Abuso religioso o terrorismo religioso

Dra. Mayra Soria Escobar-

La violencia religiosa es una de las formas de violencia que ocurre en los espacios de fe o religiosos, y que en los últimos años se ha ido visibilizando y conceptualizando por quienes analizan y denuncias las múltiples violencias que afectan principalmente a las mujeres y niños

El abuso religioso es una forma de violencia que se ejerce por una persona que puede tener o no una posición de liderazgo en una iglesia o comunidad religiosa pero que se ejerce contra otra persona a través de manipulación, chantaje, amenaza, hostigamiento, humillación, o aislamiento utilizando un discurso, creencias o prácticas religiosas para controlar acciones, comportamientos, pensamientos y decisiones de una persona provocando una afectación psicológica y/o social.

 Sin embargo en una charla con mi gran amigo José Ignacio López Vigil,  teólogo que siempre que habla del abuso o violencia religiosa se refiere con el término TERRORISMO RELIGIOSO

Este termino me llevó a seguir pensando y repensado en si conceptualizar así a este tipo de violencia ¿es correcto o es una exageración?

Siendo abogada entiendo desde las implicaciones jurídicas de estos dos conceptos, pues mientras en la violencia religiosa se puede entender que la afectación de esta violencia puede ser ejercida de forma personal y directa ocasionando una afectación individual, por lo mismo el cometimiento de estos actos pueden recaer en responsabilidades personalísimas del agresor, es decir pudiera entender como si este hecho es un caso aislado u ocasional.

Ahora bien, el terrorismo religioso merece un análisis más macro que el anterior, y lo hago a la luz de un análisis jurídico de crimen organizado, porque introducir la palabra terrorismo, es en sí mismo un nivel superior, es otra categoría de violencia, con esta visión podemos quizás abrir más el debate sobre la afectación real de una violencia religiosa, pues cuando en una iglesia y desde el púlpito un líder o sacerdote y/o la orden religiosa a la que pertenezca,  o  sea éste un pastor y el cuerpo diaconal o peor una comunidad de fe quienes manejan un mismo discurso teológico violento, discriminatorio, o realizan prácticas a través de las cuales se busca manipular comportamientos, pensamientos y decisiones de sus feligreses de sus creyentes, esto repercute directamente en un afectación masiva  pues sin duda con ello buscan mantener en un estado de sumisión a la congregación la cual puede  desembocar en un estado de terror, donde puede llegar a peligrar la vida, la integridad física o la libertad de las personas.

Un ejemplo de lo que digo, es, si un sacerdote o pastor cree que la homosexualidad es pecado y que moralmente no solo debemos reprochar, sino que además, como parte del deber cristiano es “convertir” de ese camino de pecado a la persona, puede y ha ocurrido que cuando una madre va y se confiesa o le cuenta en “consejería” a su pastor que su hijo/a es homosexual o lesbiana, no hay mejor respuesta que presentar al infierno como una consecuencia clara de esa decisión, me pregunto: ¿qué madre quisiera un futuro en un lago de azufre y fuego donde solo los lamentos de tortura para su hijo/a?, ante esta situación salen como consejos o solución: – el internamientos de “clínicas de deshomosexualización” o las denominadas “terapias de conversión”  la madre que ama a su hijo/a que cree fielmente en lo que su sacerdote o pastor le dice envía contra la voluntad de su hijo/a a uno de estos centros, lugar en el cual por varios testimonios sabemos de los vejámenes, torturas, agresiones y abusos que son sometidos quienes son prácticamente secuestrados, internados o sometidos a “Consejerías” que son practicas abusivas y que afectan bienes jurídicos como la dignidad e integridad.

Este ejemplo es uno de muchos en los que la fe es usada como un medio de infundir terror miedo y someter bajo una teología tirana, violenta las creencias, comportamientos sociales, manipulando con un discurso de fe y creencias a las personas y provocando dolor y muerte no solo a una persona sino a comunidades enteras.

Entonces, bajo este análisis sostengo que: – si se puede calificar como terrorismo religioso, a la violencia que se ejerce por una o más personas que pueden tener o no una posición de liderazgo en una iglesia o comunidad religiosa y que la ejerce contra otra persona .o varias personas a través de manipulación, chantaje, amenaza, hostigamiento, humillación, o aislamiento utilizando un discurso, o creencias o prácticas religiosas para controlar acciones, comportamientos, pensamientos y decisiones de una o varias personas provocando una afectación psicológica y/o social.

