Ana Ruth Garcia Cárcamo: “El feminismo no me alejó de Dios, me acercó a su Justicia”

Entrevista de Claudia Florentin, exclusiva para Con Efe Comunicaciones.

Ana Ruth es una mujer hondureña, teóloga miembro de la Red TEPALI, pastora y feminista que ha dedicado su vida a articular su fe con la defensa de los derechos de las mujeres. Criada en un ambiente religioso ecuménico, desde muy joven fue testigo de las injusticias que sufren las mujeres dentro y fuera de las iglesias. Fundó y lidera Ecuménicas por el Derecho a Decidir, una colectiva que combina el activismo feminista con la espiritualidad. En esta entrevista, Ana quien fue reconocida esta semana con el Premio Per Anger Prize 2025, comparte su historia, sus luchas y su visión de un mundo donde la fe y la justicia de género caminen de la mano.  

El Premio Per Anger es un galardón anual que se otorga en Suecia a personas u organizaciones que defienden los derechos humanos y la democracia.

  • Se creó en 2004 en memoria del diplomático Per Anger, quien murió en 2002.
  • El premio se entrega en forma de una obra de arte de plata.

 Infancia y primeras experiencias en la iglesia

Con Efe:  Ana, creciste en un entorno religioso muy marcado. ¿Cómo fue esa experiencia y qué cosas te hicieron cuestionar las estructuras de poder dentro de las iglesias?  
Ana:  Desde los 6 años, mi padre me enseñó a leer con la Biblia. Pasé por varias denominaciones, incluyendo una megaiglesia donde serví por 16 años. Pero desde la adolescencia, vi cosas que me dolieron. Recuerdo el caso de una niña  amiga de 13 años, seducida y violada por el director del coro, un hombre casado de más de 30 años. La iglesia la culpó a ella, la expulsó, y a él solo le dieron tres meses de “castigo” alejado del coro. Eso me marcó: siempre éramos nosotras las pecadoras, mientras ellos eran protegidos. La Biblia habla de un Jesús que defiende a la mujer acusada, pero en la práctica, las iglesias repiten la opresión.  

Honduras: Un país peligroso para las mujeres  

Con Efe;  Honduras tiene cifras alarmantes de violencia de género. ¿Cómo afecta esto a las mujeres, especialmente a las más vulnerables?  

Ana: En 2023, 411 mujeres fueron asesinadas. Cada 23 horas matan a una mujer aquí. Somos el primer país feminicida de Latinoamérica y el quinto del mundo. El incesto está normalizado: las niñas son violadas por sus padres, tíos, abuelos… Y las leyes son permisivas: muchos agresores mayores ni siquiera van a prisión, tienen casa por carcel y eso les da impunidad. Además, se niega el acceso a anticonceptivos y a la pastilla aticoncpetiva de emergencia-´PAE. Grupos “provida” con amplias financiaciones judicializaron el uso de la PAE, e incluso han traídos “expertos” de España para cuestionar pruebas científicas de la OMS y son aceptados por la jueza del caso, que ahora sabemos es del Opus dei. Es un Estado violador de derechos.  

De pastora a feminista: El camino hacia la liberación

Con Efe: Fuiste pastora metodista. ¿Qué te llevó a abrazar el feminismo?  

Ana: Fui pastora por 9 años de la iglesia cristiana metodista quienes me apoyaron a estudiar en la UBL en Costa Rica, donde me certifiqué en teología. Trabajando con mujeres campesinas, organicé una rifa para financiar un sistema de agua ya que ellas no podían tener agua para sus cultivos que eran el sustento del hogar. Un misionero extranjero me gritó en plena asamblea: *“¡Esa rifa es pecado! Si quieren dinero, ¡que echen tortillas!”*. Para las mujeres pobres, hacer tortillas es de los únicos trabajos disponibles, pero es visto como “inferior”, en categorías clasistas. Ahí entendí que la iglesia también ejerce violencia económica y moral. El feminismo me liberó: me mostró que podía ser creyente *y* luchar contra la opresión.  

Ecuménicas por el Derecho a Decidir: Fe y lucha colectiva

Con Efe ¿Cómo nació esta colectiva y cuál es su misión?  

Ana: Tras ser excluida del pastorado en 2011, cofundé un observatorio de DDHH en la iglesia cristiana Agape donde aún estoy. Allí empecé a dar taller de DDHH y género, a desarrollar lo que había aprendido.

