Un Dios escandalosamente humano
Imagen de Lizeth Mussy
Por Gabriela Merayo-
Dios se encarnó, se hizo carne, puso su morada entre nosotros y nosotras y con este gesto abrazó el tiempo y la historia, Dios quiso ser parte de nuestra historia.
Lo que diferencia al cristianismo de otras religiones monoteístas es tener como centro a un Dios encarnado, un Dios que se hizo parte de nuestra historia y de nuestra humanidad.
Dios se encarnó, se hizo carne, puso su morada entre nosotros y nosotras y con este hecho abrazó el tiempo y la historia, Dios quiso ser parte de nuestra historia.
¿Por qué llamarnos cristianos si adoramos a un Dios energía, fuerza, luz, gloria, verdad, que está lejos, en el cielo, ausente, que es impersonal? Los sustantivos abstractos están lejos de acercarnos al Dios de Jesucristo, porque Dios se hizo Persona en la Historia. No adoramos a ‘la’ verdad o a ‘la’ luz, sino a la persona de Jesucristo que es luz para el mundo, que es verdad.
Cristiano/a es aquél o aquella que intenta seguir los pasos de Jesucristo: el Jesús de la Historia y el Logos de Dios, la Palabra de Dios encarnada en el tiempo.
El literalismo bíblico desconoce la Encarnación de Dios
El literalismo bíblico no es compatible con el cristianismo porque omite a todas las personas que transmitieron un mensaje a una comunidad concreta, y a todos los que lo escribieron y reescribieron por más de veinte siglos. La Biblia es la Palabra de Dios pero también es “palabras de hombres” (y varones en su mayoría), leerla sin hermenéutica, sin contexto socio-económico, sin política, sin cultura es quitarle la mayor originalidad al mensaje cristiano, la historia por la cual transitó y atravesó la sabiduría de Dios.
En estos tiempos posmodernos, líquidos y fundamentalistas vamos dejando una Biblia desencarnada, vamos dejando una Biblia sin el Dios de Jesucristo al que decimos seguir los cristianos.
Para aquellos que leen la Biblia y la interpretan tal cual está escrita, la vida es mucho más fácil, porque si hay algo que no concuerda en ella, si hay contradicción o incongruencias (y vaya que las hay…) el que tiene la culpa es Dios. Se engañan aquellos que creen que esta forma de acercarse a la Palabra es más fiel que cualquier interpretación, porque siempre se elige qué se lee y cómo se lee, nadie hace una lectura ingenua sino profundamente intencionada. Creer en un Dios encarnado y en un texto sagrado inspirado nos ata incondicionalmente a la interpretación a través de la cultura.
Podemos decir que hay tres tipos de personas que leen la biblia de esta manera: los primeros viven en una esfera espiritualista y desencarnada (son pocos los que la leen así y a los cuales se les podría cuestionar su sanidad mental), los segundos, personas ignorantes no sólo del texto bíblico sino de cualquier texto literario, los últimos, son aquellos que tienen conocimiento y clara intención en lo que hacen, en cómo lo hacen y en para qué lo hacen. Lo hacen para obtener poder, dominio y sometimiento, a ellos les conviene que nada cambie ni en los primeros, ni en los segundos.
Hermenéuticas encarnadas y trinitarias
Cuando quieras leer la Biblia e intentar interpretarla, buceá en las fuentes, viajá al contexto, pero, sobre todo, no olvides si te llamás cristiana/cristiano de pasar todo lo que leas y descubras a través del prisma de la encarnación, vida, muerte y resurrección de Jesús.
Hay muchas idas y venidas en los diferentes libros de la Biblia, pero en los Evangelios, en los dichos y hechos de Jesús de Nazareth hay una concordancia muy grande, prima el amor a la verdad, prima el perdón a la venganza o el odio, la unidad a la división. No se puede interpretar un pasaje bíblico sin iluminarlo con los dichos y hechos de Jesús, sin pasarlo por el tamiz del mandamiento más importante el del Amor a Dios, al Prójimo y a Nosotros Mismos.
Tampoco te olvides al hacer una interpretación que creemos en un Dios Uno y Trino, un Dios Padre-Madre, un Dios-Persona y un Dios-Espíritu-Ruah. Un Dios que abraza desde el origen la comunidad, la diversidad y la comunión. Un Dios que eligió darse a conocer, revelarse y relacionarse con las personas como uno más y que pasó haciendo el bien, pero también un Dios que demostró cuan divino se puede ser siendo plenamente humano.
Que tu cristianismo no te deshumanice, porque el Dios de Jesucristo a quien seguís y rezás se hizo escandalosamente humano de una vez para siempre.
Blog de Gabriela: https://gabriela.enpalabras.app/
Organizaciones de Feact-Brasil trabajan para fortalecer la Justicia de Género
Datos de la ONU Las mujeres señalan que el número de mujeres víctimas de violencia está aumentando como resultado de la nueva pandemia de coronavirus.
Con varios países adoptando medidas de aislamiento social, unos cuatro mil millones de personas se están refugiando en sus hogares contra el contagio global del nuevo coronavirus. Es una medida de protección, pero trae otro peligro mortal. Vemos una pandemia creciente, la violencia contra las mujeres.
Una de cada tres mujeres en todo el mundo ha experimentado violencia. Los números están creciendo como resultado de la pandemia del nuevo coronavirus (Sars-CoV-2), señala el informe “La sombra de la pandemia: violencia contra mujeres y niñas y Covid-19”. El documento fue publicado en abril por ONU Mujeres, una entidad de las Naciones Unidas para la igualdad de género y el empoderamiento.
En países profundamente desiguales como Brasil, los períodos de cuarentena desencadenan otras realidades: violaciones de los derechos que afectan aún más el acceso a la tierra, el territorio, la vivienda, el trabajo, el saneamiento básico, la comunicación y la seguridad alimentaria por parte de las poblaciones vulnerables. La violencia de género es una de ellas.
Las mujeres negras son más vulnerables a la infección y los impactos socioeconómicos de la pandemia, ya que son la mayoría de las personas que viven por debajo del umbral de pobreza en Brasil. La mayoría son mujeres que trabajan en los campos de la enfermería, las mujeres son la mayoría en el trabajo doméstico, estas, nunca valoradas o remuneradas como deberían. El racismo y el machismo son vectores de muertes acentuados por el escenario de la pandemia. Consulte el artículo haciendo clic aquí .