Defiendo lo dicho, porque el objetivo de mantener discursos, practicas e ideologías religiosas benefician en muchos casos a la estructura eclesial institucional, ya que muchas de estas practicas lesivas buscan hacer un ejercicio de poder sobre sus feligreses basado en el miedo y culpa como fundamento de su doctrina y prácticas, por lo que, incluso si la violencia religiosa cometida fuere un caso aislado este hecho igual sigue beneficiando y fortaleciendo a la estructura eclesial. 

Por consiguiente, aun cuando puede pasar que un hecho sea un caso aislado la violencia estructural a la que se ven sometidos los más vulnerables; esto es, mujeres, niños, niñas adolescentes es ingenuo pensar que la violencia religiosa es meramente circunstancial, o solo se trata de un caso aislado pues finalmente el manipular a través de la fe, afianza la permanencia y fortalece las relaciones asimétricas entre la estructura eclesial y el creyente. 

Por consiguiente, no pasa desapercibido este análisis de la similitud entre el terrorismo religioso con modalidades delincuenciales del crimen organizado, es escandaloso sin duda y quizá solo la mera comparación irrite a muchas y muchos sin embargo sentires diferentes pueden venir de quien ha vivido lo que en estas líneas analizó, un sobreviviente de la violencia religiosa que vivió el horror de este tipo de violencia y es quien podría corroborarlo, a fin de poder entender la gravedad del abuso religioso en casos de terapias de conversión recomiendo la investigación de la periodista ecuatoriana Jeaneth Cervantes periodista de La Periódica, quien a través de testimonios cuenta  algunos casos de verdaderas violaciones de derechos humanos en nombre de la fe.

No pretendo etiquetar a ningún grupo religioso ni quiero generalizar de manera injusta la labor que muchos y muchas hacen de forma genuina y entregada el sacerdocio y pastorado, conozco de esas personas que son mujeres y hombre que sin ningún interés de por medio trabajan con pasión por la extensión del Reino y el cuidado de sus feligreses, por lo mismo sé que a ellos no les llega ni de lejos una tilde de este texto.

Busco sensibilizar a los y las creyentes en esta realidad para que ejerzan una espiritualidad sana libre de cualquier tipo de violencia, al cual tenemos derecho todas y todos.

“pastoreen el rebaño de Dios que está a su cargo, no por obligación ni por ambición de dinero, sino con deseo de servir, como Dios quiere. No sean tiranos con los que están a su cuidado, sino sean ejemplos para el rebaño” 1 Pedro 5:2-11

 

La autora es Miembra de la Red Ecuatoriana de Fe

Apoye nuestro trabajo:

Si estás en Argentina, invitanos un café en cafecito (Utiliza Mercado Pago) Cada cafecito son $ 100

https://cafecito.app/conefecomunica

Si estás fuera de Argentina, puedes colaborar desde 1 dólar a través de PayPal (sin costos para ti)

https://paypal.me/claudiaflorentin1?country.x=AR&locale.x=es_XC

Repudio al Proyecto de ley que pretende hacer del aborto un delito de homicidio, aún en caso de violación

Movimientos Sociales y Organizaciones de la Sociedad Civil de Brasil, integrantes del Consejo de Participación Social – PR, expresan su posición de repudio al Proyecto de Ley 1904/2024, que tuvo su pedido de urgencia aprobado en la tarde del miércoles, 12.06.2024, en el Plenario de la Cámara de Diputados.

El proyecto de ley pretende hacer del aborto un delito de homicidio en algunos casos, incluyendo el aborto legal por violación, garantizado por la legislación brasileña desde 1940. Cabe destacar que el proyecto de ley prevé que una niña o mujer que haya sufrido la violencia de una violación y aborte podría ser condenada a una pena mayor que la del violador. Según el proyecto de ley, el aborto se equipararía al homicidio simple, de acuerdo con el artículo 121 del Código Penal, que determina una pena mínima de 6 años y una máxima de 10 años para quienes cometan el delito de violación. El proyecto de ley 1904/2024, por su parte, estipula que la mujer o niña que interrumpa su embarazo después de la semana 22 podría ser castigada con penas de entre 6 y 20 años de cárcel.

