Carta Abierta al Papa Francisco: “¿No cree que la Iglesia tendría que pedir perdón a la mujer?”

Carmiña Navia Velasco, teóloga colombiana, desde el Círculo Espiritual María de Magdala escribe una Carta Abierta al Papa Francisco donde le interpela: “¿No cree que la Iglesia, en su cabeza o en la de otra persona, tendría que pedir perdón a la mujer, a las mujeres en general?”

Aquí la Carta completa:

Hermano Francisco:

 No creo que nunca esta carta llegue a sus manos ni sea leída por usted, ni mucho menos contestada. Me sale sin embargo desde muy adentro escribirla y mandarla a recorrer el mundo

 

Quiero decirle que lo admiro mucho. Usted es un líder espiritual de una gran sabiduría y fortaleza. Creo que su intención de tener una vida coherente desde la sencillez y la cercanía a la gente corriente es particularmente valiosa y nos habla de una iglesia más cercana al espíritu de Jesús de Nazaret. Le escribo principalmente con motivo de su viaje a Canadá, un viaje que usted ha definido como de penitencia y petición de perdón a los pueblos indígenas por lo que padecieron en manos de sectores eclesiales. Es un viaje valiente, especialmente en sus condiciones de salud, y esa petición de perdón demuestra una sintonía muy especial y necesaria con los marginados y maltratados de la historia. No es la primera vez que usted pide perdón y hace gestos de acercarse a los otros, a los distintos, a los y las que transitan por rutas diferentes, a los desposeídos y sufrientes.

 

En sus actitudes motivo mis palabras. La verdad, le confieso que no espero demasiado de la iglesia. Es tan fuerte el desvío que ha tenido de los anuncios y llamados evangélicos que no creo sea posible un regreso a los rumbos de Jesús. Sin embargo, muchos de sus  gestos y sus palabras, me devuelven una muy débil luz de la esperanza…

 

Y ahora, mi motivo central:

¿No cree que la Iglesia, en su cabeza o en la de otra persona, tendría que pedir perdón a la mujer, a las mujeres en general? Hay tantos motivos, a lo largo de la historia, para ello: El silenciamiento a que ha sido y es sometida, la falta absoluta de reconocimiento. El intentar robar la memoria histórica de una potencia como la de María de Magdala. La condena del cuerpo femenino como un camino hacia el pecado. La persecución a las brujas y sus asesinatos. La marginación y condena a unas mujeres tan extraordinarias y visionarias como las Beguinas, el pasar sobre ellas en silencio en todas las historias de la iglesia y  memorias de cristianismo. Una lectura bíblica que las ha identificado con el mal, con la “carne” y sus connotaciones negativas, con el pecado. El no haberle dado jamás un lugar adecuado en la estructura eclesial y el negarle la igualdad plena de derechos y oportunidades en este ya avanzado siglo XXI.

 

Podría seguir enumerando situaciones, pero en esta carta no se trata de eso. Tan sólo quiero apelar a su sensibilidad tan fina en algunos aspectos y problemas, para que ella se ubique frente a las mujeres creyentes y las anime a vivir nuevas épocas, nuevos amaneceres, nuevas acogidas.

 

Confío en usted, Papa Francisco. Sé que ha intentado reparar el gran error eclesial cometido con las mujeres, al perderse de su aporte y riqueza… pero se trata hasta ahora de intentos tímidos que no se concretan en los puntos nodales. Varias veces usted ha hecho promesas, ha creado comisiones de estudio, ha ofrecido cambios reales creando en muchas una gran ilusión… sin embargo a la hora de concretar, todo se ha diluído. Tal vez usted no pueda cambiar mucho las cosas… tal vez está cautivo de los poderes invisibles… Pero pedir perdón SÍ puede. Está en sus manos. Las mujeres que amamos al Maestro de Galilea, esperamos esa petición que puede abrirnos a un futuro en abrazos sororos.

 

Pido a la Divina Sabiduría lo bendiga y proteja.

Sororalmente,

 

Carmiña Navia Velasco

Cali, Julio de 2022 – Desde el Círculo Espiritual María de Magdala.

Mayoría en Brasil defiende la educación sexual en las escuelas, dice pesquisa

A los 16 años, cuando tuvo su primera relación sexual, la estudiante Juliana Lemes se infectó de gonorrea – hasta entonces, las ITS (infecciones de transmisión sexual) nunca habían sido un tema en casa, con sus padres, y apenas se habían abordado en la escuela. La joven, que tuvo complicaciones, tuvo que ser operada de urgencia, pasó más de 20 días en el hospital, ahora estudia enfermería y trabaja para defender que todos reciban una educación sexual de calidad. Al igual que Juliana, que sintió en su salud los efectos de la falta de esta información, la mayoría de los brasileños cree que el tema debe ser discutido en las escuelas -7 de cada 10 personas, más concretamente-, según una encuesta de la ONG Católicas por el Derecho a Decidir de ese país.

Un número aún mayor de personas -más de ocho de cada 10- cree que debatir el tema en la escuela contribuye a una sociedad en la que las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres. Los datos proceden del “Sondeo de opinión sobre religión, aborto, política y sexualidad en Brasil”, elaborado a partir de entrevistas telefónicas a más de 1.000 personas de todas las regiones del país, entre marzo y abril de este año, con un margen de error del 3% y un nivel de confianza del 95%.

El informe también muestra que la mayor preocupación de los brasileños en relación con la educación sexual es la prevención del embarazo precoz. Casi todos los brasileños (92% de la población) creen que los estudiantes de secundaria -que, en general, tienen entre 14 y 17 años- deberían recibir información sobre métodos anticonceptivos, como preservativos y píldoras anticonceptivas. Sólo el 18% defiende que la educación sexual debe comenzar en la infancia, fase en la que se enseña a los niños el consentimiento, explica Gisele Pereira.