En la ciudad de São Paulo, hubo un aumento en el número de arrestos en el acto de violencia doméstica , de 177 en febrero a 268 en marzo.
Otro ejemplo de este aumento se puede ver en Blumenau (SC), donde los casos de violencia doméstica aumentaron un 39% . Los datos del Foro de Seguridad Pública de Brasil muestran que hubo un aumento significativo en el feminicidio en el hogar en marzo, en São Paulo (46%), Acre (100%), Rio Grande do Norte (300%) y Mato Grosso (400%). La comparación se realizó con marzo de 2019.
La diaconía ecuménica con justicia de género alerta a las organizaciones religiosas de la urgencia de pensar en acciones que reduzcan el sufrimiento de las mujeres, los niños, los adolescentes y los ancianos que se ven obligados a vivir día a día en presencia de sus agresores.
Compartimos con ustedes algunas acciones para combatir el género, la emergencia y la ayuda humanitaria.
Buena navegación!
PROYECTO DE APOYO
El Programa de Pequeños Proyectos del CESE estableció una línea de apoyo de emergencia en marzo, contribuyendo R $ 500,000 a aproximadamente 30 organizaciones hasta el momento. Entre estos, seis son organizaciones específicas para mujeres, que cubren áreas urbanas y rurales de Pernambuco, Bahía, Maranhão, Río de Janeiro y Minas Gerais.
Son trabajadoras informales, mujeres negras que viven en periferias urbanas, indígenas, trabajadoras domésticas, pescadores, recolectores de mariscos, quilombolas, trabajadoras rurales y mujeres LGBTI.
Ya se ha definido el apoyo al Foro de Mujeres de Pernambuco; CAMTRA – Casa de la mujer trabajadora – RJ; Nzinga – Colectivo de mujeres negras de Belo Horizonte; Rainbow Group of LGBT Citizenship; AMIMA – Articulación de mujeres indígenas de Maranhão; Sindicato de Trabajadoras Domésticas de Bahía; Movimiento de trabajadoras rurales de Pernambuco, Movimiento de pequeños agricultores y pequeños agricultores (MPA).
Tres comunidades recibieron 180 canastas básicas de alimentos, productos de la agricultura familiar / campesina: el barrio de Cajazeiras; ocupación Manoel Faustino (compuesto por comunidades del Movimiento de los Desamparados de Bahía, ubicado en el borde de la carretera que conecta la BR 324 con Santo Tomé de Paripe; y Quilombo Quingoma (Lauro de Freitas).
Alianza de ayuda de emergencia FEACT y ACT – Mab y Koinonia
Alrededor de 500 familias afectadas por las inundaciones en los barrios del este y sur de São Paulo y Baixada Santista están recibiendo canastas de alimentos y kits de higiene y limpieza en estos tres meses, una acción intensificada desde principios de mayo. La acción se coordina en una alianza local con el Movimiento de Personas Afectadas por Represas – MAB, un socio de KOINONIA, que representa el Foro Ecuménico ACT Brasil.
A través de un Fondo de Emergencia ACT Aliança, la actividad es parte de un proyecto de solidaridad y organización con familias afectadas por inundaciones recurrentes, que ahora son aún más vulnerables debido a la pandemia de Covid-19.
El proceso de mapeo y diálogo con las familias se lleva a cabo desde mediados de marzo y también incluye la articulación de socios en cada territorio, trabajadores sociales, trabajadores de la salud, movimientos sociales y líderes locales del vecindario, las iglesias también han estado listas para colaborar.
La Fundación Luterana de Diaconia mantuvo abiertos sus avisos 2020 en las áreas de Diaconia, Justicia de Género, Derechos de la Juventud, Justicia Socioambiental y Justicia Económica. La decisión institucional fue mantener estos avisos e informar, en su sitio web y redes sociales, el pronóstico de una nueva apertura de avisos dirigida a las demandas y desafíos generados en el contexto de la pandemia en los próximos meses, a través del apoyo a la ayuda humanitaria de emergencia y acciones de defensa. en respuesta a la pandemia y sus efectos en las comunidades.
El apoyo a las acciones de ayuda humanitaria a través del Programa de Pequeños Proyectos ya se ha llevado a cabo para el Frente Quilombola de RS, buscando reducir los impactos negativos impuestos por el contexto de una pandemia que, con la necesidad de aislamiento social, causa desempleo y acentúa el hambre en las comunidades quilombola. Areas urbanas. El proyecto preveía la adquisición de canastas básicas de alimentos, llevando a cabo acciones culturales que promuevan la recuperación de la memoria y los ritos tradicionales para la promoción de la salud, con metodologías adaptadas al contexto de la pandemia y estrategias para expandir el establecimiento de más jardines en quilombos como una forma subsistencia.
DISTRIBUCIÓN BÁSICA DE CESTA
El FLD-COMIN-CAPA (Fundación Luterana del Consejo de Diaconia-Misión entre los Pueblos Indígenas-Centro de Apoyo y Promoción de la Agroecología) fue invitado por la Fundación Banco do Brasil para presentar un proyecto para la distribución de canastas de alimentos básicos, durante el período de 30 días. , para 1.900 recicladores y recolectores de materiales reciclables, indígenas, familias quilombolas, asentados y acampados por reformas agrarias y empresas económicas solidarias en los estados de Rio Grande do Sul y Paraná.
La compra de canastas básicas de alimentos dará prioridad a la agricultura familiar agroecológica y las empresas económicas solidarias, apoyando a las cooperativas, asociaciones y colectivos que trabajan en el campo de la producción de alimentos libres de venenos, en la soberanía, la seguridad alimentaria y nutricional, en las acciones de ayuda humanitaria que responden a la Contexto económico que afecta la comercialización de muchas iniciativas comprometidas con un modelo económico de buen vivir, justicia económica, justicia de género y justicia socioambiental.
Productos orgánicos en las escuelas
El 15 de abril tuvo lugar la primera entrega de canastas con productos orgánicos a las escuelas municipales de Marechal Cândido Rondon. Los alimentos son cultivados en el sistema agroforestal por familias de agricultores asistidos por CAPA, en asociación con Itaipu Binacional. Los kits, que se entregarán quincenalmente mientras dure la pandemia, son suministrados a través del Programa Nacional de Alimentación Escolar (PNAE) por la Asociación Central de Productores Rurales Ecológicos (Acempre).