Denunciamos la forma antidemocrática, cruel y autoritaria en que se ha llevado a cabo esta votación relámpago de exactamente 23 segundos: el régimen de urgencia aprobado implica que el proyecto de ley no necesitará ser discutido en comisiones y excluye el debate previo a la votación en el pleno, un principio democrático. Se trata de otra práctica nefasta de Artur Lira en connivencia con sectores de extrema derecha.

El proyecto de ley 1904/2024, al tipificar como delito de homicidio el aborto con más de 22 semanas de gestación, incluso en los casos de aborto legal por violación (Código Penal de 1940), nos hace retroceder décadas en materia de derechos reproductivos y de protección a las víctimas de violencia sexual, violando la Constitución y los diversos tratados y convenciones internacionales de los que Brasil es signatario. La propuesta ignora por completo la realidad de los niños y las mujeres que se enfrentan a una violación y que tienen derecho a no ser sometidos a más violencia, y los obliga a gestar y dar a luz.

El PL 1904/2024, si se aprueba, situará a Brasil entre los peores países del mundo para las mujeres. Según datos del estudio Women, Peace and Security Index, realizado en 2022 por el Instituto de la Mujer de la Universidad de Georgetown, Brasil ocupa el puesto 80 en la clasificación de países que garantizan la calidad de vida de las mujeres. Brasil comparte la posición con Fiyi y Surinam.

Si se aprueba, este proyecto de ley tendrá consecuencias nefastas, especialmente para los niños, las mujeres y las niñas negras, principales víctimas de la violencia sexual, que ya se enfrentan a profundos traumas y que ahora corren el riesgo de que se les robe su infancia y su futuro al verse obligadas a continuar un embarazo que es el resultado de un crimen atroz como la violación, además de que podrían ser incriminadas como criminales y encarceladas por un período de 6 a 20 años. Todo esto en un país donde cada año dan a luz unos 20.000 niños – cuando tendrían derecho a un aborto legal.

Más del 75% de estos niños son negros. También son las que más sufren las violaciones, la violencia obstétrica y la muerte materna. No hay posibilidad de democracia, con la violación de la Constitución y sin el compromiso de enfrentar el racismo patriarcal, cis, heteronormativo y actuar para garantizar los derechos de las niñas y mujeres negras, que han sido históricamente violadas en nuestro país y que tendrán sus vidas y su salud impactadas por este proyecto de ley.

En un momento en que aún luchamos por reconstruir un país comprometido con la igualdad de clase, género y raza, esta maniobra y negociación misógina, aliada al campo religioso cristiano fundamentalista, revela cuán lejos estamos de construir una democracia plena. Mientras prevalezca el odio a las mujeres en la política, no tendremos democracia.

Hacemos un llamamiento a los poderes ejecutivo y legislativo para que tomen medidas comprometidas y serias, libres de alianzas con fines electoralistas, para que no se aprueben los méritos del proyecto de ley.

Exigimos que el Ministerio de Salud, a través del SUS, garantice la atención humanizada del aborto y amplíe la atención del aborto en todo el país para que ningún niño, adolescente, mujer o persona embarazada se vea obligada a asumir un embarazo resultante de una violación o correr el riesgo de prisión o muerte por falta de acceso al derecho al aborto legal, en las tres formas previstas actualmente por la ley.

Firman

Associação Brasileira de Organizações Não Governamentais – ABONG

Associação Brasileira de Gays, Lésbicas, Bissexuais, Travestis, Transexuais e Intersexos -ABGLT

ACBANTU/Rede de Povos e Comunidades do Brasil 

Associação Nacional de Travestis e Transexuais ANTRA

Articulação de Mulheres Brasileiras – AMB

Central de Movimentos Populares – CMP

Central Única dos Trabalhadores – CUT

Centro Nacional de Africanidade Brasileira – CENARAB

Coalizão em Defesa da Democracia

Coletivo de Direitos Animais

Comissão Nacional de Pontos de Cultura

Confederação Nacional das Associações de Moradores – CONAM

Fórum Brasileiro de ONGs e Movimentos Sociais pelo Meio Ambiente – FBOMS

Fórum Brasileiro de Segurança Pública – FBSP

Frente de Evangélicos pelo Estado de Direito

Frente Nacional em Defesa do SUAS – Instituto EcoVida

Frente Pela Vida

Fórum Brasileiro de Economia Solidária – FBES

Fórum Brasileiro de Soberania e Segurança Alimentar e Nutricional

Grupo Carta de Belém

Intersindical – Central da Classe Trabalhadora

Instituto de Estudos Socioeconômicos – INESC

Marcha Mundial de Mulheres

Movimento dos Atingidos por Barragens – MAB

Movimento Evangélico Progressista – MEP

Movimento de Trabalhadoras e Trabalhadores Sem-Teto (MTST)

