De víctima a denunciante: Eulogia, que ha sufrido violencia doméstica, ahora trabaja para las mujeres
Eulogia Huanca- Foto de Katja Tynkkynen
Eulogia Huanca, de 39 años, que vive en una pequeña comunidad indígena en el campo montañoso de Bolivia, ha experimentado dificultades durante su vida, pero a través del trabajo de las mujeres en la Iglesia ha encontrado la fuerza para defender sus propios derechos y construir una vida mejor para ella y sus hijos. Ahora también participa activamente en su comunidad en beneficio de otras mujeres.
Cuando Eulogia tenía 15 años, fue violada, por lo que quedó embarazada y dio a luz a un hijo. Aún niña, tuvo que abandonar la escuela para mantenerse a sí misma y a sus hijos, ya que sus padres ya no permitían que la joven madre soltera viviera en su casa. Los padres hicieron arreglos para que Eulogia tuviera un cónyuge, con quien, sin embargo, sufrió violencia tanto física como mental.
“Cada día era más horrible que antes. Mi esposo me anuló y me golpeó”, dice Eulogia.
Para mantener a una familia que finalmente tuvo tres hijos más, Eulogia decidió comenzar a vender alimentos a los mineros en el campo. Fue entonces cuando el cónyuge se puso muy celoso y aún más violento. Un día, cuando Eulogia regresó a casa, el cónyuge había vaciado la casa y se había llevado los bienes y también a su hija. Eulogia más tarde recuperó a su hija, pero vivir como madre soltera era pesado.
“Lloré y me pregunté qué estaba haciendo solo con cuatro niños. Estaba orando desesperadamente por la ayuda de Dios”.
Eulogia empezó a trabajar en la mina como cocinera y siempre llevaba a sus hijos al trabajo. Un día hubo un accidente en la mina donde murió su pequeña hija. Ella quedó severamente deprimida.
“Me sentí muy culpable porque sentí que la muerte de mi hija fue culpa mía. Lamenté lo difícil que fue con los cuatro niños. Ojalá mi hija siguiera viva”.
El comienzo de una nueva vida se encontró en el trabajo de las mujeres de la Iglesia
El elogio encontró su camino en la iglesia luterana y hubo esperanza en la vida nuevamente. En la congregación, vio un anuncio de un taller para mujeres y terminó con el trabajo Mujeres en el Camino a la Esperanza apoyado por la Sociedad Misionera de Finlandia. Durante su capacitación, aprendió sobre sus derechos y las leyes que prohíben la violencia, y pudo reclamar mejor sus derechos ante su ex cónyuge. El año pasado, finalmente logró conseguir esto para pagar la pensión alimenticia de sus hijos.
Hoy, Eulogia vive en el pueblo de Antaquilla, de cinco kilómetros de altura, tiene su propia tienda y forma parte del equipo de gestión de mujeres de la Iglesia Luterana. Toda la familia asiste a una congregación luterana. Los tres hijos, ahora de 24, 18 y 16 años, son ávidos estudiantes, el mayor ya se formó como ingeniero.
“Mi mayor sueño es que todos mis hijos puedan tener una buena educación”, sueña Eulogia.
Los niños ayudan a su madre, entre otras cosas, poniendo comida y lavando la ropa. También han estado involucradas con su madre en la capacitación laboral de las mujeres de la iglesia.
“Mis hijos han sacado mucho provecho de su educación y ya han declarado que no quieren ser como su padre, sino que quieren ser educados y ser mejores esposos y padres en el futuro”, dice Eulogia con una sonrisa.
La nueva generación espera un futuro mejor. “Estoy muy agradecida con Dios, las mujeres de la iglesia y los finlandeses que me ayudaron. Su trabajo ha ayudado a reducir la violencia y los derechos de muchas mujeres como yo finalmente se pueden realizar”.
Rompedor de techos de cristal en la Iglesia de Bolivia
Desafortunadamente, las duras experiencias de Eulogia no son infrecuentes en Bolivia, donde la cultura machista está profundamente arraigada.
“Hemos tenido que romper tantas barreras”, suspira la pastora Bertha Uturunco , coordinadora del trabajo de la mujer en la Iglesia Evangélica Luterana en Bolivia .
La pastora Bertha Uturunco es la coordinadora femenina de la iglesia y la primera mujer de la iglesia como vicepresidenta. En sus manos sostiene la bandera indígena Wiphala así como la bandera boliviana tejida por las mujeres involucradas en la obra. Foto de Katja Tynkkynen
Al igual que Eulogia y Bertha, la mayoría de las personas en la Iglesia y su trabajo pertenecen a pueblos indígenas.
“Especialmente en el pasado, las mujeres tenían miedo de hablar y actuar, y las mujeres querían que las enviaran a la escuela, por ejemplo, pero se pensaba que la educación era solo para hombres. Todavía enfrentamos muchos prejuicios y discriminación, especialmente en las zonas rurales”.
Bertha, miembro del pueblo aimara, es un buen ejemplo de romper techos de cristal: es la primera y hasta ahora la única mujer en llegar a la vicepresidencia de la Iglesia Luterana de Bolivia. Ahora está piloteando el proyecto Mujeres en el Camino a la Esperanza, que tiene como objetivo promover los derechos de las mujeres y empoderar a las mujeres tanto dentro como fuera de la iglesia.
El trabajo capacitará tanto a mujeres como a hombres en derechos humanos, roles de género y prevención de la violencia mediante la sensibilización de, entre otras cosas, la ley, así como el fortalecimiento del liderazgo y la soberanía económica de las mujeres. Hay mucho trabajo por hacer, porque también en el trabajo de las parroquias, el papel de la mujer a menudo se puede ver solo en hacer el té, limpiar y decorar la iglesia, y guardar silencio cuando los hombres hablan.
Queremos compartir lo que hemos aprendido
Desafortunadamente, la violencia contra las mujeres ha sido generalizada en Bolivia durante mucho tiempo, y durante la pandemia de corona y las restricciones de movimiento, el desempleo, los problemas de subsistencia, la pobreza y las tensiones familiares internas han aumentado, al igual que la violencia doméstica y el asesinato de mujeres y niños. Innumerables familias bolivianas se ganan la vida en el sector informal, como las compras en la calle, por lo que las restricciones a la movilidad al aire libre han sido un duro golpe para los medios de vida y el bienestar de muchos bolivianos.
Tampoco se valora el trabajo no remunerado que realizan las mujeres para el hogar y la familia. “Tu cónyuge podría decirle a tu ama de casa: ‘no sabes nada, no haces nada, solo estás en casa’”, se lamenta Bertha.
El proyecto tiene como objetivo aumentar el valor del trabajo de las mujeres y promover nuevos tipos de roles de género. “Muchos hombres evitan la responsabilidad de sus familias, pero a través de nuestra educación, las mujeres pueden reclamar mejor sus derechos”.
“Lo que más me motiva es ver un cambio positivo y familias más felices. Sí, el cambio está ocurriendo, aunque lentamente. Muchos han dicho que la formación no solo les beneficia a ellos mismos, sino que ellos mismos quieren compartir lo aprendido”, dice Bertha.
“Les agradezco desde el fondo de mi corazón por apoyarnos para hacer posible nuestro trabajo. ¡No podríamos hacerlo sin ustedes, por lo que su apoyo es una gran bendición para todos nosotros!”
La Sociedad Misionera-FELM- es la organización de trabajo internacional de la iglesia y una de las organizaciones de desarrollo más grandes de Finlandia. Es una de las siete organizaciones misioneras de la Iglesia. También es una de las organizaciones más antiguas de Finlandia: la Sociedad Misionera fue fundada en 1859.
Hacen trabajo misionero, cooperación al desarrollo y trabajo por la paz en unos 30 países alrededor del mundo. La obra misional incluye la proclamación, el servicio y la influencia. Trabajan para llegar a los más vulnerables, oprimidos y discriminados. En Latinoamérica apoyan proyectos en Colombia, Bolivia y Venezuela.
Texto: Katja Tynkkynen, FELM
https://felm.suomenlahetysseura.fi/
https://www.facebook.com/felmlatam
Claudia de la Cruz: «En Estados Unidos no se puede cubrir salud gratuita, pero se puede financiar una guerra»
Por Capire
Claudia de la Cruz vive en Estados Unidos y es hija de imigrantes de República Dominicana. Forma parte del Proyecto Educación Popular [Popular Education Project], donde se articulan organizadoras y organizadores comunitarios, educadores políticos y populares y líderes de diferentes luchas. También es cofundadora y directora del Foro del Pueblo [The People’s Forum] en Nueva York, un espacio que ayuda a crear lazos entre movimientos sociales dentro de los Estados Unidos e internacionalmente.
Durante la 3ª Asamblea Continental de ALBA Movimientos, que se celebró en fines de abril en Argentina, Claudia habló a Capire sobre las conexiones entre las luchas feministas, antirracistas y antiimperialistas, y alertó sobre las trampas de la fragmentación y banalización del movimiento. También expresó sus perspectivas sobre el gobierno actual de Joe Biden, del Partido Demócrata, en Estados Unidos, los retrocesos de su agenda y el avance del militarismo. La entrevista se dio dos meses antes que ocurriera la derogación de la sentencia Roe vs. Wade, de 1973, que amenaza el derecho al aborto en diversos estados de Estados Unidos. Asimismo, Claudia ya alertaba sobre iniciativas conservadoras estaduales en contra de la autonomía de las mujeres.
Hablemos un poco de imperialismo. ¿Cómo ves que se articulan el antiimperialismo, el antirracismo, el feminismo anticapitalista en las luchas cotidianas?
No hay manera de poner en distintos paquetitos, espacios, secciones o departamentos la vida de los seres humanos. Todos los espacios impactan nuestras vidas, lo que somos o dejamos de ser. Entonces cuando hablamos del tema racial, de género y de clase, no podemos dividirlos o hacernos pensar que no impactan en la vida de los seres humanos. Creo que es bueno empezar así porque, dentro de las sociedades, ha pasado una desarticulación de los movimientos, donde se habla de la raza pero no se habla de la clase, o se habla de género pero no de clase, o se habla de clase y no de género, ni raza, ni etnia. El mismo capitalismo se nutre precisamente de la división de estas luchas.
Soy hija de inmigrantes. Lo que el imperialismo ha hecho a nivel global ha causado la inmigración en muchos países, no tan solo en el Caribe y la República Dominicana, sino que muchos países empobrecidos. Como persona que vive dentro de los Estados Unidos, yo soy producto precisamente de lo que los Estados Unidos han hecho alrededor del mundo. No podemos hacernos la vista gorda al impacto tan grande que ha tenido el capitalismo a nivel global, con su mayor expresión siendo el imperialismo. El capitalismo y el imperialismo se han beneficiado de la explotación de un sector muy particular de la clase trabajadora: mujeres, negros e indígenas. De nuevo, eso es producto de muchos procesos: podemos hablar del colonialismo, de lo que significa la esclavitud, la segregación racial, y de lo beneficioso que ha sido para el capitalismo poder arrastrar con esas maldiciones. Son maldiciones para nosotros, pero para ellos es muy beneficioso.
Yo no concibo un movimiento feminista que no sea de clase, que no sea antiimperialista y anticapitalista. El capitalismo se beneficia precisamente del patriarcado, y busca sus maneras de dividir para poder conquistar. Tenemos que tener la perspectiva antiimperialista precisamente porque son los cuerpos de las mujeres, son nuestras vidas las que se impactan con las guerras imperialistas. No podemos obviar lo que ha hecho el bloqueo en Cuba. Las mujeres, los niños y niñas han tenido que sufrir a través de 62 años por un bloqueo injusto e inmoral. Es lo que están haciendo en Venezuela: allí también son madres, son mujeres, son niños y niñas, son familias. Esos son temas feministas, son temas de clases, son temas raciales. Estamos hablando de un Sur global que es más negro y más indígena que el Norte.
Desafortunadamente, en los Estados Unidos, donde vivo, surge una narrativa de un feminismo desclasado, de un feminismo bien cosmetológico, que se expresa de una manera imperialista, posicionando a mujeres en espacios que empujen la guerra y la desigualdad social. Y, de alguna forma, nosotras tenemos que comernos eso porque «es una mujer que lo hace» y «que viva el poder de las mujeres»… No todas las mujeres somos iguales, como no todos los negros somos iguales. La política de la representación ha hecho eso: ha puesto personas que parecen ser iguales que nosotras y nosotros, pero su política es precisamente para la desventaja de la clase trabajadora y de los más desposeídos. Cuando hablamos de feminismo, no podemos desclasarlo, no podemos sacarlo del marco en que se crea el patriarcado. El patriarcado se crea precisamente para la ventaja del capitalismo.
Sabemos las grandes diferencias que tenemos en las Américas entre las realidades del Sur y de Estados Unidos, pero ¿qué crees que hay de convergencia, de semejante, entre lo que viven las mujeres negras populares del Sur y de Estados Unidos?
Creo que hay realidades muy similares y convergentes. Si hablamos de la mayoría de las mujeres negras de la clase trabajadora en los Estados Unidos, si hablamos del 99% de la población, que vive en la pobreza o cerca de la pobreza, tenemos mucho en común con las mujeres negras e indígenas del Sur. Lo que nos converge son nuestras condiciones materiales: la falta de acceso a la salud, a la educación, a empleos que nos permitan vivir una vida digna, la falta de derechos.
En los Estados Unidos ahora mismo ha retrocedido lo que han sido los derechos reproductivos de las mujeres, en Texas y en otros estados. Se criminaliza a la mujer por la falta de poder acceder a servicios de salud reproductiva, porque no todo el mundo puede pagar por pastillas para evitar el embarazo, no todo el mundo puede ir a un ginecólogo, no tiene también acceso al internet, no tiene educación sexual. Nos criminalizan por cosas que son sistemáticas, que no tienen que ver con la decisión personal. Eso pasa en el Sur global también: la criminalización por el hecho de no tener acceso, por ser pobre, por no poder decidir sobre nuestros cuerpos. Tenemos muchas cosas en común. Desafortunadamente, el capitalismo y el imperialismo funcionan de una manera que nos divide para poder conquistar, y muchas y muchos no vemos esas conexiones.
La gente pobre, las mujeres negras e indígenas tenemos más conexión con el Sur global que cualquiera que pueda existir con la clase de élite de nuestro país.
En Estados Unidos, recientemente, hubo luchas negras contra la violencia policial, también las luchas de las y los migrantes en contra de las fronteras y las deportaciones. ¿Puedes contarnos cómo avanzaron las luchas o cuáles son los desafíos por seguir?
Tenemos muchos desafíos en torno a la continuación de esa indignación que se dió con los más recientes asesinatos y con lo que produjo la crisis del covid-19. En el verano del 2020, eso se convirtió precisamente en el proceso electoral, por la disputa entre Trump y el partido demócrata, Bide
n y los sectores más progresistas. Al tener este espacio de disputa, hubo muchos y muchas que decidieron: «vamos a hacer una coalición en contra de Trump». Ahí se unieron muchos sectores liberales, progresistas e incluso de izquierda, con representación de los inmigrantes que habían sido abatidos fuertemente durante el gobierno de Trump, con la población negra que fue muy abatida precisamente porque, con Trump, se desenmascaró esta oleada racista y facista. Al no haber otra opción más radical, empiezan a empujar a Biden como una opción –la menos dañina, se decía.
Al ganar Biden, se nos olvidó que teníamos que seguir luchando. Muchos de estos grupos que estaban corriendo más fuerza –el sector inmigrante, el sector negro, sectores de pobres que se estaban articulando alrededor del derecho a un salario digno– se empiezan a desarticular porque «ya se eligió Biden», «ya ganamos». Lo que hemos visto y lo que sabíamos muchas y muchos es que Biden no tiene respuesta alguna a las problemáticas de ninguno de esos sectores de la clase trabajadora, porque ultimadamente, dentro de los gobiernos demócratas en los Estados Unidos, se ha abatido más a las poblaciones negras, inmigrantes y pobres que en cualquier otro gobierno. Lo que pasa es que, durante los gobiernos demócratas, se hace de una manera más cubierta. Los republicanos tienen una manera más directa de ser racistas. Los demócratas la cubren un poquito con el lenguaje, pero igual te dan.
Durante el tiempo de Biden, se han atacado las leyes de derechos reproductivos. Y es dentro del gobierno de Biden donde se deja de financiar proyectos sociales, donde no pasa ningún tipo de política que beneficie a la clase trabajadora. Pero, sin embargo, ha pasado un presupuesto para el 2023 de USD 180 mil millones para la milicia. El interés de Biden, igual que del Partido Demócrata y el Republicano, es la defensa del capitalismo global, es preservar la hegemonía, es llegar a un punto donde tengan legitimidad de nuevo.
Nosotros de los movimientos sociales en Estados Unidos hemos llegado a un proceso de desarticulación por las elecciones que pasaron el 2021, y estamos todavía tratando de recuperarnos y reunirnos, también por el covid-19. No es una sociedad «post covid»: estamos todavía viviendo la realidad de que hay miles de personas enfermando y muriendo. Hay otros factores que son históricos, como la intervención de las organizaciones no gubernamentales que promueven una agenda liberal. Están de nuevo los desplazamientos de territorio, y con eso muchas organizaciones han perdido sus espacios físicos. Bregamos desde un espacio de reaccionar a lo que nos hacen, y no desde un espacio de articularnos y crear estrategias que nos permitan, a largo plazo, empujar agendas políticas.
Lo más esperanzador es que las condiciones materiales están empujando a la gente a darse cuenta de que las respuestas no están ni en el Partido Republicano ni en el Partido Demócrata, y que las soluciones tienen que venir desde el pueblo, desde las comunidades.
Las comunidades se están organizando entre sí: se organizaron para darse comida, para poder subsistir durante la pandemia. Eso ha reforzado que tenemos la capacidad de salvarnos, y alza la confianza del pueblo en sí mismo. Hay muchos y muchas jóvenes que están interesados en saber más del socialismo. Pero todo eso necesita una orientación, que es el gran reto. ¿Cómo nos articulamos y creamos una unidad en base a principios y una orientación común?
¿Cuáles son las estrategias de los movimientos para enfrentar a este imperialismo que impulsa las guerras desde la fuerza de Estados Unidos y de la OTAN [Organización del Tratado del Atlántico Norte]?
Los Estados Unidos son el mayor perpetrador de la violencia alrededor del mundo, a lo interno y a lo externo. Tenemos una milicia con un presupuesto mayor que el presupuesto entero de muchos países.
No se puede cubrir el acceso a una salud gratuita de parte del Estado, pero sí se puede financiar una guerra. No se puede proveer vivienda para más de 500 mil personas viviendo en la calle, pero sí se puede financiar una guerra.
La gente dice lo que decía en el tiempo de Vietnam: ¿qué nos ha hecho esa gente a nosotros? ¿Por qué tenemos que financiar esa guerra? ¿Por qué tenemos que darles armamento? ¿Cuál es el fin de los Estados Unidos en contra de Rusia, cuál es su interés en Ucrania? ¿Por qué la guerra en Afganistán, por qué la guerra en Irak? ¿Qué nos dejó eso a nosotros y nosotras como clase trabajadora? La gente se está cuestionando eso. Yo creo que cuando el pueblo norteamericano se cuestiona ese tipo de pregunta, pueden pasar grandes cosas si hay un movimiento que tiene la capacidad de organizar ese descontento.
Hay sectores que han estado históricamente en las luchas antiimperialistas y antiguerras y que están tratando de analizar la situación. Tienen una visión clara de que los Estados Unidos están apostando geoestratégicamente hacia China, y que el conflicto de Ucrania y Rusia es un camino hacia allá. El reto es que también hay sectores progresistas liberales, sectores antiguerra que no son necesariamente antiimperialistas, y el diálogo entre esos dos sectores ha sido conflictivo, porque los últimos no ponen el dedo en el enemigo global, que es la OTAN.
El enemigo común, el enemigo global, el enemigo de Ucrania, de Rusia, de China y de todos los países del mundo es la OTAN, porque mientras esté allá, tiene un impacto global. Ahora mismo, lo tiene con el tema de los precios del gas y de la comida. Todo eso tiene que ver con la guerra. Los Estados Unidos tienen la guerra allá, y las guerras híbridas en este continente, tratando de recuperar su hegemonía. La prioridad del gobierno de Biden es: ¿cómo volvemos a controlar políticamente, económicamente y militarmente?
Tenemos que estar muy vigilantes desde los movimientos, preparados y preparadas para poder identificar quien es el enemigo real.
Entrevista conducida por Helena Zelic
Las madres de la frontera cuentan sus historias
La migrante haitiana Margarete Valcin y su hijo, Dylan Barbot Valcin en el Centro Ministerial Metodista Unido Cristo en San Diego. Foto de Mike DuBose, Noticias MU
Por Rev. Gustavo Vasquez
08 de mayo de 2022 | NOTICIAS MU
Millones de personas celebran hoy el “Día de las Madres”, en diferentes fechas alrededor del mundo. Son diversas las formas, tradiciones y costumbres para que hijos/as y madres puedan reunirse o ponerse en contacto para celebrar y expresar el amor, el orgullo, el agradecimiento y otros nobles sentimientos que las madres inspiran en la vida de sus familiares.
La profundidad y fuerza de la maternidad en el desarrollo de los/as hijos, trasciende el tiempo, la distancia y cualquier condición humana. La propia escritura resalta en el capítulo 31 de libro de Proverbios, el carácter de la maternidad y su impacto en las vidas sobre las cuales las madres tienen influencia. El propio Jesús entiende su misión mesiánica dentro de la figura materna, como lo expresa el evangelista Lucas en el capítulo 13 verso 34 y la propia iglesia se ha asumido, en muchas oportunidades, como la madre.
Aun en las condiciones más adversas y difíciles, la maternidad es símbolo de seguridad, esperanza y apoyo para los/as más débiles. Esa es la imagen que muchos tienen de la iglesia y sus ministerios, a través de los cuales la iglesia ofrece abrigo, apoyo, amor, solidaridad y muchas otras cosas que se asocian a la maternidad.
Esa actitud materna de la iglesia, llega en acción ministerial, a muchas partes donde abunda la necesidad y la desesperanza. Las fronteras es una de esas zonas donde, especialmente, las mujeres y los/as niños/as sufren la peor parte, por ser los sectores más vulnerables de la sociedad.
Noticias MU ha hecho un reportaje especial para dar a conocer la historia de algunas madres que, en medio de las dificultades, los peligros y las adversidades de la inmigración, siguen siendo esperanza, seguridad, fuente amor y ejemplo de lucha en busca de un mejor futuro para sus hijos/as.
Los nombres de las madres entrevistadas han sido cambiados, para preservar su seguridad, pero lo que no se puede cambiar, es la huella que ha dejado en sus vidas, los hechos que nos relataron en sus historia.
“Pude encontrar a mi hijo por la gracia de Dios”
María es una madre hondureña de Lempira, que estuvo viajando por tierra durante 7 meses, con su hijo menor de 5 años, hasta llegar a un punto de la frontera sur del estado de Tejas, donde pudo solicitar asilo.
“Yo salí de Honduras huyendo, porque el padre de los niños intentó matarme. Yo me había separado de él, pero me ofreció apoyarme con los niños haciéndonos una casa. Yo trabajaba cocinando de 4 de la mañana a 8 de la noche; lo poco que ganaba se lo entregaba para la construcción.
Cuando ya le faltaba poco para terminar la casa, me citó en un sitio porque quería hablar conmigo; me engañó con algunos argumentos sobre los niños y me convocó a un sitio un poco desolado. Iba con temor y un mal presentimiento. Pero vi a dos personas cerca el sitio y me dije que si algo sucedía, esas personas escucharían. El llegó y comenzamos a conversar, cuando de repente salió un hombre armado y me puso una pistola en el pecho, pero al dispararla se le trancó y no pudo.
Él, en vez de defenderme, me sujetó y me tapó la boca para que no pudiera gritar, mientras el otro hombre intentaba dispararme. Sentía que me faltaba la respiración y que me estaba muriendo, al no poder disparar comenzaron a golpearme y patearme; pero en eso llegaron las personas que había visto en mi caminos, porque escucharon ruidos. Ellos salieron huyendo y yo quede muy golpeada, vomitando sangre.
Yo puse la denuncia, pero las autoridades nunca hicieron nada. En mi familia, solo mi madre y algunas de mis hermanas me ayudaron. Somos 11 hermanos y mis hermanos varones, siempre nos han maltratado a mi mamá y a mis hermanas, así que tampoco me ayudaron.
Viendo el peligro que corría y lo indefensa que me encontraba, tome a mi hijo más pequeño y salí de Honduras. Me vine como pude, sin dinero, sin nada; me tocaba dormir en el monte. A veces algunas personas nos ayudaron con habitación y comida, a veces comíamos de las sobras de otras personas.
Soy cristiana y lo único que llevaba era la fe en que Dios estaría con nosotros para que no nos pasará nada, porque en el camino se ve de todo.
Estuve casi 6 meses viajando, hasta que llegue a la frontera con EE.UU. y estuve un mes y medio esperando por la oportunidad de entrar y cuando me aventure a cruzar, con el favor de Dios, pude llegar.
María fue recibida en “La Posada”, un ministerio de la iglesia católica, en donde participan personas de otras iglesias y organizaciones, incluyendo metodistas unidos/as. Allí estuvo recibiendo apoyo en sus necesidades y asesoramiento legal en su caso de asilo y facilitaron la ubicación y el encuentro con David su hijo mayor.
Yo había decidido venirme con mi hijo menor y al mayor lo dejé a con mi mamá, porque me sería más fácil viajar con uno solo y después poder traer al otro. Pero, en una oportunidad que me pude comunicar con mi familia, me dijeron que mi hijo había decidido buscarme y se fue de la casa de mi familia.
Ese niño se vino solo desde Honduras hasta Reynosa en México, allí me avisaron que lo tenían las autoridades. Yo tenía miedo de que me lo quitaran, pero al final me avisaron que lo mandarían para este refugio conmigo. Sin embargo, resultó positivo en sus pruebas de COVID y lo retuvieron allá nuevamente, hasta que se sanara.
Yo estaba muy contenta cuando me pude reunir con él aquí en “La Posada”, después de tantas preocupaciones y angustias. Pero, al mismo tiempo me puse triste al ver las condiciones en las que llegó; su cuerpo todo marcado con un brote en su piel”
David, con sus 11 años, es más sociable y sonriente que el común de los niños de su edad. Le gusta conversar y se adelanta a contestar las preguntas con picardía y espontaneidad. Sin embargo, cuando su mamá le pregunta sobre su viaje y todo lo que vivió en esa travesía, su rostro cambia drásticamente, su expresión se torna seria, su mirada evasiva y enmudece por unos segundos: “Desde que nos reunimos, no ha querido contarme lo que pasó, por mucho que le pregunto no quiere hablar de eso”.
En “La Posada”, han podido recibir asistencia de salud, apoyo psicológico y apoyo pastoral. Los niños han tenido la oportunidad de ir a la escuela y recibir clases de inglés. David, con el dinamismo que lo caracteriza, habló de lo contento que se siente, de haber encontrado a su mamá y de lo bien que lo han tratado en el albergue: “fíjese que ya aprendí a decir ‘I am fine, thanks you. How are you?’ (Yo estoy bien gracias ¿y usted?)”, nos dijo en una veloz ráfaga de palabras una tras otra.