Diaconia – Sirviendo para transformar vidas – Elaboró un Plan de contingencia para actuar en el contexto de emergencia de aislamiento social impuesto para todo Brasil, considerando el funcionamiento de la organización, las relaciones de asociación y el plan de acción para el público del proyecto. Este documento incluye acciones específicamente diseñadas para promover la justicia de género en todas las áreas institucionales.
Transporte de canastas de alimentos básicos a las áreas donde opera Diaconia. Foto: Colección Diaconia
Se están desarrollando acciones en las siguientes áreas:
Asistencia directa / recolección y donaciones: mapeo de grupos y sus necesidades debido a la pandemia y las medidas preventivas implementadas por el aislamiento y la distancia social;
Identificación de grupos metropolitanos y familias de campo que necesitan asistencia directa con alimentos, material e higiene;
Donación de equipos – EPP para ferias agroecológicas y recicladores;
Donación de alimentos y material de higiene para recicladores, grupos de mujeres y grupos de agricultura familiar.
Fundación “Voz de la mujer”
Viajamos virtualmente a Uruguay. Vamos!!
Nos encontramos con Blanca Armand Pilón. Blanca vive en Uruguay y es pastora emérita de la Iglesia Evangélica Valdense del Río de la Plata. En 1992 fundó “La Voz de la Mujer” y para nosotras desgrana la historia.
“Porque al andar se hace camino…”
Hacer memoria es volver a pasar por el corazón, dice Eduardo Galeano. Esa memoria que de a ratos se vuelve atrevida, y de pronto se torna perezosa, vaya a saber una por qué. Memoria que conlleva fuertes y diversas implicancias.
Una implicancia personal, íntima, que hace que una recorra hacia atrás, descubra rostros ya casi olvidados, vidas con sus historias que quedaron registradas en cuadernolas que están guardadas en alguno de los estantes de las bibliotecas; nombres, muchos nombres que están registrados pero ya no tienen rostro, no porque hayan sido olvidados o no importen, simplemente porque la memoria va haciendo lugar a lo nuevo, las nuevas necesidades con sus rostros e historias concretas. Y en esa recorrida aparece la emoción de recuerdos regados por alguna lágrima que nubla la visión por algunos segundos; aparece el esfuerzo realizado acompañado de sentimientos como el miedo, la omnipotencia, la impotencia; aparecen imágenes de encuentros, de muchos encuentros, abrazos, de miradas cómplices, de desafíos, de risas, construyendo mística de liberación y de empoderamiento frente a tanta muerte, tanta indiferencia, tanto poder opresor.
Existe también la implicancia institucional. Aquella que nos hace analizar el papel de la organización a través del paso del tiempo, los avances y retrocesos, los cambios y sobre todo la participación y su relación con la búsqueda de una ciudadanía activa con y para las mujeres.
El movimiento que dio lugar a la Fundación Voz de la Mujer comenzó en Nueva Helvecia (Dpto de Colonia), Congregación Evangélica, en mayo de 1992. A fines del año 1991, un grupo de mujeres unidas por el dolor y la discriminación de las situaciones de divorcio y/o separación golpearon la puerta del escritorio pastoral solicitando un lugar y un acompañamiento. Dar un lugar siempre es más sencillo que el compromiso de acompañar que implica tiempo, energías y capacitación permanente. No fue una decisión fácil y rápida; fue puesta en oración, fue pensada y sopesada porque la percepción de que se abría algo que no sabíamos que era y hacia dónde se podía dirigir formaba parte de la toma de decisión. Y esa sensación indescriptible de saber que no había marcha atrás. Finalmente en mayo de 1992 comenzamos juntas el Grupo de ayuda mutua a mujeres en situación de separación y/o divorcio.
Primer Momento: reunirse para acompañar, escuchar, reparar, sanar, poner en palabras el dolor y descubrir situaciones que implicaron una toma de decisión en la tarea y una búsqueda de capacitación específica en Violencia Doméstica. El Grupo de ayuda mutua se reunía quincenalmente, participaron cientos de mujeres de varias ciudades del departamento, mujeres de las iglesias, mujeres de la sociedad civil, mujeres de clases sociales diferentes, jóvenes, adultas y adultas mayores, juntas, las unía una misma necesidad y una misma búsqueda. Encontraron un espacio, se apropiaron de él, lo llenaron de contenido, de experiencias, de llantos y risas, de luchas y sueños, encontrando juntas una nueva mirada al dolor desde la esperanza resucitada en vida. El Grupo de ayuda mutua funcionó alrededor de 5 años. De ese mismo grupo surgieron mujeres que se percibieron a sí mismas con la capacidad de ayudar a otras, específicamente en la temática de Violencia Doméstica. Por lo que solicitamos a una organización ecuménica en Buenos Aires la preparación de un curso que reuniera mujeres de Uruguay, Argentina y Paraguay en una capacitación conjunta. Eso se logró y un grupo de unas 6 mujeres viajamos mensualmente por tres años a capacitarnos y a supervisar el trabajo que inmediatamente comenzamos. Un tiempo profundo de movilización interna y externa, de deconstrucción de tantas formas aprehendidas de ser mujeres, analizando esos procesos de socialización de género tan naturalizados, re-significando nuevas formas de cuidados, preparándonos de alguna manera para interactuar en el espacio más público que para nosotras fueron los hospitales y policlínicas de ciudades del departamento. Desafiadas a construir nuevas formas de relacionamiento al interior de nuestras familias, comunidades y en la tarea concreta de la atención a mujeres en situación de VD. Valorizando críticamente el mundo público, generando estrategias de intervención.