“Cuando hablamos de educación sexual, al igual que en todos los ámbitos y temas transversales, tiene que ser adecuada a la edad. No se habla de anticoncepción en la educación infantil, por ejemplo, sino que se dan herramientas de protección y denuncia de la violencia”. La investigadora también recuerda que Brasil tiene índices alarmantes de violencia sexual contra niños y adolescentes: sólo el año pasado, más de 30 mil niñas de hasta 13 años fueron violadas en el país.

Las Católicas y el Instituto Ipsos también recopilaron datos sobre la percepción de la población brasileña sobre el aborto. Según el informe, el 67% de los brasileños está a favor de la interrupción del embarazo en determinadas situaciones – la cifra se eleva al 83% entre las personas que defienden la práctica específicamente en casos de violación. El estudio también mostró que el número de brasileños que defienden que el aborto debe ser legalizado en cualquier circunstancia supera al número de brasileños que creen que la práctica debe estar 100% prohibida, incluyendo los casos ya previstos por la ley (19% y 14% respectivamente). Aunque quienes defienden que el aborto debe ser totalmente legalizado representan menos de una quinta parte de los brasileños, el 85% cree que si la práctica dejara de estar penalizada, “morirían menos mujeres por abortos clandestinos” y casi el 75% rechaza que una mujer sea encarcelada por abortar. La investigación de las Católicas también consideró el papel de la religión cuando el tema es la interrupción voluntaria del embarazo – y mostró que no siempre es la fe la que define la percepción de los brasileños sobre el tema.

Más de ocho de cada diez católicos brasileños creen que una mujer que ha abortado puede ser una buena practicante de su fe independientemente de haber interrumpido el embarazo. Además, más de la mitad de los brasileños (51%) está de acuerdo con que un profesional de la salud que tenga fe religiosa realice un aborto, independientemente de sus creencias -hoy en día, la llamada objeción de conciencia es utilizada por muchos profesionales de la salud como justificación para no atender los abortos en los casos previstos por la ley-, explica la investigadora.

Fuente: https://www.uol.com.br/universa/noticias/redacao/2022/07/22/pesquisa-maioria-apoia-educacao-sexual-nas-escolas.htm

Mariana Gonzalez De Universa, em São Paulo

Traducción: Con Efe

Nos sumamos al Acuerdo Compromiso en Políticas de Género para el Periodismo y la Publicidad

Como Con Efe Comunicaciones nos sumamos al Acuerdo Compromiso en Políticas de Género para el Periodismo y la Publicidad realizado en Argentina.

En 2019, 46 instituciones y organizaciones de periodismo y publicidad de todo el país firmaron un Acuerdo Compromiso en Políticas de Género para el Periodismo y la Publicidad.

En el mismo se comprometieron a reducir el sexismo hacia adentro de sus industrias, tanto en los contenidos como en las prácticas laborales.

El Acuerdo fue promovido por la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad y la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables. Y la firma se concretó  en el contexto del Foro Nacional de Políticas de Género en Periodismo y Publicidad realizado por estas dos organizaciones con apoyo de la Fundación Heinrich Boell.

En 2022, y en el contexto de la Campaña Periodismo con Diversidad, la Asociación Civil Comunicación para la igualdad promovió la ampliación del acuerdo al que se sumaron 11 nuevas organizaciones periodísticas de todo el país. Este proyecto se concretó con el apoyo de la Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana (WACC). 

El Acuerdo compromiso puede verse y bajarse aquí: https://drive.google.com/file/d/1vK_v0RqFvJC6p05FL0V0cCgqzwD_Mcay/view

De víctima a denunciante: Eulogia, que ha sufrido violencia doméstica, ahora trabaja para las mujeres

Eulogia Huanca- Foto de Katja Tynkkynen

Eulogia Huanca, de 39 años, que vive en una pequeña comunidad indígena en el campo montañoso de Bolivia, ha experimentado dificultades durante su vida, pero a través del trabajo de las mujeres en la Iglesia ha encontrado la fuerza para defender sus propios derechos y construir una vida mejor para ella y sus hijos. Ahora también participa activamente en su comunidad en beneficio de otras mujeres.

Cuando Eulogia tenía 15 años, fue violada, por lo que quedó embarazada y dio a luz a un hijo. Aún niña, tuvo que abandonar la escuela para mantenerse a sí misma y a sus hijos, ya que sus padres ya no permitían que la joven madre soltera viviera en su casa. Los padres hicieron arreglos para que Eulogia tuviera un cónyuge, con quien, sin embargo, sufrió violencia tanto física como mental.

“Cada día era más horrible que antes. Mi esposo me anuló y me golpeó”, dice Eulogia.

Para mantener a una familia que finalmente tuvo tres hijos más, Eulogia decidió comenzar a vender alimentos a los mineros en el campo. Fue entonces cuando el cónyuge se puso muy celoso y aún más violento. Un día, cuando Eulogia regresó a casa, el cónyuge había vaciado la casa y se había llevado los bienes y también a su hija. Eulogia más tarde recuperó a su hija, pero vivir como madre soltera era pesado.

“Lloré y me pregunté qué estaba haciendo solo con cuatro niños. Estaba orando desesperadamente por la ayuda de Dios”.

Eulogia empezó a trabajar en la mina como cocinera y siempre llevaba a sus hijos al trabajo. Un día hubo un accidente en la mina donde murió su pequeña hija. Ella quedó severamente deprimida.

“Me sentí muy culpable porque sentí que la muerte de mi hija fue culpa mía. Lamenté lo difícil que fue con los cuatro niños. Ojalá mi hija siguiera viva”.

El comienzo de una nueva vida se encontró en el trabajo de las mujeres de la Iglesia

El elogio encontró su camino en la iglesia luterana y hubo esperanza en la vida nuevamente. En la congregación, vio un anuncio de un taller para mujeres y terminó con el trabajo Mujeres en el Camino a la Esperanza apoyado por la Sociedad Misionera de Finlandia. Durante su capacitación, aprendió sobre sus derechos y las leyes que prohíben la violencia, y pudo reclamar mejor sus derechos ante su ex cónyuge. El año pasado, finalmente logró conseguir esto para pagar la pensión alimenticia de sus hijos.