“Sueño con poder encontrarme con mi hermana en Maryland y comenzar una nueva vida con mis hijos”. Así como a esta madre, “La Posada” ha ayudado a muchos/as inmigrantes a poder reunirs
e con sus familiares en los EE.UU., facilitando los contactos y recursos para su transportación.
Perdí todo, pero aun tengo a mis hijos
Aracelis es mexicana, nativa del estado de Guerrero, el cual ha estado padeciendo la violencia de los grupos del crimen organizado y el narcotráfico, de una manera muy acentuada. Desde un refugio para inmigrantes en la frontera comparte su historia entre lágrimas, preocupación y el desespero por los obstáculos que ha puesto la política migratoria de EE.UU., para examinar solicitudes de asilo humanitario, como la que ella busca presentar.
Yo tenía mi hermano mayor que vivía en los EE.UU. y vino a México para vender un auto, cuando lo secuestraron y tuve que asumir las responsabilidades familiares, más allá de mis propios hijos. Esto me obligó a regresar a la casa de mi madre para poder ayudarle, ya que ella tiene una edad ya avanzada.
Por la liberación de mi hermano, pagamos parte de su rescate y estuvimos buscándolo, pero nunca apareció. A partir de allí comencé a recibir amenazas de los secuestradores y un día mi hermano menor, de 26 años, atendió al llamado de la puerta en su casa y era un grupo de delincuencia organizada que se lo llevó a él y a mi hermana menor de apenas 15 años.
Después de tres meses nos devuelven a mi hermana, maltratada, desnutrida, víctima de violación y tortura. No conformes con esto se llevan a mi mamá para que viera a mi hermano, que lo tenían encadenado y pasando hambre y le dicen ‘te entregamos a tu hija. Pero a tu hijo, lo queremos para que trabaje para nosotros. Si te lo quieres llevar, te lo damos, pero con un tiro en la frente; tú decides’. Así fue como mi hermano tuvo que trabajar para ellos.
Mientras, mis otros dos hermanos desaparecieron y yo tuve que irme para ayudar a mi mama. Mi esposo aprovechó esta situación para denunciarme por abandono de hogar, aunque conocía todo lo que estaba sucediendo y, a través de acciones fraudulentas, traspasó todos nuestros bienes a nombre de su mamá y me impidió regresar a mi casa. Me quedé en la calle con mis hijos.
Mi hermano tuvo que seguir trabajando para esta organización, aun después de enfermarse gravemente. Lo mantenían trabajando en el tráfico de drogas y enfrentando a grupos rivales, hasta que lo matan en un operativo del gobierno cuando toman una bodega, en un caso que fue conocido públicamente a nivel nacional.
Toda esta relación involuntaria con esta organización criminal ha destruido a mi familia. A otra de mis hermanas, le llegaron a su casa y mataron a sus dos hijos delante de sus nueras y nietos/as, a sangre fría.
Todo esto ha cambiado mi vida. Yo era empresaria, me dedicaba a producción agrícola, tenía un negocio de cocina para banquetes y una inmobiliaria. Y de la noche a la mañana quedé en la calle, con mis hijos y siendo perseguida por esa organización criminal.
Tengo ataques de ansiedad y miedo constante por mis hijos que ya son adolescentes. Vengo huyendo de ellos, porque ahora quieren a mis hijos y eso no lo puedo permitir. De la escuela donde estudiaban mis hijos, ya han secuestrado a tres jovencitos y seguramente es para obligarlos a trabajar en el crimen organizado. Tengo miedo de que vayan a la tienda, de que vayan a la escuela.
Como Aracelis, miles de madres esperan en la frontera poder presentar su solicitud de asilo, mientras siguen luchando sacar adelante a sus hijos en medio de las adversidades.
Mi hija nació en el camino
Con 30 años Magaly, tuvo que abandonar El Salvador, dejando a dos de sus cuatro hijos allá, su empleo como niñera de un kínder y a su madre, para emprender su camino migratorio hacia los EE.UU. Junto a otras 1500 personas, Magaly habita con sus hijas más pequeñas y su esposo, en un refugio improvisado con lonas y carpas de bajo de uno de los tantos puentes de la ciudad de Tijuana.
Magaly vivió buena parte de su trayecto sufriendo las consecuencias del embarazo: “fue muy difícil para mí. Yo no sabía que estaba embarazada cuando salimos, pero comencé a sentirme mal en el camino y no sabía por qué. En nuestra estancia en Guatemala pude hacerme una prueba y confirmamos lo de mi embarazo. Pensamos en regresar, pero nos decidimos a no hacerlo porque nuestras vidas corren peligro en El Salvador, ya que las ‘maras’ saben que tenemos familia en EE.UU. y buscan secuestrarnos para cobrarles rescate”.
Yo viajaba con mi esposo y mi hija, ya que los dos hijos varones los dejamos con familiares, en otra parte del país para protegerlos. El trayecto lo hemos hecho en camiones y caminando. Muchas partes del trayecto tuvimos que caminar durante horas, sin agua ni comida; sentía que me desmayaba. Además, hacia mucho calor y la humedad me hacía sentir sin energía.
Queríamos salir rápido de Guatemala, porque la policía nos perseguía para robarnos y maltratarnos y tratábamos de viajar lo más rápido posible, eso lo hacía todo más difícil, aunque siempre encontramos ayuda en los momentos más duros. A veces uno se encuentre gente buena y solidaria; pero también te encuentras con gente mala, muy mala.
En Tapachula, por ejemplo -ciudad fronteriza al sur de México donde pasan la mayor parte de los/as migrantes que vienen de Centro y Suramérica – una señora nos abrió su casa para darnos albergue temporalmente, cuando me vio embarazada y con los malestares propios de mi estado. Ella misma fue quien me llevó al hospital, cuando comenzaba a tener los dolores del parto.
Ya con la niña de un mes de nacida seguimos nuestro viaje, atravesando México hasta llegar a este punto de la frontera. Nos establecimos aquí porque no teníamos a donde ir y los albergues estaban llenos. Entre láminas y lo que pudimos encontrar, abrimos este espacio y después nos dieron unos plásticos para protegernos de la lluvia. Aquí hay mucha gente y recibimos mucha ayuda en ropa, comida y medicinas. Aquí nos vacunaron contra el COVID, por ejemplo, y diariamente vienen grupos, iglesias y personas particulares, a traernos comida.
Una de esas iglesias, a las que Magaly hace referencia, es la Iglesia Metodista de México, A.R., que mantiene un comedor en la ciudad, con la ayuda del Comité Metodista Unido de Auxilio (UMCOR, por sus siglas en inglés). Durante la pandemia, este comedor se mantuvo cerrado debido a las restricciones que impuso el gobierno mexicano, para impedir la expansión del virus del COVID-19. Sin embargo, no se detuvieron en el ministerio de alimentar a las familias migrantes necesitadas y habilitaron la cocina para preparar las comidas y llevarlas a diferentes refugios de la ciudad.
No se sabe ni cómo, ni cuándo podrán presentar sus solicitudes de asilo. Como ellos/as, miles de familias, de madres con sus hijos/as y de mujeres embarazadas, que huyen de sus países, esperan en diferentes puntos de la frontera p
or una oportunidad
Nosotros aguantaremos lo más que podamos y vamos a seguir adelante, de la mano de Dios, porque buscamos un mejor futuro para nuestros/as hijos/as, tanto ellas que vienen con nosotros, como los que dejamos en El Salvador.
Las domadoras del Paraná
Periodista: Carina Bazzoni
Fotoperiodista: Celina Mutti Lovera
Fuente: https://territoriosyresistencias.com/
En medio de la pandemia de Covid-19 y la extraordinaria bajante del río Paraná, una cooperativa busca mejorar los ingresos de un grupo de mujeres que vive de la pesca artesanal, uno de los eslabones más delicados de la emergencia hídrica que afecta a siete provincias argentinas, entre ellas las del Litoral.
“Es lo que hay”, dice María Barrios y se encoge de hombros. Las cuatro palabras suenan cada vez con más frecuencia en el galpón de la Cooperativa de Trabajo ”Fisherton – Pueblo Esther”, estratégicamente ubicado frente al Paraná, en la bajada Balbi, a unos 30 minutos en auto de la ciudad de Rosario (la urbe más poblada de la provincia de Santa Fe).
Mientras habla, la pescadora y referente de esta cooperativa mira los cinco sábalos plateados que sacó del río ese miércoles, después de una larga jornada de recorrer las redes sin mucho éxito. De a uno, los acomoda sobre una tabla, los mide con las manos y hunde el cuchillo en la panza blanca y blanda. Con pericia, en unos minutos despina la poca pesca del día.
En los primeros días de otras primaveras, la mujer hubiera vuelto con su canoa repleta de pescados. Pero en los dos últimos años las desgracias cayeron como plagas en este barrio de pescadores artesanales. A mediados del año 2019, antes del inicio de la pandemia de Covid-19, el Paraná comenzó un proceso intenso de pérdida de caudal que lo llevó en 2021 a su peor bajante en más de 70 años.
La reducción del nivel del río, uno de los más bravos de América, no sólo es abrupta sino prolongada. Entre las causas determinantes para la histórica bajante se encuentra el déficit de precipitaciones en las cuencas brasileñas del río Paraná, del Uruguay y del Iguazú, en un escenario de mayor variabilidad climática como consecuencia del calentamiento global y de cambios profundos en el uso de la tierra por la extensión de la frontera agropecuaria a lo largo de toda la cuenca.
Después de analizar las mediciones de los caudales medios diarios del Paraná a lo largo de 117 años, desde 1905 a 2021, investigadores de la Universidad Nacional de Rosario concluyeron que “la disminución observada en los años 2020 y 2021 puede relacionarse sustancialmente a lluvias medias anuales muy por debajo de las consideradas normales en el último período”. Esto destaca un trabajo presentado en las XV Jornadas de Ciencias, Tecnologías e Innovación de la universidad pública rosarina que lleva las firmas de Pedro Basile, Gerardo Riccardi y Marina García.
La bajante de estos últimos dos años transformó el paisaje de los humedales: las costas se ampliaron, dejando a la vista la arena y el limo que le dan al río su color marrón y emergieron varias maravillas que habían quedado sepultadas por el agua: fragmentos de un viejo puente en la ciudad de Santa Fe, antiguas anclas a la altura de Ramallo y, en la ciudad de Paraná, una ermita de la Virgen de Guadalupe que se había hundido a principios de 1991 tras una creciente.
En la zona de islas, los cambios fueron más sobrecogedores. Muchos de los riachos y lagunas que dependen del cauce principal del río se secaron y los peces perdieron parte de su lugar para reproducirse.
Los cinco sábalos que limpia María en el galpón de la cooperativa de pescadores, son otra cara de la crisis ambiental: “Las lagunas donde íbamos a buscar el pescado están secas. En la isla ahora hay campos sembrados, hay máquinas, hay vaquitas. Está todo arrasado”, señala la mujer y pronostica: “si esto sigue así, en dos años nos quedamos sin pescados”.
Resistir juntas
La cooperativa de pescadores Fisherton de la localidad de Pueblo Esther nació hace diez años. Está integrada por 19 personas, donde las mujeres son siete, la mayoría dedicada a la elaboración de alimentos en base a pescado.
María está al frente del proyecto, que busca sumar valor agregado al trabajo de las y los pescadores. En el grupo están quienes pescan, quienes limpian y despinan y quienes cocinan las empanadas, albóndigas, milanesas o canelones que, congelados, venden en ferias y mercados.
“La vida del pescador y de su familia es durísima”, afirma Marcela Báez, cuñada de María y jefa de cocina. El adjetivo no alcanza para resumir las muchas horas de trabajo a la intemperie, de noche, de madrugada, con frío, con lluvia, con sol, con mosquitos, con el cuerpo cansado y la humedad que cala los huesos; sin sueldo fijo ni beneficios sociales.
La cooperativa nació como un intento de enmendar esta cadena de miserias, de mejorar los ingresos de las y los pescadores y, al mismo tiempo, cuidar el recurso de la voracidad de los frigoríficos que pagan poco por el pescado: aún en épocas de escasez de oferta, como la actual, la retribución por el kilo de sábalo puede llegar a 100 pesos, hasta cinco veces menos de lo que se vende en algunos supermercados del centro de la ciudad de Rosario, que apenas alcanzan para comprar medio kilo de pan.
El proyecto comunitario se volvió imprescindible a medida que el Paraná redujo su caudal. En el invierno de 2021, el río bello y bravo, el segundo más largo de Sudamérica después del Amazonas, atrajo la atención de la prensa argentina y de medios internacionales, como el diario New York Times o la cadena Al Jazeera.
“El Paraná se marchita” o “El nivel del río se desploma” alertaron en títulos que intentaban resumir la tragedia ambiental que tensiona el pulso de este torrente por el cual, en el 2020, circularon el 70% de los granos, el 96% de los aceites vegetales y el 96% de las harinas que explican el 37% de las exportaciones agrarias de Argentina, según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Pero esos números no bastan para medir las consecuencias del descenso de las aguas. Para Maria, Marcela y sus compañeras y compañeros de la cooperativa, el retiro del río no solo lastima su flaca economía sino también su historia, y siembra preocupación sobre el futuro.
Con ritmo de cumbia
Para llegar a la “bajada Balbi” hay que cruzar la zona de quintas de Pueblo Esther y prestar atención a los carteles pintados con cal, sin mucho esfuerzo tipográfico, que anuncian “hay pescado”. Los días de semana, por esas calles de tierra no circula un alma. Los sábados y domingos, la gente se acerca a la playa y suena cumbia.
En los mapas de Google, la zona figura como bajada Barbi, pero no es el nombre correcto. La barriada lleva el apellido de “Don Balbi”, uno de los pr
imeros acopiadores de pescado del pueblo, que armó su rancho sobre el vértice que forma el Paraná con la desembocadura del arroyo Frías, un sitio arqueológico al que en 1907 llegaron los hermanos Carlos y Florentino Ameghino con su idea de demostrar el origen pampeano de la humanidad. Con el tiempo, el lugar se fue poblando de familias de pescadores, cuyas casas miran de frente al delta del río. Actualmente son unas 50, aunque ya no todas viven de la pesca.
La geografía de esa zona del río empezó a cambiar hace 20 años, cuando Argentina se posicionó como el principal proveedor de harina y aceite de soja a nivel mundial.
En las barrancas empinadas de ese tramo del Paraná crecieron los puertos de las multinacionales Cargill, Louis Dreyfus o Toepfer, industrias de reparación de barcazas como Ultrapetrol, que fueron limando los bordes de agua, y también barrios cerrados con nombres bucólicos como Campos de Esther, Tierra de Sueños o Azahares del Paraná.
Cada nuevo emprendimiento fue celebrado como una señal de progreso. Pero la ilusión, afirman en la bajada Balbi, se desvaneció rápidamente. “Algunos de nuestros pibes consiguieron entrar a trabajar con las barcazas, pero en tres meses los echaron -dicen algunos de los pescadores-. A nosotros nos perjudicó muchísimo. Nos achicó nuestra cancha de pesca, nos obligó a abandonarla y a corrernos”.
La “cancha de pesca” es algo así como el lugar sagrado de los pescadores. Es el área del río donde pueden trabajar tranquilos y tirar sus redes, sin temor a engancharlas, romperlas o perder herramientas. El tamaño de esas zonas se mide por el tiempo que lleva recorrerlas con la canoa.
EN LA COOPERATIVA BUSCAN SUMAR VALOR AGREGADO AL PESCADO.
Tradicionalmente, los pescadores de la bajada Balbi arrojaban la línea sobre la desembocadura del arroyo Frías después de navegar una hora. Pero el crecimiento de las industrias los obligó a correrse más hacia el sur y a achicar el sector, acercándose peligrosamente al borde del canal de navegación, la parte más profunda y con más correntada del río. “Actualmente, nos queda poco más de media hora de cancha”, rezonga Barrios.
Las mujeres de la bajada
María Barrios tiene la piel morena, los ojos negros y el pelo largo, pero lo esconde bajo una cofia blanca mientras despina pescados en el galpón de la cooperativa, una construcción de ladrillos y techo de chapa, levantada por la misma comunidad, que esa tarde huele a lavandina. La mujer llegó a la bajada Balbi cuando era una niña. Más de una vez, en épocas de crecida, el río se acercó a pocos metros del edificio levantado sin mucho plano sobre la barranca.
Ahora, por la bajante, para llegar al Paraná no basta con desandar esa cuesta, sino que hay que avanzar aproximadamente otros 70 metros, hundiendo las botas en el barro, entre cañas altas, sauces frágiles, arbustos aromáticos y yuyos que ocuparon el espacio cuando el agua empezó a retirarse, lentamente primero, con violencia este último invierno.
Todos los martes, miércoles y jueves, los días exentos de la prohibición de pesca comercial ampliada por el gobierno provincial a raíz de la bajante, la mujer recorre ese camino para ganarse la vida. Sólo en la provincia de Santa Fe hay 4.020 familias que dependen de la pesca y unas 1.628 son de pescadores artesanales, según el último relevamiento del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático santafesino.
Las mujeres son minoría en ese universo de trabajo rudo. Según esa misma nómina, sólo 85 pescadoras tienen permisos de pesca comercial y otras 80, de subsistencia -es decir, sólo para consumo propio o familiar-. Tradicionalmente la actividad se enseña y se aprende de padres a hijos. Y en ese mundo caprichosamente masculino, las mujeres tienen otras tareas: son las que limpian, faenan o cocinan el pescado. No las que lo sacan del río.
María cuenta que aprendió a pescar de la mano de su padre. Aunque su progenitor nunca la alentó, ella empezó a pescar para alimentar a sus hijos. Si las historias de las personas pudieran resumirse en una serie de momentos significativos, la de María diría más o menos así: A los 9 años trabajaba junto a su mamá en una quinta de frutillas. A los 13 años con sus hermanos ya eran “medieros”, es decir cultivaban una quinta y repartían ganancias con los dueños de la tierra. Después trabajó en una fábrica, apenas unos meses porque nunca consiguió que le pagaran y a los 20 le dijo a su papá que iba a empezar a pescar. Le alquiló la canoa y salió al río.
Aprendió a tejer y armar redes, a calarlas, a tirar líneas, tarritos y anzuelos. Aprendió los ciclos y las arribadas de los distintos peces; a buscarlos en el río, en las lagunas de la isla y, sobre todo -dice- aprendió a defender el precio del pescado. Entonces, se puso al frente de la cooperativa.
María conoce de memoria las idas y venidas del río. Sin embargo, nunca vio una bajante como la actual.
El caudal del Paraná baila al ritmo de las lluvias registradas en su cuenca alta, sobre todo en el sur de Brasil, Paraguay y el norte de Argentina. Quienes se encargan de estudiar estos vaivenes han medido bajantes y crecidas dentro de un mismo año, descensos en otoño e invierno y subidas en la primavera y el verano, y también en períodos más largos, con años secos y años húmedos. A su favor, esas investigaciones tienen una larga historia de registros que datan desde la construcción del puerto de Rosario, en los últimos años del siglo XIX.
Durante el verano de 2020, mientras las noticias hablaban exclusivamente del crecimiento de los casos de covid-19, en el Centro Universitario Rosario de Investigaciones Hidroambientales (CURIHAM) se empezaba a advertir que la bajante se corría de los márgenes habituales. En el invierno siguiente, cuando la altura del Paraná se ubicó durante casi un mes por debajo del cero de la escala que se usa para medir el río en la zona del puerto de Rosario -mientras que la altura promedio para esa época del año, según el Instituto Nacional del Agua, es de tres metros- ya no cabía duda de que se trataba de una situación extraordinaria.
Según explican los investigadores del CURIHAM Gerardo Riccardi y Pedro Basile, en la historia de casi 140 años de mediciones de los niveles del Paraná se incluyen numerosos eventos severos. Pero desde el comienzo de la década de 1970, el régimen hidrológico del río muestra un cambio, con valores máximos y mínimos más extremos.
La bajante actual resulta comparable con la de los años 1944-45, cuando se registraron dos niveles mínimos anuales límite: a la altura de Rosario se midieron -1.39 y -0.81 metros respectivamente.
Para los especialistas, la variación en el régimen hidrológico del río desde 1972 se explica por diversos factores observados en la cuenca a partir de la década del 60, como los aumentos de lluvias a escala regional, la deforestación y los cambios de
l uso del suelo, que contribuyeron a un mayor escurrimiento en la cuenca.
Algo queda claro: el río de la bajante del 44 ya no es el mismo que el actual. Entre otros factores, porque en siete décadas creció la población de las ciudades situadas a su alrededor, se multiplicaron las urbanizaciones y también las industrias afincadas en su costa, las hectáreas cultivadas en toda la cuenca y el tránsito de barcos que transportan la cosecha. Todo cambió.
El río en emergencia
Una semana antes de que termine julio de 2021, el gobierno nacional declaró la emergencia hídrica para los territorios ubicados en las márgenes de los ríos Paraná, Paraguay e Iguazú.
El documento, firmado por el presidente Alberto Fernández, señala que el déficit de precipitaciones en las cuencas altas “es uno de los factores determinantes para la bajante histórica actual, considerada la más importante en nuestro país en los últimos SETENTA Y SIETE (77) años”. La mayúscula es del original.
La pérdida de niveles en estos cauces, sigue el decreto, puede perjudicar “el abastecimiento del agua potable, la navegación y las operaciones de puerto, la generación de energía hidroeléctrica y las actividades económicas vinculadas a la explotación de la Cuenca”.
El área afectada por la bajante no sólo es extensa sino sumamente diversa. El retiro de las aguas imprime sus consecuencias en siete provincias: Formosa, Chaco, Misiones, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires que suman 809 mil kilómetros cuadrados de extensión, un tercio de la superficie continental del país, y 24 millones de personas o más de la mitad de la población argentina.
Para algunas organizaciones ambientalistas agrupadas en la Multisectorial de Humedales, la emergencia en el río se declaró demasiado tarde y estuvo apalancada sobre todo por la necesidad de obras para adecuar los sistemas de provisión de agua potable y las pérdidas generadas en el transporte de granos. Según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario, sólo entre enero y mediados de septiembre de 2021, la disminución de altura del río significó una pérdida de 620 millones de pesos en exportaciones de harina y aceite de soja. La economía, advierten desde esa organización, se impuso por sobre la necesidad de protección del ambiente.
Tras declarar la emergencia, el gobierno nacional anunció que había empezado a gestionar ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) la posibilidad de sumar 100 millones de dólares a los 300 millones que ya tenía comprometidos este año con el organismo para atender eventos como inundaciones y terremotos.
En septiembre, el entonces jefe de Gabinete de Ministros, Santiago Cafiero, informó que se autorizaban obras a través del Fondo de Emergencia Hídrica, que administra el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA) e implica inversiones por 1.000 millones de pesos para la asistencia a las provincias y localidades afectadas.
Santa Fe adhirió a la emergencia hídrica en agosto, un mes después del decreto nacional. Pero, según indicaron desde el Ministerio de Ambiente local, las cuentas provinciales aún no habían recibido a fines de octubre de 2021, un solo peso del fondo de emergencia. “Ya remitimos toda la documentación, con los requerimientos correspondientes, a la Jefatura de Gabinete de Nación. Ahora nos encontramos a la espera de la asignación de recursos”, explicaron.
Una tormenta de verano
Micaela Tosco tiene 24 años y los ojos muy parecidos a los de María, su mamá. No vive en la bajada Balbi, sino en una casa humilde de la zona sur de Rosario. Todas las mañanas, viaja una hora en colectivo para ir a trabajar a la cooperativa.
Era muy pequeña cuando María empezó a pescar y ya no se acuerda de la primera vez que la acompañó en la canoa, pero sí de la última. Fue después de que una tormenta de verano, de esas que se forman rápido y llegan a la tierra con violencia, las encontró en medio del río. Las olas eran enormes, recuerda la joven. Su mamá apenas atinó a lanzar a ella y a sus hermanos de panza sobre el piso de la canoa y pedirles que se taparan los ojos. Mientras la mujer le daba pelea al río, pensó que no salían, pero logró domarlo y llegó a la orilla. Desde entonces, ninguno de los siete hijos de María volvió a pescar con ella.
El recuerdo llega como un pájaro a la mesa donde las mujeres convierten unos diez kilos de picada de pescado en empanadas, tartas, albóndigas, arrollados o chorizos, todos caseros.
De fondo, la radio habla de la cumbre del clima en Glasgow. Más de 10 mil kilómetros -y muchas otras cosas- separan a Pueblo Esther de esa ciudad escocesa, pero las preocupaciones son las mismas. “Todos los que somos pescadores somos conscientes de lo que está pasando con el clima”, comenta María y añade que ya no es tan fácil anticipar las arribadas de especies como el sábalo, la boga o el pacú; y que el tiempo entre que las tormentas se arman en el cielo y se precipitan cada vez es más breve.
Y algo de eso hay. Los peces del Paraná reproducen el dicho popular: el grande se come al chico. En el comienzo de esa cadena está el sábalo, cuyos huevos y larvas alimentan a otras especies como la boga, el surubí o el dorado. Pero el sábalo requiere para su reproducción de las oscilaciones naturales del nivel del río y de las lagunas del delta donde se desarrollan sus crías.
El proyecto de Evaluación biológica y pesquera de especies de interés deportivo y comercial (Ebipes), del que participan el Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca de la Nación y las provincias de la zona media y baja del Paraná, se gestó en el 2005 para mejorar el conocimiento sobre los recursos pesqueros de esa zona del río. Para determinar el estado de situación, en forma periódica se realizan estudios sobre variedad, cantidad y tamaño de las especies.
Las evaluaciones del 2021 indicaron que, a causa de la bajante, ya se suman dos años en que la reproducción del sábalo no fue supernumeraria. Gaspar Borra, abogado ambientalista y asesor del Ministerio de Ambiente de Santa Fe, advierte que la situación echa incertidumbre sobre el futuro del recurso. Después de dos años de reproducciones muy escasas, “hay que ver qué pasa este verano porque, si bien el río está subiendo, las proyecciones no son muy alentadoras y, de mantenerse los caudales bajos, esta tampoco sería una buena temporada de reproducción”.
Por eso, afirma Borra, se dispusieron medidas para reducir la presión de pesca, vedando la captura algunos días y limitando el cupo de exportación de pescado. En 2019, el Litoral argentino exportó 18 mil toneladas de sábalo. Ese año, todas las provincias litoraleñas (Entre Ríos, Santa Fe, Corrientes y Chaco) se pusieron de acuerdo para bajar un tercio la cuota de exportación. “Para que haya pescado mañana, tiene que haber peces hoy”, apunta Borra, pero de todas formas destaca que l
a variable ambiental no puede disociarse de lo social o lo económico. “Hay comunidades que por una cuestión cultural subsisten del río. Tenemos que buscar el equilibro”, agrega.