Año 1995: Sin abandonar aún el Grupo de ayuda mutua, la tarea se centró en la demanda de atención a mujeres sobrevivientes de VD. Comenzó la titánica tarea de ubicarnos dentro de los hospitales para atender. Fue un proceso duro, cargado de indiferencias e invisibilidades. Sólo las mujeres que recibían la atención acompañaban a otras. Prácticamente no existíamos, no se consideraba la VD como un problema de salud, nos cambiaban todas las semanas de lugar de atención, desaparecían los afiches que colocábamos. Fue difícil hacer alianzas, sólo se conseguían cuando una enfermera o personal administrativo o de limpieza solicitaban atención para ellas o para alguien conocido. Si el mundo masculino se basa en alianzas, nosotras decidimos comenzar a implementar alianzas. Para eso hicimos talleres de sensibilización en los propios centros. La necesidad nos unió una vez más y poco a poco fuimos viendo los frutos de una siembra de sensibilidad en el compromiso. Llegamos a tener grupos de atención en 5 centros de salud de cinco ciudades del departamento durante 10 años consecutivos, en la búsqueda de una descentralización que llegara al mayor número posible de mujeres en situación de VD. La atención fue semanal hasta el año 2009 que conveniamos con el INMUJERES, en un Servicio Especializado centralizado en el Hospital de la ciudad de Rosario. Hoy, también a partir de la incidencia política, continúa el Servicio Especializado en el departamento, con 2 centros de atención a mujeres (Rosario y Colonia), un equipo de atención a varones agresores y varones con dispositivo tobillera, un equipo territorial que se ocupa de la prevención, sensibilización y capacitación.
Pero necesitábamos respaldo institucional. Lo buscamos en alianzas con compañeras y compañeros, pastoras/es en muchos casos, y con directivos de las iglesias. Para eso generamos una serie de talleres sobre VD con perspectiva de género desde el texto bíblico. Si la teología de la liberación era nuestro anclaje ahora la mirábamos desde la teología feminista. Me produce asombro hoy ver los avances de las comunidades de fe (aunque se lo que aún falta). Cuando la mirada de género atraviesa nuestras vidas y nuestros saberes ya no es posible ser la misma persona y no se puede retroceder, no se puede vivir en comunidad mirando para otro lado. “No se puede echar vino nuevo en odres viejos”, dijo por ahí Jesús. A veces se me ocurre pensar que si la Reforma Protestante fue de muchas maneras transformadora, la Teología Feminista con su análisis de Género ha producido y sigue produciendo profundas transformaciones en la mirada de una Divinidad que nos iguala desde las diferencias. Llevamos nuestros talleres a comunidades de la Argentina, Paraguay y del Uruguay. Necesitábamos personas sensibles a la hora de tomar decisiones para apoyar proyectos a favor de la superación de la VD. A nivel internacional las iglesias protestantes se alinearon en programas comunes, compartiendo además recursos económicos para hacer posible la tarea.
En lo que hace a la sociedad civil del departamento también implementamos talleres de sensibilización siendo invitadas en prácticamente todas las ciudades (liceos, escuelas, escuelas del hogar, clubes, rotarios, comisarías). Como quien dice “trillamos” el departamento.
Buscamos también el respaldo político. Primero usamos la prensa escrita, artículos que dieran cuenta de la problemática de la VD en el departamento. Después salimos en programas televisivos departamentales y en programas de radio también de alcance departamental. Cuando consideramos que los ediles departamentales se habían mínimamente informado de la situación, hicimos alianza con la única edila (partido colorado 1996). Fue ella que presentó la preocupación y la necesidad de que el cuerpo legislativo departamental estuviera informado. Fue así que fuimos invitadas en el año 1996 a presentar la situación de la VD en el departamento en una reunión ordinaria del Legislativo que declaró de interés departamental la VD, además de acordar con la Comisión de Derechos Humanos del Poder Legislativo departamental y recibir el apoyo a los cursos de capacitación que organizamos.
Pero la participación ciudadana en la superación de la VD es un proceso de construcción colectiva que requiere el desarrollo de la autonomía, el empoderamiento, un nuevo discurso que dé cuenta de una mirada crítica a los roles tradicionales de género. No era suficiente con la tarea de intervención, y la sensibilización. Por lo cual desarrollamos básicamente tres nuevas tareas: la de promoción y prevención del maltrato y abuso sexual, dirigida a niñas, niños y adolescentes (que incluye programas que realizamos en escuelas, clubes, iglesias, liceos, grupos juveniles); talleres de desvictimización, dirigido a mujeres que habían pasado por los centros de salud, para que compartieran y se conocieran en un momento nuevo de sus vidas. Porque si en un momento de sus vidas fueron muy vulnerables y se beneficiaron de un servicio seguían siendo y nunca lo habían dejado de ser sujetas de derechos. Era necesario salir del aislamiento que el violento les había impuesto, recuperar su autoestima, tomar la palabra, escucharse y hacerse escuchar porque tenían mucho para decir en esto de que lo personal es social y es profundamente político. Cuando asumieran su ciudadanía activa estarían asumiendo su propio proceso de emancipación.
La tercera tarea fue la de capacitación. Basándonos en nuestro propio aprendizaje, conceptual, metodológico y práctico elaboramos un curso de 11 seminarios que diera cuenta de un aprendizaje articulando lo personal, lo social y lo cultural de la VD. Elaboramos propuestas desde la perspectiva de género para desarrollar prácticas nuevas, creativas en el desempeño de roles y las relaciones vinculares. Ese curso lo llevamos por siete departamentos de nuestro país (Salto, Paysandú, Soriano, Colonia, Montevideo, Rocha, Río Negro) y en la provincia de Santa Fe, invitadas por la Municipalidad de Reconquista. Dirigido a profesionales, líderes comunitarios contó en casi todos los lugares con personal policial. La capacitación se transformaba para nosotras en la posibilidad de superación de la injusticia, luchábamos no sólo contra la VD sino también contra la violencia institucionalizada en lo económico, lo cultural, lo político, lo religioso, la violencia que produce el déficit de participación y el no acceso a los lugares donde se resuelve sobre la vida de las mujeres. Era imprescindible cuestionar las formas instituidas desde el patriarcado en la toma de decisiones, de resolución de conflictos, y fundamentalmente del ejercicio del poder, en las familias, en el ámbito laboral, en las comunidades, en el poder político y el real acceso de las mujeres a esos espacios de debate y resolución.