Hoy, Eulogia vive en el pueblo de Antaquilla, de cinco kilómetros de altura, tiene su propia tienda y forma parte del equipo de gestión de mujeres de la Iglesia Luterana. Toda la familia asiste a una congregación luterana. Los tres hijos, ahora de 24, 18 y 16 años, son ávidos estudiantes, el mayor ya se formó como ingeniero.

“Mi mayor sueño es que todos mis hijos puedan tener una buena educación”, sueña Eulogia.

Los niños ayudan a su madre, entre otras cosas, poniendo comida y lavando la ropa. También han estado involucradas con su madre en la capacitación laboral de las mujeres de la iglesia.

“Mis hijos han sacado mucho provecho de su educación y ya han declarado que no quieren ser como su padre, sino que quieren ser educados y ser mejores esposos y padres en el futuro”, dice Eulogia con una sonrisa.

La nueva generación espera un futuro mejor. “Estoy muy agradecida con Dios, las mujeres de la iglesia y los finlandeses que me ayudaron. Su trabajo ha ayudado a reducir la violencia y los derechos de muchas mujeres como yo finalmente se pueden realizar”.

Rompedor de techos de cristal en la Iglesia de Bolivia

Desafortunadamente, las duras experiencias de Eulogia no son infrecuentes en Bolivia, donde la cultura machista está profundamente arraigada.

“Hemos tenido que romper tantas barreras”, suspira la pastora Bertha Uturunco , coordinadora del trabajo de la mujer en la Iglesia Evangélica Luterana en Bolivia .

La pastora Bertha Uturunco ​​es la coordinadora femenina de la iglesia y la primera mujer de la iglesia como vicepresidenta. En sus manos sostiene la bandera indígena Wiphala así como la bandera boliviana tejida por las mujeres involucradas en la obra. Foto de Katja Tynkkynen

Al igual que Eulogia y Bertha, la mayoría de las personas en la Iglesia y su trabajo pertenecen a pueblos indígenas.

“Especialmente en el pasado, las mujeres tenían miedo de hablar y actuar, y las mujeres querían que las enviaran a la escuela, por ejemplo, pero se pensaba que la educación era solo para hombres. Todavía enfrentamos muchos prejuicios y discriminación, especialmente en las zonas rurales”.

Bertha, miembro del pueblo aimara, es un buen ejemplo de romper techos de cristal: es la primera y hasta ahora la única mujer en llegar a la vicepresidencia de la Iglesia Luterana de Bolivia. Ahora está piloteando el proyecto Mujeres en el Camino a la Esperanza, que tiene como objetivo promover los derechos de las mujeres y empoderar a las mujeres tanto dentro como fuera de la iglesia. 

El trabajo capacitará tanto a mujeres como a hombres en derechos humanos, roles de género y prevención de la violencia mediante la sensibilización de, entre otras cosas, la ley, así como el fortalecimiento del liderazgo y la soberanía económica de las mujeres. Hay mucho trabajo por hacer, porque también en el trabajo de las parroquias, el papel de la mujer a menudo se puede ver solo en hacer el té, limpiar y decorar la iglesia, y guardar silencio cuando los hombres hablan.

Queremos compartir lo que hemos aprendido

Desafortunadamente, la violencia contra las mujeres ha sido generalizada en Bolivia durante mucho tiempo, y durante la pandemia de corona y las restricciones de movimiento, el desempleo, los problemas de subsistencia, la pobreza y las tensiones familiares internas han aumentado, al igual que la violencia doméstica y el asesinato de mujeres y niños. Innumerables familias bolivianas se ganan la vida en el sector informal, como las compras en la calle, por lo que las restricciones a la movilidad al aire libre han sido un duro golpe para los medios de vida y el bienestar de muchos bolivianos.

Tampoco se valora el trabajo no remunerado que realizan las mujeres para el hogar y la familia. “Tu cónyuge podría decirle a tu ama de casa: ‘no sabes nada, no haces nada, solo estás en casa’”, se lamenta Bertha.

El proyecto tiene como objetivo aumentar el valor del trabajo de las mujeres y promover nuevos tipos de roles de género. “Muchos hombres evitan la responsabilidad de sus familias, pero a través de nuestra educación, las mujeres pueden reclamar mejor sus derechos”.

“Lo que más me motiva es ver un cambio positivo y familias más felices. Sí, el cambio está ocurriendo, aunque lentamente. Muchos han dicho que la formación no solo les beneficia a ellos mismos, sino que ellos mismos quieren compartir lo aprendido”, dice Bertha.

“Les agradezco desde el fondo de mi corazón por apoyarnos para hacer posible nuestro trabajo. ¡No podríamos hacerlo sin ustedes, por lo que su apoyo es una gran bendición para todos nosotros!”

La Sociedad Misionera-FELM- es la organización de  trabajo internacional  de la iglesia y una de las organizaciones de desarrollo más grandes de Finlandia. Es una de las siete organizaciones misioneras de la Iglesia. También es una de las organizaciones más antiguas de Finlandia: la Sociedad Misionera fue fundada en 1859.

Hacen trabajo misionero, cooperación al desarrollo y trabajo por la paz en unos 30 países alrededor del mundo. La obra misional incluye la proclamación, el servicio y la influencia. Trabajan para llegar a los más vulnerables, oprimidos y discriminados. En Latinoamérica apoyan proyectos en Colombia, Bolivia y Venezuela.

Texto: Katja Tynkkynen, FELM

https://felm.suomenlahetysseura.fi/

https://www.facebook.com/felmlatam

Claudia de la Cruz: «En Estados Unidos no se puede cubrir salud gratuita, pero se puede financiar una guerra»

Por Capire

Claudia de la Cruz vive en Estados Unidos y es hija de imigrantes de República Dominicana. Forma parte del Proyecto Educación Popular [Popular Education Project], donde se articulan organizadoras y organizadores comunitarios, educadores políticos y populares y líderes de diferentes luchas. También es cofundadora y directora del Foro del Pueblo [The People’s Forum] en Nueva York, un espacio que ayuda a crear lazos entre movimientos sociales dentro de los Estados Unidos e internacionalmente.