Años después empezamos el vínculo con Católicas por el Derecho a Decidir de México ya que ellas querian hacer algo con las creyentes de Honduras y allí se me ocurrió crear esta colectiva, con el nombre ecuménica ya que éramos de distintas confesiones.Fue con el enfoque de articular el feminismo con la fe. Ha sido hermoso este caminar y hoy el reconocimiento es un gran compromiso y una gran responsabilidad. Un compromiso agregado a nuestro activismo y nuestra labor. Y es una enorme responsabilidad ya que con quienes trabajamos son niñas, mujeres, docentes. Hemos sido las precursoras de las red pastoral y los diálogos interreligiosos. 

Somos mujeres de distintas confesiones que unimos fe y feminismo. Hemos creado la primera agenda feminista para niñas y adolescentes, impulsado redes pastorales y enfrentado amenazas, intimidaciones político militares, desplazamiento forzado, presiones, ataques directos, incluso del jerarca católico más poderoso del país. Es un reconocimiento colectivo a nuestra tarea y es un compromiso más, grande y es decir a las hondureñas: “No están solas, hay gente acompañando, acuerpando. No las dejaremos solas” También es decir “No les hagan daño, respeten su integridad física”.

Este premio nos apoya y protege y se lo dedicamos a todas las mujeres hondureñas y principalmente a quienes son creyentes, que sí pueden luchar por sus derechos y pueden combinar su fe con la vida plena aquí y ahora, con plenitud de derechos 

Un mensaje para las mujeres creyentes

Con Efe ¿Qué les dirías a las mujeres que dudan en conciliar su fe con el feminismo?  

Ana:  Que la Biblia no justifica la opresión. Jesús defendió a las mujeres, y nuestra fe debe hacer lo mismo. Ser feminista y creyente no es contradictorio: es seguir el ejemplo de un Dios que ama la justicia. A las hondureñas les digo: *“No callen, no están solas. Su lucha es sagrada”.  

Ana es un faro de esperanza en un país donde ser mujer y defensora de derechos es un acto de valentía. Su historia demuestra que la fe, lejos de ser un obstáculo, puede ser el motor de la liberación. 

“El feminismo no me alejó de Dios—me acercó a su justicia”, afirma.

Su lucha, como la de muchas, sigue viva.  

Escritura para todas. Escritos del Taller narrativo de Con Efe

 

En el año 2024 intentando dar respuesta a los fundamentalismos actuales Con Efe realizó un proyecto que decidió llamar “La Palabra y las palabras, comunicar de manera asertiva para llegar a todas”. En el mismo, se presentaron talleres tanto de comunicación como de Biblia y teología donde se enseñaron relecturas bíblicas críticas y también se enseñó a narrar de manera escrita y oral nuestras experiencias, emociones, historias…

Uno de estos primeros talleres fue el taller de narrativa “Escritura para Todas” dictado y acompañado muy fielmente por la Licenciada en Letras María de los Ángeles Roberto. Un espacio de mucha producción para quienes pudieron sumarse y acompañar el paso a paso. Un lugar de encuentro y de mucho aprendizaje.

Seguras de que necesitamos ‘habitaciones propias’ donde poder expresarnos sin prisa y sin pausa, pero también precisamos de habilidades y técnicas para comunicarnos cada vez mejor y espacios donde poder sacar afuera la voz, hoy presentamos un cuadernillo con recopilaciones de este taller que tanto agradecimiento dejó.

Como pensamos que ninguna historia debe quedar silenciada en nosotras dimos espacio para que varias mujeres de Latinoamérica soltaran su voz. Cada una de ellas abrió su percepción, imaginación, su memoria y con su propio estilo y sin vacilar desplegó su destreza para hacerse escuchar a través de estos sentidos relatos. Algunas nos contarán de sus recuerdos amorosos o dolorosos, otras, nos invitarán a repensar las imposiciones culturales, por último, algunas nos mostrarán la empatía y solidaridad en la simpleza de lo cotidiano.

Gracias a Todas por su confianza y compromiso!!

Se puede bajar libremente aquí: https://drive.google.com/file/d/1PFMDbYUsvvTv_i8S0gFd-0T_l68j5WJf/view?usp=sharing

Devocional Caminando en Sororidad 2025

Estamos felices de compartir la 4° Edición de Caminando en Sororidad, nuestro Devocional feminista, ecuménico y comunitario. Más de 100 mujeres de más de una decena de países se unieron para dar vida a este material que esperamos sea de provecho para cada una,

Este año volvimos a poner en primer lugar a las palabras de las mujeres, nuestros sentires y deseos. Dictamos cursos con herramientas pedagógicas para escribir, narrar, comunicar.

Y esta 4ta Edición nos vuelve a mostrar que hay cientos de mujeres, católicas y evangélicas, listas a poner manos a la obra y compartir con otras sus pensamientos, sus relecturas de textos bíblicos desde su ser mujeres en diversos territorios de nuestra América Latina y más allá también.