Biodiversidad
En el Paraná viven unas 200 especies de peces con una dinámica “única” en el mundo, por su capacidad de adaptarse a los irregulares flujos de sequía e inundación del río. Si se pone el ojo en toda esa riqueza, no sólo en los peces de interés comercial, “se puede decir que se conoce muy poco de lo que pasa en el río”, señala Andrés Sciara, decano de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la Universidad Nacional de Rosario y especialista en Biotecnología aplicada a la acuicultura de especies nativas.
En ese desconcierto, ya hay especies que prácticamente han desaparecido de estas costas. El pacú es un claro ejemplo: muchos pescadores de la zona ni siquiera lo identifican, lo confunden con palometas o pirañas. Lo mismo ocurre con el manguruyú, uno de los mayores peces existentes en la cuenca. Al menos un estudio científico muestra también la vulnerabilidad de algunas rayas, sobre todo la raya gigante del río, afectada por la sobrepesca accidental y por la pérdida de hábitat.
Vanina Villanova es doctora en Ciencias Biológicas, investigadora del Conicet y del Laboratorio Mixto de Biotecnología Acuática que funciona en el Acuario del Río Paraná en Rosario, y cada tanto los pescadores le acercan capturas que les resultan extrañas. La última fue, justamente, una cría de manguruyú, que su captor consideraba una especie exótica.
La científica explica que la fauna ictícola es un recurso a cuidar tensionado por la pesca, ya sea la de gran escala para exportación, la incidental o la deportiva. Las modificaciones que se producen en su ambiente, como el dragado del río y la modificación de los cursos de agua en las islas, conspiran contra la buena salud de las especies.
“Si bien la dinámica de esos peces les permite sortear las bajantes del río, ahora tenemos también una mayor actividad humana de todo tipo: contaminación, pesca, transporte, cambio de usos del suelo en los humedales y endicamientos que repercuten en toda la cadena”, señala la experta.
Especialistas consideran que una buena práctica para preservar estas especies es la conservación de áreas naturales -sobre todo en las zonas donde se reproducen los peces- y también el control de los cupos de exportación. Algunos sugieren eliminar la venta internacional de pescado de agua dulce como otra herramienta para la preservación.“Son medidas que tienen un costo político y son un poco drásticas, pero habría que pensarlas”, apunta Villanova.
“No cambiaría mi vida por nada”
En febrero de 2005 se celebró la primera reunión del Consejo Provincial Pesquero un organismo del que participan 20 personas, representantes de las cámaras legislativas, funcionarios provinciales, municipales y comunales, acopiadores, frigoríficos, empresarios turísticos, clubes de pesca deportiva, ONGs, universidades y comités pesqueros regionales. También los pescadores se sientan a esa mesa, que se reúne unas seis veces al año para analizar la realidad del sector.
La bajante del Paraná y sus consecuencias en la pesca fue el “gran” tema de los últimos encuentros donde, señala María, pueden discutir de igual a igual con biólogos y políticos. “Para estar ahí tuvimos que aprender, mucho que prepararnos, y de a poco nos vamos haciendo escuchar”, dice, y asegura que las voces de los trabajadores del río enriquecen el debate.
Tradicionalmente, afirma, “los pescadores hemos sido perseguidos por todo lo que pasa en el Paraná”. Sin embargo, destaca que la presión inmobiliaria sobre los terrenos costeros, el dragado del río, el intenso tránsito de los buques o el uso de pesticidas es lo que daña al río. ”Los pescadores siempre aparecemos como los únicos culpables de todo”, se queja María. Micaela y Marcela comparten la bronca.
“Igual yo no cambiaría mi vida por nada”, señala María y muestra un tatuaje que lleva orgullosa con la imagen de un hermoso pez dorado que salta sobre el agua. Se lo estampó en una nalga hace algunos años, cuando cumplió los 40 y el reuma y el asma la empujaban a dejar de pescar.
Pero, dice que el río la sigue llamando, que el agua la calma. Y que después llegó la bajante, que muchos pescadores dejaron el río para hacer otras changas y que empezó a faltar pescado para la cooperativa. Todavía no pudo dejar de pescar.
* Este artículo fue realizado entre octubre y diciembre de 2021
Esta historia forma parte de “Territorios y Resistencias” la investigación federal y colaborativa de Chicas Poderosas Argentina, que fue realizada entre octubre y diciembre del año 2021, con el apoyo de la Embajada de Estados Unidos en Argentina, por un equipo de más de 35 mujeres y personas LGBTTQI+ de todo el país.
La conquista de la plenitud es un acto de fe
Entrevista con la teóloga y pastora Raquel Suárez Rodés
Por Lirians Gordillo Piña, para la Tizza
Raquel Suárez (1965) nos regala una imagen para la vida en esta entrevista: «unos pañuelos blancos que vuelan desde las gavetas abiertas de un clóset que nunca pudo contenerlos». Múltiples acontecimientos, personas conocidas y nosotras mismas podemos ser esa fuerza que revuelve todo en la conquista del autoreconocimiento, el amor, la justicia y la felicidad. Como a muchas, el clóset le reservó a Raquel las gavetas de la familia, la iglesia, la sociedad; pero no contó con ella y su empuje vital.
La entrevista aparece en el volumen «Libres para amar», publicado en 2020 por la Editorial Caminos y SEMlac.
Recortes de infancia…
Soy hija de pastores bautistas; mis hermanos y yo crecimos en una familia pastoral y eso tuvo mucho que ver en mi vida. En mi caso, el grupo de amigos era el grupo escolar, porque amistades del barrio tuve en los primeros cinco años de vida, cuando vivimos en Colón, un pueblo de Matanzas, donde tuve muchos amigos y amigas de la iglesia y de la cuadra. Cuando nos mudamos para La Habana, realmente, tenía muy pocos amigos en el barrio, porque a los niños que vivían cerca de la casa no los dejaban relacionarse mucho con nosotros por el tema religioso.
Reconocer mi orientación sexual homoafectiva fue un proceso bastante tardío: no fue en la primera adolescencia, me empecé a dar cuenta en los primeros años de la universidad. Creo que la manera en que he reaccionado tiene que ver con nuestra propia historia de vida, nuestro país, el hecho de ser cristianos y ser hijos de pastores.
Los conflictos que evoco de mi infancia se remiten a episodios en la escuela, cuando empezaba el curso escolar y nos preguntaban, para hacer una lista, quiénes eran los niños religiosos. Después venía el bullying de los compañeros de escuela; fueron experiencias difíciles que nos marcaron como niños y adolescentes.
De todas formas, estas experiencias nos hicieron desarrollar una capacidad de aceptación y fortaleza; nuestros padres nos enseñaron a tener dignidad y no rencor, para que no fuera un trauma. Pero, definitivamente, temas como este llevaron a muchas personas a emigrar del país; o, como en mi caso, a estudiar carreras que no eran las que hubiésemos querido. Son efectos que no tienen marcha atrás.
En mi casa no recuerdo un clima de rechazo. Mis padres tenían como principio ético no hacer chistes, ni comentarios, ni bromas que pudieran afectar la integridad de un ser humano. Eso era un mandamiento en nuestro hogar. Mi mamá era muy intransigente. No le gustaban las bromas racistas, sexistas ni homofóbicas.
En esos años no recuerdo que la comunidad tuviera conflictos en este sentido. Los conflictos que recuerdo eran los de una pareja que se divorciaba y, según la tradición de la iglesia bautista, uno de los miembros de la pareja se tenía que ir de la iglesia. Pero sí recuerdo personas que conversaron con mis padres sobre su orientación sexual y ellos mostraron una actitud de comprensión.
De niña recuerdo que mi mamá, por mi manera de vestir, de jugar, me recalcaba cómo tenían que sentarse las niñas — «los pies cerrados» — y siempre me decía: «las niñas son como florecitas». Directamente a mí no me manifestó ninguna preocupación, hasta que en la adolescencia tuve amigas, esas relaciones de amistad muy intensas. Ella, quizás, se preocupó en algún momento porque yo guardaba alguna foto, cartas de cuando pasábamos la escuela al campo y estábamos distanciadas.
El amor…
En la adolescencia me enamoré de un muchacho de mi iglesia; fuimos esos novios adolescentes apasionados. Después ese muchacho y su familia se fueron de nuestra iglesia y del país. Empecé a tener sueños con alguna profesora, alguna amiga durante la etapa de la universidad, pero, realmente, la primera experiencia que tuve fue al conocer, en Nicaragua, a una de las teólogas y biblistas feministas de la liberación latinoamericana y una mujer extraordinaria. Yo había ido como parte del equipo de liturgia para un evento, pues iban a inaugurar la cátedra Frank País en el Seminario Bautista de Nicaragua, en 1989.
Estaba preparando la liturgia de ese día ensayando «Yo vengo a ofrecer mi corazón», con mi compañera de viaje, que era una gran pianista y liturgista, y sentí que alguien me miraba. Era ella. Fue un impacto muy grande. Nos presentamos, conversamos y el resto del tiempo que estuvimos en Managua ella casi no se separó de nuestra delegación.
Yo estaba estudiando Medicina, en sexto año de rotación, y tenía que regresar a Cuba; ella se quedó junto a nuestro grupo todo el tiempo y después visitó Cuba varias veces. Fue la primera persona de quien creo me enamoré. Fue algo platónico, pero ella me hizo enamorarme más de la teología, de los estudios de la Biblia, de la hermenéutica bíblica. Fue la primera persona que me mandó un artículo sobre los estudios de género.
Recuerdo que, durante el tiempo que estuvo en Cuba esa primera vez, en Casa de las Américas se presentó un disco de poemas de amor de Frei Beto y nos pasábamos horas oyéndolo. Ella me tradujo todos los poemas y fue muy hermoso. Creo que esa relación, que fue breve, me marcó un ideal de persona que, a lo largo de la vida, me hizo tener ese patrón; esa idealización afectó en cierta medida el resto de mis relaciones. Ella regresó a su país y, en esa época, no había correo electrónico, ni la posibilidad de encuentro. En 1996 nos encontramos casualmente en Argentina y ya yo estaba casada y embarazada de mi hija mayor. Fue una relación que sentí mucho que no pudiera darse.
En esa misma época, tenía una amistad grande y casi una relación familiar con el hombre que fue después el padre de mis hijas. Y, siendo honesta, la disfruté; pero me involucré tratando de, primero, conocerme a mí misma, porque tampoco había tenido otra relación con hombres. Me dediqué mucho a mis estudios de Medicina, al trabajo en la iglesia y al trabajo ecuménico. Esos años de juventud fueron muy intensos y de mucho activismo. También soñaba con ser madre, siempre tuve ese ideal. Me casé con el papá de las niñas y estuvimos juntos como siete u ocho años. Él me ayudó mucho en mi paso de la Medicina a los estudios teológicos, que realicé en el Seminario Teológico de Matanzas, estando ya separados y con las niñas pequeñas. Es una persona que ha sido mi amigo, mi hermano y yo se lo agradezco.
Fueron años muy difíciles, porque en los años de matrimonio tuvimos crisis muy serias. Estuvimos acompañados por una terapia y vinieron mis dos niñas; fue un período bueno, pero después decidimos terminar la relación. En esa etapa, mi mamá estaba enferma y yo sentía que a ella le afectaba mucho, me resultaba difícil en ese momento provocar una separación en la familia. No me sentía preparada para romper mi matrimonio, tampoco para enfrentar una relación pública. Fue bastante conflictivo.
Después del divorcio, tomé la decisión: «esta es mi orientación, esta es como yo soy y no vuelvo a pasar la experiencia de comprometerme con otra persona, si no es por amor». A partir de ahí empezaron a abrirse las gavetas del clóset de mi vida y hasta hoy soy
una persona que lucha por tratar de ser feliz, de que en mi plenitud esté incluida mi sexualidad y mi relación de pareja.
Un momento arduo fue socializar mi orientación sexual con mis hijas. Pensé que sería difícil, pero no lo fue. El día que conversé con ellas, quien se puso a llorar fui yo. Ellas me decían: «mamá, nosotras lo sabíamos, pero estábamos esperando a que tú nos lo dijeras». Hoy, si yo tengo dos personas con quienes contar, son ellas; son las primeras con quien converso mis situaciones, las decisiones que voy a tomar con mi pareja. Mis dos hijas son mis amigas y mi apoyo, mi tranquilidad en este sentido.
Hacer del apoyo una comunidad
Crecí escuchando esos temas que se trataban en la iglesia. Incluso, mi papá se brindó en nuestra escuela y apoyó a mi profesor de 5to grado para dar las clases de educación sexual.
Recuerdo que un pastor joven presbiteriano, que socializó su condición de homosexual, fue separado de su iglesia y después salió a hacer estudios en el extranjero y en nuestra iglesia se dieron debates en torno al tema. Las reflexiones estaban marcadas por el pensamiento teológico pastoral de ese tiempo, pero la postura era que Dios ama a todas las personas, que no hace excepción y nos dice que amemos al prójimo como a uno mismo.
En esos años se sentía que la cuestión de la homosexualidad no era una variante, un aspecto normal de la sexualidad humana. Siempre tuvo una connotación de pecado, de la condición pecaminosa que había en el mundo, pero que la iglesia tenía que aceptar a todas las personas. Lo que se decía en aquel momento era que la iglesia no estaba preparada para asumir a personas homosexuales como pastores o pastoras.
Agradezco mucho la presencia de René Castellano, un pastor presbiteriano, psicólogo, que desde finales de la pasada década de los ochenta y principios de los noventa trajo a nuestra comunidad el tema de la homosexualidad.
Fue la primera persona a quien le escuché decir que cuando él, como psicólogo pastoral, conversaba con algún joven o muchacha que le confesaba esta orientación, él le decía que tenía que sentir orgullo de ser como era. Y el maestro Castellano hablaba de las dimensiones del amor como el amor cristiano y hablaba de la aceptación. Decía que no solo teníamos que aceptar, sino rendirnos a la manera de ser de la otra persona.
Fue fundamental para nosotros como jóvenes, en aquella época, los estudios del Maestro, tanto en lo referente a la sexualidad de manera general, como en otros temas, pero también lo fue escuchar de sus experiencias como pastor y como psicólogo. Partía del punto de vista de que ninguno de los casos que él atendió había elegido la orientación homoerótica, que en su mayoría las personas cristianas sufrían por tener esta condición y algunas luchaban contra ella mediante la oración, los ayunos y buscaban en el pastor o psicólogo una persona que los ayudara a salir de esta situación. La realidad es que eres así y no hay vuelta.
El otro que estuvo en nuestra comunidad fue mi tío, el pastor Francisco Rodés (Paquito), uno de los pastores de las tres iglesias que fueron expulsadas de la Convención Bautista de Cuba occidental y que contribuyeron a fundar la Fraternidad Bautista de Cuba, que es la institución a la cual pertenecemos hoy. Paquito trajo a un espacio que teníamos en la iglesia, que se llamaba «Semana de la Juventud», a un pastor estadounidense que tenía en los Estados Unidos una pastoral con personas homosexuales. Aquella semana de la juventud hubo mucho debate con los jóvenes de nuestra iglesia, pero fue otro de los momentos en que se trataron estos temas. Después, en nuestra comunidad, los hemos seguido trabajando, lo que creo falló fue la sistematización, periodicidad y abordarlos con más frecuencia.
Participar en estos espacios fue muy importante para mí. Ya, después, en el Seminario Evangélico de Teología de Matanzas tuve experiencias decisivas en mi vida y mi formación teológica. En el curso, cuando nos fuimos presentando y abriendo a una sinceridad y amistad, nos dimos cuenta de que varios teníamos la misma orientación sexual. Yo ese tema no lo hablaba apenas con nadie. Era un tema mío, de mis padres, de amigos muy cercanos, del papá de las niñas. Y en el seminario conocí e hice amigos y amigas que construimos una red de apoyo y una amistad que ha durado hasta hoy. Ahí, en ese espacio, conocí a Elaine,[1] quien hoy ha fundado en Cuba la Iglesia de la Comunidad Metropolitana (ICM) y tenemos una amistad entrañable, además de que somos compañeras de ministerio.
Ese fue un espacio de abrirme y aceptarme con mi identidad, como persona, y un espacio de solidaridad, complicidad y apoyo entre nosotros y nosotras. He contado en mi vida con el apoyo, las enseñanzas y la amistad de la doctora Clara Luz Ajo, que es profesora del Seminario de Matanzas. Clarita nos dio la oportunidad — en la clase de Teología y Género, que se estudia en un semestre — de que los estudiantes preparáramos seminarios. Parte de los estudiantes preparamos un seminario sobre los desafíos de la diversidad sexual para la fe cristiana y la pastoral de la iglesia en Cuba. Éramos como seis estudiantes en el equipo y cada uno de nosotros preparó un aspecto del seminario, que duró prácticamente tres o cuatro horas; hubo mucho debate entre nosotros. Ahí escuché hablar por primera vez de la teoría queer. Como doctora, hablé desde el punto de vista de la ciencia, lo que planteaba acerca de la homosexualidad y las evoluciones que tuvieron los estudios acerca de la sexualidad desde la ciencia, hasta el momento en que se despatologiza como enfermedad mental y el abordaje pastoral de la homosexualidad.
Esas experiencias fueron gratificantes, fue un seminario muy enriquecedor y que disfrutamos mucho. Luego participé en la Jornada contra la Homofobia,[2] en un espacio que creó el Centro,[3] que en un inicio se llamó Cátedra de la mujer «Clara Rodés in memoriam», donde se abordaron temas como la cuestión de género y la hermenéutica feminista, se estudió la violencia de género. En estos años se ha ido tratando, cada vez con más fuerza, el tema de la diversidad, aunque como un tema transversal.
Derechos, entre temores y resistencias
En el espacio religioso, de manera general, creo que las posturas que asumen las iglesias evangélicas — por ejemplo — en Cuba hoy, es que «aman al pecador y no al pecado». O sea, pueden asistir a las congregaciones personas de orientación homosexual, pero en muchas se tiene la imagen de que es algo que la persona puede superar. En algunas ocasiones se tiene la concepción de que es una enfermedad, se produce por trauma de la infancia o por falta de atención materna o paterna; que es algo que se puede corregir. En ese sentido se debate la mayoría de las iglesias.
Cuando se tiene la sospecha de que la persona es homosexual, p
uede asistir a la iglesia pero no puede asumir cargos de liderazgo y, mucho menos, cargos pastorales. Incluso hemos acompañado a personas que han venido a conversar, pastores que han decidido asumir su orientación sexual y salir del clóset, con divorcios de por medio.
Durante la segunda Jornada Cubana contra la Homofobia, en 2008, se expresaron varias iglesias con un discurso muy parecido, dando un basamento bíblico con textos que condenan la relación entre personas del mismo sexo. Aquellos documentos apelaban a que en Cuba no se aprobara el matrimonio igualitario y mucho menos la adopción. Son temas más difíciles, porque las iglesias defienden las familias tradicionales y heteronormativas. Me parece que van a constituir un punto de desafío cuando en Cuba lleguemos a debatir el cambio del Código de Familia y dar el paso que tenemos que acabar de dar, de que las personas LGBTI tengan los derechos humanos de todos los seres humanos.
Las Jornadas Cubanas contra la Homofobia han tenido gran impacto en nuestro país. Han hecho un aporte en la discusión de estos temas y se ha ido ganando el apoyo de los medios; tengo la percepción de que en las primeras Jornadas no fue así. Ha habido logros en el arte, el cine, el teatro y el ballet, que expresan toda esta diversidad cada vez más, y creo que ha sido un aporte a la conciencia del país, al imaginario colectivo, acerca del tema de la diversidad sexual.
Este es el tiempo, no es otro
Código de las Familias: expectativas, problemas y proyecciones
medium.com
Las identidades que pudieran sufrir más desventajas son las personas transgénero y transexuales. Creo que son las que sufren más rechazo y marginación. Pero también ha habido muchos logros. Hemos avanzado, pero a nivel de población hay muchos temores y resistencias.
Lo que más me preocupa es que las iglesias están atrincheradas. Hay toda una producción, además mediática, muy fuerte, de un pensamiento avalado por estudios que legitiman una postura de que la persona puede tener su orientación, pero puede regular su conducta, puede llegar a cambiar su orientación homoafectiva por una conducta heterosexual, entendida como normal. Hoy día, con el despliegue de los medios digitales y youtube, hay muchísimas producciones hablando de la familia y de personas dando testimonios sobre el cambio en sus vidas; todo eso me preocupa mucho. Es preocupante que mucha literatura homofóbica que está entrando al país es así.
Creo que una persona puede ser bisexual, pero cambiar su orientación sexual, no me parece. Puede amoldar su conducta, pero no creo que sea reversible su orientación. Todo este control del cuerpo y la sexualidad, esta opresión y represión afectan la salud y el desarrollo armónico y pleno como ser humano. Para mí
la sexualidad es un aspecto fundamental, constitutivo de la vida humana y la realización humana.
En las aplicaciones de las Biblias que se bajan hoy para celulares y computadoras vienen materiales adjuntos donde se habla, por ejemplo, de las características que debe tener un ministro y dice que: «no debe caer ni en homosexualismo ni lesbianismo», con textos bíblicos que hacen un soporte de esto. Estos mensajes están llegando a la población por vía del paquete semanal.[4] Los productos del paquete inciden en la cosmovisión bíblico socio teológica del creyente e influyen mucho en la ideología de las personas. Para mí, eso está contribuyendo a que haya un retroceso.
Me preocupa el impacto de estas situaciones. No se han actualizado estudios socio-religiosos que nos digan la cifra de personas que hoy tenemos en los espacios religiosos, en las iglesias. En los años noventa del siglo pasado hubo un crecimiento grande, creo que después se mantuvo como meseta y ha tenido ascensos y descensos.
Estoy preocupada porque las iglesias mantengan una unidad, que apoyen el proceso social que queremos llevar adelante en nuestro socialismo. Tenemos que tener mucho cuidado, hacer una labor educativa, con mucha pedagogía y cuidado, pero sin bajar la guardia. Hay que seguir trabajando y
el ecumenismo no se realizará plenamente si estos temas se siguen secuestrando, ignorando o se abordan con temor en los espacios ecuménicos de formación o encuentro.
Estos temas implican derechos como la libertad religiosa, la libertad de expresión. Es complicado, porque tu libertad termina donde comienza la mía. Entonces, un grupo social que no tiene experiencia decidirá por otro o querrá legislar la vida y los derechos de personas con otras características, otros estilos de vida, otras maneras de ser. Todos estos son desafíos éticos hoy. Necesitamos asumir una postura.
También hay que agradecer a hermanos y hermanas de organizaciones de la cooperación internacional que han incluido la mirada y el enfoque de género a la hora de elaborar determinados proyectos. Se dan pasos,
se exige evaluar las experiencias y tener presente indicadores que alerten sobre la problemática de la homofobia, que sí es un problema. La homosexualidad no es un problema, lo es la homofobia.
Ser parte, crecer y crear
Yo empecé a participar en las Jornadas Cubanas contra la Homofobia porque nuestro Centro tenía relación con el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) y con otros espacios, desde hace muchos años. Mariela[5] estuvo en nuestra iglesia cuando trabajaba la temática adolescente y trabajó con nuestro equipo pastoral de género y familia. Ahí nos conocimos. Después nos volvimos a encontrar y vino esta invitación de ella a participar en la Jornada contra la Homofobia, donde el Centro Martin Luther King estuvo presente. Participé en el programa televisivo Diálogo Abierto. Recuerdo que hablé un poco de las dificultades para los cristianos de comprender y dialogar sobre diversidad sexual. Eso provocó reacciones a favor y en contra. Después participé en las otras Jornadas, en paneles que se dedicaron al tema de la familia. Y luego me he mantenido colaborando, tratando de articular a líderes religiosos, que muchos de ellos participaban de manera personal.
Para mí, una de las experiencias más lindas, fue el año en que vino a Cuba Andrés Musskopf, hermano luterano, teólogo de la liberación, brasileño que ha trabajado temas de la teología queer, las implicaciones de los procesos de socialización de las personas homosexuales y la reflexión de lo que implica el pastorado, el liderazgo. También la pastora Carrie Jackson, una mujer estadounidense negra, lesbiana, que contó su experiencia.
Participar en estos espacios ha sido un crecimiento, la oportunidad de conocer personas maravillosas, de crear. Alrededor de la Jornada se ha creado una articulación. Es un espacio de encuentro, de celebración y reflexión. Se han tratado temas como la exclusión del espacio laboral y escolar.
Creo que habría que realizar una Jornada sobre la inclusión en los espacios eclesiales y religiosos. Ahora se han institucionalizado expresiones religiosas que antes no estaban en el país, como la comunidad musulmana, judía, espiritista, afrocubana y, en algún momento, en las Jornadas contra la Homofobia, deberíamos incluir a los líderes de estos espacios en un debate y diálogo sobre estos temas.
Se impone dialogar para configurar nuevas estrategias de lucha y educativas, de impacto, sobre todo en espacios ecuménicos.
Ninguna iglesia puede negar que tiene en su congregación una persona homosexual. Las podrán invisibilizar, reprimir, pero están. Son personas que existirán con una parte incompleta en su realización personal. Quitarles la posibilidad de expresarse libremente, de vivir libremente, de vivir plenamente su sexualidad, es atentar contra un derecho humano. Negarle a una persona que tenga una orientación homoafectiva, su vocación profesional, de servicio, su fe, es atentar contra un derecho humano fundamental.
Mi salida del clóset a nivel social, por los medios de comunicación, quizá ha tenido un momento de rechazo, incluso he tomado la decisión de abandonar determinados espacios, porque ha habido cierta conflictividad. Pero cuento con un tremendo grupo de amigos y amigas con todo tipo de pensamiento, incluso en Facebook. Me siento una persona querida. Sé que tengo muchas hermanas que no piensan como yo, o no aceptan a plenitud mi manera de ser o de pensar. He tenido muchos momentos de gratificación, pero también muchos de dolor, porque no hemos terminado con esta lucha, queda todavía mucho por hacer.
No admito más que la sociedad no está preparada, que la familia y la iglesia no están preparadas para tomar acciones propositivas y educativas sobre este tema. Y creo que sí, que
debemos empezar a pensar en el pecado del heterosexismo que afecta, primeramente, a la persona que vive en una no aceptación. Es muy triste verla en esta situación, llevar una doble vida, sin realización plena, de no poder ser verdadera y honesta hasta con su propia pareja y familia. Eso afecta la vida familiar, el entorno social, porque las personas que no pueden expresar libremente su forma de ser (la libertad es para nosotros un don de Dios) ni vivir libremente, como son, también afectan al entorno que las rodea.
Hay que seguir trabajando y luchando porque las personas escriban su propio guion y se atrevan a vivir su proyecto de vida empoderadas y aceptándose como son, sin que nadie intervenga en sus derechos ni en su manera de ser. Me gustaría terminar con un texto bíblico, que es uno de mis preferidos. Está en la carta a los Gálatas, versículo 26–28:
Por la fe en Cristo Jesús todos ustedes son hijos de Dios…. Porque en Cristo Jesús ya no hay judío ni griego, ni esclavo ni libre, ni hombre ni mujer, porque todos ustedes son uno con Cristo Jesús.