Fueron años fermentales. Implicaron un hacer continuo pero nunca un olvidarse de la conciencia reflexiva. Era el trabajo directo con las mujeres, escuchar sus demandas lo que iba produciendo también la modificación y adecuación de la tarea
En todo ese tiempo nos sentimos parte de. De un movimiento mayor que de alguna manera contenía nuestros esfuerzos, nos proveía de herramientas conceptuales, nos desafiaba a ampliar los marcos desde donde pensar y sentir la tarea. Participamos en toda instancia de formación que surgiera en nuestro país. Nos encontramos y conocimos con otras organizaciones. Invitamos a otras organizaciones al departamento. Formamos parte de redes mayores (hasta el día de hoy). Organizamos movidas de incidencia política en el departamento. Estuvimos atentas al debate internacional del movimiento feminista. Participamos de instancias mayores: Encuentro de Teólogas y Pastoras de América Latina y el Caribe (Nicaragua) sobre Violencia de Género; Encuentro Feminista en Córdoba (2006) donde estuvo como expositora Nancy Fraser. Encuentro Mundial en Estocolmo “Religiones por la Paz”, exponiendo sobre la VD. No nos sentíamos solas y a la vez afirmábamos el trabajo en el territorio como una tensión a sostener.
HOY: asistimos a cambios importantes, tanto a nivel internacional, de la región, como del país.
La Fundación Voz de la Mujer nació como movimiento instituyente en el departamento. Y vela permanentemente por no olvidarse de ser movimiento.
Su nombre habla del tiempo en que lo recibió y fue dado por las mujeres que participaban en el Grupo de ayuda mutua. Hoy hablaríamos de la voz de las mujeres, pero no lo modificamos porque remite a su propia historia y proceso.
La organización fue construyendo una voz propia y es escuchada. Construye cotidianamente un discurso y una plataforma de acción. Tiene presencia en la sociedad civil, en las comunidades religiosas y también entre los actores políticos y una legitimación social. Tiene el grado de representación social que las mujeres le puedan brindar a través de la participación activa. Por eso no puede ni debe desprenderse de la base a quien sirve y de quien recibe la identidad.
Hacia una ciudadanía activa….nuevamente.
“La reactivación de la ciudadanía en el mundo moderno depende tanto de la recuperación de un mundo común y compartido (cómo sobrevivir a la alienación), como de la creación de numerosos espacios de participación en donde los individuos pueden demostrar sus identidades y establecer relaciones de reciprocidad y solidaridad” (Hanna Arendt).
Nuevamente se hace necesario construir estrategias que salgan al encuentro de las necesidades de hoy sin abandonar identidades, y que además puedan profundizar el diálogo con el Estado.
Entendemos que debemos participar de la política social porque ella es garantía de los derechos sociales. Porque la Participación Ciudadana, es factor sustantivo del ejercicio de derechos. Y por eso…”el reconocimiento de la diversidad de intereses, capacidades y propuestas provenientes de la sociedad civil, el reconocimiento de su autonomía para organizarse y desarrollar una mirada crítica a la vida cotidiana, a los problemas del país y a la acción de gobierno, son perspectivas indispensables a la hora de generar canales de interacción del Estado con las Organizaciones de la Sociedad Civil.”
Es la construcción de un nuevo paradigma: la Democracia Genérica, la que considera efectivamente la ciudadanía de las mujeres. Las mujeres encontramos necesario proponer sustancialmente un proceso de incorporación real sostenido de equidad. Para lograrlo necesitamos establecer un proceso claro de deconstrucción patriarcal y proponer la creación de alternativas reales en el orden social y cultural que incluya el quehacer teológico como también en instituciones del estado y la sociedad civil que lo posibiliten y lo impulsen.
Una Democracia Genérica entendida como el reparto paritario de poderes, profundamente evangélico: Del Poder que se roba al Derecho del Poder (Evangelio de Lucas 8: 46-48)
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Tocar el dolor
No puedo olvidar como mujer de fe que estoy llamada a tocar el dolor.
Por Maryam Camejo-
Son pasadas las 10 pm. Desde que empezó el confinamiento ella cambió su rutina de las mañanas. Cuando se levanta lo primero que hace es orar porque este es un proceso, dice, que debemos aceptar. «Se ha demostrado que una enfermedad puede cambiarlo todo», me cuenta a pesar de la hora y el cansancio.
Innaris Suárez sale en su bicicleta eléctrica a buscar telas y deja a su mamá de 76 años haciendo los primeros nasobucos del día. «Al principio quería que el nasobuco fuera también un mensaje». Las mascarillas empezaron por tener bordado «Sant’Egidio», nombre de la comunidad católica a la que Innaris pertenece, después cambió a «Vivan los ancianos» y finalmente, debido a la necesidad de hacer más, solo ponen un arcoiris «que es un elemento bíblico símbolo de la nueva humanidad», y parte de los símbolos del movimiento Sant’Egidio.
Después toca regresar a casa, ayudar en la confección de mascarillas, y las tardes, todas y cada una de ellas, llamar a entre 15 y 20 personas de la tercera edad, además de visitar a otras, preguntarles qué necesitan, cómo están.
«Yo casi padezco de paranoia, cojo psicosis, soy hipocondriaca, ando siempre con un termómetro pero sé que es un problema mío. Tengo mucha confianza en Dios, sé que esto va a pasar. Cuando salgo trato de tomar todas las medidas. Tengo miedo y respeto el miedo de los demás. Nunca entro a una casa. Una cosa que tengo clara desde el principio es que debo cuidarme pero no puedo dejar de cuidar al rebaño que Dios ha puesto en la Tierra».
Esa rutina cambia los jueves y sábados, días de dar aliemnto a los Amigos por la calle, un proyecto de la comunidad para ayudar a las personas sin hogar. Alrededor de 100 «amigos» comen cada jueves y sábado gracias al trabajo de los voluntarios, y además, reciben un nuevo nasobuco. «Ellos los traen sucios, usado de varios días, y nosotros le damos unos nuevo, le explicamos cómo usarlo».
«La policía los ha recogido varias veces y los llevan a un centro en Las Guásimas, pero no les gusta estar allí»
En Cuba, las autoridades utilizan el término «deambulante» para referirse «a la persona en situación de vulnerabilidad social con ausencia de productividad, afectado por problemas de vivienda, relaciones familiares deficientes y/o un estado de salud mental deteriorado que se manifiesta como: depresión, carencia de alimentación, vestuario deficiente, patrones desajustados de conducta social, falta de aseo, conducta migratoria, mendicidad, pérdida de la autoestima, afectaciones toxicómanas que pueden o no desencadenar en una conducta disocial»[1]
Las cifras de esos ciudadanos no han sido actualizadas desde el Censo de Población y Viviendas de 2012. En aquel momento unas mil 108 personas vivían en las calles: 958 eran hombres y 150 mujeres; 641 tenían entre 16 y 59 años de edad, y 467, de 60 años y más.