Algunas tienen estudios de teología o de Biblia, otras son lideresas de comunidades y muchas más escriben por primera vez algo que saldrá publicado. Nos enorgullece ser ese espacio colectivo y sororo.

Que cada lectura sea un espacio sagrado. Que cada día encontremos en las palabras de nuestra hermana, agua viva, paz, esperanza y fuerzas para seguir andando.

Juntas! Con Jesús Caminando a nuestro lado.

Pueden bajarlo libremente aquí: https://drive.google.com/file/d/1p_fZ6n35Y0iyDWbNvZ5DZ8WaOw5nHKFd/view?usp=sharing

¿Cómo esperar este tiempo de Adviento?

Por L. Susana Vaccaro, Argentina-

Compartimos:

“Aprendan a hacer el bien, busquen la justicia, restituyan al agraviado, hagan justicia al huérfano, amparen a la viuda”. “Vengan ahora y razonemos”  (Isaías 1:17-18(a)) 

El ángel dijo: “Él será para ti un motivo de gozo y de alegría y muchos se alegrarán de su nacimiento” (Lucas 1:14)

Un Tiempo de Espera, activa.

¿Y si en este tiempo vamos por el camino de la empatía?

¿Desde ese Dios de la Vida que amamos y sabemos que es empático?

¿Desde ese Dios que no quiere sustituirnos, sino que nos motiva a saber escuchar a mi prójima y hacer algo bueno como lo hicieron una vez por nosotras?

¿Desde ese Dios que busca continuamente la liberación de las personas para una verdadera humanización?

Expresar que vivimos tiempos difíciles quizás sea redundante para muchas, pero no podemos negar que nuestros tiempos, en Argentina y el mundo, están ligados a mensajes, publicidades, imágenes, discursos de odio, violencia, guerras, miedos…

Nosotras que decimos que somos gestoras de vida, de proyectos, de iniciativas con el único fin de reproducir esperanza en todas  las personas a quienes se les ha mermado su dignidad y el normal desarrollo humano, en estos últimos días de  2024, tomemos la iniciativa.

Primero, tenemos que sentirnos convocadas a nosotras mismas, luego estimular a nuestra familia y después a otras compañeras que deseen unirse a este sentimiento.

Segundo que no es un tiempo cualquiera, no es un marketing comercial, turístico… y no tengo ninguna negación a estas cosas; yo también compro regalos, viajo, pero este tiempo es otra cosa, tiene un valor que nada es comparable.

Es un tiempo de Alguien que tiene que llegar, no es un alguien que nos habla lejano como la teología clásica. Ese Alguien es quien se duele con el sufrimiento de su creación, que no es indiferente a la injusticia, la opresión y el dolor. Ese Alguien salió de su lugar para traer libertad, Salvación, Paz, Amor, identificación con lo humano.

Por todo esto somos nosotras las que tenemos que preparar un tiempo, y darnos cuenta que hay una realidad, no para vivir en el mes de diciembre, una vez al año, sino siempre.

 Por ello, nuestra fe tiene que ser  certera porque ya sabemos que Jesús nació y que no quedó en un pesebre sino que cada día es un presente contínuo, obrando en la historia de nuestra vida personal, colectiva, de nación y de todo el mundo. Dios siempre está ahí!

En este tiempo de Adviento…

Un Adviento que acuda a los lugares donde la vida  es penosa, triste, desahuciada…

Un Adviento que motive a tener fe aunque haya momentos de larga espera,  muy desconocidos, como tuvo que transitar María.

Un Adviento que busque a aquellos/as con quienes puedan adherir la fe que mueve montañas, como lo hizo María en el encuentro con su prima Elisabeth y otras mujeres que seguramente estaban ahí…

Un Adviento que invite a sacar a la luz lo que por años venimos atesorando con enseñanzas bíblicas, formaciones teológicas, seminarios, prédicas, cursos, talleres, esto que es muy importante “no sirve” si no las usamos como herramientas para abrir caminos de paz, para terminar con rencores, divisiones,  falta de perdón desde la falla de nuestras personalidades y no desde lo que Dios hace con nosotras.

Un Adviento que sirva para comprender mejor la realidad de nuestros contextos y las nuevas demandas culturales, sociales, humanas porque si no respondemos con claridad y amor, desde la enseñanza y vida de Jesús, nos ponemos del lado de la injusticia-opresión por estar plantados en un fundamentalismo que tanto daño hace por no tener la interpretación correcta de la Palabra de Dios.