Movimento dos Pequenos Agricultores – MPA

Movimento dos Pescadores e Pescadoras artesanais – MPP

Movimento Nacional da População de Rua-MNPR

Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra MST

Movimento de Mulheres Camponesas (MMC)

Movimento Nacional de Direitos Humanos – MNDH

Movimento Nacional de luta pela Moradia – MNLM

Movimento Nacional dos Catadores de Materiais Recicláveis – MNCR

Movimento Pela Soberania Popular na Mineração – MAM

Movimento de Luta nos Bairros Vilas e Favelas – MLB

Movimento de Trabalhadoras e Trabalhadores Por Direitos – MTD

Nzinga Coletivo de Mulheres Negras

Observatório do Clima

Plataforma Dhesca Brasil 

Plataforma dos Movimentos Sociais por Outro Sistema Político

Rede Brasileira de Inclusão – Rede-In

Rede Nacional de Colegiados Territoriais/RNCT

União Nacional dos Estudantes- UNE

União de Negros e Negras pela Igualdade – UNEGRO

União Nacional por Moradia Popular

Bienaventuranzas (en clave LGTBIQ+)

Eloísa Ortiz de Elguea, Argentina

“Alegraos y regocijaos gays y lesbianas, porque vuestra recompensa será grande en los cielos” (Mt 5.12)

Biblia de Jerusalén, Desclée de Brouwer, 1998

A lo largo de la historia la sexualidad ha sido encuadrada entre el enigma y el misterio alimentando mitos, tabúes y diversas perspectivas antropológicas. Las “viejas interpretaciones” de los textos bíblicos otorgaron unaconnotación negativa sobre la homosexualidad.

Curiosamente, a lo largo de la tradición cristiana coexistieron notas de desaprobación y condena con otras de comprensión, respeto, prudencia al juzgar la culpabilidad, y reconocimiento de dignidad personal de las personashomosexuales. No obstante, los determinismos biológicos de la cultura heteronormativa y las creencias religiosas consolidaron la imposición de la heterosexualidad obligatoria. Estos reduccionismos siguen presentes en la actualidad, haciendo de la homosexualidad una de las cuestiones más discutidas en las iglesias cristianas.

Tampoco faltan las discusiones en el ámbito secular, espacio que suele recurrir a los argumentos religiosos para condenarlas relaciones entre personas del mismo sexo.

Por este motivo la gran mayoría de las personas homosexuales de fe viven su condición religiosa en el exilio situados en los márgenes de sus comunidades de pertenencia, incluso algunos/as eligen mantener su identidad sexual oculta dentro del closet.

Paralelamente el heterosexismo, es decir sus representantes (tanto varones como mujeres), suelen expresar sentimiento sde hostilidad hacia las personas homosexuales y hacia el amplio espectro de la diversidad sexual, caracterizadoscomo homofobia o prejuicio sexual. Algunos segmentos de ambientes tales como la escuela, la familia, el trabajo, losmedios de comunicación y las religiones favorecen lacreencia de que los homosexuales son personas anormales,inferiores, inmorales, incluso depravadas. Y en el mejor de los casos despiertan un sentimiento de lástima o conmiseración sin intenciones restitutivas.

Esta aversión es causada por el miedo que se genera en lamente del varón homófobo al sentir amenazada su virilidad y su hombría, sentimiento con el que se solidarizan las mujeres homófobas. En cuanto a la aversión hacia las lesbianas,proviene de la descalificación de aquellas que no cumplen con el rol reproductivo y subordinado que el patriarcado espera de las mujeres. Estos sentimientos negativos hunden en el oprobio y la humillación a las personas homosexuales,impactando de modo negativo en su calidad de vida.

Hoy contamos con una copiosa producción de investigaciones científicas en torno a la homosexualidad y al amplio espectro de la diversidad sexual que alejan los fantasmas condenatorios y argumentan que la homosexualidad es un “modo de ser” entre otros. En perspectiva de fe recurrimos a la fuente en la cual abrevamos los y las cristianos/as. Releyendo los cuatro Evangelios notamos que Jesús no tomó posición alguna al respecto, por el contrario, Jesús insiste en la acogida amorosa de las personas marginadas, llama a no juzgar a los demás y a no sentirse superiores moralmente unos/as respecto de otros/as.