Mi fe y mi vocación pastoral son dones de Dios. Me he sentido llamada por él a servirle en su iglesia y a la sociedad.
Notas:
[1] Elaine Saralegui, también entrevistada en el libro.
[2] Las Jornadas Cubanas contra la Homofobia y la Transfobia, organizadas por el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), con el apoyo de organizaciones e instituciones estatales, han contribuido a visibilizar la lucha por la aceptación y contra la homofobia, la lesbofobia y la transfobia.
[3] Se refiere al Centro Memorial Dr. Martin Luther King Jr.
[4] Paquete semanal se le dice a contenidos diversos que circulan de manera informal en Cuba. Contienen productos audiovisuales, revistas y además materiales producidos expresamente para el Paquete.
[5] Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual.
Un ex sacerdote cuenta su historia: “La Iglesia es un mundo lleno de gays que condena la homosexualidad”
Imagen: Carlos Lebrato
El exsacerdote uruguayo Julio Boffano da cuenta en su libro Conocerme me hizo libre de su periplo como gay dentro de la Iglesia Católica, desde Montevideo hasta el núcleo más alto del poder en Roma. El doble discurso y los abusos sexuales a niños y niñas son algunos de los temas de su libro.
Por Adrián Melo-
Julio César Boffano apenas había salido de la adolescencia cuando decidió convertirse en seminarista y luego sacerdote jesuita. Su libro autobiográfico Conocerme me hizo libre (Planeta Uruguay) que es best-seller en Uruguay -lanzado en septiembre ya va por la tercera edición- puede leerse como un Bildungsroman, la novela de educación de un joven que quiere abrazar el sacerdocio cristiano y en el camino asume que es gay. Y al mismo tiempo descubre que la institución de su vocación “ha sido históricamente un lugar de refugio para gays y lesbianas”.
Según afirma el autor, mientras la prédica religiosa hegemónica condenaba a la homosexualidad, los muchachos vivían en comunidades exclusivamente de varones -y las muchachas con muchachas- escapando de la presión social y familiar y sin tener que dar explicaciones a su círculo íntimo respecto de por qué no se casaban o no tenían novia/o. Pero a la vez, Boffano denuncia el lado más oscuro de la institución religiosa: el abuso sexual por parte de sacerdotes a niñas, niños y adolescentes que el autor reconoce como una práctica sistemática que la Iglesia se empecina en “esconder bajo la alfombra”.
Roma, “el centro católico del mundo gay”
Nacido en la pequeña localidad de Paysandú, el autor pasó unos años en Montevideo hasta que en calidad de religioso jesuita decidió ir a Roma, ciudad a la que describe como “el centro católico del mundo gay”. “La prostitución masculina se mantiene en Italia gracias a la curia”, afirma en su libro. “En los alrededores de la estación central de trenes de Roma, curas, obispos y cardenales del Vaticano van a contratar trabajadores sexuales, muchas veces jóvenes inmigrantes indocumentados llegados de África o América que tienen sexo por unos euros. En algunos casos van a los apartamentos particulares. Cuando el cura te presenta a los sobrinos… Tienen un montón de sobrinos; cuando eso sucede, desconfía”.
Instalado en el Colegio de la Chiesa de Jesús, la iglesia principal de la Orden Jesuita en Italia y en el mundo, Boffano convivió con compañeros de diversas nacionalidades. “Pensé que no había jesuitas gays y resulta que estaba lleno. En la Iglesia se refieren a ellos como “los que cantan en el coro” o “los de la parroquia”.
¿Cuál fue tu objetivo al publicar el libro?
-Mi objetivo no era ser escandaloso. A nivel personal era terapéutico y a nivel social puede funcionar como ayuda a mucha gente con vivencias similares. En el libro narro mi proceso personal de asumirme gay dentro de una institución que condena la homosexualidad y también de asumirme como sobreviviente de un abuso sexual en mi niñez. Entonces, los dos objetivos fundamentales fueron destapar las hipocresías en general y en particular el tema de los abusos sexuales de parte de miembros de la Iglesia católica que, en Uruguay y en Argentina, aún no ha saltado. En Argentina hay solamente 60 o 70 curas denunciados, lo cual es insólito.
¿Cuáles son las dificultades de ser sacerdote y salir del clóset?
-Es muy difícil ser un homosexual asumido dentro de la Iglesia. Esta afirmación puede parecer engañosa, pero es verdad. Por un lado, uno está en un mundo cerrado, lleno de hombres y lleno de gays, y al mismo tiempo es parte de una institución que condena la homosexualidad como un sentimiento y una práctica aberrante. Más a la práctica que al sentimiento, pero, en definitiva, a los dos. Existe en la Iglesia el Código Maritain. Es la “amistad amorosa”. Un amor de hombre a hombre que no incluye el amor carnal ni la atracción sexual; esta se sublima en un amor casto hacia las virtudes del ser amado. En un momento, aún en Montevideo, yo me dije: tengo que contárselo a un cura formado porque esto que estoy sintiendo es un problema. Elegí a un cura que me inspiraba confianza, desde mi vulnerabilidad. “Me parece que soy homosexual”, le dije y el cura me contesta: “Yo soy gay y estoy orgulloso de serlo”, y me dio un beso en la boca. Y enseguida me dijo ”¿Querés hacer el amor conmigo?”. A mí, eso me apabulló. No solo es incorrecto, es un abuso de autoridad.
¿Y qué pasó al llegar a Roma?
-Llegar a Roma fue como llegar a la capital del desbunde y el desborde erótico, a la vez tuve encuentros y desencuentros con mi conciencia. En Montevideo, antes de viajar, un compañero jesuita, que tenía más clara mi homosexualidad que yo mismo, me dijo: “Cuando llegues a Roma, comprá en cualquier kiosco una guía gay, y vas a aprender a moverte en la ciudad”. Yo no sabía nada de esto, no sabía que iba cruzarme con compañeros jesuitas y otros religiosos en saunas y orgías.
¿Cómo conciliaste durante ese tiempo lo que llamás el desborde sexual gay y ser cura?
-Yo voy contando en mi libro con algo de ingenuidad, cómo era ser elegido de Dios, que es lo propio de la vocación sacerdotal, y a la vez sentir deseos y emociones que la institución te dice que son pecado. Entonces hacés el camino de preguntarte “¿Dios se equivocó?” a “lo que estoy sintiendo no está tan mal”. Lamentablemente en Roma, lo importante era que si tenía sexo no me descubrieran. Pero los problemas con mi conciencia apuntaban a no normalizar las hipocresías.
El pecado de Sodoma
Salvo en el Levítico no hay condena explícita a la homosexualidad en la Biblia. Y hay descripción de grandes amores -David y Jonatan, Rut y Noemí-. ¿Te apoyaste en exégesis?
-En tiempos bíblicos no existía el concepto de homosexualidad y tenían relaciones muy libres. Lo del pecado de Sodoma en realidad hace referencia al pecado de no hospitalidad y no tiene nada que ver con la homosexualidad como fue dicho siglos después en una errónea interpretación. “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, dice la Biblia y mi interpretación de ese lema me cambió la vida. Yo intentaba reflexionar sobre estas cuestiones y sobre el celibato en diferentes ámbitos como los estudios de teología en la Pontificia Universidad Gregoriana. También me aproximé a la teología de la liberación y a la teología queer. ¿Y si Dios fuera mujer o gay?
En el libro escribís que particularmente Juan Pablo II y Benedicto estaban rodeados de gays. ¿Cómo convive eso con una prédica homofóbica?
-Lo importante es no decirlo, que no se sepa, no i
mporta con quién te acostás, me dijo un superior, lo importante es que no se sepa. En el caso gay: que no seas un militante de eso es lo más importante, además de no decirlo explícitamente. En todo caso es un pecado y un pecado se perdona y se sigue adelante.
¿Podías ayudar miembros de la comunidad LGTBIQ desde tu rol de sacerdote?
-Sí, muchísimas veces. Uno de los problemas fue mi estilo de confesor. Cuando me decían “Soy gay, Padre“, yo les respondía “¿Y cuál es el pecado?“. Lo importante era hacer reflexionar si se hacía mal a otra persona o a sí mismo. Después de eso se empezaba a correr la bola: el sacerdote que confiesa los jueves es más abierto. Las autoridades me dijeron que tenía que ser más ortodoxo. Yo decía que siempre apelaba al Evangelio, jugaba en el límite. Intenté liberar de la culpa a gays y lesbianas y transmitir ese amor de Dios por la diferencia.
¿Qué te decidió a dejar de ser sacerdote?
-Yo quería: una vida sin hipocresías ni relaciones sexuales a escondidas. Que yo no tuviera que ocultar ser gay, porque es parte de mi identidad y Dios me hizo así. Además, con más de treinta años y estando en Roma comencé a recordar que había sido víctima de abuso sexual en la niñez. Hubo un momento en que yo no podía formar parte de una institución que frente a delitos sexuales cometidos contra niños y niñas niega, minimiza, victimiza. Tampoco quería terminar como el cardenal que describo en el libro que, estando desnudo conmigo en la cama, se burla de las creencias religiosas. Yo sigo siendo creyente y no fue fácil dejar.
¿Qué era In-ternos?
-Fue un intento de reivindicar un modo diferente de ser cura. Éramos un grupo de sacerdotes gay que nos reuníamos a reflexionar sobre el celibato y la castidad entre varones. Hay miedo de hablar del celibato en la homosexualidad porque lo natural en la iglesia es la heterosexualidad. El celibato no es solo la renuncia a la mujer. ¿Qué pasa con los que somos gays? De eso no se habla. Reflexionábamos sobre estas cosas para tratar de ser mejores en nuestra profesión. Desde diferentes posiciones yo critico tanto el celibato y la castidad como la confesión.
¿Qué aspectos criticás de la confesión?
-La confesión tiene sus trampas. Castigan más a un cura que haga público o quiera denunciar un delito que le hayan dicho en marco del sacramento de la confesión, que a un abusador. El sacramento te prohíbe que develes lo confesado, lo cual es una encerrona. A la víctima la manda a rezar, a olvidar.
¿Por qué sostenés que la ICAR (Iglesia Católica, Apostólica y Romana) se convirtió en lugar sistemático para cometer abusos sexuales contra menores?
-Porque la práctica es negar, ocultar o hacer pasar como que fueron excepciones. La práctica es trasladar al cura abusador de un lugar al otro y sabemos que los abusos no son lapsus. El abusador sigue dejando víctimas allí donde es trasladado. Hay una concepción de que el abuso no es delito sino un pecado o una enfermedad. El cuerpo es lo negativo, lo que hay que salvar es el alma. Por eso los curas son trasladados de un lugar a otro. Hay que salvar el alma y el cuerpo no es sometido a la justicia civil y penal. De hecho, los abusadores en la Iglesia se sienten exculpados porque se convencen a sí mismos de que no están rompiendo el celibato al tener sexo con varones, aunque se trate de niños.
¿Qué factores intervienen y favorecen el abuso por parte de religiosos consagrados?
-El abuso se comete en una posición de poder y confianza que ejerce quien tiene ese poder sobre el menor. Un cura o es un pastor actúa en calidad de representante de Dios con lo cual la conducta de abusador es doblemente perversa. Como espejo ético, el cura traiciona a esa comunidad que representa. A través del liderazgo conferido impone sobre la comunidad el silencio, dañando a las víctimas para mantener la institución y su imagen idealizada. Ese negar y silenciar son las únicas maneras que suelen encontrar no solo las jerarquías sino también muchos de la comunidad de creyentes para recomponer esa autoestima colectiva, esa honestidad de la que carecen. Entonces se forman dos bloques irreconciliables: los que creen y los que no creen a ultranza por más que les muestren la foto. Por eso, yo digo, formemos el tercer bloque, el de las víctimas y los sobrevivientes. Lo más común es que la víctima lo calle, que la familia no le crea. Dejar de negar es empezar el proceso para convertirse en sobreviviente.
¿Por qué crees la persistencia de la Iglesia en negar lo sistemático de los abusos?
-Entiendo que en toda organización hay una resistencia importante cuando alguien la enfrenta con estas verdades en la cara. Te sentís ofendido, son temas con los que no sabés cómo lidiar. Lo más simple y cobarde es negarlo, decir que se trata de una conspiración. Recomiendo No se lo digas a nadie, un documental polaco sobre el abuso sexual de la Iglesia católica en Polonia. Hay un momento en que los obispos declaran que todo es mentira y lo plantean como una conspiración contra la ICAR. Supongamos que fuera una conspiración, ¿no debería investigarse igual desde el punto de vista organizacional? Te piden encubrir por un concepto erróneo de imagen institucional, y lo que más les ha preocupado no son las víctimas, son las arcas y los millones que han costado y seguirán costando las denuncias, porque esto sigue pasando. Como multinacional de la fe, importa más mantener los recursos laborales cada vez más escasos, el prestigio de la institución y de algunas personas que la representan que las víctimas y sobrevivientes.
Sodoma, la investigación del mundo del Vaticano del sociólogo Frédéric Martel, está muy citada en tu libro. ¿Coincidís con su hipótesis de que el secreto y la represión de toda sexualidad hace que se silencien también los abusos sexuales?
–El libro de Martel me sirvió mucho. Él le daba un marco más de investigación y yo narraba una experiencia personal. En efecto, el silencio funciona como amenaza. Yo tuve contacto y sexo con cardenales y obispos y sé que algún abusador les llegó a decir “si vos me jodés con esto, yo tengo pruebas que vos sos homosexual”. Tiene que ver con una institución que silencia y niega todo tipo de sexualidad. En definitiva, si se puede reconocer un vínculo entre abuso y la homosexualidad en el seno de la institución, es éste. Toda esa maraña de silencios, protecciones e influencias que hay dentro de la iglesia y que oculta todos los vínculos amorosos y sexuales colaboran y permiten el manto de silencio sobre los abusos y también sobre la pedofilia. Porque tenemos doble vida, porque se calla, porque hay relaciones de poder y de chantaje. Yo me callo y todos lo hacemos. Nadie “levanta la perdiz” porque no sabemos dónde puede terminar el escándalo.
Actualmente sos concejal en un distrito de Montevideo. ¿Te definís como un activista gay? ¿Proponés políticas específicas al respecto?
-Sí. Mi incursión en la política es
parte de mi intento por hacer cosas por los demás, por mantener mi vocación de servicio que me viene del sacerdocio. La cantidad de gente que me contacta después de lo del libro es impresionante. Es una cuestión aparte el hecho de ser un niño varón y violado en una sociedad patriarcal y machista, los efectos que produce sobre la subjetividad, las relaciones y la intimidad. La idea es crear una fundación para poder acompañar el proceso de víctimas a sobreviviente. Sea por abusos de curas, entrenadores deportivos, tíos o por quien sea.
Publicado en Las 12
De la pobreza a la prostitución
La difícil cuestión de la prostitución femenina ha sido elegido por el Comité Nacional de la Federación de Mujeres Evangélicas en Italia-FDEI- para estos 16 días de activismo por la violencia de género, en un intento de iniciar la reflexión sobre esta problemática social también en nuestros círculos, o al menos proporcionar alguna información inicial.
La atención a la prostitución nos pareció aún más urgente ya que el fenómeno ha adquirido una preocupante dimensión, especialmente por su relación con con la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual. Además, varios partidos proponen la supresión de la Ley Merlín, actualmente en vigor en Italia y la introducción de una nueva legislación que regularía tanto la prostitución callejera como la de interior legitimándola así como cualquier otro trabajo.
PREGUNTA para debatir: ¿Por qué la pobreza es una posible causa de prostitución?
Por muy diversa que sea la trayectoria de las niñas y mujeres que han sido prostituidas en todo momento y en todo tiempos y lugares han sido prostituidos por los hombres, es la la principal característica común a todos ellos es su precariedad económica, cuando no la pobreza absoluta,
No es casualidad que las mujeres prostituidas de nuestras calles casi todos ellos proceden de países del sur o del este del mundo, países con una tasa de pobreza muy elevada, no sólo económica sino social y cultural. Se trata de lugares en los que prevalece la cultura patriarcal (los hombres mandan, las mujeres sufren), donde es la familia la que planifica la vida de las niñas desde la infancia y, por tanto, las mujeres no tienen la oportunidad de prepararse para un futuro digno.
En situaciones que a veces rozan la supervivencia (como las de África, donde la pobreza significa falta de sustento primario, agua, comida, refugio, electricidad), la única forma de obtener ingresos puede parecer que es huir del país.
En Nigeria, suelen ser las familias de los las familias de las niñas que aceptan vender a una hija vender a una hija para obtener apoyo financiero para toda la familia. dinero que se ganará implicará la venta del el cuerpo (y el alma) de la chica por servicios sexuales. Aún cuando la prostitución es extremadamente despreciada en ciertas culturas.
Las mujeres intervienen en las negociaciones como intermediarias (las llamadas madres) con los traficantes: el coste del viaje más una garantía, un terreno, una casa, o incluso un mechón de pelo u objetos personales para practicar el vudú, en caso de que alguien en Italia intentan no pagar, lo que rara vez ocurre ya sea porque la mujer es aterrorizados por las represalias contra sus familiares, y porque no tiene ninguna posibilidad real de hacerlo.
VERSO BÍBLICO
“Observa el lugar donde duerme; luego ve, levanta la manta sobre sus pies y acuéstate allí.” (Rut 3:4)
COMENTARIO
El libro de Rut cuenta en pocos capítulos la historia de una mujer, una moabita, de una tierra pagana e idólatra que se convertirá en el antepasado del rey David, bisabuela para ser exactos.
A diferencia de su cuñada, ambas viudas, decide quedarse con su suegra Noemí con una decisión libre y definitiva: “donde tú vayas, yo iré,
donde tú vives, yo viviré”,
“Tu pueblo será mi pueblo” y entonces la voluntad decisiva
“Tu dios será mi Dios” (1:16).
La tradición rabínica ve en la confesión de Rut su conversión al Dios de Israel. . Para nosotros, puede convertirse en un modelo positivo de transformación e inclusión, ya que Ruth llega a Dios a través de un viaje humano, a través de su propia vida, a través de la escucha y la confianza
en su suegra.
Y si su suegra, como es conocida, después de haber
aconseja que “se acueste a los pies de Booz” (que para la época tenía un claro significado sexual), no es ciertamente para explotarla económicamente, sino para transformar la pobreza de su nuera en una nueva oportunidad de vida matrimonial y de amor.
Así que el lugar decisivo de la revelación de Dios es el encuentro directo y verdadero entre las personas, y el amor entre las personas es el fundamento y la medida de la fe en Dios.
ORACIÓN
Señor, concédenos elegir
y caminen juntos por el camino
de amor y trabajar por el
la eliminación de la pobreza
(Objetivo 1 de la Agenda 2030)
Agenda 2030) y el cumplimiento de
justicia social
Traducción: Claudia Florentin, para Con Efe
La Reforma protestante y sus protagonistas femeninas
Ximena Prado Dagnino
Se conoce como Reforma al movimiento desarrollado en el marco de la iglesia cristiana occidental a partir del Siglo XVI, un proceso que planteó transformaciones doctrinales e institucionales de enorme trascendencia para el cristianismo, los cuales llevaron a la separación de algunas iglesias, conocidas a partir de entonces con el nombre de protestantes. De aquel proceso ya se han conmemorado más de quinientos años y sin duda aún tenemos mucho que aprender. Al respecto, señaló un autor: “La Reforma Protestante del siglo XVI fue un hito crucial en la historia de la civilización occidental. Dicho suceso histórico transformó de modo fundamental el panorama social, intelectual, político y religioso que había persistido en Europa”1.
Sin embargo, cuando leemos y aprendemos sobre dicho proceso los nombres de los referentes son, en su gran mayoría, masculinos: Martín Lutero, Juan Calvino, Felipe Melanchton, Ulrico Zwinglio, Guillermo Farel, John Knox, Gaspar de Coligny y así suma y sigue. Pero, una autora afirmó: “Nuestro pueblo no sólo tiene padres, también tiene madres. La historia protestante también tiene nombre de mujer2”.
Un aspecto interesante es el hecho de que en la actualidad. “Ellas constituyen aproximadamente el 80% de la membresía de las iglesias en América latina. Están presentes desde siempre como educadoras, en el trabajo solidario, la visitación de enfermos, religiosas, teólogas, etc.”3.
Esto nos lleva a plantearnos muchas dudas: ¿Qué ha pasado con la memoria de las mujeres en el movimiento de la Reforma protestante del siglo XVI?, ¿participaron las mujeres en el movimiento de la Reforma?, ¿existe algún registro acerca de ellas?, ¿por qué no han llegado hasta nosotros el día de hoy?, ¿qué fue lo que pasó?
Ante esto podemos afirmar sin riesgo a equivocarnos que las mujeres que estamos en iglesias protestantes (o evangélicas) tenemos una historia que contar no sólo en el presente, sino también en el pasado, pues sí hubo mujeres que contribuyeron a la Reforma Protestante y por tanto a la conformación de las raíces de los movimientos e iglesias en donde nos congregamos.
En el siglo XVI el protagonismo de la mujer en menor volumen, también fue significativo, pues hubo mujeres que se diferenciaron de las costumbres de su tiempo y desempeñaron un papel muy importante en la escena política o religiosa a favor de la Reforma. Al respecto, señala enfáticamente un autor:
“El período de la Reforma se caracterizó por un número de mujeres llenas de gracia a las cuales Dios levantó. La palabra ‘señoras’ (en lugar de “mujeres”) se utiliza de manera especial, ya que muchas de ellas tenían título de Señoras, señoras de sangre real o noble. Recordamos cómo la eminente condesa de Huntingdon solía referirse al texto, “no muchos nobles son llamados” (1ª Cor. 1:26) y decir: ‘Agradezco a Dios que no dice ‘ninguno’”4.
¿A qué se debe esta ausencia del registro de las mujeres en el desarrollo de la Reforma protestante?
En primer lugar a un asunto propio del desarrollo de la disciplina histórica, esto debido a que cuando comenzó el registro los temas más relevantes, estos temas tenían relación con hechos bélicos, líderes y en general con los procesos que afectaban la conformación de las grandes unidades territoriales (Reinos e Imperios principalmente). Con la llegada del siglo XIX y la sistematización de la Historia como disciplina científica, aquella costumbre continuó. Entonces, aquellos primeros textos seguían la llamada corriente positivista, estos libros son los más abundantes y hablan muy poco sobre las mujeres y su participación en los grandes procesos (como también la Reforma Protestante). Aquello ocurre con otros actores sociales y temas (tales como jóvenes, niños, minorías, entre otros). En consecuencia, en los primeros registros y estudios de la Reforma Protestante algunos especialistas mencionan a las mujeres cuando están asociadas a hombres destacados (situación que resulta común al estudiar otros procesos).
En segundo lugar, a mediados del siglo XX surgieron nuevas formas de ver y escribir la historia considerando los temas “olvidados”, entre ellos el aporte de las mujeres a través de los tiempos. Sin embargo, existe el problema del acceso a la información por los límites de las fuentes de información debido a la época en la que fueron registrados los hechos y personajes, lo cual no es un obstáculo insalvable.
Por eso, a pesar de no haber estado considerados en la historiografía tradicional, un considerable número de mujeres estuvo implicadas en la Reforma protestante y podemos seguir sus rastros en diferentes ámbitos, en diferentes niveles y en varios países como Alemania, Italia, Francia, Inglaterra y España.
Algunas de ellas tenían cierta influencia política: reinas como Margarita de Navarra o Juana de Albret, quienes patrocinaron, influyeron en su corte y hombres cercanos a ellas, promulgaron leyes o escribieron para promover la Reforma. Así también, no sólo las de familias nobles participaron en este movimiento de cambio eclesiástico, mujeres anónimas y de estamentos más humildes lucharon a favor de su fe.
En la actualidad, se dispone de mayor información y publicaciones, pues en las últimas dos décadas, se han encontrado fuentes adicionales sobre las mujeres en la Reforma. Se han traducido más cartas y folletos escritos por estas reformadoras. Esto ha tenido como consecuencia la publicación de artículos y libros, y la investigación continúa en la Universidad de Zurich. Uno de esos libros es un conjunto de dos volúmenes escrito por Elsie Anne McKee, del Seminario Teológico de Princeton: Katharina Schutz Zell, un grupo de presbiterianos, dirigido por la Dra. Elizabeth Hinson-Hasty y el Rev. Landon Whitsitt, están trabajando en una serie de videos llamada Expandiendo el relato. También, Hinson-Hasty, profesora de teología en la Universidad de Bellarmine, en Louisville, Kentucky, ha enseñado sobre el tema de las mujeres reformadoras, Whitsitt, ejecutivo del Sínodo de América del Centro, es parte del proyecto Theocademy del sínodo, que produce videos que van desde “Capacitación de líderes” hasta “Teología 101”5, una destacada autora en portugués es Rute Salviano Almeida quien ha desarrollado varias publicaciones6, en inglés hay mayor cantidad de recursos7 y en español, si bien existen numerosos registros digitales estos son de casos y biografías, siendo la pro
ducción escrita más bien escasa y dispersa.
Las predecesoras: las beguinas
Las beguinas fueron un importante movimiento religioso. Surgieron en un momento de sobrepoblación femenina, cuando dos siglos de guerras habían reducido una gran proporción de los hombres y los conventos estaban colmados como alternativa al matrimonio o a la clausura.
Las beguinas surgieron en los Países Bajos a finales del siglo XII y principios del siglo XIII8, fueron integrados por mujeres de todas los estamentos sociales, empezaron a extenderse en Flandes, Brabante y Renania. Gracias a las labores que hacían para la comunidad: eran enfermeras, atendían desvalidos y maestras para niñas sin recursos e incluso fueron responsables de numerosas ceremonias litúrgicas9, muchas familias adineradas les dejaban herencias y también mujeres ricas se instalaban en las beguinarias (las casas donde desarrollaban las labores y algunas vivían en comunidad). La mayoría de hermanas practicaban algún arte, especialmente la música.
Las beguinas eran intensamente religiosas. Querían servir a Dios, dentro y fuera de sus comunidades en el servicio a los demás por eso daban alimentos y enseñaron la Palabra de Dios en los idiomas locales10. Esto fue considerado un sacrilegio porque el lenguaje permitido para el mensaje sagrado era solamente el latín. Y, por escribir y predicar en el idioma de la gente, la beguina itinerante Margarita Pore fue acusada por la Inquisición y llevada a la hoguera. Ella escribió la obra “Espejo de las almas simples y aniquiladas por amor a Dios”, que describe la trayectoria de un alma hasta la aniquilación total.
Estas eran ideas contrarias a la predicación de la Iglesia e incluso contrarias a nuestra propia comprensión y a la posterior predicación de la Reforma sobre la salvación por la fe y no por obras. Para Porette, había que hacer un esfuerzo, un camino a seguir para que la persona alcanzase la salvación. Su libro fue quemado, y a ella se le prohibió difundir su mensaje, pero no obedeció y fue quemada por no retractarse de sus creencias.
Serenamente llegó hasta la hoguera y muchos lloraron al verla en sus últimos momentos.