Un Adviento que no naturalice los abusos en la niñez; los feminicidios,  la orfandad de los hijos/as que quedan sin sus madres, el abandono a los adultos/as mayores.

Un Adviento como un tiempo de agradecer el país que vivimos sin olvidar la defensa de nuestra democracia, para que la misma satisfaga una vida justa para todos los ciudadanos/as.

Un Adviento de renovación, de alegría, de canto, de aire fresco, de celebraciones litúrgicas colectivas, ecuménicas. A todas nos gusta defender nuestras comunidades de fe, pero jamás amparar lugares rígidos, cerrados  donde nunca se cambian mandatos, formatos, modelos de años, no, sino contribuyamos para que sean espacios de liberación donde las inequidades de la vida, una vez que reflexionamos en conjunto la Palabra de Dios, se disipan, no el problema, pero sí la forma de encararlos.

Un Adviento que no deje de memorar a todas las mujeres de la historia, las invisibilizadas, a las que hemos conocido por lecturas, por estudiarlas,  o si son contemporáneas, por encuentros con ellas;   si sus experiencias han sido valiosas, no las ocultemos (no le hagamos el juego al patriarcado).

Un Adviento de actitudes  solidarias, esperanzadoras, que posean luminosidad.

¿Cómo vamos a celebrar el nacimiento de Jesús sin coherencia?

Es un llamado a despertar, a encender las velas, a estar preparadas.

Como dijera alguien…

Vayamos por la distancia más corta, por el círculo más cercano. ¡Vayamos!

Dios se basta a sí mismo pero

ha preferido estar con su creación

y por ello nos envió a Jesús

y EL se “abajó”, se hizo carne.

El Adviento es El!

La autora es Pastora Jubilada-Emérita

Espiritualidad feminista preparando el Adviento

Desde Con Efe realizamos una recopilación de recursos litúrgicos y para estudios bíblicos para Adviento, desde espiritualidades de mujeres diversas.

Presentamos este cuadernillo que pueden bajar libremente y que, por supuesto, como toda construcción colectiva, puede ampliarse a medida que recibamos más recursos que Ustedes puedan generar.

Bajarlo aquí:

https://drive.google.com/file/d/1Ai6XTHe8SFqlgFC5AAdehH9v8oD_pizS/view?usp=sharing

Teologías feministas: Espiritualidades en resistencia

Reunir las voces de quienes han sido inspiradoras y aliadas a lo largo de la biografía institucional, acompañándonos en la convicción de garantizar igualdad y Justicia para las mujeres en la región, es un verdadero privilegio publicar Teologías feministas: Espiritualidades en resistencia, dicen desde Católicas por el Derecho a Decidir de Argentina, quien publicó este libro.

Descargá en forma libre y gratuita el libro: https://drive.google.com/file/d/1KmHEwZN3-cb-2PQuz_8PTaY9ux6IjmwC/view

Para mirar el cielo y la tierra feministas

Con infinita generosidad estas maestras nos ofrecen un abanico de temas como flechas disparadoras de nuevas invitaciones a mirar los feminismos desde una perspectiva teológica y a la teología desde una perspectiva feminista.

Inaugurando este volumen contamos con el privilegio del pulso de Ivonne Guevara, que con su agudeza intacta, nos interpela de arranque para volver a la cuestión: “¿podemos ser feministas y cristianas?”. Hincándonos, pellizcando con su honestidad intelectual a cualquier intento de confort, nos comparte su respuesta “personal y provisoria”: “Podemos ser feministas y cristianas/os, aunque con muchas reticencias e interrogantes”.  Y a continuación, nos alienta a reinventarnos en algo diferente: “’diálogos de significado’, ‘compartir corazones’, ‘jardines de parábolas’, ‘confesiones de corazones’, ‘flores en el asfalto’ o ‘conversaciones en la penumbra’”.

A continuación, nuestra cercana Lucía Riba, pone su lupa sobre el lugar y la significación de la corporalidad. Así, nos recuerda cómo el discurso tradicional de la iglesia aborda el cuerpo de las mujeres como secularmente conflictivo, ligado al mal y a la perdición. Pero también nos advierte sobre algunas teologías que lo valoran desde una perspectiva que privilegia la maternidad como función casi exclusiva y excluyente. Tampoco nos permite pasar por alto la “glorificación del sufrimiento como algo salvador”, y sospecha de la exposición cotidiana de la imagen de Jesús crucificado, como un elemento que incide en que las mujeres vejadas se conduelan más de su victimario que de sí mismas.