Durante la 3ª Asamblea Continental de ALBA Movimientos, que se celebró en fines de abril en Argentina, Claudia habló a Capire sobre las conexiones entre las luchas feministas, antirracistas y antiimperialistas, y alertó sobre las trampas de la fragmentación y banalización del movimiento. También expresó sus perspectivas sobre el gobierno actual de Joe Biden, del Partido Demócrata, en Estados Unidos, los retrocesos de su agenda y el avance del militarismo. La entrevista se dio dos meses antes que ocurriera la derogación de la sentencia Roe vs. Wade, de 1973, que amenaza el derecho al aborto en diversos estados de Estados Unidos. Asimismo, Claudia ya alertaba sobre iniciativas conservadoras estaduales en contra de la autonomía de las mujeres.

Hablemos un poco de imperialismo. ¿Cómo ves que se articulan el antiimperialismo, el antirracismo, el feminismo anticapitalista en las luchas cotidianas?

No hay manera de poner en distintos paquetitos, espacios, secciones o departamentos la vida de los seres humanos. Todos los espacios impactan nuestras vidas, lo que somos o dejamos de ser. Entonces cuando hablamos del tema racial, de género y de clase, no podemos dividirlos o hacernos pensar que no impactan en la vida de los seres humanos. Creo que es bueno empezar así porque, dentro de las sociedades, ha pasado una desarticulación de los movimientos, donde se habla de la raza pero no se habla de la clase, o se habla de género pero no de clase, o se habla de clase y no de género, ni raza, ni etnia. El mismo capitalismo se nutre precisamente de la división de estas luchas.

Soy hija de inmigrantes. Lo que el imperialismo ha hecho a nivel global ha causado la inmigración en muchos países, no tan solo en el Caribe y la República Dominicana, sino que muchos países empobrecidos. Como persona que vive dentro de los Estados Unidos, yo soy producto precisamente de lo que los Estados Unidos han hecho alrededor del mundo. No podemos hacernos la vista gorda al impacto tan grande que ha tenido el capitalismo a nivel global, con su mayor expresión siendo el imperialismo. El capitalismo y el imperialismo se han beneficiado de la explotación de un sector muy particular de la clase trabajadora: mujeres, negros e indígenas. De nuevo, eso es producto de muchos procesos: podemos hablar del colonialismo, de lo que significa la esclavitud, la segregación racial, y de lo beneficioso que ha sido para el capitalismo poder arrastrar con esas maldiciones. Son maldiciones para nosotros, pero para ellos es muy beneficioso.

Yo no concibo un movimiento feminista que no sea de clase, que no sea antiimperialista y anticapitalista. El capitalismo se beneficia precisamente del patriarcado, y busca sus maneras de dividir para poder conquistar. Tenemos que tener la perspectiva antiimperialista precisamente porque son los cuerpos de las mujeres, son nuestras vidas las que se impactan con las guerras imperialistas. No podemos obviar lo que ha hecho el bloqueo en Cuba. Las mujeres, los niños y niñas han tenido que sufrir a través de 62 años por un bloqueo injusto e inmoral. Es lo que están haciendo en Venezuela: allí también son madres, son mujeres, son niños y niñas, son familias. Esos son temas feministas, son temas de clases, son temas raciales. Estamos hablando de un Sur global que es más negro y más indígena que el Norte.

Desafortunadamente, en los Estados Unidos, donde vivo, surge una narrativa de un feminismo desclasado, de un feminismo bien cosmetológico, que se expresa de una manera imperialista, posicionando a mujeres en espacios que empujen la guerra y la desigualdad social. Y, de alguna forma, nosotras tenemos que comernos eso porque «es una mujer que lo hace» y «que viva el poder de las mujeres»… No todas las mujeres somos iguales, como no todos los negros somos iguales. La política de la representación ha hecho eso: ha puesto personas que parecen ser iguales que nosotras y nosotros, pero su política es precisamente para la desventaja de la clase trabajadora y de los más desposeídos. Cuando hablamos de feminismo, no podemos desclasarlo, no podemos sacarlo del marco en que se crea el patriarcado. El patriarcado se crea precisamente para la ventaja del capitalismo.

Sabemos las grandes diferencias que tenemos en las Américas entre las realidades del Sur y de Estados Unidos, pero ¿qué crees que hay de convergencia, de semejante, entre lo que viven las mujeres negras populares del Sur y de Estados Unidos?

Creo que hay realidades muy similares y convergentes. Si hablamos de la mayoría de las mujeres negras de la clase trabajadora en los Estados Unidos, si hablamos del 99% de la población, que vive en la pobreza o cerca de la pobreza, tenemos mucho en común con las mujeres negras e indígenas del Sur. Lo que nos converge son nuestras condiciones materiales: la falta de acceso a la salud, a la educación, a empleos que nos permitan vivir una vida digna, la falta de derechos.

En los Estados Unidos ahora mismo ha retrocedido lo que han sido los derechos reproductivos de las mujeres, en Texas y en otros estados. Se criminaliza a la mujer por la falta de poder acceder a servicios de salud reproductiva, porque no todo el mundo puede pagar por pastillas para evitar el embarazo, no todo el mundo puede ir a un ginecólogo, no tiene también acceso al internet, no tiene educación sexual. Nos criminalizan por cosas que son sistemáticas, que no tienen que ver con la decisión personal. Eso pasa en el Sur global también: la criminalización por el hecho de no tener acceso, por ser pobre, por no poder decidir sobre nuestros cuerpos. Tenemos muchas cosas en común. Desafortunadamente, el capitalismo y el imperialismo funcionan de una manera que nos divide para poder conquistar, y muchas y muchos no vemos esas conexiones.

La gente pobre, las mujeres negras e indígenas tenemos más conexión con el Sur global que cualquiera que pueda existir con la clase de élite de nuestro país.