La condena de Margarita Porette tuvo como consecuencia el aumento de opositores al movimiento y el desarrollo desde el Siglo XIV al XVII de iniciativas para desalentar su crecimiento. El 14 de abril de 2013, murió en Kortrijk (Bélgica) la hermana Marcella Pattyn, a los 92 años, siendo la última representante de este movimiento religioso11.
Gracias a este movimiento comenzado en el Siglo XII las mujeres se incluyeron como actores sociales y religiosos, relativamente validados para el ámbito público. Considerando este antecedente, no fue extraño que al comenzar la Reforma, un significativo número de mujeres decidieran involucrarse en el movimiento en diferentes grados y circunstancias, en países como Alemania, Francia, Italia o Reino Unido.
Nos encontramos con muchas mujeres, como:
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Anna Adlischweiler (1500 – 1564)
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Argula von Grumbach ( 1492-1563)
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Katharina von Bora (1499-1550)
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Catalina Zell (de Schütz) (1497-1562)
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Catherina Cibo (1501-1557)
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Catherine Willoughby (1519 – 1580)
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Charlotte Arbaleste (1550 – 1606)
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Elisabeth Cruciger (1500 – 1535)
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Elisabeth de Brunswick (1510 – 1558)
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Elisabeth von Brandenburgo (1485 – 1545)
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Elizabeth I (1503 – 1603)
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Giulia Gonzaga (1513 – 1556)
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Idelete de Bure (1509 – 1549)
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Isabella Bresegna (1510 – 1567)
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Jeanne d’ Albret (1528 – 1572)
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Louise de Coligny (1555 – 1620)
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Margarethe Blaurer (1494 – 1541)
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Margarita de Navarra (1555 – 1572)
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Marie Dentière (1495 – 1561)
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Olimpia de Morato (1526 – 1555)
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Renata de Ferrara (1510 – 1575)
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Úrsula de Munstemberg (1491 – 1534)
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Ursula Weyda (1504 – 1570)
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Vittoria Colonna (1490 – 1547)
Nuestra invitación es a analizar los casos más significativos ordenados a través de tres categorías, sin embargo la invitación a profundizar en las biografías de algunas de las mujeres que hemos reseñado en la lista anterior queda más que extendida.
Las defensoras y compañeras fieles de los reformadores
Sabemos que la Reforma Protestante se inicia un 31 de octubre de 1517 con la publicación en la catedral de Wittemberg del documento conocido como las 95 Tesis, luego de este hecho Martín Lutero fue llamado a comparecer a una Dieta (asamblea de Príncipes) en Worms del 16 al 18 de abril, pero en vez de abjurar, defendió con energía su posición. En este contexto destaca Argula von Grumbach.
Fue la primera mujer que se atrevió a hacer una defensa de Lutero, ante el desconcierto de los inquisidores, publicó una carta a favor de la Reforma. Ella provenía de una familia de la nobleza bávara12, por lo cual su posición social era privilegiada.
En 1523 escribió al cuerpo académico de la Universidad de Ingolstadt para defender a Alsacius Seehofer, joven de 18 años arrestado por ser luterano, desafiando así a sus autoridades eclesiásticas y civiles como el Duque de Bavaria al cual le mandó decir en una carta que ella no era ni débil ni estúpida. Incitaba a la gente a leer libros en contra de la religión católica.
Uno de sus escritos más famosos, señala lo siguiente:
“Buscáis destruir todas las obras de Lutero. En ese caso, tendréis que destruir el Nuevo Testamento, que él ha traducido. En los escritos en alemán de Lutero y Melanchton, no he encontrado nada herético… Incluso si Lutero se retractase, lo que ha dicho seguiría siendo la Palabra de Dios. Yo estaría dispuesta a venir y debatir con vosotros en alemán, y así no necesitaríais usar la traducción de la Biblia de Lutero. Podéis usar la que se escribió hace 31 años (la Koburger de 1483). Tenéis la llave del conocimiento y cerráis el
reino de los cielos. Pero estáis derrotados. Las noticias de lo que le habéis hecho a este joven de 18 años han llegado ya a tantas ciudades que pronto todo el mundo lo sabrá. El Señor perdonará a Arsacius, como perdonó a Pedro, que negó a Su maestro aunque no le habían amenazado con la prisión ni con la hoguera. Todavía saldrá mucho bien de este muchacho. No os envío desvaríos de mujer, sino la palabra de Dios. Escribo como miembro de la iglesia de Cristo contra la cual no prevalecerán las puertas del infierno, al contrario que la iglesia de Roma. Dios nos conceda su gracia. Amén”13.
Escribió varios libros entre ellos una sátira dirigida a un teólogo católico llamado Schatzgeyer. Fue todo un símbolo de confusión, perplejidad e inquietud femenina14. De ella escribe Joana Ortega:
“Argula afirmaba que los inquisidores habían sustituido a Cristo por Aristóteles, además de manifestar su desacuerdo con San Pablo por imponer sobre las mujeres el silencio en la iglesia. Esta mujer se convirtió en un símbolo de la “confusión, perplejidad e inquietud” femenina que se suscitó en toda Europa a través de los textos de Lutero. Los procesos femeninos de la Inquisición revelan que esta inquietud ya era importante, debido a las lecturas de Erasmo y de Savonarola”15.
También, sabemos que Argula instó a Lutero a dar testimonio de la verdad contrayendo matrimonio. Al principio él le respondió que no era insensible a su sexo, que no estaba hecho de leño o de piedra, pero que no casarse no entraba en sus planes porque diariamente esperaba la muerte de un “hereje”. Sin embargo, Lutero se casó dos años más tarde. Refugiado en el castillo de Coburgo, recibió la visita de Argula y transmitió a su esposa Katharina los consejos de ella para destetar a su bebé16.
Por causa de sus convicciones religiosas y acciones en la defensa de los reformadores en el ámbito público, su propia familia se volvió contra ella. Argula escribió una carta a su primo Adam von Törring:
“He oído que te ha molestado lo que escribí a la universidad de Ingolstadt. He sufrido muchos reproches y vergüenzas por ello, y en atención a tu amistad, te escribo y te adjunto copias de lo que he dicho. No te sorprenda que confiese a Dios, porque quien no le confiesa no es cristiano, aunque le hayan bautizado mil veces. Cada uno debe responder por sí mismo en el último día. Ningún papa, ningún rey, ni príncipe ni doctor podrá responder por mí. Por tanto, mi querido primo, no te sorprenda si oyes que confieso a Cristo. Considero un gran honor sufrir por Su causa. Dicen que soy luterana. No lo soy. Fui bautizada en el nombre de Cristo, no de Lutero. Pero confieso que Lutero es un verdadero cristiano. Que Dios nos ayude”17.
Durante los 40 años siguientes, Argula se abstuvo de actividades públicas. Su marido murió poco después de su visita a Lutero en 1530, por lo cual tuvo que ocuparse de la administración de sus tierras y el cuidado de cuatro hijos. Uno de ellos fue siempre un consuelo para ella, el otro una aflicción constante, y de las dos hijas no se tienen mayores antecedentes.
En mayo de 1563, cuarenta años después de su primera aparición pública, el Duque de Bavaria comunicó al ayuntamiento de una ciudad de sus dominios, que por segunda vez había encarcelado a la “vieja Stauffer” (su nombre de soltera), denunciando que la mujer incitaba a la gente a la desobediencia haciendo circular libros contrarios a la religión católica. Denunciaba, asimismo, que aquellos que la escuchaban dejaban de ir a las misas de la iglesia, en su lugar asistían a reuniones clandestinas en casa de Argula. Incluso había ido al cementerio y ofició en algún entierro, a pesar de que la Biblia, la ley canónica y la ley civil prohíben que una mujer usurpe tales funciones.
El ayuntamiento, por su parte, señaló al Duque que continuar con este asunto sería poco prudente en un momento en el que Bavaria buscaba las subvenciones del imperio. Señalaron que: “Esa mujer es una pobre anciana debilitada. Mejor sería tener lástima de su edad y de su estupidez”18. Fue liberada. Podemos sospechar que la descripción dada por el ayuntamiento sólo era un cuadro falso pintado para el Duque, porque el comportamiento atribuido a Argula indica que nunca estuvo debilitada ni fue estúpida.
El predicador Luterano Balthasar Hubmaier, escribía sobre ella diciendo: ”ella sabe más de la Palabra de Dios que todos los sombreros rojos (abogados canónicos y cardenales) hayan visto o puedan concebir,” incluso se la comparaba con las mujeres heroicas en la Biblia19. Respecto a ella Lutero señaló: “Me regocijo de ver como una hija del pecado de Adán se ha convertido en una buena hija de Dios”20.
Katharina von Bora
Sobre Katharina se conocen más datos, pues tuvo el privilegio y responsabilidad de ser la esposa de Martín Lutero, quien en el pasado fue una monja católica alemana que se convirtió al protestantismo. Se casó con Martín Lutero, líder de la Reforma protestante, quien cariñosamente la llamaba Señora Caty (Frau Käthe). Se considera que Katharina, una de las mujeres más importantes de la Reforma debido a su papel, ayudó a definir la vida de familia protestante y fijar los matrimonios del clero.
En alemán su nombre es Katharina von Bora (Lippendorf, Sajonia, 29 de enero de 1499-Torgau, Sajonia, 20 de diciembre de 1552) fue hija de un hogar de la nobleza empobrecida, a los seis años fue enviada a una escuela conventual y de ahí a al convento Cisterciense de Marienthron donde realizó votos de pobreza, obediencia y castidad. En 1523, cuando tenía 24 años se fuga del convento junto con otras monjas en barriles de basura21.
Ella misma fue la que sugirió casarse con Martín Lutero, se casaron el 13 de junio de 1525, el año en que recrudecieron las rebeliones de los campesinos. No fue una teóloga como Marie Dentière, pero la importancia de su persona radica en formar parte de la primera generación de mujeres casadas con pastores protestantes y que junto con ellos lucharon por la fe22.
“Antes de casarme”, recordaba Martín Lutero, “la cama estaba desarreglada por un año entero y estaba mugrienta de sudor23. Pero yo trabajaba tan duro y estaba tan cansado que caía en ella sin darme cuenta de lo sucia que estaba”. Sin embargo, cuando Martín se casó con la monja fugitiva Katherine Von Bora, a quien él llamaba Katy, la cama estaba hecha, las sábanas cambiadas, ¡y la casa se mantenía limpia!
Mucho antes de su boda, Lutero escribió sobre la institución del matrimonio; pensaba firmemente que necesitaba ser reformada tanto como la iglesia. Criticó con dureza, además, las ideas contemporáneas opuestas a la mujer y el matrimonio, a la vez que defendía la dignidad de ella y la bondad del matrimonio. Los reformadores, al liberar a las monjas de sus encierros en los conventos, creían que las estaban librando de la “represión sexual, depravación cultural y dominación por parte de los clérigos y religiosos varones”24. Lutero, al igual que sus compañeros, alentaba a los padres a retirar a sus hijas de los conventos. Creía que muchas de esas mujeres ejercían la vida monástica contra su propia voluntad. Lutero comentó que su unión fue “para burlarse del diablo y de sus satélites… y de todos los que son lo bastante locos para prohibir casarse a los clérigos”25. Otra motivación fue darles nietos a sus padres, y confirmar su repudio al celibato.
Durante el tiempo que duró su matrimonio, Martín y Katharina desarrollaron una clase de amor y respeto especial entre ambos. Él le expresó el profundo amor que tuvo por su esposa cuando llamó a su epístola paulina favorita, Gálatas: “Mi Katharina von Bora”26.
El aporte de Katharina fue fundamental, pues se encargó de la administración de los recursos y el dinero del monasterio de los agustinos que les cedió el príncipe Juan, allí dio abrigo a monjes y monjas que habían renunciado a la fe católica romana. En ese lugar, Käthe administraba lo mejor que podía los requerimientos económicos del establecimiento y sus anexos, como la huerta y la laguna proveedora de pescados. Llegó a fabricar cerveza y extendió las actividades a la cría de algún ganado, el cultivo de árboles frutales y la instalación de una viña. Él la llamaba, en broma, “Herr Käthe” (“Señor Kathy”) a raíz de la intensa actividad que desplegaba y otros apodos que le asignó fue “el lucero de la mañana de Wittemberg”, porque se levantaba todos los días y a las 4 de la mañana, y “la jefa de Zulsdorf”, el nombre de la granja27.
El matrimonio tuvo seis hijos propios y varios más adoptados, sin contar el personal de trabajo y servicio, los invitados y los estudiantes que allí se hospedaban. La extensa familia permanente y temporal también ocupaba todas las instalaciones del antiguo convento. Martín Lutero no fue fácil de cuidar. A menudo estaba enfermo y en varios momentos (si no todo a la vez) sufría de gota, insomnio, catarro, hemorroides, estreñimiento, piedra, mareos, y zumbido en los oídos. Bainton observa el amor de Martín hacia Katy durante estas dificultades:
“Katy era una maestra de hierbas, cataplasmas, y masajes. Su hijo Pablo, quien se convirtió en un médico, dijo que su madre era mitad médico. Mantuvo a Lutero alejado del vino y le dio cerveza, lo que sirvió como un sedante para el insomnio y un disolvente para la piedra. Y ella misma hacía la cerveza. Cuando él estaba fuera de casa, ¡cómo apreciaba sus cuidados! Después de un año de matrimonio, le escribió a un amigo: “Mi Katy está en todas las cosas tan complaciente y agradable para conmigo que no cambiaría mi pobreza por las riquezas de Creso”28.
Una señal de la alegría que su matrimonio le brindaba se dio cuando en 1526 Lucas Cranach hizo el retrato de Katharina de Bora, su marido Martín lo colgó en la pared del comedor, donde continuamente lo contemplaba, respecto a su felicidad comentó:
“Me ha tocado un felicísimo matrimonio por la gracia de Dios. Tengo una mujer fiel, según las palabras de Salomón: Confidit in eam cor viri sui. Ella no me traiciona. ¡Ah, Señor Dios mío! El matrimonio no es una cosa puramente material y física, sino que es un don de Dios, una vida dulcísima; más aún, castísima por encima de todo celibato. Pero, cuando cae mal, es un infierno29”.
Ciertamente el matrimonio de los Lutero fue un ejemplo de unión y trabajo, al respecto también escribió:
“Soy un hombre muy ocupado; tengo que desempeñar cuatro trabajos, cada uno de los cuales necesitaría para su cumplimiento la dedicación exclusiva de una persona: tengo que predicar en público cuatro veces por semana, dictar dos veces lecciones, oír las causas, escribir cartas y, además, escribir libros para el público. No obstante, Dios me ha provisto bien al darme una mujer excelente que cuida de todos los asuntos familiares, para que yo no me tenga que ocupar además de este menester30”.
Sin embargo, lo destacable, entre muchos aspectos, de esta pareja es el hecho de que a pesar de las múltiples ocupaciones de ambos en los asuntos de orden espiritual y cotidiano nunca descuidaron su vida matrimonial como así también la atención a sus hijos. Conocidas son las pausas musicales que hacía Martín Lutero durante las cuales reunía a la familia y amigos para cantar y alabar a Dios, como así también los tiempos de estudio y devoción familiar, a pesar de las múltiples ocupaciones cotidianas, resumidas por Lutero:
“Predicadora, cervecera, horticultora (…) doctora, dueña de zülsdorf, criadora de cerdos y todo lo demás que es capaz de hacer”31.
De Katharina solo ha quedado una carta personal; pero las que su esposo le dirigía en sus viajes la muestran y ensalzan como una madre y administradora ejemplar32, no tuvo miedo de los desafíos y riesgos que ser esposa de Lutero significaba.
Cuando murió Martín Lutero, Katharina von Bora pronunció las siguientes palabras:
“¿Quién no va a estar triste y afligida al perder a un hombre tan precioso como fue mi querido señor? Él hizo muchas cosas grandes, no solamente para una ciudad o un solo país, sino para todo el mundo. Estoy verdaderamente tan apenada que no puedo comer ni beber, ni siquiera dormir. Y si hubiera tenido un principado o un imperio y lo hubiera perdido, no sería tan doloroso como ahora cuando el querido Señor Dios me ha quitado a este hombre precioso y amado; no solo a mí, sino al mundo entero”33.
Lutero en su testamento firmado el 5 de enero de 1542, le dejó todas sus posesiones. Aduciendo tres razones:
“Primero mi Catherine siempre ha sido para mí una esposa amable, piadosa y fiel, me ha amado profundamente y por la gracia de Dios me dio y ha criado cinco hijos que todavía viven. Segundo, tendrá que afrontar todas las deudas que surjan al momento de mi muerte; tercero, y lo más importante, es que mi voluntad es que mis hijos dependan de ella y no ella de ellos, que la honren y se
an sumisos a ella como Dios lo ha ordenado. Además considero que la mamá será la mejor guardiana de sus hijos y que ella no abusará de esta confianza que le doy, sino que sé que siempre será una buena madre para sus hijos a quienes ella ama tiernamente y que será consciente al compartir todo con ellos”34.
También rogó a sus amigos que defendieran a su querida Katharina, de depredadores pues el diablo quería atacarla. En los años siguientes la familia pasó algunas dificultades debido a que se desató la Guerra de Esmalcalda entre el Emperador y el Príncipe Protestante, por lo cual dejaron Wittemberg refugiándose en Magdeburgo. Cuando regresaron a su ciudad ya casi no tenían dinero. Los impuestos de guerra eran muy elevados y no alcanzaba a pagarlos y la granja de Zuldorf fue afectada por la guerra, sus amigos estaban igual de empobrecidos como para prestar ayuda, por lo cual adaptó algunos departamentos y los arrendó a algunos internos35.
La salud de Katherine se fue debilitando durante el invierno, pero cuando llegó el verano, trajo otra vez la plaga a Wittemberg por lo que le ordenaron a todos los de la Universidad que se fueran a Torgau, pero cuando el carruaje que la trasladaba pasaba por la orilla de un lago, cayó a un bache y ella salió catapultada. Cayó al agua, quedando aturdida y herida, el frío y el impacto le produjeron fiebre de lo cual nunca se recuperó. En 1552 desarrolló una grave neumonía con poco pronóstico de mejorar, para la tarde del 20 de diciembre se estaban acabando sus fuerzas, ese día ella dijo: “Me aferraré al Señor Cristo, como la pelusa a la tela”36. Al llegar la noche, alrededor de las nueve despertó y al ver sus rostros cansados les rogó que se fueran a dormir, a las diez de la noche Gretchen entró de puntas, pero todo estaba en silencio, Katherine von Bora había partido a la eternidad.
Idelette de Bure
“Ten siempre presente lo que busco hallar en ella; porque no soy yo uno de esos enamorados locos que abrazan incluso los vicios de sus amadas cuando pierden el juicio por la hermosa figura de una mujer. La única belleza que me satisface es esta: que ella sea casta, atenta, ni demasiado bonita ni fastidiosa, económica, paciente y cuidadosa de mi salud”.
Estos eran los requisitos que Juan Calvino buscaba en una esposa. Había permanecido soltero hasta la edad de 31 años, pero sus colegas reformadores William Farel y Martín Bucero le animaban a considerar la posibilidad del matrimonio por causa de su salud, de una casa en orden y de liberarse de esas preocupaciones para servir mejor a la iglesia. Incluso llegaron a ofrecerse para echarle una mano en el asunto.
La relación entre Calvino y su esposa es poco conocido, debido a que él entregó pocos detalles, y al respecto un autor resume el inicio de su relación de la siguiente manera:
“Alguien dijo cierta vez que todos los franceses son buenos amantes. Juan Calvino parecía trabajar duro contra esa idea. Siendo un bachiller de 31 años, Calvino anunció que él no era uno de “aquellos amantes desquiciados que abrazan también los vicios de los enamorados, que enloquecen con la visión de una bella figura … Educado en Francia y famoso por su obra en Ginebra, Calvino encontró esposa en la Estrasburgo de habla alemana, aunque sería más adecuado decir que ‘le encontraron una esposa’. La historia podría tener mucho éxito hoy como un reality show”37.
Al principio, Juan Calvino había sido reacio al matrimonio de los pastores, pero tras convivir con Bucero y ver el apoyo mutuo entre éste y su esposa, cambió de opinión. En cuanto Juan expresó su deseo de contraer matrimonio, varios de sus amigos le buscaron la mejor candidata.
Una de ellas era una mujer muy rica, pero Juan no quería vivir holgadamente y descuidar su relación con Dios, además ella no sabía francés. Por lo que rechazó la oferta. La segunda candidata era francesa y una fiel protestante, pero era quince años mayor que él. No podrían tener hijos, pero para él era muy importante formar una familia.
En 1538 Calvino fue exiliado de Ginebra y fijó su residencia en la ciudad de Estrasburgo, en Alemania. Durante este período pastoreaba una congregación de refugiados franceses entre los cuales estaban John Stordeur, de la ciudad de Liege, y su esposa Idelette de Bure.
Idelette de Bure (su nombre de soltera), nació en Geldern, fue la única esposa de Juan Calvino. Idelette vivió bajo la sombra de la persecución tanto en casa como en el extranjero. El primer esposo de Idelette fue Jean Storder, un pastor anabaptista de Lüttich con el que tuvo un hijo y una hija. El matrimonio Storder estaba fascinado con los sermones de Calvino y concordaba con sus doctrinas religiosas. Calvino se hizo amigo de la pareja y a menudo los visitaba en su casa en Estrasburgo. Pero no siempre fue así, pues en un principio, se había enfrentado con Calvino, pero tras el exilio de ambos de Ginebra se hicieron amigos.
Jean Storder, el marido de Idelette murió poco después a causa de unas fiebres, tras una plaga que se había desatado en la ciudad de Estrasburgo. No se tienen mayores antecedentes del noviazgo, pero Calvino comunicó sus intenciones a Idelette y está aceptó su propuesta de matrimonio. La unión se formalizó, sin embargo los numerosos viajes de Calvino a causa de su ministerio dificultaban mucho la relación.
Un año después de iniciar su vida conyugal, Calvino recibió una nueva oferta para regresar a Ginebra. Por lo que trasladó a toda su familia a su vieja residencia en la ciudad y retomó su ministerio allí. El regreso a su antiguo trabajo en la ciudad ginebrina no fue fácil. A pesar de encontrar un gran apoyo en su esposa, Ginebra era una comunidad problemática.
En la correspondencia de Calvino encontramos muy poca información sobre su matrimonio, y muy poco se sabe también de la misma Idelette, pero debió ser una mujer notable y una gran ayuda para el reformador de Ginebra. Su marido la llamaba “una mujer de raras cualidades” y “la fiel ayudante de mi ministerio”. Teodoro de Beza también la describe como una “dama sobria y honorable”.
Su vida no fue fácil. Vivir en el siglo XVI ya era bastante difícil si lo comparamos con nuestros niveles de vida actuales, con epidemias continuas, falta de cuidado médico y turbulencias civiles y políticas. Idelette vivió bajo la sombra de la persecución tanto en casa como en el extranjero. Su marido era considerado como un gran hereje por la Iglesia Católica Romana, y habría sufrido el mismo destino que otros mártires protestantes franceses de haber sido capturado. En Ginebra su vida se hallaba bajo constante amenaza por parte de los libertarios, que se oponían a todas sus reformas morales. No sabía si un día lo arrojarían al río para que se ahogara o al día siguiente lo lincharía una multitud enfurecida. Algunos ciudadanos le ponían a sus perros el nombre de Calvino para demostrar públicamente su opinión acerca de él.
A todo esto se añadió aún más triste
za. Su primer hijo, Jacques, nació prematuramente en julio de 1542, Idelette estaba gravemente enferma. Al escribir sobre su nacimiento a un hermano ministro, Calvino dice, “Mi esposa ha dado a luz de manera prematura, no sin extremo peligro. Que el Señor nos mire con misericordia”38. Cuando ocurrió la muerte del niño, Calvino escribe otra vez, “Mi esposa regresa su gratitud por tanta consolación amistosa y piadosa. Ella podría contestar sólo por medio de un secretario, y sería muy difícil para ella incluso dictar una carta. El Señor ciertamente ha infligido una herida severa y amarga por la muerte de nuestro pequeño hijo. Pero Él mismo es Padre, y sabe lo que es necesario para sus hijos”39.
Dos años después, nació una hija, el 30 de mayo de ese año Calvino escribe a Farel: “Mi pequeña hija lucha con una fiebre contínua”40, y lamentablemente perdió la batalla. Más tarde, llegó un tercer hijo que también murió en la infancia, del cual ella nunca se recuperó.
Respecto a sus hijos, Calvino señaló, “El Señor me dio un hijo, pero pronto se lo llevó. Se reconoce esto entre mis desgracias, que no tenga hijos. Tengo miríadas de hijos a lo largo del mundo cristiano”41. Aquellas palabras reflejan un profundo consuelo en la Providencia Divina, uno de los distintivos de la teología calvinista, pues qué duda cabe: para los padres una de las pruebas más profundas es la enfermedad de un hijo y uno de los dolores más terribles y difíciles de asimilar la muerte de un hijo.
Idelette continuó con una salud muy débil, haciendo muy lentamente su trabajo por la casa y el jardín, además de la debilidad, la afectaba una tos permanente que fue la que le habría de arrebatar la vida. Sin embargo, era ella la que traía el orden y paz en la casa, cuando estaba bien, ella misma recibía al mar de visitantes que llamaban a la puerta42, a muchos de ellos alimentó y hospedó, a pesar de sus enfermedades la casa de Calvino estaba abierta a los huéspedes: “Tu hospitalidad en el nombre de Cristo es conocida por toda Europa”, alguien escribió dos años antes que Idelette muriera43.
Cuando cayó enferma, el doctor Textor se encontraba con frecuencia al lado de su cama, y aunque hicieron todos los esfuerzos, pronto se supo que sus horas estaban contadas. En agosto de 1548, Calvino le escribió a Viret:
“Mi esposa se encomienda a tus oraciones. Está tan postrada en su enfermedad que apenas puede sostenerse. A menudo parece hallarse mejor, pero pronto recae”44.
Su flaqueza y sus accesos de tos, eran quizás signos de tuberculosis, enfermedad desconocida por los médicos de esos tiempos. A principios de marzo de 1549, Idelette se puso tan débil que tuvieron que ayudarla a levantarse de la cama, así comenzó a esperar su muerte. Nunca se había quejado en vida, y no iba a quejarse ahora. Calvino no se separó de la cama de su esposa.
Tres días antes de su fallecimiento, un grupo de personas se juntó en su habitación para orar junto a ella, uno de los pastores “en nombre de los demás la exhortó a la fe y la paciencia”. Ella testificó brevemente debido a que se encontraba muy fatigada acerca de la esperanza que había en su corazón. Calvino le aseguró que cuidaría de sus hijos, el joven que se encontraba en Estrasburgo y la pequeña Judith que habitaba con ellos en la casa de la calle del Cañón. Idelette respondió con un susurro “ya los he encomendado al Señor”. Calvino respondió que de todos modos haría lo que pudiera por ellos a lo que ella respondió: “ya sé que no descuidarás a quienes tú sabes que han sido encomendados al Señor”45.