En esa misma línea, Marilú Rojas insiste en la urgencia de desacralizar la violencia en las religiones monoteístas de corte sacrificial basadas en un principio de trascendencia y señala los mandamientos del marianismo como lineamientos para construir una víctima. Así, nos convoca a abandonar la idea del rito sacrificial para dar paso a la festividad del banquete, afincándonos en las espiritualidades feministas situadas y contextuales, a las que caracteriza como: “corporales, eróticas, políticas, cotidianas, comunitarias y sexuales-proféticas”.

A su turno, Jocabed Solano nos trae la memoria de los pueblos originarios de Centroamérica y su maravillosa vivencia de la espiritualidad gunadule que pone en el centro a un Dios de amor, cuidado, respeto, reciprocidad, y complementariedad y una ética de la vida comunitaria. Nos convida a conocer una práctica en la que la Tierra comunica el mensaje de Dios, y las mujeres ocupan un lugar preponderante, reconociendo a las abuelas como transmisoras de conocimiento, y como ejemplo de resistencia a la conquista, la colonialidad, y el epistemicidio de la sabiduría ancestral.

No menos provocadora nos resulta la intervención de Nancy Bedford, respecto a “desencuarentenar” la teología, recuperando el sentido que esta práctica tiene en la historia y en los textos bíblicos, como una referencia “consciente o inconscientemente a una experiencia liminal, de espera, en la esperanza de que algo cambie y mejore”. Sus párrafos transmiten la conmoción compartida frente a un femicidio ocurrido en pandemia, en nuestra ciudad de Córdoba, y recuperan la sensación de impotencia de una población encerrada y consciente del peligro atávico que acecha al interior de muchos hogares. Así expresa con la claridad de la denuncia que “la ‘cuarentena’ simbólica de las mujeres —que se torna permanente— es una especie de cautiverio babilónico que le hace mucho mal no solamente a las mujeres sino también a la iglesia como un todo porque socava la buena noticia del evangelio de Jesús”.

El último artículo pertenece a la querida María de los Ángeles Roberto que se refiere a un aspecto central: “la culpa” como patrimonio de las mujeres, por “hacer caer al varón en el pecado”, y cómo ésta se traslada a los deberes de las mujeres, “obligadas a cumplir con los preceptos impuestos para alcanzar la vara alta de la buena hija, la buena madre, la buena hermana, la buena esposa, la buena nieta”. Además de estas revelaciones, nos suma su contundente análisis de los textos bíblicos para afirmar qué dicen y qué no sobre el aborto e insistir con la relectura de la Biblia con perspectiva de género como clave para el desarrollo de las teologías feministas. 

El cambio en el miedo

Por Mayela Carrillo, Venezuela-

 Cuando intentamos cambiar algo de nosotros solemos empezar  a manipularnos, entramos en la exigencia que muy a menudo nos hace sentir culpables y entramos en la guerra con esa parte de nosotros que quiere cambiar y la que se resiste al cambio. La «Teoría paradójica del cambio» desde su aparición en 1970, en el artículo originalmente publicado en «Fagan and Shepherd’s Gestalt Therapy Now», ha dejado una huella significativa en el campo del crecimiento personal; el cambio es un elemento inspirador de  resiliencia y  autenticidad.

     La «Teoría paradójica del cambio» podría expresarse así: «El cambio se produce cuando uno se convierte en lo que es, no cuando trata de convertirse en lo que no es». Esto sugiere que al aceptar plenamente lo que somos en el presente y tomar conciencia de nuestras experiencias y poder hacernos responsables de quienes somos, son las claves del cambio.

     La aceptación de la «Teoría paradójica del cambio» es una forma de contactar,  pero esto no se trata de una resignación ante una imagen del autoconcepto. No es decir, «soy miedoso y entonces acepto que soy miedoso». Se trata de aceptar nuestra experiencia de miedo y estar presente con ella, ser conscientes y hacernos responsables. Esta actitud nos permite ver el yo como un proceso en constante movimiento y por esto cambiante, a diferencia de tratar el yo como un autoconcepto rígido.

     Albert Einstein dijo: “La medida de la inteligencia es la capacidad de cambiar”, esta cita destaca la importancia de la adaptabilidad y la flexibilidad en la evaluación de la verdadera inteligencia. En lugar de ser rígido en pensamiento, una persona verdaderamente inteligente está abierta a nuevas ideas, dispuesta a aprender y capaz de adaptarse a las circunstancias cambiantes. En un mundo que está en constante evolución, la capacidad de cambiar es crucial para la solución de problemas y la innovación. La visión de Einstein nos recuerda que la inteligencia no es sólo acerca del conocimiento o el coeficiente intelectual, sino también acerca de la capacidad de adaptarse y crecer en respuesta a nuevos desafíos y oportunidades.