En Estados Unidos, recientemente, hubo luchas negras contra la violencia policial, también las luchas de las y los migrantes en contra de las fronteras y las deportaciones. ¿Puedes contarnos cómo avanzaron las luchas o cuáles son los desafíos por seguir?

Tenemos muchos desafíos en torno a la continuación de esa indignación que se dió con los más recientes asesinatos y con lo que produjo la crisis del covid-19. En el verano del 2020, eso se convirtió precisamente en el proceso electoral, por la disputa entre Trump y el partido demócrata, Bide
n y los sectores más progresistas. Al tener este espacio de disputa, hubo muchos y muchas que decidieron: «vamos a hacer una coalición en contra de Trump». Ahí se unieron muchos sectores liberales, progresistas e incluso de izquierda, con representación de los inmigrantes que habían sido abatidos fuertemente durante el gobierno de Trump, con la población negra que fue muy abatida precisamente porque, con Trump, se desenmascaró esta oleada racista y facista. Al no haber otra opción más radical, empiezan a empujar a Biden como una opción –la menos dañina, se decía.

Al ganar Biden, se nos olvidó que teníamos que seguir luchando. Muchos de estos grupos que estaban corriendo más fuerza –el sector inmigrante, el sector negro, sectores de pobres que se estaban articulando alrededor del derecho a un salario digno– se empiezan a desarticular porque «ya se eligió Biden», «ya ganamos». Lo que hemos visto y lo que sabíamos muchas y muchos es que Biden no tiene respuesta alguna a las problemáticas de ninguno de esos sectores de la clase trabajadora, porque ultimadamente, dentro de los gobiernos demócratas en los Estados Unidos, se ha abatido más a las poblaciones negras, inmigrantes y pobres que en cualquier otro gobierno. Lo que pasa es que, durante los gobiernos demócratas, se hace de una manera más cubierta. Los republicanos tienen una manera más directa de ser racistas. Los demócratas la cubren un poquito con el lenguaje, pero igual te dan.

Durante el tiempo de Biden, se han atacado las leyes de derechos reproductivos. Y es dentro del gobierno de Biden donde se deja de financiar proyectos sociales, donde no pasa ningún tipo de política que beneficie a la clase trabajadora. Pero, sin embargo, ha pasado un presupuesto para el 2023 de USD 180 mil millones para la milicia. El interés de Biden, igual que del Partido Demócrata y el Republicano, es la defensa del capitalismo global, es preservar la hegemonía, es llegar a un punto donde tengan legitimidad de nuevo.

Nosotros de los movimientos sociales en Estados Unidos hemos llegado a un proceso de desarticulación por las elecciones que pasaron el 2021, y estamos todavía tratando de recuperarnos y reunirnos, también por el covid-19. No es una sociedad «post covid»: estamos todavía viviendo la realidad de que hay miles de personas enfermando y muriendo. Hay otros factores que son históricos, como la intervención de las organizaciones no gubernamentales que promueven una agenda liberal. Están de nuevo los desplazamientos de territorio, y con eso muchas organizaciones han perdido sus espacios físicos. Bregamos desde un espacio de reaccionar a lo que nos hacen, y no desde un espacio de articularnos y crear estrategias que nos permitan, a largo plazo, empujar agendas políticas.

Lo más esperanzador es que las condiciones materiales están empujando a la gente a darse cuenta de que las respuestas no están ni en el Partido Republicano ni en el Partido Demócrata, y que las soluciones tienen que venir desde el pueblo, desde las comunidades.

Las comunidades se están organizando entre sí: se organizaron para darse comida, para poder subsistir durante la pandemia. Eso ha reforzado que tenemos la capacidad de salvarnos, y alza la confianza del pueblo en sí mismo. Hay muchos y muchas jóvenes que están interesados en saber más del socialismo. Pero todo eso necesita una orientación, que es el gran reto. ¿Cómo nos articulamos y creamos una unidad en base a principios y una orientación común?

¿Cuáles son las estrategias de los movimientos para enfrentar a este imperialismo que impulsa las guerras desde la fuerza de Estados Unidos y de la OTAN [Organización del Tratado del Atlántico Norte]?

Los Estados Unidos son el mayor perpetrador de la violencia alrededor del mundo, a lo interno y a lo externo. Tenemos una milicia con un presupuesto mayor que el presupuesto entero de muchos países.

No se puede cubrir el acceso a una salud gratuita de parte del Estado, pero sí se puede financiar una guerra. No se puede proveer vivienda para más de 500 mil personas viviendo en la calle, pero sí se puede financiar una guerra.

La gente dice lo que decía en el tiempo de Vietnam: ¿qué nos ha hecho esa gente a nosotros? ¿Por qué tenemos que financiar esa guerra? ¿Por qué tenemos que darles armamento? ¿Cuál es el fin de los Estados Unidos en contra de Rusia, cuál es su interés en Ucrania? ¿Por qué la guerra en Afganistán, por qué la guerra en Irak? ¿Qué nos dejó eso a  nosotros y nosotras como clase trabajadora? La gente se está cuestionando eso. Yo creo que cuando el pueblo norteamericano se cuestiona ese tipo de pregunta, pueden pasar grandes cosas si hay un movimiento que tiene la capacidad de organizar ese descontento.

Hay sectores que han estado históricamente en las luchas antiimperialistas y antiguerras y que están tratando de analizar la situación. Tienen una visión clara de que los Estados Unidos están apostando geoestratégicamente hacia China, y que el conflicto de Ucrania y Rusia es un camino hacia allá. El reto es que también hay sectores progresistas liberales, sectores antiguerra que no son necesariamente antiimperialistas, y el diálogo entre esos dos sectores ha sido conflictivo, porque los últimos no ponen el dedo en el enemigo global, que es la OTAN.