El 29 de marzo, fue visitada por un pastor para consolarla, ella habló con voz muy fuerte:
“Oh gloriosa resurrección, ¡Oh, Dios de Abraham y de todos nuestros padres! Tu pueblo ha confiado en ti desde el principio y en todas las edades. Ninguno de ellos ha sido avergonzado. También voy a buscar tu salvación”46.
Fue trasladada de habitación y comenzó a decaer, Calvino relata:
“Cuando sintió que su voz le fallaba, repentinamente, dijo: ‘Oremos, oremos, orad todos por mí’. En esto ya se había vuelto, ella ya no podía hablar y su mente parecía turbada. Después de susurrarle al oído algunas palabras acerca del amor de Cristo, de la esperanza de la vida eterna y de nuestra vida matrimonial y su partida, empecé a orar… Ella parecía oír la oración atentamente; pero antes de las 8 había fallecido, con tanta calma que los que se hallaban presentes apenas pudieron distinguir si estaba viva o muerta”47.
Pierre Viret describe la condición de su amigo como “un corazón tan roto y lacerado” que a la vez buscaba la fuerza para que la pena no lo venciera y poder seguir cumpliendo con sus deberes. Calvino nunca volvió a casarse. Respecto al impacto duradero que Idelette supuso en la vida y el ministerio de su marido, dejaremos que sea el propio Calvino el que hable por sí mismo:
“Sabes bien qué tierna, o más bien blanda, es mi mente. Si no se me hubiera concedido un poderoso autocontrol, no podría haber resistido tanto tiempo. Y ciertamente, la mía no es una clase de dolor corriente. He sido privado de la mejor compañía de mi vida, de una que, si hubiera estado así dispuesto, habría compartido con gusto no sólo mi pobreza sino también mi muerte. Durante su vida, ella fue la fiel ayudante de mi ministerio. Nunca experimenté por su parte la más mínima pega. Nunca me creó ningún problema, y procuraba no preocuparme durante todo el curso de su enfermedad, y estaba más ansiosa por sus hijos que por ella misma. Como yo me temía que estas preocupaciones mías podrían molestarla, tres días antes de su muerte le mencioné que no dejaría de cumplir con mi deber hacia sus hijos. A lo que ella, yendo directamente al grano, respondió: ‘Ya los he encomendado a Dios’. Cuando le dije que no me impidiese cuidar de ellos, ella contestó: ‘Ya sé que no dejarás de cuidar lo que sabes que te ha sido encomendado por Dios’. Su bondad era tan grande que parecía haber abandonado ya el mundo.
Sobre la hora sexta del día, en la que entregó su alma al Señor, nuestro hermano Bourgouin (un anciano de la iglesia de Ginebra) le dirigió algunas piadosas palabras, y mientras lo hacía, ella habló en voz alta, para que todos vieran que su corazón se estaba levantando por encima de este mundo”48.
La vida en casa continuó con su rutina esta
ba Antoine, hermano de Juan Calvino, y su familia, así como Judith la hija de Idelette hasta que se casó. Calvino tenía un criado jorobado llamado Pierre que administraba la casa, pero esa casa era muy diferente sin Idelette. “Mi esposa, mujer de cualidades extraordinarias, murió hace un año y medio”, escribió Calvino en 1550, “Y yo he escogido ahora voluntariamente llevar una vida solitaria”49.
Mujeres con influencia política
Un interesante contrapunto es notar que la presencia y acción de las mujeres en la Reforma Protestante no solamente se centró en el ámbito doméstico o el entorno inmediato de sus protagonistas, sino también en altas esferas de influencia política, o “en la casa del César” como se podría parafrasear en el lenguaje neotestamentario. Las ideas reformadas, a pesar de haber sido fuertemente perseguidas desde las monarquías y el Papado mismo, lograron llegar hasta las cortes y con ello ejercer una notable influencia en las vidas de varias mujeres que llevando sus convicciones favorecieron la causa reformada aún a riesgo de su propia integridad.
Margarita de Navarra50
Margarita de Navarra, de Angulema o de Orléans (11 de abril de 1492-21 de diciembre de 1549), como también se le conoce51. Margarita fue una poeta humanista reconocida, además de ser una persona de convicciones firmes, con todo y que se vio exigida por las costumbres de las cortes y fue capaz de superar la banalidad de su clase social
Extendió su patrocinio financiero a los teólogos de la Reforma, dio refugio a las víctimas de las primeras persecuciones de principios del siglo XVI. Incluso Juan Calvino fue uno de sus refugiados cuando huía de París antes de ir a Ginebra, también protegió a Gerard Roussel, Lefevre d’Etaples, y Clemente Marot de la persecución52.
Se le dio el título de “primera ministra de los pobres”, a pesar de que era la reina de Navarra. Fue también una escritora creativa. En una época inmoral, cuando la corte francesa se deleitaba con la lectura de los cuentos del Decamerón, de Boccaccio, ella escribió el Heptamerón, en el que denunció a los clérigos inmorales, por lo que se arriesgó a ser asesinada. Su objetivo con aquella obra que escribió fue introducir la moralidad, el modelo bíblico para un público que no leía la Biblia. Al final de cada cuento puso un comentario y un versículo de la Escritura. Su correspondencia incluye desde Erasmo de Roterdam a una variedad de Papas, a Calvino y muchos otros reformadores53.
Sin duda, fue también una reformadora que luchó por la causa protestante. Ya que fue la primera mujer en desempeñar un papel activo en los esfuerzos del Círculo Evangélico de Meaux y en promover el estudio y la publicación en francés de las Escrituras traducidas del arameo, hebreo y griego, en busca del camino a la salvación personal mediante la Biblia. Tradujo al francés la Meditación sobre el Padre Nuestro de Lutero. Fue autora de varios poemas, entre ellos Prisiones54.
A pesar de su posición, fue perseguida por la poderosa Universidad Católica Romana Sorbona debido a las tendencias evangélicas de sus propios escritos y reclamaciones que de haber sido cualquier otro autor, éste podría haber sido quemado en la hoguera. Pero ella, era la hermana del Rey55. Por su creencia de que la salvación eterna podía ser recibida gracias a la sinceridad de la fe individual y del arrepentimiento sincero por los pecados más que de oraciones rutinarias, peregrinaciones, buenas obras o ritos religiosos fue rechazada por la Facultad de Teología de la Universidad de París y por los miembros de la corte que condenaron su proselitismo considerándolo peligroso para la estabilidad de la corona56 Sin embargo, eso no fue obstáculo para tratar de crear en su reino un ambiente propicio para el movimiento protestante.
Sus acciones incluyeron dar refugio a reformadores perseguidos, solicitando y consiguiendo de su hermano Francisco I, Rey de Francia, el perdón y la cancelación de muchos procesos incluyendo del propio Calvino, más tarde en gratitud por este perdón Calvino dedicaría la Institución de la Religión Cristiana al Rey y siguió manteniendo frecuente correspondencia con Margarita. En su reino de Navarra, la cena se distribuía en sus dos partes, los sacerdotes podían casarse y llevaban ropa de calle, además de que el idioma para el culto no era el latín, sino el de la gente.
Su hija Juana de Albert fue testigo del maltrato que su padre le infringió por rezar oraciones protestantes. Cuando murió, el tributo más importante que se le ofreció fueron las lágrimas derramadas por su pueblo alrededor de su tumba.
Catalina de Borbón
Fue hija de la reina Juana de Navarra y Antonio de Borbón y nieta de Margarita de Navarra (Angulema, hermana del rey Francisco I de Francia). Su madre como y abuela fueron ejemplares en cultura y amor por su fe reformada.
Fue educada, junto con su hermano (el futuro rey de Francia), en un cristianismo consecuente; su madre había hecho profesión pública de fe calvinista la navidad de 1560. Durante trece años fue preparada a través de la enseñanza en las artes y cultura, pero especialmente en el temor de Dios por los brazos protectores de su madre, y todo ello en medio de dificultades sin número (guerras de religión, persecuciones, traiciones, deserción religiosa y moral de su padre, etc.). El cristianismo que la madre de los hermanos trató de inculcar se resumía en dos conceptos: “Firmeza”, y “Hasta la muerte”. Catalina mantuvo su fe firme.
Sin embargo, no podemos decir lo mismo de su hermano el príncipe Enrique, pues su fe tenía una fuerte competencia ante la influencia de los valores de la educación y práctica política católica. De tal manera que ante la posibilidad de acceder al trono y siguiendo la máxima de “París bien vale una misa” que le propuso uno de sus consejeros57, de esta manera aplicó la llamada razón de estado (es decir, la justificación, basada en la conveniencia política, que un gobierno o individuo aduce para actuar de una manera determinada) y renunció a la fe protestante a través de varios episodios de abjuraciones hasta el ritual final para ser coronado rey de Francia en 1594.
Cuando su hermano le propuso, bajo amenazas de negarle su protección, también la conveniencia de su conversión a la iglesia papal, Catalina le contestó: “Si me desamparáis, Dios nunca lo hará: esa es mi confianza. Prefiero ser la más miserable en la tierra, que dejarle por los hombres.” Siempre mostró gran respeto a su hermano, como hermano y como rey, pero sin negar el fundamento donde se encontraba para ella la fuente de toda autoridad y respeto: la fidelidad a la Escritura.
Un episodio trágico en la vida de Catalina fue cuando abjuró de su fe protestante en el contexto de la de su propio hermano en la masacre de la noche de San Bartolomé. En ese momento tenía 13 años (acababa de perder a su madre y estaba en un ambiente infernal en París), y así permaneció varios años. Pero luego se reafirmó en su calvinismo hasta su muerte. Cuando tuvo que vivir la renuncia de su hermano a la fe de su madre para ser coronado rey de Francia, ella se mantuvo fiel, y así lo refirió expresamente a Teodoro de Beza (del que solicitaba se orase por ella en tan difícil situación).
En 1577, a la edad de 18 años fue nombrada regente de sus territorios por su hermano, allí se dedicó en cuerpo y alma a la preservación de la obra religiosa y política que había iniciado su madre. No fue fácil, pues algunos sectores nunca admitieron de buen grado las reformas religiosas y políticas instauradas por Juana de Albret. Debió defender los derechos de esos territorios, especialmente del Bearne y del reino de Navarra, en el proceso de coronación de su hermano (Enrique III de Navarra y IV de Francia), que al final quedan excluidos de la anexión a Francia, conservando su autonomía y leyes propias.
Catalina fue la reconocida (aunque muy borrada de la memoria histórica) defensora de los derechos de los hugonotes en la corte, donde ganó para ellos batallas muy importantes, aunque sin el ruido de las armas en el campo abierto. Sin duda, es el pilar necesario para comprender incluso el edicto posterior de tolerancia de Nantes. Y a pesar de que solo fue regente de unos pequeños y problemáticos territorios, es toda una mujer de estado, pero sin seguir los patrones de la época. En este sentido es el contrapeso de la acción de su hermano. Catalina se podría considerar la propulsora de una política “laica”.
Como cristiana fiel era consciente de sus deberes y responsabilidades. Renunció por ello a sentimientos y gustos; no pudo casarse con quien amaba. Su hermano “la casó” en 1599 como parte de un tratado político. Ella aceptó, pero con una sola condición: conservar la fe de su casa. Catalina escribió:
“Oh Dios, tú has prometido, por tu bondad divina, ayudar a los afligidos que acuden a ti. Mi corazón está lleno de aflicción. Padre, consuélame, hazme sentir el efecto de tu favor divino… Mi pecado aborrezco. Perdóname, Señor, mira tu promesa y no mi error, en tu bondad espero, no en mi inocencia… Cuando hay que ir a escuchar tu palabra, mis pies se entumecen y van a paso lento, pero si hay que ir a las diversiones mundanas, en lugar de caminar, parece que vuelo… Pero recíbeme, Señor, de mirada dulce y propicia, pues reconozco mis pecados ante ti. Mira a tu amado Hijo, sacrificado por mí, quien tomando mis pecados, me reviste de su justicia…58”
Jeanne d’ Albret
Jeanne d’ Albret fue hija de Margarita de Navarra y madre del futuro rey de Francia, Enrique IV59, quien fue el primer monarca de la dinastía borbón en subir al trono de Francia, fue monarca del reino independiente de Navarra, donde nunca se aplicó la ley sálica y, como reina, tras convertirse oficialmente al protestantismo en 1560, introduce la Reforma en Navarra (Baja Navarra o Baxenabarre) y Bearne, imponiendo el calvinismo en sus territorios, a partir del 19 de julio de 1571, fue la primera gobernante que hizo del protestantismo religión de estado,
Jeanne era testaruda y tenaz desde su infancia, cualidades que la prepararon bien para convertirse en una líder inquebrantable en las guerras hugonotes. Es famosa (justamente) por las anécdotas que rodean su primer matrimonio con el duque alemán de Cleves.
Sorprendida por el rey Francisco, Jeanne parece haber asumido la responsabilidad de escribir una declaración formal, después de implorar al rey en su rostro —un acto audaz para cualquiera, y mucho menos para una niña de once años—, con firmas de testigos, declarando su oposición inequívoca a la próxima boda. Ella hizo esto de nuevo mientras la boda se acercaba, y cuando el día de la boda llegó, tuvo que ser literalmente llevada por el pasillo. El matrimonio nunca se consumó debido a su juventud, y más tarde fue anulado debido a las corrientes políticas cambiantes, esto sucedió cuando tenía once años de edad.
La madura Jeanne adoptó un enfoque muy diferente de la Reforma que la de su madre, Margarita de Navarra. Mientras que Marguerite prefirió trabajar discretamente, a través de la diplomacia y las lealtades cuidadosamente equilibradas a ambas iglesias, y trabajó para reformar la iglesia católica romana desde dentro mientras protegía a los reformadores perseguidos, Jeanne decidió, después de la muerte de sus padres, convertirse públicamente al protestantismo, y luchar abiertamente por la Reforma. Jeanne tuvo que enfrentarse a la oposición en la corte, de su propio esposo (quien más adelante se convertiría en católico), y de los ejércitos enemigos como un importante líder político de los hugonotes.
Durante su mandato, se tradujo al euskera el Nuevo Testamento, encargando el sínodo calvinista de Pau tal empresa a Joannes de Leizarraga (1506-1601), que dio por título a la traducción “Iesus Christ gure Jaunaren Testamentu Berria” (Nuevo Testamento de nuestro Señor Jesucristo), siendo este uno de los textos más antiguos escritos conservados en esta lengua60.
Trabajó estrechamente con hombres como Coligny y Condé durante la Tercera Guerra Hugonote, e incluso reunió a las tropas hugonote en persona. Instituyó políticas oficiales de Reforma en su propio reino de Navarra y patrocinó traducciones del Nuevo Testamento al euskera natal de su pueblo. Cuando Felipe II de España envió a un embajador para presionarla en un momento dado, Juana le respondió:
“Aunque soy una princesita, Dios me ha dado el gobierno de este país para que yo lo gobierne según su Evangelio y le enseñe sus leyes. Confío en Dios, que es más poderoso que el Rey de España”61.
Elizabeth I
A menudo referida como La Reina Virgen, Gloriana o La Buena Reina Bess (Greenwich, 7 de septiembre de 1533-Richmond, 24 de marzo de 1603) fue reina de Inglaterra e Irlanda desde el 17 de noviembre de 1558 hasta el día de su muerte. Elizabeth fue la quinta y última monarca de la Dinastía Tudor.
Hija de Enrique VIII, nació como princesa, pero su madre, Ana Bolena, fue ejecutada cuando ella tenía tres años, con lo que Elizabeth fue declarada hija ilegítima. Sin embargo, tras la muerte de sus hermanos Eduardo VI y María I, Elizabeth asumió el trono.
El reinado de la reina Elizabeth I de Inglaterra fue uno de los más largos y determinantes de la historia de su país. Llegó al poder después de ver cómo su madre era decapitada por orden de su propio padre y vivir unos años recluida y alejada del orden sucesorio. Pero el destino quiso que Elizabeth subiera al trono en 1558 y reinara sobre Inglaterra e Irlanda hasta su muerte, en 160362. La reina estrechó lazos
con Francia, se enfrentó a su rival María de Escocia y plantó cara al imperio de Felipe II. Una de las primeras medidas que tomó fue establecer una iglesia protestante independiente de Roma, que luego evolucionaría en la actual Iglesia de Inglaterra, de la que se convirtió en la máxima autoridad.
El principal objetivo de Elizabeth I al sentarse en el trono fue poner orden en la cuestión religiosa que venía sacudiendo el país desde tiempos de Enrique VIII. Su estrategia en este sentido consistió en el restablecimiento del anglicanismo como religión oficial.
A pesar de haber sido coronada según el rito romano, Elizabeth pronto evidenció su voluntad de continuar la política eclesiástica de su padre. En ello se dejó guiar por consideraciones puramente políticas: la reina deseaba ejercer la autoridad eclesiástica suprema, lo que al mismo tiempo la oponía a católicos y calvinistas. Actuando con gran prudencia, promulgó en 1559 el Acta de Supremacía que puso nuevamente en vigor las leyes religiosas de Enrique VIII y Eduardo VI, abolidas en tiempos de María Tudor. Una parte integral de la conciencia histórica protestante fue el martirio de los protestantes ingleses con la hija de Enrique VIII y hermanastra de Elizabeth, «María la sangrienta». El libro de los Mártires de Foxe (1563), que detallaba del modo más cruento este martirio, fue enormemente popular durante el periodo victoriano63.
El edicto de 1559, aunque reforzaba el protestantismo y declaraba la celebración de la misa ilegal, era excepcionalmente tolerante con la población católica. Los católicos quedaron en principio exentos de la asistencia obligatoria a la iglesia parroquial a cambio del pago de una moderada contribución, y la celebración privada de su culto no fue perseguida excepto en los casos en que se sospechara traición a la monarquía.
El Acta de Uniformidad, votada ese mismo año por el Parlamento, restableció el Libro de la Plegaria Común de Eduardo VI eliminando las fórmulas que pudieran resultar más ofensivas para los católicos. Los obispos católicos nombrados durante el reinado de María I protestaron e Elizabeth respondió deponiéndolos a todos, quedando así renovada por completo la alta jerarquía eclesiástica del reino. Sin embargo, Elizabeth se cuidó de no verse superada por el fanatismo protestante. En 1563, cuando el Parlamento adoptó la profesión de fe de los Treinta y Nueve Artículos que rechazaba la transubstanciación y sólo admitía dos sacramentos, la reina decretó al mismo tiempo el mantenimiento de la jerarquía y la liturgia católica.
Elizabeth tuvo que hacer frente a una doble oposición: la de los católicos, que se consideraron desligados de su deber de lealtad tras la excomunión de 1570 y que pusieron sus esperanzas en la católica reina de Escocia, María Estuardo, y la de los calvinistas presbiterianos, que rechazaban la jerarquía episcopal y cualquier vestigio de catolicismo dentro de la Iglesia reformada. Elizabeth recrudeció las medidas represivas contra la disidencia religiosa. La celebración de la misa católica fue prohibida por completo, así como los sínodos presbiterianos de los calvinistas, que ya por entonces comenzaban a conocerse como puritanos. En 1595 se hizo obligatoria, bajo pena de prisión, la asistencia al culto anglicano. Sin embargo, hubo muchas menos ejecuciones por motivos religiosos durante los veintiocho años del reinado isabelino que durante los cinco en que María Tudor se sentó en el trono. La obra religiosa de Elizabeth fue duradera: dio al anglicanismo su carácter definitivo y emprendió el camino hacia la convivencia de las distintas sectas religiosas64.
Su reinado sentó las bases de un largo tiempo de hegemonía inglesa sobre los mares y amplios territorios de ultramar. También fueron años de gran esplendor en el mundo del arte y de la literatura, con Marlowe y Shakespeare como adalides de las letras inglesas. Solamente su extraña aversión al matrimonio y su empeño por ser recordada como la reina virgen exaltando su relación con su pueblo por encima de un solo hombre, hicieron de ella un personaje un tanto excéntrico y misterioso.
Intelectuales y líderes, una labor profunda y a veces polémica
La diversidad de caracteres, escenarios, labores y aportes de diversas mujeres a la causa protestante no deja de sorprender, es así como su influencia se hizo sentir también en el ámbito de la producción intelectual y teológica, esta última no exenta de polémicas y desafíos que impulsaron a reconsiderar los alcances de la reforma y su implementación en la vida de las comunidades eclesiásticas.
Marie Dentière
Inscripción del nombre de Marie Dentière en el Muro de los Reformadores en Ginebra, en la parte posterior de la estela dedicada a Zwinglio.
Nacida en 1495 en una familia de rango noble en Tournai, Francia, Marie Dentière recibió una muy buena educación, ingresó al convento agustino de Prés-Porchins contra su voluntad, pero con el paso del tiempo llegó a ser elegida abadesa65.
Cautivada por la teología de Martín Lutero, Marie dejó el convento en el año 1525, Para lograr salir y escapar del convento de Tournai y tomó 500 ducados del tesoro de la abadía. Fue perseguida como muchos otros protestantes y se refugió en la ciudad de Estrasburgo. En 1528, tomó otra decisión radical al casarse con el ex-sacerdote Simón Robert, tuvieron dos hijos. Juntos se trasladaron a las afueras de Ginebra para predicar las doctrinas de la Reforma, lo que les convirtió en el primer matrimonio que dirigió una comunidad evangélica en territorio francófono y donde Simón prestó servicios como pastor hasta su muerte cinco años más tarde.
Un reformador escribe que Marie y Simón Robert “fueron los primeros esposos que aceptaron una asignación pastoral para la Iglesia Reformada”. La pareja tuvo cinco hijos, pero Robert murió en el año 1533.
En 1535, Marie se había casó con Antoine Froment, otro pastor reformado66, predicador, y ayudante de Guillermo Farel en Ginebra en sus campañas de evangelización. Ambos pastorearon varias comunidades (Yvonand, Massongy y Chablais). La pareja abrió un pequeño internado para niñas ofreciéndoles una formación que incluía griego y hebreo. Del aquel segundo matrimonio, nació su hija Judith67.
La mayoría de lo que sabemos de Dentière, lo cual no es mucho, proviene de tres documentos atribuidos a ella. La primera de sus obras escritas, cuenta los eventos de 1532-1536 en Ginebra desde el punto de vista de los reformadores. Dentière fue quizá la primera escritora protestante que dio testimonio presencial de ese tiempo tumultuoso, y fue de las primeras mujeres, sino la primera, en articular y defender la teología reformada en el idioma francés68.
El 25 de agosto de 1536, durante su visita al monasterio de Juicy, con el fin de atraerlo a la Reforma, declaró:
“He vivido durante mucho tiem
po a la sombra de la hipocresía, pero solo Dios me hizo ver mi estado y me trajo a la verdadera luz de la verdadera fe”69.
Marie creía importante reformar las doctrinas religiosas de su época, pero también fue una líder innovadora al proponer que se ampliara el papel de las mujeres en la religión. Argumentaba que hombres y mujeres están igualmente calificados para interpretar las Sagradas Escrituras y los aspectos de la fe. Cuando se presentaban a debates teológicos o predicaciones usaba directamente el texto bíblico, siempre interpretando pasajes donde las protagonistas eran mujeres, defendiendo el ministerio femenino y volviendo sus argumentos en contra de sus detractores en contra del ministerio de la mujer:
“¿Qué predicadores han hecho más que la mujer Samaritana que no se avergonzó de predicar a Jesús y su palabra, confesándole abiertamente a todo el mundo, tan pronto como oyó de Jesús que uno debe adorar a Dios en Espíritu y en verdad? O ¿Hay otra como María Magdalena, de quién Jesús sacó siete demonios, capaz de presumir de haber tenido la primera revelación del gran misterio de la resurrección de Jesús? Y ¿Por qué no la otra mujer, a quién, en lugar de a hombre su resurrección fue anunciada por su ángel, recibiendo el mandamiento de hablar, predicar y declararla a los demás?”70.
De allí que se considere a Marie Dentière como una teóloga reformadora. Desempeñó un papel activo en la religión y política de Ginebra, participó activamente en el cierre de conventos y fue considerada como predicadora a la par de Calvino y Farel. Redactó una serie de escritos muy revolucionarios para su tiempo. Fue considerada por Calvino y algunos otros reformadores como una mujer que ejercía mala influencia sobre su marido con una personalidad radical71. Por ello, muchos de sus escritos y cartas fueron prohibidos, y destruidos como La Epistre, carta suya escrita a Margarita de Navarra hermana del Rey de Francia donde alentaba fuertemente a la expulsión del clero católico en Francia y criticaba la estupidez de los protestantes por obligar a Calvino y Farel a abandonar Ginebra. Incluso dentro del círculo femenino, Dentière no gozó de popularidad72.
En la Epistre Tresutile también se refiere al escaso papel que las mujeres desempeñaron para realizar la Reforma, allí señaló:
“¿Tenemos dos evangelios: uno para hombres y otro para mujeres? Tampoco los calumniadores y enemigos de la verdad tienen el derecho de acusarnos de excesiva arrogancia, ni puede un verdadero creyente decir que las mujeres están traspasando sus derechos cuando hablamos a otra acerca de la Sagrada Escritura”73.
En una de las cartas dirigidas a Margarita de Navarra, expuso sus argumentos sobre el ministerio femenino: “no debemos no más que los hombres, cubrir y enterrar con tierra lo que Dios nos ha dado y revelado a nosotras las mujeres”74. Marie no compartía la idea de su época y de los reformadores, de ser una buena esposa sumisa y abnegada, buena ama de casa, receptora y pasiva de la doctrina, mencionaba:
“Pareciera que la “alianza” que colocamos en nuestra mano el día del matrimonio fuera como el anillo de Giges, que tenía la propiedad de hacerla invisible; pero en nuestro caso no para protegernos de nuestros enemigos sino para arrebatarnos el derecho al tiempo y al espacio, para impedirnos el acceso al ágora”75.
Llegó a ser una participante activa de la Reforma Protestante, predicaba en oposición al celibato y a favor del papel activo de las mujeres en la nueva iglesia. Ella fue un agente dinámico en la reforma. Su esposo Froment76 tampoco estaba de acuerdo con ver a la mujer desde esta perspectiva, fue él quien le ayudó a publicar su obra la Epistre con el impresor ginebrino Jean Girard77. Marie esperaba el mismo apoyo de parte de Calvino del cual no lo recibió jamás, sino todo lo contrario. Una de las controversias entre Marie Dentière y Calvino fue acerca de su dura crítica contra las vestiduras grandes y pomposas de los ministros, pues veía sus ropajes como exagerados y prefería algo menos ostentoso78.
Muchos de sus escritos se le atribuyeron a su esposo quien gozaba de fama de buen predicador, algunos editores se han dado cuenta de la gran diferencia que existía entre los textos de Marie y los de su esposo. “Tanto uno es vivo y lleno de astucias retóricas- se refiere a Marie- como el segundo es pesado… Las frases de Marie son sueltas y bien construidas, a menudo entre cortada y lacónica. Ella aprieta el paso y Fromet se arrastra”79. Marie manejaba argumentos teológicos y su orientación teológica estaba más influida por Farel y Zwinglio que por Lutero. Considerada por muchos una de las primeras teólogas laicas feministas, defendió con gran convicción las ideas de la Reforma y el papel de las mujeres en la Iglesia y su labor no estuvo exenta de polémicas.