Alicia Bárcena, titular de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), ha dicho que en términos porcentuales, la pobreza en la región crecerá un 17.9% como resultado de la pandemia, mientras que la indigencia lo hará en 34.4%. «La región, que en 2019 registró un índice de pobreza de 30.4%, saldrá de la crisis sanitaria con un 35.7% de su población viviendo en esa situación. Y la indigencia pasará del 11.0% al 14.7%.»
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Cuba figura entre los países más envejecidos de América Latina. A partir de los datos del Censo de Población y Viviendas (2012) se estima que para el 2030 el 29% de la población cubana tendrá 60 años y más, y para el año 2050, será una de las naciones con mayor número de adultos mayores en el mundo.
Innaris es responsable del movimiento Vivan los ancianos y ahora se vuelca sobre la reconfiguración de las ayudas para enfrentar la pandemia y funcionar como una red de cuidado y atención a personas de la tercera edad.
«Los ancianos ganan una pensión o una jubilación que es insuficiente –explica–. Muchos están solos y tienen dificultades para hacer mandados. Por eso es tan importante el monitoreo, mantenerse conectados. Tienden a deprimirse y es importante que sientan que tienen a alguien con quien contar, alguien a quien llamar.
De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Envejecimiento de la Población (ENEP 2017) realizada en Cuba:
-El 40% de las mujeres y el 37, 3 de los hombres declaró que sus ingresos no alcanzan para cubrir sus necesidades principales.
– Alrededor del 7,6% de las personas de 60 años y más declararon que requieren de ayuda o apoyo para realizar una o más de las Actividades Básicas de la Vida Diaria.
– El 80,6 % de las personas de 60 años y más padece al menos de una enfermedad crónica. Esta proporción se eleva al 86,9% en el grupo de75 años y más.
El problema más grande es la incapacidad de autogestionarse. También está la situación del que vive solo en una casa y no tiene a nadie que lo ayude. A veces se acercan personas supuestamente para ayudar pero con otras intenciones.
Si un anciano tiene hijos en el extranjero que puedan pagarle a una persona para que los ayude, nosotros buscamos a alguien, una enfermera retirada, por ejemplo.
En el movimiento tratamos de ayudar a que envejezcan de manera activa y que se creen espacios donde puedan sentirse útiles».
Varios jóvenes de la comunidad estudiantes de medicina, han ido identificando adultos mayores que necesitan ayuda, durante la realización de pesquisas. De esa forma ha ido aumentando el número de ancianos que recibe alimento sin salir de su casa, preparado por los miembros de Sant’Egidio.
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«Se me presentó una situación, una amiga que tenía todos los síntomas. Me llamó porque necesitaba que alguien la llevara al hospital, su hija no quiso acompañarla. Le busqué un bicitaxi, la monté, estuve con ella en Urgencias hasta que llegó la ambulancia. Al final no dio positivo y hace unos días le dieron de alta.
Para mí fue impactante. Ella estaba muy preocupada por el coronavirus pero también muy afectada porque su hija no quiso acompañarla. ¡No tenía que tocarla, no tenía que entrar a la casa, era solo buscar un bicitaxi!
Uno puede tener miedo pero no puede levantar un muro así.
En el tiempo que estuvo ingresada yo sabía que no podía entrar al Hospital Naval pero fui; me quedé afuera con el rosario. Ella estaba muy deprimida. La llamé y le dije: ‘mira, estoy aquí afuera con un rosario en la mano orando por ti. Tranquila, estamos a unos metros de distancia nada más, solo que no te puedo ver’.
No puedo olvidar como mujer de fe que estoy llamada a tocar el dolor».
La comunidad de Sant’Egidio es una asociación pública internacional de laicos que constituye un movimiento dentro de la Iglesia Católica Universal. Está presente en Cuba desde 1992 (sede en Habana Vieja), y tiene varios proyectos sociales que ahora se enfocan en la lucha frente a la Covid-19. Uno de ellos es el movimiento Jóvenes por la paz que se ha incorporado al servicio de ayuda a ancianos y personas sin hogar.
Amigos por la calle existe casi desde los inicios de la comunidad. En 1998, miembros de la comunidad empezaron a visitar asilos, lo cual desembocó más tarde en el movimiento Vivan los ancianos. Hace un año iniciaron un monitoreo permanente de las personas de la tercera edad de los municipios Centro Habana y Habana Vieja donde se le da seguimiento a las necesidades de personas de la tercera edad.
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[1] Procedimientos para la atención a las personas con conducta deambulantes en La Habana, Consejo de la Administración Provincial Dirección de Trabajo y Seguridad Social.
Maryam Camejo en Con/texto Magazine
Graduada de Licenciatura en Periodismo en la Universidad de La Habana y del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Premio César Galeano 2012. Sus textos han sido publicados en varios medios de prensa. Escribe de política, cultura, sociedad y religión.
Ilustración: Abel Puente Cotilla
Quedarse en casa, para algunxs
Una de las recomendaciones más estrictas en México y tal vez a nivel mundial es quedarte en casa, para evitar el contagio y mitigar los casos a nivel mundial por el COVID-19 el cual ya suman hasta hoy 2,626,321 personas muertas[1].
Yadamy S. L. Acero* Coordinadora Movimiento Estudiantil Cristiano de Mexico -MEC por la Equidad FUMEC ALC –
Ante esta crisis sanitaria las problemáticas socio-políticas con las que cargaba México tales como el desempleo, el trabajo informal, el acceso a la salud pública, la violencia de género, entre otras, se hicieron focos rojos por la grave desigualdad. La preocupación más grande no es ser contagiados por este virus, sino el qué comer día a día. Estar en casa es un lloro, un crujir de dientes para muchas mujeres víctimas de violencia de género que de acuerdo con la Línea de Mujeres de Locatel (que atiende casos de violencia familiar), han recibido 1300 llamadas de auxilio entre enero y marzo, de las cuales 460 fueron solo en marzo.