A modo restitutivo, en esta ocasión saludamos a nuestros hermanos y hermanas homosexuales y de la diversidad sexual, recurriendo a los sentimientos de Jesús para releer el Sermón de la Montaña (Mt 5,3-12) en clave gay y lesbiana:

Bienaventurados/as gays y lesbianas pobres de espíritu porque de ellos/as es el Reino de los cielos;

Bienaventurados/as los/as mansos/as gays y lesbianas porque poseerán en herencia la tierra;

Bienaventurados/as gays y lesbianas que lloran,

porque serán consolados/as;

Bienaventurados/as gays y lesbianas con hambre y sed

de justicia porque serán saciados/as;

Bienaventurados/as gays y lesbianas misericordiosos/as,porque alcanzarán misericordia;

Bienaventurados/as gays y lesbianas limpios/as de corazón porque verán a Dios;

Bienaventurados/as gays y lesbianas que trabajan por la paz porque serán llamados/as hijos/as de Dios;

Bienaventurados/as gays y lesbianas perseguidos por la justicia porque de ellos/as serán el Reino de los cielos.

Bienaventurados/as gays y lesbianas seréis cuando os injurien y os persigan y digan con mentiras

toda clase de mal contra vosotros/as por mi causa.

Alegraos y regocijaos gays y lesbianas, porque vuestra recompensa será grande en los cielos.

Soy de Tradición católica romana

eloisaortizdeelguea@gmail.com

Publicado en el Devocional Caminando en Sororidad 2024

Apoye nuestro trabajo:

Si estás en Argentina, invitanos un café en cafecito (Utiliza Mercado Pago) Cada cafecito son $ 100

https://cafecito.app/conefecomunica

Si estás fuera de Argentina, puedes colaborar desde 1 dólar a través de PayPal (sin costos para ti)

https://paypal.me/claudiaflorentin1?country.x=AR&locale.x=es_XC

¿De dónde viene esa risa socarrona, Sara?

Maria Rosa Vigna, Argentina-

Así que Sara rió para sus adentros y dijo: ”Ahora que estoy pasada, sentiré el placer, y además con mi marido viejo?” Génesis 18:12 Biblia de Jerusalén

Esta historia junto a capítulos anteriores y posteriores forma parte de la promesa y pacto de Dios con Abraham y Sara del nacimiento de Isaac con una gran descendencia. Pero me voy a detener en la escena del encuentro entre los tres enviados de Dios y Sara. Dios se humaniza a través de los enviados, de carne y hueso con necesidades de descanso y comida haciéndose cercano a nuestras dudas.

Abraham y Sara eran viejos y a Sara se le había retirado su menstruación según nos relatan los textos. En el versículo 9 “dijéronle:- Dónde está tu mujer Sara?“ Si bien la costumbre de trato es patriarcal, Dios la busca, quiere hablar con ella, pues ella y su cuerpo es el medio por el cual la promesa será una realidad ¿no? Le reiteran a Abraham la promesa del hijo y en el v 10 dice: “Sara lo estaba oyendo a la entrada de la tienda, a sus espaldas ”y Sara se sonrió “socarronamente ” ¿o con duda? y claro! Si nos ponemos en la piel de Sara, dos veces fue entregada como moneda de “cambio” por su marido para ingresar a territorios no conocidos. Una vez en Egipto a la casa del Faraón (cap 12 10 al 20) y otra vez con Abimelec rey de Gerar ( cap 20). Los textos nada nos dicen de cómo se sintió Sara, ¿acaso…hubo consentimiento? El deseo subestimado de las mujeres.

El cuerpo de las mujeres como objeto, porque después de cada “trama” de la mentira, que era su hermana no su esposa, Abraham salió beneficiado económicamente.

Silencio teológico y eclesial en nuestras iglesias, ¿verdad?

Siento y pienso en las muchas Saras que habitan este mundo, en manos de políticos, familiares, religiosos, costumbres culturales, proxenetas, plataformas hot, etc. que lucran con el cuerpo de las mujeres, niñas y adolescentes como si fueran objetos de “cambio” y no sujetas de derecho.