El enemigo común, el enemigo global, el enemigo de Ucrania, de Rusia, de China y de todos los países del mundo es la OTAN, porque mientras esté allá, tiene un impacto global. Ahora mismo, lo tiene con el tema de los precios del gas y de la comida. Todo eso tiene que ver con la guerra. Los Estados Unidos tienen la guerra allá, y las guerras híbridas en este continente, tratando de recuperar su hegemonía. La prioridad del gobierno de Biden es: ¿cómo volvemos a controlar políticamente, económicamente y militarmente?

Tenemos que estar muy vigilantes desde los movimientos, preparados y preparadas para poder identificar quien es el enemigo real.

Entrevista conducida por Helena Zelic

Las valientes aventuras de mujeres defensoras

En este libro encontrarás 25 historias inspiradoras de valientes defensoras de derechos humanos de Latinoamérica con trabajo en México.

A través de estas historias podrás conocer cómo desde el arte, la comunicación, el derecho, la antropología, la sociología, la teología, el trabajo del hogar, el campo y muchos ámbitos más, es posible defender los derechos humanos y dejar una huella positiva en la comunidad, el país y el mundo.

Puedes bajarlo libremente aquí: https://hchr.org.mx/wp/wp-content/uploads/2022/02/LasValientesAventurasDeMujeresDefensoras.pdf

La Iglesia católica australiana se compromete a promover el diaconado femenino

Tras tres votaciones y una protesta encubierta del grupo de mujeres que lo había propuesto, se aprueba siempre y cuando “Roma apruebe” la medida. El presidente de los obispos admite que “tenemos un largo camino por recorrer en la comprensión del papel apropiado de la mujer en la vida de la Iglesia”.

La Segunda Asamblea del Consejo Plenario de la Iglesia Católica Australiana ha culminado en Sídney un proceso de discernimiento sinodal que en su caso ha durado cuatro años. Y lo ha hecho con una semana final de intenso trabajo entre sus 277 miembros en la que se había fijado que lo recogido en el documento final debía ser aprobado por al menos dos tercios de los asambleístas.

Así, tras dos votaciones infructuosas y una protesta encubierta del grupo de mujeres que lo había propuesto, a la tercera fue la vencida y, al cierre de la cita, este 8 de julio, la Iglesia australiana se comprometía formalmente a promover el diaconado femenino siempre y cuando “Roma apruebe” esta medida.

Tras la Iglesia amazónica

Así, la comunidad católica de Australia es la segunda a nivel mundial que apuesta por la ordenación de mujeres como diáconos tras la de la Amazonía. Siempre, claro, a expensas de un hipotético aprobado papal, siendo Francisco quien tiene potestad para ello en la Iglesia católica.

Como recoge Catholic Review, en la clausura de la Asamblea intervino Timothy Costelloe, arzobispo de Perth y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Australia. Con tono humilde y conciliador, reconoció que “tenemos un largo camino por recorrer en la comprensión del papel apropiado de la mujer en la vida de la Iglesia. Así, el reto es “avanzar” para “comprender correctamente el plan de Dios en relación con las mujeres”. En este sentido, parece evidente que “este momento” parece reservado “por Dios para nosotros” para saber “comprender” el camino a seguir.

Sobre la confesión

Otro punto abordado en la Asamblea fue el sacramento de la Reconciliación, valorándose la promoción de su “tercer rito”, por el que, cuando hay imposibilidad de una confesión individual, el sacerdote pueda ofrecer una “absolución general”. En su contexto particular, la Iglesia australiana cree que este tercer rito “podría tener un uso más amplio en ocasiones y cuando sea particularmente apropiado, dado que los fieles comprendan su naturaleza y requisitos distintivos”.

Finalmente, de cara a guiarse en su día a día por criterios sinodales en el ejercicio del poder, la Iglesia de Australia se ha comprometido a implementar consejos pastorales en cada diócesis, convocar Sínodos Diocesanos cada determinado tiempo y discernir sobre si es conveniente la convocatoria de un Sínodo Nacional como el que celebra la Iglesia alemana.

Fuente: https://www.vidanuevadigital.com/

Proyecto de Ley de Tenencia compartida: “Una ley que daña la infancia”, dicen organizaciones sociales

Estaba previsto que fuera hoy martes, pero finalmente se tuvo que postergar para la próxima semana la votación en comisión del Senado uruguayo del proyecto de ley de “Corresponsabilidad en la Crianza”, también aludida como tenencia compartida, que ha generado polémica en las últimas semanas.

Una ley innecesaria que daña la infancia, afirman organizaciones sociales reconocidas en el país y la región.

Esas organizaciones denuncian públicamente que de aprobarse el Proyecto de Ley “Corresponsabilidad en la Crianza” se pone en riesgo la situación de niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia. El nuevo proyecto de ley mantiene en su articulado aspectos que atentan contra el interés superior del niño, “forzando” las visitas a los niños de las personas que ejercen violencia y omitiendo la responsabilidad del Estado de protección contra toda forma de violencia. ¿Un adulto mantiene visitas obligatorias con una persona violenta? ¿Por qué obligar a los niños a repetir las situaciones de violencia?

El contenido de la ley implica un retroceso legal porque vuelve a considerar a niñas, niños y adolescentes objetos de tutela del mundo adulto ignorando que son sujetos de derecho y que, por lo tanto, tienen una protección especial por parte de la ley.

El actual proyecto también desconoce la realidad de la violencia hacia niños, niñas y adolescentes en nuestro país. Los datos de SIPIAV muestran 7035 casos de violencia (maltrato, abuso sexual y explotación sexual) en 2021; este registro ha seguido en aumento y da cuenta de un grave problema de nuestra sociedad. En el articulado prima el interés de los adultos por mantener el vínculo con los hijos sin las garantías necesarias de protección para los niños víctimas de violencia.

Este proyecto desconoce la evidencia de la violencia contra los niños y niñas al negarse a tomar en cuenta todas las observaciones que hicieron al respecto las organizaciones sociales aquí firmantes; así como la Facultad de Derecho de la UDELAR a través del Instituto de Derecho de Familia, la Facultad de Psicología, la Asociación de Magistrados del Uruguay, la Asociación de Defensores de Oficio, UNICEF, la Institución Nacional de Derechos Humanos se pronunciaron al respecto en los proyectos iniciales.