     Cuando conseguimos un cambio, el precio suele ser el conflicto y la confusión. Generalmente, cuanto más tratamos de cambiar, más difícil se torna la situación. Aquello que forzamos se inhibe y el cambio real parece resistirse más y más. Paradójicamente, al actuar de esta manera, alimentamos precisamente aquello que queremos dejar atrás. Es más productivo tomar conciencia de cómo estamos, qué sentimos, qué trato de cambiar o evitar algo de mí que no me gusta. Cuando contáctamos  con la propia vivencia se descubre que el cambio puede producirse  por sí solo. Cuando puede mirarse sin juicio, el cambio se produce sin esfuerzo ni planificación.

Un ejemplo

     Imaginemos el encuentro de Jesús con la exposición en público narrada en Juan 8:1-11, le trajeron a una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio le exigieron un pronunciamiento,  y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella,  acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.

En este relato probablemente la mujer sintió miedo ante tal exposición y el encuentro con Jesús provocó un cambio en el riesgo de vida, no solo fue acusada también fue protegida por quien es nuestro Señor, Salmos 71:3 Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, Porque tú eres mi roca y mi fortaleza.

Conclusión

     Si me fuerzo a no sentir miedo, seguramente lo que pasará es que estaré energizando el miedo. Le estaré dando fuerza. Es posible que me ponga a prueba para intentar demostrarme que no tengo miedo. Me retaré a hablar delante de más y más gente. Lo pasaré mal. El miedo crecerá, se hará más presente, ocupará todavía más espacio en mi vida. Si por el contrario, lejos de obligarme a no sentir miedo, me acepto con miedo en esta cuestión, el asunto perderá fuerza. Dejaré de luchar contra ello y de sentirme tan mal porque me de miedo, sencillamente me sabré con miedo. Desde ahí, desde el no juzgarme por ello, desde el poder aceptarme así, puedo empezar a dar luz al asunto. Y eso es ir viendo cual es el miedo, más allá de lo obvio. Es ir viendo de dónde viene ese miedo, cómo es, que color tiene, que cara o caras presenta. Y así le voy conociendo y lo que se vuelve conocido como que da menos miedo.

Cuando le podemos ver la cara, aunque ésta no sea muy amable, por lo menos sabemos  a qué nos enfrentamos. Y es que el miedo más grande es a lo desconocido, por tanto cuanto más pueda conocer de él, menos miedo habrá. Parece que se trata, pues, de menos exigencia y de más conciencia. Y desde ahí los cambios se producirán. Bien es cierto que no son cambios rápidos y seguramente no lo son porque necesitamos ir asumiéndolos, ir haciéndolos nuestros.

 

Mayela Carrillo, Valencia. Venezuela

mayelacarrilloblanco@gmail.com

Oración ante la COP 16

Por Jocabed Solano-

Como delegada del Consejo Mundial de Iglesias en la COP16, te invito a unirte en oración.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (conocida como COP16) se celebra entre el 21 de octubre y el 1 de noviembre de 2024 en la ciudad colombiana de Cali. La imagen empleada para representar el evento muestra la Flor de Inírida, endémica de Colombia, bajo el eslogan: “Paz con la Naturaleza” o “Peace with Nature”, en inglés. Se trata de un llamamiento a la reflexión para mejorar la relación que tenemos con el medio ambiente y para que repensemos un modelo económico que no priorice la extracción, sobreexplotación y contaminación de la naturaleza.

Permítame compartir contigo algunos de los temas clave que se discutirán en esta cumbre crucial para la biodiversidad.

¿Qué está en juego en las negociaciones sobre biodiversidad? 

Breve contexto: Hace dos años, después de un acuerdo histórico para frenar el declive de la naturaleza, los países se reúnen en Colombia para las conversaciones de la ONU sobre biodiversidad, la COP16. A pesar de que los líderes mundiales acordaron ambiciosos objetivos para proteger y restaurar la biodiversidad en la COP15 de 2022, muy pocos países están tomando las medidas necesarias para cumplirlos.

Algunos puntos clave son:

 La implementación efectiva del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal.

Este marco establece metas ambiciosas para detener y revertir la pérdida de biodiversidad para el año 2030 1 .Escasa presentación de planes de acción: La mayoría de los países aún no han presentado sus planes detallados para alcanzar los objetivos de conservación. Hasta la fecha, sólo 23 de 196 países lo han hecho. 