Entonces, comprendo la “sonrisa” de Sara, su cuerpo envejecido, tomado a la fuerza seguramente, ¿ahora… conocerá el placer y la risa? Pues Isaac, significa risa. Por último viene un cálido diálogo entre Dios y Sara en el que ella admite haber sonreído; no hay censura sólo confesión, es como si Dios Padre-Madre sintiera su pena, su dolor pero le afirma “¿Es que hay nada milagroso para Yahvéh?” V 14.

Siento que Dios nos acompaña, sostiene y nos da fuerzas para seguir luchando contra el patriarcado que nos quiere sumisas y “productivas”.

Que el Dios de Maria, de lo Imposible, de Agar el que me ve, el de Sara, de la risa, nos siga ayudando y sosteniendo.

Amén.

mariarosavigna9@gmail.com

Publicado en el Devocional Caminando en Sororidad de Con Efe. Se puede bajar libremente aquí: https://drive.google.com/file/d/1tuqHrDLF4jnyPsiEoIVW3T8C2kmSbpuf/view

Mujeres en el Territorio, cuidadoras de la Casa Común

Imagen: https://www.entreculturas.org/noticia/mujeres-defensoras-de-nuestra-casa-comun/

Por Margot Bremer, RSCJ-

Como en muchos otros ámbitos, también en nuestra relación con la tierra ha acontecido un cambio desmesurado que consecuentemente ha afectado también nuestro trato con ella. Podemos decir con el papa Francisco: “Hemos olvidado que nosotros mismos somos tierra” (LS 2).

Hoy, en muchos lugares la tierra con sus recursos naturales, se está transformando en un botín mercantil que justifica su devastación mediante fraking, extracción, deforestación, contaminación de suelo, aire y agua, etc. que destruye la vida de nuestros territorios. ¿Estamos conscientes que, con tal tergiversión de relacionamiento nosotros mismos estamos en camino de ser mercancía? Las venas de nuestros territorios latinoamericanos siguen abiertas. Por esa razón nos parece necesario hacer memoria de nuestros pueblos originarios. ¿Cómo ellos se relacionaron con la tierra? Recojamos aquí en síntesis las experiencias de algunas mujeres indígenas. Descubrimos allí que el territorio es mucho más que un espacio geográfico. 

 

Territorio en visión originaria

 

Parto de una experiencia guaraní: En sus celebraciones los chamanes realizan las oraciones en forma de danza sagrada al ritmo de los golpes (con la tacuara) que las mujeres dan a la tierra. Uno de sus significados es que las mujeres, al ser generadoras y cuidadoras de vida, perciben debajo de la tierra todo un microcosmos de vida durmiendo: brotes, gérmenes y embriones de diferentes especies, propias de cada territorio. Con sus golpes, las mujeres quieren despertar esa vida oculta e invitarla a integrarse en el ritmo de alabanza y gratitud al creador del territorio. Esta visión nos reconduce a las fuentes de vida y nos llena de sacralidad lo que expresó nuestro papa Francisco:”hay que valorar esa mística indígena de la interconexión e interdependencia de todo lo creado, mística de gratitud que ama la vida como don, mística de admiración sagrada ante la naturaleza que nos desborda de tanta vida”. (Q.A. 73).

 

Tal forma de celebrar los indígenas, surge de una profunda convivencia con su territorio que les ha abierto el misterio de la vida como una sagrada trama. Explican: “Con nuestra visión afirmamos nuestra alteridad a este sistema moderno desde nuestra manera milenaria de ocupar nuestro territorio. Es el compromiso de nuestra vida que sigue a miles de otras vidas en tiempos pasados, presentes y futuros y se inscribe en el cumplimiento de nuestro deber espiritual de salvaguardar nuestras tierras sagradas 1

 

Tienen diferentes imágenes de su territorio. Por ejemplo, el pueblo guaraní considera su territorio como una mujer por cuyas venas corre su sangre, representado por el agua de los ríos y arroyos que derrama vida en exuberancia, fertilizando la tierra y produciendo frutos. La tierra, en la visión de casi todos los pueblos indígenas, es como una Madre que ofrece a sus hijos lo mejor que ella misma puede producir. 