Ninguna de las consideraciones aportadas por diversos especialistas al grupo de parlamentarios fueron tomadas en cuenta. Es de suma gravedad el hecho de desconocer la obligación del Estado de garantizar el principio de la protección especial que tiene el Estado en casos de violencia o abusos contra niñas, niños y adolescentes; habilitando que se continúe con el régimen de visitas aún cuando haya denuncias de violencia contra alguno de los progenitores. El principio rector debe ser siempre la protección de las niñas, niños y adolescentes porque los daños son irreparables. Insistimos que este proyecto desconoce la situación de vida que sufren niñas, niños y adolescentes. Silencia la voz de los niños y prioriza a las personas adultas. Desconoce que las violencias son ejercidas por personas en su entorno inmediato y que las situaciones se detectan en una fase crítica; cuando los daños ya están hechos.

Exigen que en cumplimiento de la responsabilidad que tiene el Estado de proteger y garantizar derechos de niños, niñas y adolescentes, especialmente el de vivir una vida libre de violencia, no se vote en el Parlamento esta ley que daña la infancia.

Ningún Estado puede ejercer o permitir ninguna forma de tortura.

Firman: Comité de los Derechos del Niño del Uruguay Asociación Nacional de Organizaciones no Gubernamentales; Red Uruguaya contra la Violencia Doméstica y Sexual; Red Pro Cuidados; CLADEM -Comité Latinoamericano para la Defensa de los Derechos de la Mujer; Intersocial Feminista.

Iglesia Presbiteriana afirma la capacidad moral de elegir de las mujeres y las personas embarazadas

El peso de la decisión Roe v. Wade de la Corte Suprema de EE. UU. se pudo sentir el viernes cuando la Asamblea General de la Iglesia Presbiteriana en Estados Unidos- PCUSA– abordó una resolución del comisionado sobre la afirmación de la justicia reproductiva. El Comité de Salud, Seguridad y Beneficios de la Asamblea, dirigido por el Moderador David Ammons del Presbiterio de Olympia y la Vicemoderadora Doris Evans del Presbiterio del Sur de Kansas, aprobó la resolución el 24 de junio, el mismo día en que la Corte Suprema anuló el derecho constitucional al aborto.

La opinión de la Corte Suprema, cuyo borrador se filtró antes de la decisión, ha seguido resonando en todo el país, provocando fuertes respuestas en ambos lados del debate. La discusión del viernes sobre esta resolución y las formas propuestas para modificarlo reflejaron preocupaciones comunes.

Aprobado por una votación de 348-38, afirma que las mujeres y las personas embarazadas son agentes morales completos, creados a la imagen de Dios, y respalda su capacidad moral para decidir si continuar o interrumpir un embarazo determinado. También denuncia los intentos de impedir que las personas reciban atención médica esencial y rechaza los intentos en todos los niveles de gobierno de reducir, limitar o eliminar el acceso a servicios anticonceptivos y de aborto.

Lindsay Jacaruso, anciana comisionada docente del Presbiterio de los Valles de Minnesota, habló a favor de la resolución y dijo que la iglesia debería ser la “primera y más fuerte voz para decir que nada ni nadie debe interponerse entre nosotras y nuestro derecho inalienable a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.”

Sin embargo, Janet Tuma, anciana docente del presbiterio de Chicago, buscó que la iglesia emprenda una reflexión teológica seria sobre el tema, citando el relato bíblico de Juan el Bautista saltando en el vientre de su madre incluso cuando María estaba embarazada de Jesús. También compartió que uno de sus padres no había querido traerla al mundo. Su enmienda fue derrotada.

Hablando a favor del derecho de la mujer a elegir, Gusti Newquist, comisionada de ancianos docentes del Presbiterio de Shenandoah, dijo: “Mi propia trayectoria personal es que si no viviera justo al otro lado del río de Maryland, como pastora en Virginia Occidental, no habría podido aceptar el llamado actual que puedo tener, porque si me viera obligada a llevar un embarazo hasta el nacimiento, mi vida y mi salud estarían en peligro”. Continuó diciendo: “Cualquier criminalización del aborto es una amenaza a la libertad religiosa y una afrenta a nuestra agencia moral como mujeres y personas que dan a luz”.

Mirando hacia el futuro, Janalee Kosowski, anciana comisionada gobernante del Presbiterio de East Iowa, logró que se agregara una referencia a “anticonceptivos” en varias partes de la resolución, diciendo que es necesario ser proactivo. “Creo que esto se convertirá en un problema, el derecho a tener anticonceptivos, y quiero que estemos preparados”.

La Delegada Consultiva de Adultos Jóvenes Adriana Soto-Acevedo comparte una historia personal durante la plenaria 12 el 8 de julio de 2022, en la Asamblea General 225 de la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.).

Más temprano ese día, poco después de que comenzara la sesión plenaria, el reverendo Dr. J. Herbert Nelson, II, secretario permanente de la Asamblea General de la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.), había hablado sobre la necesidad de “sacudir al mundo”.

El Rev. Dr. J. Herbert Nelson, II, Secretario Titular de la Asamblea General, comparte palabras de aliento en la apertura de la plenaria 12 el 8 de julio de 2022, en la 225 Asamblea General de la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.)

Lindsay Jacaruso habla a favor de la resolución durante la plenaria 12 el 8 de julio de 2022, en la 225 Asamblea General de la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.)

Todos/as en la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.) “cuentan con nosotros para hacer el trabajo abundante que es necesario en el tiempo que tenemos por delante”, dijo. “Así que mantengámonos enfocados, caminemos por fe y no por vista. … Hay algunas cosas que lograremos en esta Asamblea General que marcarán una diferencia en el mundo. Pero no importa si estamos en una Asamblea General o no, todavía tenemos la responsabilidad de ser individuos que sacudirán al mundo a través del poder y el amor de Jesucristo, no necesariamente siempre a través de una apertura, sino a través del trabajo que hacemos. ….”