En la población de la Ciudad de México y del Estado de México, también se reportó que de febrero a marzo del presente año, creció un 32% el número de llamadas que recibidas con denuncias por violencia familiar”.[2]
Frente a este panorama de injusticias, desigualdades y violencias, nuestra vocación como jóvenes cristianos y cristianas se vuelve aún más compleja, las juventudes somos el grupo etario que más podemos resistir a esta pandemia, eso si no padecemos alguna enfermedad genética y/o crónica degenerativa, por lo cual tenemos una responsabilidad aun mayor de generar ideas nuevas pos-covid19.
A continuación, les dejo tres preguntas en las cuales podemos reflexionar desde los espacios públicos donde nos encontramos resistiendo ya sean en el área pastoral-eclesial, en comunicación, en política, en ingenierías, en salud pública, etc.
1. ¿Cómo pensar en la Divinidad en estos tiempos de pandemia? (Santiago 2:14-17) Dice la epístola de Santiago que la fe sin obras es muerta. Creer en Dios no es solo de palabras, sino de acciones, y en tiempos de pandemia como la que vivimos actualmente es rechazar todos discursos y acciones religiosas fundamentalistas que digan que el virus ha sido castigo de Dios porque está enojado con las personas LGBT+ y con las mujeres abortistas. Nuestra responsabilidad es crear nuevas hermenéuticas bíblicas que nos encaminen a desmentir un Dios de odio, de discriminación, misógino, etc. Además, también podemos presenciar que parte de la Imago Dei como son los animales marinos, terrestres, aéreos, los mares, los bosques y el aire están gozando de nuestra ausencia, al parecer nosotrxs hemos sido una pandemia para ellos/as.
2. ¿De qué forma atender el llamado de Jesús cuando dice “ama al prójimo como a ti mismo”? (Marcos 12:28-31 NVI) El COVID-19, aunque se está trabajando en el desarrollo de vacunas, aún no tiene una. Su nivel de contagio y propagación es alto y por lo tanto en algún momento, nuestra “cultura de la cercanía” como latinoamericanxs se verá modificada por una “cultura de la sana distancia” entonces atender el llamado del amor al prójimo se entenderá principalmente como amarme a mi = cuidarme a mí, amar a mi prójimo = cuidar a mi prójimo, pensando en que cuando regresemos a la “normalidad”, los modelos de vigilancia se harán más estrictos, y acercarnos a las personas, en especial a los más desfavorecidos socio-económicamente se hará burocrático y complejo ¿Qué y cómo ir construyendo una cultura de autocuidado (amor a uno misma y al prójimo) y de acción colectiva a la vez?
3 ¿Cuáles son los desafíos que tendremos que aceptar como jóvenes en nuestros respectivos países?
– Salud: En México ha habido agresiones a enfermeras por miedo a ser contagiados. Es necesarios pensar en cómo combatir la violencia y discriminación hacia este sector.
– Educación: actualmente la educación en México se continúa desde casa, con videoconferencia, llamadas, pero no todas las personas cuentan con internet ni con herramientas tecnológicas, eso disminuirá el alcance de la educación a nivel medio y superior si se continúa de esta manera.
– Medio ambiente: continuar con la con cientización del cuidado y el respeto a la tierra, a los mares, al aire, y a los defensores/as ellos. El desafío como juventudes es grande, no pasemos desapercibidos este momento, ni mucho menos actuemos de manera individual. Si tenemos las posibilidades utilicemos los medios tecnológicos para incidir desde lo virtual sin dejar a un lado a los que son intersectados por las múltiples realidades de nuestro país; niños/a mujeres, diversidad sexo-género, adultos mayores, sin techo, refugiados, y más.
Referencias bibliográficas:
[1]Conferencia de prensa (2020). Informe diario sobre COVID19 en México. Secretaría de Salud. Abril 24, 2020 https://www.facebook.com/watch/live/?v=2879141198860295&ref=notif¬if_id=1587769466698938¬if_t=live_video_ explicit [2] Noticia Violencia doméstica por aislamiento: problema de salud pública. Aristegui Noticias. Abril 22, 2020. https://aristeguinoticias.com/2204/mexico/covid-19-violencia-domestica-por-aislamiento-problema-de-salud-publica -alumbra/ *
Publicado en La crisis más allá de la crisis: desigualdades, violencia y derechos humanos en tiempos del COVID-19 de FUMEC-ALC
Imagen: https://noticias.arq.com.mx/
Vivir el aislamiento como una experiencia de Gracia
¿Es posible que el estar aislados en nuestros hogares para protegernos de la COVID-19 haya podido llegar a ser una experiencia saludable y de beneficio personal y familiar? Hoy, después de semanas de aislamiento, podemos afirmar que esta nueva experiencia de aparente soledad ha producido cambios favorables en nuestras vidas.
Por Ofelia Miriam Ortega-
¡Cuántas alegrías habíamos olvidado! Hemos tenido tiempo para la amistad, las llamadas telefónicas y las comunicaciones digitales interpersonales, la familia, el juego, el arte, la música, las lecturas, el silencio y la meditación. Quizás nosotros olvidaremos este espacio sacramental, pero la niñez, las personas ancianas, los vecinos que apenas se veían, lo recordarán como momentos vividos en un ritmo desconocido, que produjo alegría, espacios de aplausos en los balcones y en las calles y también de dificultades en la convivencia.
El desierto en la historia de la salvación
Esta experiencia nos ha hecho recordar que el desierto (Éxodo 15:22- 27 y 16 1- 35), el habitar y caminar por sendas aisladas y difíciles sin el suficiente alimento, ha sido un lugar privilegiado por Dios para el logro de cambios y transformaciones personales y sociales. En estos días, hemos escuchado las voces de varias personas que han afirmado : “después de esta etapa de temores al contagio y a una enfermedad que no conocemos , donde hemos abierto nuestros corazones al sufrimiento de los enfermos, y al trabajo incesante del personal médico en su lucha por salvarles, vamos a ser mejores personas, más humanas y más solidarias”. Esperemos que así sea.
La espiritualidad bíblica del desierto
En el evangelio de Marcos 6:31 Jesús dice a sus discípulos: ” Vosotros, venid aparte, a un pasaje despoblado, a descansar un rato. Pues los que iban y venían eran tantos que no sacaban tiempo ni para comer”. Jesús los invitó a la soledad y al descanso.
