad. Además es un antídoto contra la violencia: es difícil destruir lo que uno mismo ha cuidado.

 El modelo sujetos- sujetos  de Sallie MacFague cuestiona el modelo sujetos- objetos

El modelo sujeto-sujeto está basado en las relaciones humanas; y es necesario que este modelo sea extendido hacia la naturaleza. Y es fácil lograrlo, porque el modelo comienza con el énfasis en la multiplicidad de sujetos, su diversidad y su continuidad, así que este modelo puede abrirse al mundo natural.

 Este modelo abre el camino para incluir a los animales, árboles y plantas, montañas y océanos como agentes que tienen múltiples relaciones con muchas diferentes clases de sujetos que a la vez se relacionan entre ellas y ellos.

 Este modelo conlleva una comprensión integral del bien común, la salud de la naturaleza y mi propia salud, así como la salud de todos los seres humanos ya que estamos interrelacionados.

Cuando extendemos el modelo sujetos- sujetos a la naturaleza, no hacemos otra cosa que reconocer nuestras raíces en la naturaleza y la encarnación de la naturaleza en nosotras y nosotros.

Finalmente, la subjetividad del mundo en contraste con su objetividad, crea en nosotras y nosotros una sensibilidad diferente hacia toda la creación. Thomas Moore expresa esa sensibilidad con su noción de ” la ecología del alma”- una sensibilidad que ve a otras personas, animales, montañas y aún los edificios de las ciudades como presentes, vívidamente, cada uno en su propia particularidad, independencia y subjetividad.

El mundo está vivo, no muerto, es como un organismo, no una máquina.” La ecología del alma” no es solamente un sentido general de la vida y la vitalidad, sino que descubre un sentido particular en cada vida. Un animal “revela su alma” en su apariencia sorprendente, en sus hábitos de vida, y en su estilo. Toda la naturaleza se muestra con una extraordinaria particularidad. Si tú no puedes amar las particularidades de cada existencia, de cada ser, no puedes amar el mundo. El universo es una comunión de sujetos. Todo está ligado con todos y también la injusticia.

 Somos Tierra que piensa, siente y ama ( Leonardo Boff)

La Tierra no nos produce solo a nosotras y nosotros los seres humanos. Produce la miríada de microorganismos que componen 90% de toda la red de la vida, los insectos que constituyen la biomasa más importante de la biodiversidad. La Tierra produce las aguas, la capa verde con la infinita diversidad de plantas, flores y frutos. Produce la diversidad incontable de seres vivos, animales, pájaros y peces, nuestros compañeros dentro de la unidad sagrada de la vida.

El nuevo paradigma emergente de la Tierra nos proporciona una nueva óptica, una nueva ética orientada hacia la formación y el cuidado de todo lo que existe.

Pertenecemos a la Tierra; somos hijas e hijos de la Tierra. La Tierra no está frente a nosotras y nosotros como algo distinto de nosotros mismos. Tenemos la tierra dentro de nosotras y nosotros. Somos la propia Tierra, formamos una misma realidad, compleja, diversa, única.

Cada vez entendemos mejor que la ecología se ha convertido en el contexto de todos los problemas: de la educación, del proceso industrial, de la urbanización, del derecho y de la reflexión filosófica y religiosa.

 A partir de la ecología, se está elaborando e imponiendo un nuevo estado de conciencia en la humanidad que se caracteriza por más benevolencia, más compasión, más sensibilidad, más ternura, más solidaridad, más cooperación, más responsabilidad entre los seres humanos hacia la Tierra y hacia la necesidad de su conservación. Recordemos las palabras de la teóloga Dorottee Solle: “Nosotros vivimos brevemente en una tierra prestada”. Necesitamos una mayor conciencia ambiental para que todas y todos cuidemos más desde las lagartijas hasta los gorriones.

 La Crisis de la Civilización

La sociedad contemporánea se valora como la sociedad del conocimiento, de la tecnología y la comunicación. Sin embargo hay descuidos imperdonables.  ¿Cuáles son? Vamos a analizar en qué consisten los “descuidos de esta civilización”.

En el libro ” Cuidar la Tierra: hacia una ética Universal ” Leonardo Boff señala algunos de los descuidos de la civilización:

1- Descuido y desatención de la niñez.

2-Descuido de la suerte de los pobres y marginados.

3- Descuido de la sociabilidad.

4- Descuido de la dimensión espiritual del ser humano.

5-Descuido y desatención de los asuntos públicos (poder y corrupción).

6- Descuido de la tradición de la solidaridad.

7-Descuido de la suerte de los desempleados y jubilados.

8- Descuido y abandono del respeto de las especies animales y vegetales que existen actualmente.