La gravedad del trabajo quedó clara durante la consideración de la asamblea de varias recomendaciones del Grupo de Trabajo de Sobrevivientes de Conducta Sexual Inapropiada en HSB-05 .

Al iniciar la discusión, Evans explicó que durante las reuniones del Comité de Salud, Seguridad y Beneficios “pudimos recibir testimonios poderosos y personales de hermanos/as en Cristo que se han visto personalmente afectados por las fallas de la iglesia cuando se trata de proteger a los más vulnerables entre nosotros. Estos son temas que requieren mucha vulnerabilidad por parte de los sobrevivientes, y les estamos muy agradecidos”.

El Rev. Dr. Kris Schondelmeyer, miembro del grupo de trabajo y sobreviviente de abuso sexual infantil, se pronunció enérgicamente a favor de la Recomendación 2 y propuso enmiendas a G-2.0603 en el Libro de Orden con respecto a la capacitación sobre límites y protección infantil para ministros de la Palabra y Sacramento.

Schondelmeyer, quien es pastor de la Iglesia Presbiteriana de Deep Run en Pensilvania, señaló que más de 20 años después de haber sido agredido sexualmente por un pastor presbiteriano, el trauma aún surge de manera negativa, como pesadillas.

“Si esta capacitación se hubiera brindado antes de mi experiencia, tal vez ese presbiterio nunca hubiera comisionado a un conocido pornógrafo infantil condenado por un delito grave para servir como pastor o para acompañar a menores, que fue el caso que condujo al abuso que experimenté”, dijo Schondelmeyer. “Y si se hubiera brindado esta capacitación, quizás después del hecho, mis pastores y líderes de la iglesia habrían reconocido los comportamientos destructivos en los que participé cuando era joven” que eran “señales de advertencia de que algo traumático acababa de ocurrir en mi vida”.

La recomendación 2 fue aprobada como enmendada y ahora pasa a los presbiterios para su voto afirmativo o negativo. Para ver la acción sobre las otras recomendaciones, vaya aquí .

Para obtener información sobre el traspaso de negocios del Comité de la Asamblea sobre las Reglas de Disciplina, vaya aquí .

Nota de Darla Carter | Noticias de la Asamblea General-

Traducción Con Efe Comunicaciones

“¿Hasta cuándo el Estado, la Iglesia y los violadores seguirán controlando y violando la vida de las mujeres?

“¿Hasta cuándo el Estado, la Iglesia y los violadores seguirán controlando y violando la vida de las mujeres? ¿Quién defiende realmente la vida?” Las organizaciones basadas en la fe, parte del Foro ACT Brasil-FeBrasil, publican una nota sobre los intentos de contener los cuerpos de las mujeres y niñas violadas y embarazadas como consecuencia de la violencia.

“Saca a esta mujer de aquí y cierra la puerta”. 2 Samuel 13.17.

Tamar forma parte de la genealogía de Jesús. La violaron, la echaron y le cerraron las puertas. Tamar está entre nosotros, en las niñas, en las adolescentes, en la vida de todas las mujeres cuyos cuerpos siguen controlados por la fuerza de la violencia, el juicio y el silenciamiento patriarcal.

Una vez más, el mundo se mueve para controlar el cuerpo de las mujeres y las niñas y mujeres violadas y embarazadas como resultado de esta violencia misógina no merecen ni siquiera la invocación de su derecho a interrumpir un embarazo o a entregar a un recién nacido para su donación.

En Brasil, una niña de 10 años fue víctima de una violación y un embarazo, revictimizada por el poder judicial y el fundamentalismo religioso, enviada a un albergue y encerrada allí para mantener un embarazo fruto de la violencia del patriarcado.

Una joven actriz víctima de una violación da en adopción a su bebé y ve violada la confidencialidad del proceso dentro del hospital que debería proteger su intimidad por la fuerza de la ley. Los medios de comunicación patriarcalizados promueven una vez más la exposición pública condenatoria. Es una mujer más juzgada y condenada. Cuántas puertas cerradas y piedras en las manos.

Las manifestaciones del juicio religioso y moral son crueles. El derecho a la interrupción legal del embarazo se ha visto restringido en algunos estados de EE.UU., con la revisión del caso Roe vs Wade. Esta decisión coloca a las mujeres inmigrantes, negras y latinas en una situación de mayor vulnerabilidad.

El gobierno brasileño ha creado un manual que fomenta la investigación de las víctimas de violación que intentan acceder a la interrupción legal del embarazo. ¿Hasta cuándo el Estado, la Iglesia y los violadores seguirán controlando y violando la vida de las mujeres? ¿Quién defiende realmente la vida?

El cuerpo de las mujeres se considera propiedad del Estado, la Iglesia y la sociedad. Los hombres blancos, heterosexuales y mayoritariamente cristianos, controlan y violan la infancia, la adolescencia y el futuro de muchas mujeres. Y luego siguen con sus vidas, cerrando y bloqueando sus puertas de poder. En el libro del Éxodo (23.2), encontramos un pasaje que habla de la justicia: “No sigas a la mayoría cuando hace lo que está mal y no des falso testimonio para ayudar a la mayoría a torcer la justicia”.

Como personas religiosas debemos luchar por la integridad de la creación, pero también por la integridad de nuestras acciones, extendiéndola al cuidado físico, psicológico, social y espiritual de las personas, especialmente de las mujeres. La cuestión no es qué está bien o mal. La cuestión es: ¿quién debe decidir y juzgar?

¡Que el cuerpo y el alma de las mujeres sigan siendo un espacio de insurgencia y rebeldía contra el sistema que insiste en tratar de controlarnos!

“…. Un hombre no te define
Tu casa no te define
Tu carne no te define (eres tu propia casa)…”

Composición: Sebástian Piracés-Ugarte / Rafael Gomes / Mateo Piracés-Ugarte / Andrei Martinez Kozyreff / Juliana Strassacapa

Fuente: ALC Noticias