 

Es decir, para ellos la tierra tiene vida propia, y por eso también puede morir. Del agradecimiento por tal cuidado maternal, surge del afecto filial el deseo de cuidarla en reciprocidad. Este principio de reciprocidad es inherente a cada territorio y cada pueblo; es la base de todas formas de convivencia. Hay mujeres indígenas que afirman de que cada territorio tiene su propio proyecto de vida que deben investigar y conocer para poder colaborar con él. Esta reciprocidad madre-hijos, necesita ser constantemente renovada desde cada casa familiar, pero siempre en el horizonte de la Casa Común universal, la gran familia de la creación. 

 

Las mujeres, experimentadas en ser generadoras y cuidadoras de vida, conocen las propiedades específicas de su territorio:  la diversidad, calidad fragilidad, etc. e intentan organizarse en reuniones para intercambiar sus experiencias y elaborar de ellas una visión integral. Su objetivo es mantener, restaurar, reconstruir y renovar la armonía y el equilibrio en su convivencia con el territorio. Comunitariamente ellas planifican la siembra, el cultivo, la cosecha y distribución e inventan cocinar y conservar todo lo comestible que les brinda su territorio. Inventan comidas típicas con sabor a territorio.

 

También saben organizarse con una opción clara y valiente por la defensa de los derechos y la dignidad de vida en convivencia con su territorio y por una justicia socio-ambiental entre todas las culturas presentes. Saben colaborar con el ritmo de la naturaleza, saben entrar en sus ciclos de renovación y saben adaptarse a los cambios históricos y climáticos. A la vez saben cuidar la memoria reconectándose con los orígenes y con las utopías del pasado. Esta mirada atrás les lleva a la mirada al futuro que les da la audacia de transformar estructuras anacrónicas que ya no dan vida.

 

Estas mujeres organizadas saben despegar su mirada desde el “borde del plato de comida” (über denTellerrand gucken) de cada día, y ensancharlo hacia una mirada universal, una utopía, que conduce hasta la puerta de la Casa Común, siempre medio cerrada por la sobrecarga de conflictos, aprietos, apuros y problemas cotidianos, borrando aquella “mirada larga”. Gracias a su sentido comunitario, a su espíritu de resistencia colectiva y a su tierno afecto de su territorio, estas mujeres se mantienen firmes y unidas y así sobrepasan situaciones difíciles con esperanza colectiva. Por ser la vida del territorio sagrada, las mujeres suelen proteger con preferencia aquellas formas de vida que se manifiestan en lo más frágil y débil a nivel socio-ambiental. Saben prevenir al calor y al frío, a la sequía y a la inundación, al peligro de las plagas y de los agrotóxicos, etc. siempre defendiendo, cuidando y re-construyendo la armonía y el equilibrio de la convivencia en el territorio. Ya sus ancestros descubrieron que su territorio es el “centro integrador de la vida de la comunidad2

 

Para mantener la íntima relación entre comunidad humana y territorio, es necesario tener un sueño común, una utopía. Hay diferentes nombres de este sueño como la Tierra sin Mal, el Buen Vivir, Casa Común

 

Para las mujeres indígenas, el cuidado de la Casa Común siempre comienza con el cuidado de la propia casa en el territorio. En algunos mitos antiguos del Gran Chaco y Acuífero Guaraní, aparecen mujeres como colaboradoras de la creación3. Las condiciones climáticas, ecológicas, topográficas, etc. les habían inspirado a intuiciones creativas en desarrollar, comunitariamente, a lo largo de las generaciones, una propia cosmovisión, un idioma propio, unas estructuras organizativas propias, etc. Siempre transmitieron a la nueva generación sus costumbres, sus derechos consuetudinarios y tradiciones como fieles cuidadoras de la cultura de su territorio.

 

Pues estas mujeres saben unir su afecto al territorio con el afecto a su comunidad/pueblo que les hace descubrir en ellos el sueño compenetrado de la Casa Común. Saben escuchar desde las venas abiertas en su territorio el grito de los heridos y golpeados y saben distinguir entre ellos los gemidos de parto de una nueva creación (Rom 8,22).

 

 

Imagen: https://www.entreculturas.org/noticia/mujeres-defensoras-de-nuestra-casa-comun/

 

1 Volviendo a la Maloca Proyecto de 390 pueblos originarios articulados en la región amazónica, 2004

2 Tierra y Territorio, Jubenal Quispe, Bolivia

3 Por ejemplo, Mito nivaclé sobre las mujeres del agua, mito avá guaraní sobre la abuela cuidadora del manantial del agua en el centro de la tierra.

Fuente: AMerindia en la Red