Hacia 1561, el año en que Marie falleció, la tensión entre Marie y Calvino disminuyó, y el respeto y la admiración de parte de Calvino hacia Marie había aumentado. Calvino hasta le pidió que escribiera el prefacio de su sermón impreso sobre la modestia de la mujer según 1 Timoteo 2:8-1280. El 3 de noviembre de 2002 se añadieron más nombres al Monumento Internacional de la Reforma en Ginebra, entre ellos el de Marie Dentière81.
Olimpia Morata
Olympia Fulva Morata destacó desde joven por su inteligencia y su erudición. Conocedora del griego y el latín escribió muchas obras relacionadas con la religión y el pensamiento. Nació en Ferrara en 1526. Su padre, Fulvio Peregrino Morato fue un humanista y maestro en la lujosa corte de Ferrara. Olympia aprovechó los conocimientos y las clases de su padre a los jóvenes hijos de los duques y así pudo tener acceso a importantes obras de Aristóteles, Cicerón, Ovidio y otros grandes autores de la cultura clásica griega y romana.
Luego de la muerte de su padre en 1548, nada la ligaba a la corte de Ferrara. Un año después, conoció a Andrew Grunther, un profesor alemán defensor de la Reforma protestante del que se enamoró. En 1550 se casaron por el rito protestante y tras un breve periodo de tiempo aun en Italia, Olympia y Andrew marcharon a vivir a Alemania donde retomó sus estudios centrados tanto en los textos clásicos como en las Escrituras y empezó a escribir.
En 1553, Schweinfurt, donde la pareja se había instalado, fue asediada por las tropas del emperador Carlos V. Su defensa de la Reforma Protestante hizo que Olympia y Andrew tuvieran que huir en busca de refugio en alguna de las cortes defensoras de la nueva postura religiosa. Finalmente consiguieron establecerse en la corte de los Erbach. Poco tiempo duró la felicidad de la joven escritora quien, dos años después de la epidemia de peste que asoló algunas ciudades europeas terminó con su vida. Murió en Heidelberg el 26 de octubre de 1555.
Durante su vida, escribió diálogos, cartas latinas y griegas (incluyendo cartas de amor en latín para su esposo), un popular salterio griego y más. Teodoro de Beza, uno de los más grandes clasicistas y teólogos de la Reforma, incluso escribió un elogio para ella82.
Gracias al empeño de su marido y amigos humanistas, las cartas de Olympia Morata, sus poesías y sus obras fueron recuperadas y publicadas después de su muerte. Su corta pero fiel vida fue bien resumida en marcha en sus propias palabras cuando escribió:
“No hay ninguna parte del mundo tan distantes que no estaríamos encantados de vivir en ella, si pudiéramos servir a Dios allí con plena libertad de conciencia“83.
Catherine Zell
Fue de las pocas mujeres que en la Reforma Protestante desarrollaron un papel fuera de lo común. Predicaba junto a su esposo. Escondió a refugiados y escribió algunos ensayos e himnos84. Después de la muerte de sus dos hijos se dedicó a predicar y apoyar la fe anabaptista.
Escribía de sí misma:
“Siempre, desde que tenía diez años de edad, he sido estudiosa y una especie de madre de la iglesia, muy dada a asistir a los sermones. He gustado y frecuentado la compañía de hombres de saber, y he conversado mucho con ellos del Reino de Dios”.
Se consideró a sí misma como “madre de la Iglesia”, y durante la Guerra de los Campesinos (1524-1525) organizó un servicio de acogida para los desplazados por el conflicto y atendió a cientos de víctimas. En su texto comentando el Padre Nuestro, comparó a Dios con una madre que conoce los dolores del parto, exigió el diaconado para la mujer y reivindicó la participación pública de las mujeres reformadoras85. Sin embargo, debía firmar algunos de sus escritos con el nombre de su marido, Matthäus Zell, como pseudónimo.
En 1562, gravemente enferma, predicó poco antes de morir en los funerales de dos mujeres anabautistas, a las que todos los pastores de la ciudad les habían negado una sepultura86.
Úrsula Münstenberg
Nació entre 1491-1495 y murió en 1534. Fue monja en el Convento de la orden de María Magdalena de la penitencia en Freiberg, Sajonia. Luego de adherirse al movimiento de reforma, encabezó el movimiento para infiltrar la doctrina luterana en su convento, para tal efecto introdujo los libros de Lutero de contrabando. Huyó del convento en 1529. Rechazó la vida de enclaustramiento de las monjas inspirada por el texto “Id por todo el mundo y predicad el evangelio”87.
Ursula Weyda
Cuando tenía 20 años, siguió el ejemplo de Von Grumbach, publicando un folleto en el que argumentaba en contra del abad de Pegau, un monje benedictino en Sajonia, que había señalado como herejes a todos los que estuvieran de acuerdo con Lutero.
Citando numerosos pasajes bíblicos, Weyda adoptó una postura sobre la Biblia, la iglesia, el matrimonio y el celibato, denunciando los abusos de la iglesia y la corrupción en las abadías. En respuesta, una persona anónima escribió un folleto publicado que sugería, dice McMillan, que las mujeres que hablan deben estar “sexualmente frustradas”88.
Elisabeth Cruciger
Su boda fue la primera de acuerdo con los principios protestantes. Participó en discusiones teológicas con Lutero y Melanchton quien la consideraba una mujer inteligente. Escribió un himno, “El hijo único del cielo”, lo cual causó controversia pues las mujeres no escribían himnos en ese tiempo y normalmente se le atribuye a Andrew Knoepken89.
Elisabeth Von Brandenburg
En 1517 recibió por primera vez la eucaristía de manos de un ministro luterano lo cual enojó grandemente a su marido Joachim I quien la quería encarcelar con pena de cadena perpetua. Elisabeth huyó defendiendo la postura de que una mujer debe decidir por sí misma su propia religión, a causa de ello sufrió pobreza y soledad, sin embargo influyó en la Reforma protestante de Dinamarca90.
Algunas conclusiones
Realizar esta investigación no fue una tarea fácil, pero sí tremendamente enriquecedora. A pesar de las corrientes de la historiografía y cultura fue posible encontrar las huellas de mujeres piadosas dispuestas a servir a Dios y a sus hermanos y
compañeros. De algunas, probablemente nunca podamos saber sus nombres, ocupaciones o nacionalidad pero a través de su servicio prepararon el camino y sostuvieron a quienes desempeñaron las labores más públicas.
Otras fueron conocidas por ser las compañeras o esposas de los reformadores, su servicio fue notable y destacable en tiempos en los cuales las labores más sencillas son poco valoradas, pero vaya qué complicado es cuando faltan y qué difícil hubiese sido para esos varones el haber llevado a cabo su trabajo sin el apoyo de sus compañeras. Finalmente, otras mujeres cargaron con el peso de llevar la autoridad y sus convicciones en medio del constante examen y oposición de sus cortes.
Con la llegada de la Reforma de la mano de Lutero, se empieza a operar un gran cambio en cuanto a las mujeres: Se produce un rechazo del celibato y una visión positiva del matrimonio como una de los instrumentos que libera a las mujeres de la misoginia y de la denigración. Elizabeth Ahme señala que:
“La valoración que Lutero hace de la mujer viene marcada básicamente por el hecho de que ella ha sido creada por Dios y salvada por Cristo. Con esto Lutero superaba todos los obstáculos que había para que una mujer llegara a la plenitud, y abría el camino de una feliz aceptación y afirmación del papel que Dios le ha marcado”91.
Incluso en la actualidad, la Iglesia Católica romana describe el convertirse en sacerdote como “tomar las órdenes sagradas”, sin embargo Lutero tomó ese concepto y lo modificó: “Las verdaderas santas órdenes y fundamentos piadosos establecidos por Dios son estos tres: el oficio sacerdotal, la familia y el gobierno civil”92. Por oficio sacerdotal, quiere decir “aquellos que están implicados en el servicio pastoral o el ministerio de la Palabra”. Pero no son solo los líderes de la iglesia quienes toman las órdenes sagradas. Padres, madres, hijos, siervos, príncipes, jueces, oficiales y clérigos están “haciendo una obra santa y [son] miembros de una orden sagrada”93.
La Reforma cambió de forma fundamental la relación entre la mujer y la Iglesia, abriéndoles espacio en ministerios laicos, y dándoles la oportunidad de ser pastoreadas por pastores fieles quienes buscaron cuidar de sus almas de una manera bíblica.
Una autora realiza una potente síntesis del aporte en diversas áreas y formas de las mujeres a la causa de la Reforma:
“Algo interesante acerca de las mujeres protestantes en la era de la Reforma es que pocas tenían ‘profesiones’ o ‘ministerios’. Las solteras, como Márgaret Blaurer, eran devotas a sus hermanos y huéspedes. Las casadas eran esposas y madres esforzadas. Las funciones formales fuera del hogar no eran comunes entre las mujeres de la Reforma. No obstante, muchas de las mujeres solteras impactaron masivamente fuera de las paredes del hogar, ya fuera escribiendo (como Argula von Grumbach), luchando en la guerra (como Juana de Albret), criando niños (como Luisa de Coligny), o introduciendo buenas legislaciones (como Catalina de Bourbón). Su fe en las cosas pequeñas fue bien conocida. Ellas fueron líderes y modelos a seguir como esposas, madres, amas de casa, miembros de la iglesia, anfitrionas, y amigas. Lo mismo es cierto hoy. Mientras servimos fielmente en diversas maneras (si nos ven o no), influenciaremos la Iglesia de Cristo. Pequeños actos diarios de fidelidad construyen una vida de integridad y credibilidad”94.
En medio de la diversidad biográfica de las mujeres enunciadas y estudiadas, resuena en mi mente la frase: “Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor” (Mateo 25:21), pues quizás desde este lado de la eternidad el aporte de algunas de ellas pudo parecer muy pequeño o muy grande pero cada una de acuerdo al lugar y tiempo que les fue permitido vivir fue fiel en la fe y las labores que desempeñaron.
Referencias
1 Winnail, Douglas S. “La reforma protestante y el engaño religioso”, En Revista: El mundo de mañana. Marzo-abril 2011. http://www.mundomanana.org/articulos/la-reforma-protestante-y-el-engano- religioso-a110
2 Joanna Ortega “La Reforma Protestante: ¿Qué pasó con las mujeres?”, 2 de julio de 2008, https://elteologillo.com/2015/03/08/la-reforma-protestante-que-paso-con-las-mujeres/
3 Canales, Hopman, Dides, López, Canales, Dora; Hopman, Jan; Dides, Claudia; López, Víctor “Género por la Integridad: Mujer Hombre”. Santiago, Centro Ecuménico Diego de Medellín, 1990, (1), Pág .6
4 J. H. Alexander “Juan Calvino y su Esposa Idelette de Bure”, Reforma Siglo XXI, Vol.
19, No. 1, CLIR, 2017, Pág. 3, disponible en: https://www.clir.net/juan-calvino-y-su-esposa-idelette-de-bure/
5 Leopoldo Cervantes Ortiz “Mujeres de la Reforma: devolver la voz a protagonistas silenciadas”, 31 de enero de 2020, disponible en: protestantedigital.com/ginebra-viva/49817/mujeres-de-la-reforma-devolver-la-voz-a-protagonistas-silenciadas, consultado octubre de 2021
6 https://rutesalviano.com.br/vozes-femininas-no-inicio-do-cristianismo/livros/
7 Por ejemplo: “Church Mother: The Writings of a Protestant Reformer in Sixteenth-Century Germany (The Other Voice in Early Modern Europe)”de Katharina Schütz Zell (Author), Elsie McKee (Translator), University of Chicago Press, 2006; Rebecca VanDoodewaard “Reformation Women: Sixteenth-Century Figures Who Shaped Christianity’s Rebirth”, Reformation Heritage Books, 2017; Kirsi Stjerna “Women and the Reformation”, Wiley-Blackwell, 2008; Roland H. Bainton “Women of the Reformation: In France and England”, Fortress Press, 1973; Roland H. Bainton “Women of the Reformation: In Germany and Italy”, Fortress Press, 1971; Roland H. Bainton “Women of the Reformation: From Spain to Scandinavia”, Fortress Press, 1977; Rebecca VanDoodewaard “Reformation Women: Anna Adlischweiler”, 18 september 2020, disponible en: https://tabletalkmagazine.com/posts/reformation-women-anna-adlischweiler/ span>, consultado octubre de 2021
8 David Barreira “¿Quiénes son las beguinas? Las mujeres de la Edad Media que crearon una vida sin hombres ni iglesia”, 4 de septiembre de 2020, disponible en: https://www.elespanol.com/mujer/mujeres-historia/20200904/beguinas-mujeres-edad-media-crearon-sin-iglesia/517948662_0.html, consultado octubre de 2021
9 Elena Fernández Treviño “Las mujeres pioneras de la heterodoxia: de las beguinas a Teresa de Jesús”, IES Miguel Fernández. Duoda Barcelona, disponible en: http://www.carm.es/edu/pub/20_2016/2C_contenido.html, consultado octubre de 2021
10 Manuel P. Villatoro, ABC Historia, “Beguinas: las mentiras que hemos creído 800 años sobre las mujeres en la Edad Media y la Inquisición”, 26 de agosto de 2020, disponible en: https://www.abc.es/historia/abci-beguinas-mentiras-hemos-creido-800-anos-sobre-mujeres-edad-media-y-inquisicion-202008250128_noticia.html, consultado octubre de 2021
11 El País “Muere la última beguina”, disponible en: https://elpais.com/elpais/2013/04/24/mujeres/1366781400_136678.html, consultado octubre de 2021
12 Miriam Díez Bosch “4 mujeres protagonistas de la Reforma Protestante”, septiembre de 2017, disponible en: https://es.aleteia.org/2017/09/28/4-mujeres-protagonistas-de-la-reforma-protestante/, consultado octubre de 2021
13 Biografía de Argula Von Grumbach, disponible en: http://www.mujereshacendosas.org/argula-von-grumbach
14 Joana Ortega. “Reforma protestante: ¿y las mujeres?”, 8 de marzo de 2015, disponible en: https://elteologillo.wordpress.com/2015/03/08/la-reforma-protestante-que-paso-con-las-mujeres/, consultado octubre de 2021
15 Joana Ortega. “Reforma protestante: ¿y las mujeres?”, 8 de marzo de 2015, disponible en: https://elteologillo.wordpress.com/2015/03/08/la-reforma-protestante-que-paso-con-las-mujeres/, consultado octubre de 2021
16 Biografía de Argula Von Grumbach, http://www.mujereshacendosas.org/argula-von-grumbach, fuente original: “Women of the Reformation in Germany and Italy“, Roland H. Bainton.Fortress Press, 2007
17 Amalia Rea “Mujeres de la Reforma Protestante”, 1 de noviembre de 2017, disponible en: https://revista.adventista.es/mujeres-de-la-reforma-protestante/, consultado octubre de 2021
18 Amalia Rea “Mujeres de la Reforma Protestante”, 1 de noviembre de 2017, disponible en: https://revista.adventista.es/mujeres-de-la-reforma-protestante/, consultado octubre de 2021
19 Amalia Rea “Mujeres de la Reforma Protestante”, 1 de noviembre de 2017, disponible en: https://revista.adventista.es/mujeres-de-la-reforma-protestante/, consultado octubre de 2021
20 Amparo Lerín Cruz “Las mujeres en la reforma protestante del siglo XVI”, Octubre de 2014, ALC Comunicación, disponible en: https://alc-noticias.net/es/2014/10/20/las-mujeres-en-la-reforma-protestante-del-siglo-xvi/ , consultado octubre de 2021
21 Otras versiones señalan en barriles de pescado vacíos (Tim Chester y Michael reeves “¿Por qué la reforma aún importa?”, Publicaciones Andamio, Barcelona, España, Pág. 206), sin embargo, el punto es que el grupo iba oculto en barriles que por su hedor no serían revisados.
22 Alejandro Zorzin, en www.mujerdevanguardia.blogspot.com
23 Paul Thigpen, Christian History No. 3, 1993, XII:14, citado en: Juana de Bucana “GP Biografía 17: Martín Lutero: Esposo, padre, músico”, Disponible en: https://logoi.org/es/resource/gp-biografia-17-martin-lutero-esposo-padre-musico/?___store=es
24 Juana de Bucana “GP Biografía 17: Martín Lutero: Esposo, padre, músico”, Disponible en: https://logoi.org/es/resource/gp-biografia-17-martin-lutero-esposo-padre-musico/?___store=es
25 Juana de Bucana “GP Biografía 17: Martín Lutero: Esposo, padre, músico”, Disponible en: https://logoi.o
rg/es/resource/gp-biografia-17-martin-lutero-esposo-padre-musico/?___store=es
26 Mark U. Edards, Jr. Christian History, p. 8., citado en Juana de Bucana “GP Biografía 17: Martín Lutero: Esposo, padre, músico”, Disponible en: https://logoi.org/es/resource/gp-biografia-17-martin-lutero-esposo-padre-musico/?___store=es
27 Tim Chester y Michael reeves “¿Por qué la reforma aún importa?”, Publicaciones Andamio, Barcelona, España, Pág. 206
28 “Martín Lutero y Katherine Von Bora (Parte I), El Matrimonio Escuela de Carácter” por Matthew Barrett (Artículo originalmente publicado en The Gospel Coalition, y traducido por Kevin Lara)
29 Ricardo García-villoslada “Martin Lutero el fraile Hambriento de Dios” Biblioteca Autores Cristianos, Pág. 175
30 Martín Lutero “Charlas de Sobremesa” Pág. 8
31 Zorzín, Alejandro “Catalina von Bora: La monja que se casó con Lutero”. En: Revista Parroquial (IERP/Buenos Aires) año 104:11 (nov. 1999) 8-10, disponible en: http://alejandrozorzin.blogspot.com/2010/05/catalina-von-bora-la-monja-que-se- caso.html
32 Carlos Haller, “Mujeres de la Reforma” (enero 16, 2017), disponible en: https://reyaller.wordpress.com/2017/01/16/mujeres-de-la-reforma/
33 Paul Thigpen, Christian History, p. 15, citado en: Juana de Bucana “GP Biografía 17: Martín Lutero: Esposo, padre, músico”, Disponible en: https://logoi.org/es/resource/gp-biografia-17-martin-lutero-esposo-padre-musico/?___store=es
34 Dolina MacCuish “Lutero y su amada Katie”, Editorial CLC, Bogotá, Colombia, 2017, Pág. 103.
35 Dolina MacCuish “Lutero y su amada Katie”, Editorial CLC, Bogotá, Colombia, 2017, Pág. 106.
36 Dolina MacCuish “Lutero y su amada Katie”, Editorial CLC, Bogotá, Colombia, 2017, Pág. 108.
37 William J. Petersen “Un amor que parecía ser: el extraño romance de Juan Calvino e Idelette de Bure”, en L. Cervantes-Ortiz, ed., “Juan Calvino: su vida y obra a 500 años de su nacimiento”. Terrassa, España, CLIE, 2009, Pág. 137.
38 William Chapman “Idelette de Calvino”, 1884, Traducción de Donald Herrera Terán, para http://www.contra-mundum.org
39 William Chapman “Idelette de Calvino”, 1884, Traducción de Donald Herrera Terán, para http://www.contra-mundum.org
40 J. H. Alexander “Juan Calvino y su Esposa Idelette de Bure”, Reforma Siglo XXI, Vol.
19, No. 1, CLIR, 2017, Pág. 20, disponible en: https://www.clir.net/juan-calvino-y-su-esposa-idelette-de-bure/
41 William Chapman “Idelette de Calvino”, 1884, Traducción de Donald Herrera Terán, para http://www.contra-mundum.org
42 Thea B. Van Halsema “Así fue Calvino”, Libros Desafío, Grand Rapids, Estados Unidos, 1998, Pág. 176
43 Thea B. Van Halsema “Así fue Calvino”, Libros Desafío, Grand Rapids, Estados Unidos, 1998, Pág. 176
44 Thea B. Van Halsema “Así fue Calvino”, Libros Desafío, Grand Rapids, Estados Unidos, 1998, Pág. 182
45 Thea B. Van Halsema “Así fue Calvino”, Libros Desafío, Grand Rapids, Estados Unidos, 1998, Pág. 182
46 J. H. Alexander “Juan Calvino y su Esposa Idelette de Bure”, Reforma Siglo XXI, Vol.
19, No. 1, CLIR, 2017, Pág. 28, disponible en: https://www.clir.net/juan-calvino-y-su-esposa-idelette-de-bure/
47 Thea B. Van Halsema “Así fue Calvino”, Libros Desafío, Grand Rapids, Estados Unidos, 1998, Pág. 183
48 “Idelette de bure”, esposa de Calvino, disponible en: http://www.icpresbiteriana.com/index.php/es/articulos/item/idelette-de-bure-esposa-de-calvino
49 Thea B. Van Halsema “Así fue Calvino”, Libros Desafío, Grand Rapids, Estados Unidos, 1998, Pág. 184.
50 También conocida como Margarita de Valois, o Margarita de Angulema, era la hermana mayor de Francisco Primero, rey de Francia, y accedió al trono de Navarra por su matrimonio con Enrique II de Albret, una vez Castilla había anexionado la Alta Navarra
51 Leer más: http://protestantedigital.com/cultural/40137/Margarita_de_Navarra_retrato_de_una_mujer_excepcional
52 Amalia Rea “Mujeres de la Reforma Protestante”, 1 de noviembre de 2017, disponible en: https://revista.adventista.es/mujeres-de-la-reforma-protestante/, consultado octubre de 2021
53
Amalia Rea “Mujeres de la Reforma Protestante”, 1 de noviembre de 2017, disponible en: https://revista.adventista.es/mujeres-de-la-reforma-protestante/, consultado octubre de 2021
54 Amalia Rea “Mujeres de la Reforma Protestante”, 1 de noviembre de 2017, disponible en: https://revista.adventista.es/mujeres-de-la-reforma-protestante/, consultado octubre de 2021
55 Amalia Rea “Mujeres de la Reforma Protestante”, 1 de noviembre de 2017, disponible en: https://revista.adventista.es/mujeres-de-la-reforma-protestante/, consultado octubre de 2021
56 “Marguerite de Navarre, 1492-1549”, en Poetry Foundation, www.poetryfoundation.org/poems-and-poets/poets/detail/marguerite-de-navarre#poet. Versión: LC-O. Leer más: http://protestantedigital.com/cultural/40137/Margarita_de_Navarra_retrato_de_una_mujer_excepcional#sdfootnote4sym
57 Enrique pudo ser rey protestante de Francia debido a sus victorias militares con el bando hugonote, pero la intervención final de Felipe II ordenando la colaboración de los tercios fue decisiva para que se produjera una situación de equilibrio, de la que finalmente no se percibió otra salida que la de su abjuración. La iglesia papal entendió su conversión como disimulo de razón de estado y lo consideró, en la práctica, enemigo..
58 Emilio Monjo Bellido “Catalina de Borbón” Disponible en: http://protestantedigital.com/magacin/11846/Catalina_de_Borbon Traducción en formato libre, R. Ritter: Lettres et poésies de Catherine de Bourbon (1570-1605). Paris, Champion, 1927
59 Fue el primer monarca de la dinastía borbón en subir al trono de Francia, fue monarca del reino independiente de Navarra, donde nunca se aplicó la ley sálica y, como reina, tras convertirse oficialmente al protestantismo en 1560,
60 Itziar Gómez Fernández “Cartas desde los orígenes femeninos del protestantismo. Marie d’Ennentières y su epístola a la Reina Margarita de Navarra”, Fundación Manuel Gimenez Abad de Estudios Parlamentarios y del Estado Autonómico, Pág. 2 – 3, disponible en: https://www.fundacionmgimenezabad.es/sites/default/files/Publicar/actividades/documentos/2018/20180411_epp_gomez_fernandez_i_es_o.pdf, consultado octubre de 2021
61 Valerie Abraham “5 Mujeres Importantes de la Reforma Protestante que tu debes conocer”, 27 de octubre de 2017, disponible en: https://lumbrera.me/2017/10/27/5-mujeres-importantes-de-la-reforma-protestante-que-tu-debes-conocer/, consultado octubre de 2021
62 María Tudor se convertía en María I el 1 de octubre de 1553. Durante su reinado, Inglaterra volvió al catolicismo y se vivieron tiempos convulsos en los que la nueva reina se ganó el triste apodo de María la Sanguinaria. Su matrimonio con su primo, Felipe II, tampoco fue del agrado de los ingleses quienes intentaron colocar a Isabel en el trono. La princesa terminó recluida en la Torre de Londres pero su hermana no consiguió que fuera alejada de la sucesión ni tampoco su conversión al catolicismo.
63 http://www.victorianweb.org/espanol/religion/protestantheritage.html
64 “Isabel I Tudor”, disponible en: http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=isabel-i-tudor-reina-de-inglaterra
65 Amalia Rea “Mujeres de la Reforma Protestante”, 1 de noviembre de 2017, disponible en: https://revista.adventista.es/mujeres-de-la-reforma-protestante/, consultado octubre de 2021
66 Adrien Segal “La primera dama en Francia: Marie Dentière”, 12 de octubre de 2017, publicado en: https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/la-primera-dama-en-francia-marie-dentiere/, consultado octubre de 2021
67 Amalia Rea “Mujeres de la Reforma Protestante”, 1 de noviembre de 2017, disponible en: https://revista.adventista.es/mujeres-de-la-reforma-protestante/, consultado octubre de 2021
68 Adrien Segal “La primera dama en Francia: Marie Dentière”, 12 de octubre de 2017, publicado en: https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/la-primera-dama-en-francia-marie-dentiere/, consultado octubre de 2021
69 Amalia Rea “Mujeres de la Reforma Protestante”, 1 de noviembre de 2017, disponible en: https://revista.adventista.es/mujeres-de-la-reforma-protestante/, consultado octubre de 2021
70 Alfredo Abad Heras, “María Dentière. Una mujer se suma al muro de
los reformadores de Ginebra, Suiza (II)”, en Cristianismo Protestante, núm. 30, octubre-diciembre de 2003, www.iee-es.org/cristianismoprotestante/cp29.pdf, citado en: Amparo Lerín Cruz “Las mujeres en la reforma protestante del siglo XVI”, Octubre de 2014, ALC Comunicación, disponible en: https://alc-noticias.net/es/2014/10/20/las-mujeres-en-la-reforma-protestante-del-siglo-xvi/ , consultado octubre de 2021
71 Alfredo Abad Heras, “María Dentière. Una mujer se suma al muro de los reformadores de Ginebra, Suiza (II)”, en Cristianismo Protestante, núm. 30, octubre-diciembre de 2003, www.iee-es.org/cristianismoprotestante/cp29.pdf, citado en: Amparo Lerín Cruz “Las mujeres en la reforma protestante del siglo XVI”, Octubre de 2014, ALC Comunicación, disponible en: https://alc-noticias.net/es/2014/10/20/las-mujeres-en-la-reforma-protestante-del-siglo-xvi/ , consultado octubre de 2021
72 Irena Backus, “Mujeres alrededor de Calvino: Idelette de Bure y Marie Dentière”, en L. Cervantes-Ortiz, ed., “Juan Calvino: su vida y obra a 500 años de su nacimiento”. Terrassa, España, CLIE, 2009, Pág. 131.