9-Descuido y desatención para salvar nuestra casa común – el planeta Tierra.

10-Descuido en la forma de organizar la vida y habitación de la familia.

Es verdad que vivimos tiempos de inmisericordia e insensatez.

¿Qué otros descuidos ustedes añadirían? ¿Qué estamos haciendo para aliviar las situaciones de descuido que hoy confrontamos en nuestra vida cotidiana?

Vista del Crepúsculo, al fin del siglo XX  según Eduardo Galeano

 Está envenenada la tierra, que nos entierra o destierra,

ya no hay  aire, sino desaire, ya no hay lluvia, sino lluvia ácida,

ya no hay parques sino parkings, ya no hay sociedades sino sociedades anónimas,

empresas en lugar de naciones, consumidores en lugar de ciudadanos,

aglomeraciones en lugar  de ciudades, no hay personas , sino públicos,

No hay realidades, sino publicidades, no hay visiones sino televisiones.

Para elogiar una flor, se dice: parece de plástico.

 El Modelo Ecológico y la Comunidad del Cuidado

 Vivimos en una comunidad de sujetos hacia los cuales tenemos que ejercer   continuas acciones de respeto.

 La metáfora de vivir en comunidad es apropiada porque implica una ética del cuidado,  cuidado para el todo, para  el Planeta, pero  cuidado también para las partes, para lo local, esa pequeña parte del planeta donde vivimos, que es nuestro vecindario, nuestra comunidad . El cuidado planetario y el cuidado local están interrelacionados.  José Ortega y Gasset decía: “’dime como es el medio ambiente donde vives y te diré quién eres tú”.

 El cuidado significa ” planeando con cuidado” analizando cuidadosamente la situación. Seguido de “manejando la situación con cuidado”, evitando daños y pérdidas y significa también “viviendo para el cuidado” ejerciendo una protección continua de las interrelaciones que vamos creando y por último, “sintiendo el cuidado”. Porque lo más importante no es el saber sino “el sentir” Cuando más sufre una persona con la degradación del medio ambiente, se indigna con el sufrimiento de los animales, y se rebela contra la destrucción de la mancha verde de la Tierra, desarrolla más actitudes de ternura y protección de la naturaleza y una espiritualidad cósmica.

En el Salmo 119:19 leemos que somos huéspedes de esta tierra, huéspedes respetuosos y tenemos que dejar la OIKOUMENE, la CASA COMÚN, la CASA DE HUÉSPEDES, siempre en orden para los otros huéspedes que vengan detrás de nosotras y nosotros. En el Salmo 104 encontramos uno de los textos ecológicos por excelencia.

La compasión radical representa la mejor contribución que el Budismo ha dado a la humanidad. Se considera como la virtud personal de BUDA, cuyo nombre real era SIDDHARTA GAUTAMA que vivió entre los siglos VI y V antes de nuestra Era. La compasión forma parte de la experiencia Básica del budismo.

El cuidado es el que permite la “revolución de la ternura “dando prioridad   a lo social sobre lo individual y orientando el desarrollo hacia la mejoría de la calidad de vida de los humanos y de otros organismos vivos.

El cuidado hace surgir al ser humano complejo, sensible, solidario, cordial, y conectado con todo y con todos en el universo, es el SABATH, el JUBILEO, el SHALOM de DIOS.

El cuidado imprime su marca registrada en cada porción, en cada dimensión y en cada pliegue escondido del ser humano. Sin el cuidado lo humano se volvería inhumano.

 El cuidado vive del amor primordial, de la ternura, de la caricia, de la compasión, de la convivialidad, de la medida justa, en todas las cosas. Sin cuidado   el ser humano y toda la creación se debilita y muere.

 El cuidado es el soporte real de la creatividad, de la libertad y la inteligencia. El cuidado hace de la vida “un buen vivir”.

 POEMA: Plantar un árbol es decir sí a la vida, es afirmar nuestra fe en el futuro.

Plantar un árbol es reconocer nuestra deuda con el pasado. Las semillas no han sido creadas de la nada.

Plantar un árbol es cooperar en la obra de la naturaleza, por la que todas las formas de vida son interdependientes .Plantar un árbol es señal de dolor por los errores pasados, cuando damos los dones de la vida por supuestos. Plantar un árbol es hacer una declaración social en favor de la conciencia verde, la conservación y la ecología. Plantar un árbol es mejorar la calidad de vida, ofrece belleza a los ojos  e inspiración al espíritu. Plantar un árbol es afirmar algo espiritual, que somos miembros del árbol de la vida.

(De Ian Bradley en el libro “DIOS ES VERDE”: Cristianismo y medio ambiente).

Producido para el Instituto Cristiano de Estudios de Género- Cuba

 

 

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