El financiamiento, coinciden los expertos, es un tema transversal para lograr el cumplimiento de las 23 metas.Sin embargo, según un informe reciente, hasta la fecha de publicación de este artículo, sólo dos países -Noruega y Suecia- habían cumplido su parte del objetivo.Y unos 23 de los 28 países analizados "están pagando menos de la mitad de lo que prometieron”.La COP16 busca soluciones innovadoras para financiar la conservación de la naturaleza. Entre las propuestas destacan:

Empresas compensarían su impacto ambiental comprando créditos a proyectos de conservación. Aunque incentivan la protección, se cuestiona su efectividad y riesgo de convertirse en “lavado verde”.

Canjes de deuda por naturaleza: Países con deuda podrían reducirla a cambio de invertir en conservación.

 Datos genéticos: Los beneficios económicos derivados del uso de datos genéticos de la naturaleza, como en la industria farmacéutica, generan debate sobre cómo repartir equitativamente estos ingresos.

Motivos de oración:

Por la implementación del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal: Que este marco se convierta en una hoja de ruta clara y efectiva para la protección de la biodiversidad.

Por un financiamiento justo y equitativo: Que los ¨países desarrollados¨ cumplan sus compromisos financieros y que se establezcan mecanismos justos para compartir los beneficios derivados de los recursos genéticos.

Contra el lavado verde.: Que se eviten las falsas soluciones y que los mecanismos de compensación ambiental sean verdaderamente efectivos.

Por la protección de los derechos de los pueblos indígenas: Que se reconozca el papel fundamental de los pueblos indígenas en la conservación de la biodiversidad y que se respeten sus derechos.

Por las comunidades de fe y la sociedad civil en general para incidir de las diversas maneras posibles.

A nivel personal es mi primera COP en el tema de la biodiversidad, estaré presentando en tres paneles en la zona azul y en la UNIBAUTISTA. Además apoyando al Caucus indígena en el tema de negociaciones en los documentos de uso sustentable y el grupo de Grupo de Trabajo del FIIB sobre NBSAPs.

Oración:

Dios Madre y Padre, Creador de toda la vida, te pedimos que bendigas y nos des sabiduría a

las personas que se reúnen en la COP16. Que nuestros corazones vivan por la compasión

hacia toda la creación y la diversidad de vida en nuestro planeta. Guíanos para que

tomemos decisiones justas y equitativas que protejan nuestra Nabgwana( Casa Común),

promoviendo la justicia ambiental y el bienestar de todas las comunidades. Que los pueblos

indígenas, guardianes ancestrales de la biodiversidad, sean escuchados y valorados. Oramos

para que las partes(gobiernos) tomen decisiones basadas en la justicia y la paz, tejiendo una

red de vida que conecte a todas las criaturas. Inspira en nosotros la esperanza de un futuro

renovado, donde la creación florezca y la justicia reine, tal como prometiste:

He aquí que yo creo nuevas cosas.; Ayúdanos a construir un futuro sostenible donde toda la creación

pueda vivir en armonía. Agradecemos tu presencia en nuestras vidas y te pedimos que nos

guíes en este camino hacia la sostenibilidad. Amén.

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Si quieres apoyar mi trabajo:

https://www.mesaglobal.co/workers/31569

Soy misionera en Mesa Global y Directora en Memoria Indígena

Ecofeminismo: re-vincularnos con la tierra para una fe liberadora

Aporte de Las Magdalenas y Fe sin violencias, en su boletin digital

Vivimos en una época de crisis civilizatoria y climática. En esta época del año, en el sur del planeta, se produce la transición entre el invierno y el verano. La primavera es un momento de renacimiento en el ciclo vital natural. Es un tiempo de reinicio. El sol nos brinda más luz y calor, las hojas y las flores brotan y crecen anticipando la frescura que nos regalarán en verano. Es el reverdecer de nuestro entorno.

Esta época, con sus nuevos colores y aromas, nos invita a pensar: ¿cómo nos reinventamos cada vez, en el ciclo histórico de avances y retrocesos para la humanidad? ¿De qué está hecha la chispa que nos aporta luz y calor para renacer en la desesperanza?

Para caminar hacia una espiritualidad amorosa y enraizada en nuestra tierra, resulta necesaria la invitación a comprendernos como parte del ciclo de vida que nos marcan la naturaleza y sus ritmos. Los seres humanos somos parte, y no mero espectadores, de ese proceso.

Estamos en relación permanente con la naturaleza. Pero, como humanidad, también somos responsables de su destrucción. El capitalismo voraz entiende a los bienes comunes como mercancías, explotándolos sin ningún rasgo de solidaridad con las generaciones futuras.

Los incendios registrados en América Latina en los últimos meses, y la consecuente devastación del monte nativo, son la expresión más reciente y brutal del impacto de la lógica extractivista y patriarcal impuesta en nuestros territorios.