73 Irena Backus, “Mujeres alrededor de Calvino: Idelette de Bure y Marie Dentière”, en L. Cervantes-Ortiz, ed., “Juan Calvino: su vida y obra a 500 años de su nacimiento”. Terrassa, España, CLIE, 2009, Pág. 131.
74 Alfredo Abad Heras, “María Dentière. Una mujer se suma al muro de los reformadores de Ginebra, Suiza (II)”, en Cristianismo Protestante, núm. 30, octubre-diciembre de 2003, www.iee-es.org/cristianismoprotestante/cp29.pdf, citado en: Amparo Lerín Cruz “Las mujeres en la reforma protestante del siglo XVI”, Octubre de 2014, ALC Comunicación, disponible en: https://alc-noticias.net/es/2014/10/20/las-mujeres-en-la-reforma-protestante-del-siglo-xvi/ , consultado octubre de 2021
75 Alfredo Abad Heras, “María Dentière. Una mujer se suma al muro de los reformadores de Ginebra, Suiza (II)”, en Cristianismo Protestante, núm. 30, octubre-diciembre de 2003, www.iee-es.org/cristianismoprotestante/cp29.pdf, citado en: Amparo Lerín Cruz “Las mujeres en la reforma protestante del siglo XVI”, Octubre de 2014, ALC Comunicación, disponible en: https://alc-noticias.net/es/2014/10/20/las-mujeres-en-la-reforma-protestante-del-siglo-xvi/ , consultado octubre de 2021
76 Estuvo casada en dos ocasiones, Su primer esposo, Simon Robert, joven ministro, y el segundo, Antoine Froment, predicador y discípulo de Farel, Marie tuvo una gran cercanía con los reformadores de su época.
77 Irena Backus, “Mujeres alrededor de Calvino: Idelette de Bure y Marie Dentière”, en L. Cervantes-Ortiz, ed., “Juan Calvino: su vida y obra a 500 años de su nacimiento”. Terrassa, España, CLIE, 2009, Pág. 131.
78 Irena Backus, “Mujeres alrededor de Calvino: Idelette de Bure y Marie Dentière”, en L. Cervantes-Ortiz, ed., “Juan Calvino: su vida y obra a 500 años de su nacimiento”. Terrassa, España, CLIE, 2009, Pág. 131.
79 Alfredo Abad Heras, “María Dentière. Una mujer se suma al muro de los reformadores de Ginebra, Suiza (II)”, en Cristianismo Protestante, núm. 30, octubre-diciembre de 2003, www.iee-es.org/cristianismoprotestante/cp29.pdf, citado en: Amparo Lerín Cruz “Las mujeres en la reforma protestante del siglo XVI”, Octubre de 2014, ALC Comunicación, disponible en: https://alc-noticias.net/es/2014/10/20/las-mujeres-en-la-reforma-protestante-del-siglo-xvi/ , consultado octubre de 2021
80 Adrien Segal “La primera dama en Francia: Marie Dentière”, 12 de octubre de 2017, publicado en: https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/la-primera-dama-en-francia-marie-dentiere/, consultado octubre de 2021
81 El Monumento Internacional de la Reforma, generalmente conocido como Muro de los Reformadores, se encuentra en Ginebra, Suiza. Levantado en el Parque de los Bastiones y con unas dimensiones aproximadas de 99 metros de largo y nueve de altura, se adosa a una parte de las antiguas murallas construidas en el siglo XVI y que rodearon la ciudad hasta mediados del XIX. Fue construido entre 1909 y 19171 con ocasión del cuarto centenario del nacimiento de Calvino y el 350.º aniversario de la fundación por el propio reformador de la Academia de Ginebra —hoy convertida en Universidad— en 1559.
82 Valerie Abraham “5 Mujeres Importantes de la Reforma Protestante que tu debes conocer”, 27 de octubre de 2017, disponible en: https://lumbrera.me/2017/10/27/5-mujeres-importantes-de-la-reforma-protestante
-que-tu-debes-conocer/, consultado octubre de 2021
83 Amalia Rea “Mujeres de la Reforma Protestante”, 1 de noviembre de 2017, disponible en: https://revista.adventista.es/mujeres-de-la-reforma-protestante/, consultado octubre de 2021
84 Carme Capó i Fuster, “Las aportaciones de la reforma protestante a la vida religiosa y social de las mujeres europeas del SXVI”, en Cristianismo Protestante, núm. 42. octubre-diciembre de 2006. En www.iee-es.org/cristianismoprotestante/cp42.pdf
85 Miriam Díez Bosch “4 mujeres protagonistas de la Reforma Protestante”, septiembre de 2017, disponible en: https://es.aleteia.org/2017/09/28/4-mujeres-protagonistas-de-la-reforma-protestante/, consultado octubre de 2021
86 Lidia Rodríguez Fernández “Las protagonistas olvidadas de la primera generación de la Reforma”, agosto de 2017, disponible en: https://www.entreletras.eu/temas/las-protagonistas-olvidadas-de-la-primera-generacion-de-la-reforma/, consultado octubre de 2021
87 Carme Capó i Fuster, “Las aportaciones de la reforma protestante a la vida religiosa y social de las mujeres europeas del SXVI”, en Cristianismo Protestante, núm. 42. octubre-diciembre de 2006. En www.iee-es.org/cristianismoprotestante/cp42.pdf
88 Leopoldo Cervantes Ortiz “Mujeres de la Reforma: devolver la voz a protagonistas silenciadas”, 31 de enero de 2020, disponible en: protestantedigital.com/ginebra-viva/49817/mujeres-de-la-reforma-devolver-la-voz-a-protagonistas-silenciadas, consultado octubre de 2021
89 Carme Capó i Fuster, “Las aportaciones de la reforma protestante a la vida religiosa y social de las mujeres europeas del SXVI”, en Cristianismo Protestante, núm. 42. octubre-diciembre de 2006. En www.iee-es.org/cristianismoprotestante/cp42.pdf
90 Carme Capó i Fuster, “Las aportaciones de la reforma protestante a la vida religiosa y social de las mujeres europeas del SXVI”, en Cristianismo Protestante, núm. 42. octubre-diciembre de 2006. En www.iee-es.org/cristianismoprotestante/cp42.pdf
91 Joana Ortega “La Reforma Protestante: ¿Qué pasó con las mujeres?”, Publicado por Luna protestante, España, 2 de julio 2008
http://www.lupaprotestante.com/index.php?option=com_content&task=view&id=121
6&Itemid=1, republicado en: http://polux.cmq.edu.mx/liblaicas/images/articulos/08/01/06/08010675972.pdf, consultado octubre de 2021
92 De la confesión de Lutero de Marzo de 1528, citada en Gene Edward Veith, “Our Calling and God´s Glory”, Modern Reformation 16, no. 6, 2007: 22-28, consultado en octubre de 2015 en: http://www.modernreformation.org/default.php?page=articledplay&var2=881
93 Tim Chester y Michael Reeves “¿Por qué la reforma aún importa?”, Publicaciones Andamio, Barcelona, España, Pág. 208.
94 Rebecca VanDoodewaard “5 lecciones de las mujeres de la Reforma”, 15 de noviembre de 2017, disponible en: https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/5-lecciones-las-mujeres-la-reforma/, consultado octubre de 2021
Publicado en https://biteproject.com/mujeres-y-la-reforma/
Ximena Prado Dagnino, es profesora y magíster en historia, diplomada en didáctica. Ha trabajado en diversas instituciones educativas y medios de comunicación. Está casada con Pablo Rojas, y son padres de Lucía y Alicia. Sirve al Señor en su casa, escuela e iglesia”Desde las Escrituras”, le apasiona la historia, la teología, la educación y su familia.
Las amenazas a la abuela Mar: una mirada de resistencia desde el pueblo Gunadule
Niños gunadules navegan y disfrutan de las aguas de la abuela Mar.
Norlando Meza.
Esta historia la narra la comunicadora indígena Jacobed Solano, apoyada por Olmedo Carrasquilla-
El cambio climático tiene en riesgo a la comarca Gunayala, habitada por indígenas del pueblo Gunadule, originarios de Panamá y Colombia. El aumento del nivel del mar amenaza su pervivencia. Los indígenas resisten con relatos y cantos ancestrales que tienen mensajes para vivir en comunidad. Uno de ellos es el relato de Muu Billi (de la Abuela Mar) que propone una relación de cosmovivencia de los gunadules con la mar.
En la comunidad de Digir (isla del Tigre), en Gunayala, Panamá, vive la abuela Laura Arango, indígena Gunadule. Ella ha presenciado cómo la marea de la abuela Mar ha subido y año tras año el agua avanza sobre tierra firme en las islas, ubicadas en el Caribe, muchas veces generando grandes inundaciones.
Ella se acomoda en una hamaca para explicar estos cambios con el relato y canto de Muu Billi, que para nosotros los gunadules significa la abuela Mar. Mi amigo Norlando Meza, quien es su nieto, y yo nos disponemos a escucharla; no sin antes conversar sobre que en las últimas décadas ha habido un aumento progresivo del nivel del mar que ha afectado la cotidianidad y la seguridad alimentaria de nuestro pueblo.
-Abuela Laura: ¿Cuando usted era niña, la isla de Digir se inundaba como ahora?
-“Siempre ha habido temporadas en las que la abuela Mar se renueva y sus olas crecen para sacar de su interior aquello que le contamina. Es en esta temporada que sabemos que es peligroso ir a pescar, porque las olas son enormes y fuertes. Pero desde mi niñez hasta este momento he visto un cambio profundo en varios aspectos. Cuando era niña, comíamos frutas, plátanos, maíz, cacao, así que las cáscaras no le hacían daño a la abuela Mar. Cuando ella se limpiaba así misma, las olas crecían, pero era una renovación que para todos era buena. Cuando íbamos a nadar, o a pescar, inclusive al río, todavía se veía hermoso y limpio. Pero hoy día ha cambiado porque, cuando las olas suben, las islas se llenan de basura y el agua entra a la isla y a las casas y nos inundamos. Hemos visto cómo hay un cambio en el nivel del mar”.
Durante mi visita a Digir, entre enero y febrero de 2020, estaba inundada. Allí, en la isla, a agosto de 2021 la situación del aumento del nivel de la Mar no ha cambiado, sigue subiendo.
Digir es una de las 38 islas de las 51 comunidades que forman la Comarca Gunayala, las 13 restantes están en la parte continental, en su mayoría en las áreas costeras. La Comarca hereda el nombre de su lengua materna, que significa “Tierra Guna” o “Montaña Guna” y que el Gobierno de Panamá reconoció formalmente desde 1938 de acuerdo con una ley emitida en septiembre de ese año. Décadas después, Gunayala es oficializada como comarca, de acuerdo con la Ley 99 de diciembre de 1998, según reseña el sitio oficial del Congreso General Tradicional Gunayala.
El censo del 2010 registró que en la comarca Gunayala había 33,109 habitantes. Las proyecciones para 2020 estimaban 47,341 personas. Sin embargo, el Congreso General Tradicional Gunayala establece que los gunadules son más de 80 mil personas. En Gunayala viven de la agricultura de subsistencia, la pesca, la creación de artesanías y el turismo.
Simion Brown, sabedor guna, reseñó que en un principio nuestra historia y “tradición eran los ríos y los caños, y hace 250 años empezamos a llegar a las costas”.
Relata que el conocimiento de la abuela Mar venía desde esa época. “Los saglas (guías espirituales y autoridades de las comunidades) en sus cantos mencionan a los seres vivos de la mar, de las especies que todavía no conocemos, de los remolinos que se hacen por los vientos y del oleaje que es uno solo para que los animales de la mar se reproduzcan, durante tres meses se dan esos fuertes vientos, es una veda natural”.
Simion dice que los actuales cambios del clima y la sobre explotación que hace el hombre de los recursos naturales y peces de la mar “puede hacer que nos extingamos, por eso, a la mar hay que cuidarla”.
Informes presentados por el Estado panameño ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) revelan que las islas están experimentando una amenaza “inminente y potencialmente por agravarse”. La subida del mar podría cifrarse en aproximadamente tres centímetros en los últimos cincuenta años, atendiendo a la información del mareógrafo ubicado en las costas de Colón, ciudad emplazada en la costa caribeña de Panamá, de acuerdo con un reporte publicado por las Naciones Unidas en 2019.
El cambio del nivel del mar, como lo narró la abuela Laura, se suma al problema de la basura que las personas lanzan al océano y que también descargan los barcos comerciales y turísticos que pasan por este corredor acuático.
-“Es en este momento que podemos ver cómo la isla se llena de basura, aún islas no pobladas, cuando las olas sacan del cuerpo de la abuela Mar lo sucio y se concentra en la orilla”, relata la abuela Laura.
Afectaciones al pueblo Gunadule
El aumento del nivel del mar es una de las afectaciones más preocupantes del pueblo Gunadule. Está generando un desplazamiento por cambio climático de los habitantes de varias islas, hacia el área continental. Uno de esos casos ya lo viven los indígenas de la isla Carti Sugdub: son el primer grupo que ha pensado en la reubicación.
En 2010, la comunidad de la isla de Gardi Sugdub creó la “comisión de la barriada” para organizar el proceso. Hasta 2014, unas 300 familias (aproximadamente, 1.500 personas) de Gardi Sugdub se habían inscrito para ser trasladadas a la parte continental, según datos del informe de la organización Displacement Solutions, de 2014. Pero ese traslado no ha comenzado.
Otro caso de afectación por el clima ocurrió el 11 de enero de 2020, cuando un fuerte oleaje alcanzó a las comunidades e islas de Niadup, Yandup, Maguebgandi, Malatupu, Naranjo Grande, Naranjo Chico y Maladup. La Dirección Nacional de Coordinación de Proyectos del Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (MIVIOT) ofreció respuesta a las familias damnificadas por este fenómeno reconstruyendo una parte de las chozas derribadas, según información oficial.
También en la isla Ustupo han ocurrido fuertes vientos y tormentas. Según dijo Doris J. Bill F., indígena Guna, la isla ha padecido inundaciones y destrucción de
viviendas. Como el problema empeora en invierno, muchos pobladores insulares retornan a la zona continental que, históricamente, era su hogar.
“Para lograr la estabilidad social de las comunidades indígenas se requiere un plan de ordenamiento territorial. Son pocos los pueblos que cuentan con este amparo. Este instrumento jurídico facilita un adecuado ordenamiento y tenencia de las tierras por cada familia, como derecho de herencia y accesibilidad a su territorialidad”, explica Doris.
El informe de 2014 de Displacement Solutions, organización dedicada a encontrar soluciones basadas en los derechos de los desplazados climáticos, enfatizó la urgencia de presentar planes de acción para enfrentar los problemas en Gunayala. Este estudio documenta que el desplazamiento progresivo de habitantes de las islas se lleva a cabo sin apoyo gubernamental y con poca divulgación a nivel nacional. El informe señala que “las líneas de comunicación con los funcionarios gubernamentales sobre el estado de los diversos proyectos no han sido confiables”.
Desde 2014, Displacement Solutions señaló que el gobierno de Panamá no parece tener ninguna estrategia oficial para abordar la situación de las comunidades que viven en las islas en Gunayala.
Sin embargo, en 2007 Panamá aprobó la Política Nacional de Cambio Climático (Decreto Ejecutivo N.35), que contiene objetivos y líneas de acción para promover medidas de adaptación, proteger a la población y asegurar el desarrollo sostenible en el país. A inicios de 2021, la Dirección Nacional de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente explicó que el gobierno está preparando el Plan Nacional de Acción por el Clima, pero no se informa en específico sobre la situación de los gunadules.
Además, Panamá presenta otras situaciones que se están sumando a la crisis ambiental, la cual se “complica con un sinnúmero de concesiones mineras, la alarmante deforestación en áreas protegidas y aledañas a comunidades indígenas, el contrabando de energía generada de las hidroeléctricas, la apropiación de los ríos y los daños ambientales producidos solo tienen posibilidad de aumentar con los desastres naturales”, según denunció el Colectivo Voces Ecológicas COVEC.
Por su parte, las comunidades afectadas han tomado la iniciativa de trabajar y plantear soluciones frente a esta amenaza.
Una iniciativa juvenil en la comarca Gunayala emprendió acciones como charlas y actividades culturales para instruir a la población sobre lo que representa el cambio climático, sus efectos y medidas que contribuyen a contrarrestar sus impactos negativos, como la iniciativa Anyar (“Por nuestros Territorios”), un proyecto desarrollado por la Academia de Liderazgo para Jóvenes sobre Cambio Climático, e impulsado por el Ministerio de Ambiente, con el apoyo de la Fundación Konrad Adenauer y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), según informaron medios locales panameños en su momento.
Volver a la raíz
El legado de los abuelos y las abuelas sigue vivo. Los saglas cantan para orientar a las comunidades con las memorias propias, su mensaje es el de volver a la raíz, a la espiritual del pueblo Gunadule y de esa manera, también hacerle frente a las adversidades del clima.
Mujeres indígenas gunadule muestran las molas. En los tejidos que hacen en capas, las mujeres plasman todos los saberes incluyendo los de la abuela Mar. (tomada de https://jocabedsolano.com/)
Simion Brown nos recuerda que los gunadule le tenemos mucho respeto a la abuela Mar y que nuestra cultura siempre está en defensa de la armonía con la naturaleza.
-“La Mar es muy importante porque tiene una relación con el ser vivo, sobre todo con las mujeres que cuando están en estado de desarrollo (gestación) no pueden comer el cangrejo, las conchas, los peces grandes solo lo pueden hacer al llegar a los nueve meses. Se le llama Muu a ese fenómeno, porque Muu es como el útero, esa sabiduría y todo va concatenado, todo tiene su orden, tiene su unión y cuando rompemos ese equilibrio, se rompe la armonía”.
Ese desequilibrio del que habla Simion está relacionado con los cambios del clima, las inundaciones y las temperaturas elevadas que cada día experimentan nuestras comunidades.
Por eso una manera de defender a la abuela Mar es a través de los saberes.
-“Esos conocimientos sirven para que nosotros sigamos conviviendo con la naturaleza, sobre todo donde estamos, en las islas, y nos ayuda a prevenir, a mitigar, a sobrellevar el cambio climático que es algo que se está dando a nivel de la naturaleza (…) cuando se logra la armonía el cambio climático se puede sobrellevar”, reflexiona Simion.
Nuestra identidad está relacionada con la abuela Mar y la Madre Tierra, es la que nos da fuerza para que seamos un pueblo que sigue cantando para no morir y sigue cantando a la vida. Incluso las mujeres tejen en las molas ese sentir y cosmovisión, ellas en telas de diversos colores van creando con capas el movimiento de las olas, los peces, las estrellas, el sol y toda la dimensión del océano y de la tierra.
La abuela Laura, como tantas abuelas gunas, nos relata su memoria con relación a la abuela Mar (Muu Billi). El canto del que nos habla es una oración a Baba y Nana (creadores de los gunadules), que nos recuerda nuestra relación con la Madre Tierra y con cada ser viviente en Abya Yala (América). Este saber ancestral lo han pasado de generación en generación y envuelve las capas de sabiduría del pueblo Gunadule.
Lea el texto del canto La abuela Mar Muu Billi (Link)
Nota. La serie periodística Miradas a los Territorios ¡Resistir para Sanar!, fue producida en un proceso de co-creación con periodistas y comunicadores indígenas y no indígenas de la Red Tejiendo Historias (Rede Tecendo Histórias), bajo la coordinación editorial del medio independiente Agenda Propia.
Helivete Bezerra: “La iglesia evangélica avanzará en su lucha antirracista cuando incluya mujeres negras para ministrar “
Durante el mes de la mujer negra – 25 de julio: Día Internacional de la Mujer Negra en América Latina y el Caribe – ALC Notícias, se entrevistó a la pastora Helivete Bezerra, nueva presidenta del CESE, en Brasil.
Licenciada en Psicología por la Universidad de Pernambuco (2014) y licenciada en Teología-Universidad Metodista de São Paulo (2015). Es parte de la coordinación del Coletivo Vozes Marias y el Grupo Mujeres en la Vida, el Centro de Estudios Bíblicos y el Grupo Mujeres de Bultrins. Ella trabaja en la Pastoral da Mulher – Primera Iglesia Bautista de Bultrins. Tiene experiencia en Psicología, con énfasis en Psicología, trabajando principalmente en los siguientes temas: Teología Feminista, Género, Violencia contra la mujer, Políticas Públicas para la Mujer y
1- ¿Cuáles son los principales obstáculos y, por tanto, los desafíos que enfrentan las mujeres negras en Brasil? Y como mujer negra evangélica, ¿se suman desafíos?
Como mujer negra brasileña, entiendo que el racismo estructural es una de las mayores epidemias que existen. Por ello, algunos de nuestros mayores retos son afrontar y superar las consecuencias de un racismo que siempre va asociado al patriarcado, el sexismo y el clasismo, que son formas de opresión que impactan de forma violenta en la vida de las mujeres negras, especialmente las periféricas y empobrecidas que se encuentran. en la base de la pirámide social donde llegan pocas políticas públicas que garanticen la justicia social y fortalezcan la lucha por la igualdad de género.
Como mujer negra evangélica, sé que aún nos queda un largo camino por recorrer, el racismo presente en nuestra sociedad se refleja en las comunidades de fe. Pocas mujeres negras son pastoras, diáconas o seminaristas; carecen de representación en las iglesias, en la historia y en la tradición cristiana, que en la mayoría de los casos, todavía presenta un eurocentrismo blanco y heteronormativo.
Pero creo que se pueden dar algunos pasos en nuestras comunidades de fe, como dar legitimidad al discurso de las mujeres negras en el ámbito evangélico, posibilitando su protagonismo a través de la ordenación religiosa y la ocupación de puestos de líderes laicos. Permitir la construcción de una teología y liturgia más inclusiva que incorpore elementos de la cultura negra sin demonizarlos, de una manera que valore la identidad negra.
2- ¿Cómo crees que deberían ser las estrategias para cambiar estas realidades? En los ámbitos social, político, educativo y religioso
La esclavitud fue sin duda un factor clave para la naturalización del racismo en Brasil.
Ser mujer y negra nos pone en constante y extrema fragilidad como situaciones de soledad, desamparo e invisibilidad permanente. Siempre estamos en movimiento para superar obstáculos. El derecho al trabajo, por ejemplo, es una cuestión de supervivencia y nunca un logro, porque nos tratan como inferiores, y las mujeres negras son objetivadas constantemente y, por tanto, las oportunidades casi nunca llegan de forma espontánea. Es un desafío tener que ser fuerte todo el tiempo, cuando la tendencia es desmoralizarnos donde pisamos.
Las mujeres negras son mayoría en el trabajo informal y en categorías profesionales precarias, como cuidadoras de ancianos, trabajadoras del hogar, entre las cuales las mujeres representan el 93% y el 70% no tienen contrato laboral, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística. – IBGE
Como dice Djamila Ribeiro, escritora negra brasileña, cuestionarse a sí misma, comprender su lugar y dudar de lo que parece “natural” es el primer paso para no reproducir este tipo de violencia que “privilegia a unos y oprime a otros”.
El movimiento negro en Brasil ganó la pelea cuando el Ministerio de Salud incluyó el corte de raza y color en el análisis de la pandemia. Los datos publicados el 10 de abril de 2021 revelaron que covid19 es más letal para los negros y marrones, y que llegan a 1 de cada 3 entre los muertos (34%).
En el ámbito educativo, necesitamos rescatar políticas públicas para combatir la desigualdad racial y promover la diversidad que está siendo minada por el actual gobierno federal, que recortó fondos para programas educativos que combaten el racismo, el machismo y el sexismo tan arraigados en nuestra cultura.
Podemos apoyar y honrar a los institutos de investigación y desarrollo de políticas públicas.
En el ámbito político, podemos apoyar a las candidatas que defienden políticas públicas inclusivas, efectivas y transformadoras.
En la esfera religiosa, en todas las sociedades conocidas, es el hombre quien tiene el poder religioso. Media entre humanos y dioses. Es el hombre quien tiene el poder de conversar y escuchar voces divinas. Por eso nos sorprende encontrar a una mujer ocupando el lugar de poder central en una religión. Afortunadamente, en la cultura brasileña ya encontramos mujeres ocupando espacios de poder en el ámbito religioso, tanto en las iglesias como en las instituciones ecuménicas. Sin embargo, a pesar de haber avanzado ya en cuanto a representación femenina en el escenario evangélico, todavía nos queda un largo camino por recorrer como mujer negra evangélica.
Ya he escuchado que los negros son aceptados en la comunidad evangélica si, y solo si, abandonan lo que los hace negros. Como evangélico, entiendo que debemos estudiar la liturgia universal que acepta a todas las personas sin discriminación. Algunos escritores afirman que hoy en día hay menos racismo dentro de la iglesia que en la sociedad, pero no podemos negar que existe un rechazo a la herencia cultural y religiosa africana que ha llevado a muchos de nosotros a negar nuestra identidad racial para ser un buen cristiano.
Reconocerme como negra, tener que afirmarme a diario en espacios de poder, como en la iglesia evangélica brasileña, como dice Lélia González, una escritora negra, que “volverse negro es un logro”.
Ser mujer negra, pastora evangélica, activista, divorciada, sí, es un logro. No soy solo yo, sino un expresivo grupo de mujeres. La iglesia evangélica avanzará en su lucha antirracista cuando incluya mujeres negras para ministrar en servicios, seminarios, congresos y asambleas. Incluir temas sobre sexismo, misoginia, sexismo, discriminación, prejuicio y racismo en los ministros. Adopte una educación antirracista y antimisógina en las iglesias y llevar estos temas a la luz de la Biblia a la escuela dominical.
3- ¿Cómo ve el papel de la mujer en general en la iglesia evangélica? Eres pastora, se supone que “somos iguales a los hombres”, pero sabemos que no es tan así eclesialmente …
Además de los roles de género que están delimitados explícitamente entre la autoridad de los hombres y la sumisión de las mujeres, en la iglesia las reglas establecidas explícita o implícitamente apuntan a moldear el comportamiento de las mujeres, en todos los ámbitos de sus vidas, más allá de lo espiritual. El control que se convierte en autocontrol, también de muchas formas, es cómo se impone esta dominación.
4- ¿Qué reflexión sumarías para las mujeres negras de la región?
Dar legitimidad al discurso de las mujeres en el ámbito evangélico y posibilitar su protagonismo a través del ordenamiento religioso, produciendo su propia teología, deconstruyendo el pensamiento sexista y racista que aún existe en las iglesias evangélicas, e incorporando elementos de su cultura negra o hablando de ellas sin demonizar. Ello es una forma de valorar la identidad negra.