Por eso, en esta oportunidad, compartimos la pregunta: ¿cómo nos relacionamos con nuestra tierra? ¿Cómo impacta eso en la construcción de una espiritualidad liberadora y feminista?

Desde esta perspectiva, compartimos la siguiente reflexión de la teóloga Mary Judith Ress. Esperamos que sea una invitación a continuar la reflexión colectiva.

¿Qué puede ser más evidente que el hecho de que todo está conectado? ¿Qué puede ser más evidente que nuestro parentesco con todo lo que ha sido, es, y será? ¿Cómo es posible que hayamos olvidado lo que nuestros ancestros sabían intuitivamente? Porque en una época de nuestro desarrollo como especie, hemos desarrollado una manera de pensar y actuar que nos ha hecho creer que estábamos separados de las otras especies de la tierra. Y no solamente separados de, sino con un absoluto poder sobre las demás especies. Más aún, hemos pensado que la tierra era nuestra, para dominarla y someterla. Solamente en las últimas décadas hemos podido nombrar esta desviación. La nombramos el patriarcado: un sistema que califica todo en términos de dominación y subordinación, arriba o abajo, bueno o malo, superior o inferior.  

Rosa Dominga Trapasso, religiosa de la Congregación misionera de Maryknoll que ha vivido más de 30 años en el Perú y es co-fundadora de Talitha Cumi, Círculo de Feministas Cristianas, escribía en el artículo de fondo: ‘El feminismo y la ecología no son movimientos aislados que han surgido casualmente en nuestros tiempos.  Ecología y feminismo son más bien movimientos concordantes.  Yo me atrevo a pensar que el feminismo necesariamente tuvo que evolucionar hacia el ecofeminismo al poner en evidencia las vinculaciones de todas las formas de opresión y violencia, desde la opresión en el interior de la familia hasta la destrucción del planeta. Al denunciar el androcentrismo y el antropocentrismo de la sociedad patriarcal y al oponerse a todas las manifestaciones de dominación de las mujeres y la naturaleza, el ecofeminismo apunta hacia la liberación humana y la armonización entre la humanidad y la naturaleza. Por eso, el mensaje del ecofeminismo afirma que la búsqueda de relaciones igualitarias y armoniosas entre las personas contribuye a establecer relaciones saludables y armoniosas con la naturaleza. En el mismo sentido, cuando nos oponemos a las violaciones de la naturaleza, estamos oponiéndonos a la mentalidad patriarcal que permite la violación de las mujeres’. (Rosa Dominga Trapasso, ‘Ecofeminismo: Revisando nuestra conexión con la naturaleza’, Con-spirando, No 4. junio, 1993, p. 2-6.)

Trapasso nos advierte que el ecofeminismo es mucho más que ponerse en favor de la conservación de los recursos. Para ella, es un proceso hacia una sociedad que rompe con el antropocentrismo y donde nos reubicamos entre todos los elementos de la creación. No será un camino fácil. Es realmente una política de resistencia, una lucha por el bienestar del planeta, una lucha por la transformación de todas las relaciones sociales”.

Las Magdalenas: feministas cristianas reunidas en torno a las teologías feministas de la liberación en América Latina. Sostenemos una interpretación de los textos bíblicos basada en las experiencias de las mujeres y las diversidades. Desde Argentina, buscamos construir comunidades de fe en las que se respeten la igualdad de géneros y las diversidades. Somos parte de la red Fe sin violencias, que busca visibilizar situaciones de violencia en los ámbitos de fe.

ESI en primera persona – Violencia por motivos de género

En el cuadernillo ESI en primera persona 1. Violencia por motivos de género, de Iniciativa Spotlight y UNFPA se proponen una serie de actividades para debatir acerca de las relaciones sociales que fomentan desigualdades entre los géneros y, además, identificar aquellas situaciones que generan condiciones más igualitarias, donde pueden asentarse los vínculos entre las personas y que es necesario profundizar.

Dichas propuestas apuntan a rescatar el carácter social de la violencia por motivos de género, la importancia del trabajo colectivo, la necesidad de promocionar toda acción que respete y valore las opiniones y deseos de todas las personas, el rol que deben tener las personas adultas responsables de NNyA.

También hace foco en interpretar que el problema de las VG es transversal a toda la sociedad y no un conflicto “de pareja” que debe resolverse puertas adentro de los hogares. “La ESI es una invitación a reflexionar sobre la propia experiencia y en este marco abrir un diálogo con aquello que pensamos, sentimos e imaginamos en relación con las violencias de género”.

Fuente: Diario Digital Femenino

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