En el evangelio de Lucas 15:16 leemos: ” Su fama se extendía cada vez más y esa numerosa multitud afluía para oírle y ser curados de sus enfermedades. Pero Él se retiraba a los lugares solitarios, donde oraba”. El “desierto” como idea teológica es la síntesis completa de la espiritualidad bíblica y elemento fundamental para entender la pedagogía de YAHVÉ.
Todos los seres humanos en el Antiguo y Nuevo Testamento, han tenido sus experiencias del desierto, y en él han encontrado su identidad, su misión y la fuerza para ser fieles a Dios y a sí mismos. El estar sometidos a la rutina diaria, a veces excluyente, nos puede impedir la posibilidad de emprender nuevos caminos .Por eso, a través de las realidades contextuales, inesperadas y trastornadoras, como la que hoy vivimos, Dios nos conduce por un espacio espiritual que se asemeja al desierto.
Dos fascinantes historias bíblicas nos dan a conocer la importancia de la construcción de nuevos caminos en medio de las dificultades. Es el camino del desierto, la soledad y el silencio vividos por Elías y Agar.
En 1 Reyes 19:1-16 encontramos la historia de este profeta, deprimido, sin coraje y con miedo, perseguido por el odio de una reina, y apenado por los muchos errores que ha cometido. Desesperado, corre al desierto en busca del amparo de Dios. Allí se refugia en una cueva, se esconde, deseando su muerte.
En medio de su desolación, Elías escucha la voz de Dios con una pregunta de encuentro y compañía; ¿Qué haces aquí, Elías? y la respuesta del profeta muestra su extrema depresión: ” Sólo quedo yo y me buscan para matarme” y la respuesta de Dios es sorprendente para el profeta “Sal fuera y quédate de pie ante mí, sobre la montaña” 1 Reyes 19: 11. Elías salió a la entrada de la cueva esperando poder experimentar la presencia de Dios al pasar junto a él. Pasó un huracán violento, un terremoto, un fuego, pero Dios no estaba en ellos.
Esa fue una lección para el violento y furioso profeta. Recuerda su historia en I Reyes 18: 20-40. Después, él oyó una brisa tenue y una voz que de nuevo le decía ¿Qué haces aquí Elías? Dios obra sin estruendo, sin ruidos innecesarios. Su Presencia se revela continuamente en el silencio. Y su mandato es siempre una promesa de vida: ” Desanda tu camino y regresa”(1 Reyes 19:15).
Ya liberado de sí mismo de su depresión y amargura, Dios enfrenta al profeta a su situación, y lo envía con un programa y una comisión renovadora. Debe ungir a dos reyes en Siria e Israel para el logro de cambios radicales en su entorno, y también elegir y preparar a Eliseo para ser su sucesor. La caminata por el desierto abrió nuevos caminos para su vida y también para el logro de múltiples progresos sociales.
En el desierto las personas más vulnerables entran en la historia de la salvación
En estos días de aislamiento en Cuba nos ha alegrado la noticia de la continua atención a las personas en los hogares de ancianos. El cuidado a las personas de edad avanzadas o con dificultades para la movilidad, no les ha faltado el alimento o los medicamentos .La educación continua para la niñez y la juventud con clases organizadas a través de la televisión y la correspondencia. O sea, que los períodos de aislamiento también pueden usarse para proporcionar atención y amor solidario a las personas más necesitadas.
Esta misma experiencia fue la de Agar, excluida de su hogar, rechazada por ser mujer, esclava, egipcia, y pobre. Esta historia fue incluida en la historia patriarcal con un significado muy profundo. El desierto siempre fue el lugar a donde el pueblo pudo escapar, esconderse, sobrevivir y a la vez ser nutridos y sostenidos por Dios. Es el lugar donde se refugió el pueblo de Israel después del Éxodo. También es el lugar donde aprendemos a depender enteramente en Dios y en sus promesas. Es el lugar donde Dios proporcionó el pan y el agua y donde también les ofreció los Diez Mandamientos.
Así que Agar también encontró la presencia de Dios en el desierto (Génesis 16: 7-16). Agar es la primera mujer en el Antiguo Testamento que recibió una ” aparición”, y aún más que eso, hay solamente dos mujeres en la Biblia que tienen un encuentro directo con Dios- esta experiencia se llama ” Teofanía”, ellas fueron Agar y María Magdalena.
Me gusta mucho la frase del encuentro de Agar con el mensajero de Dios: “Agar, ¿de dónde vienes y a dónde vas?”. Dios está interesado en nuestro pasado y en nuestro futuro, y su presencia está siempre allí, en medio de la aflicción y la soledad… Dios “oye” y ” provee”.
Dios quiere salvar la vida de su hijo Ismael, por eso Agar le llama ” el Dios que ve” y dice ” Dios me ha visto y todavía estoy viva”(Génesis 16:13-14). Dios es el “Dios de la VIDA”. Por eso inspiró en AGAR coraje y esperanza, abrió sus ojos y le ofreció agua, las acciones del amor de Dios son muy concretas, a veces a través de acciones sencillas, pequeñas, como el ofrecimiento de un vaso de agua al sediento. Después le dio a conocer la gran promesa para su hijo Ismael que llegaría a ser el fundador de una gran nación (Génesis 16:10-12).
La caminata después de la experiencia de Gracia en el desierto
Elías y Agar continuaron su camino, la experiencia del desierto los cambió y les proporcionó nuevas visiones para la vida futura.
El aislamiento en nuestros hogares terminará, ¿cuándo? No lo sabemos. Ahora estamos experimentando nuevas formas de vida en la familia, en las iglesias, en el vecindario, en las calles, en la búsqueda de los alimentos necesarios, en el arte y las lecturas que hemos disfrutado, en las llamadas telefónicas, en los mensajes de WathSaap, que nos han hecho llorar y reír, en los llantos compartidos por las enfermedades y las muertes, en las oraciones intercesoras y los mensajes y sermones escritos en la soledad pero siempre compartidos con alegría.
Tenemos que analizar cuáles son las experiencias positivas que hemos alcanzado en esta etapa de aparente soledad y aún las negativas pueden tener válidas enseñanzas. Tenemos que preguntarnos ¿Qué cambios hemos experimentado? ¿Seremos mejores personas después de esta difícil etapa de aislamiento? ¿Mejoraremos las relaciones familiares? ¿Cultivaremos la amistad como un don gratuito y generoso que puede sostenernos? ¿Asumiremos el llamamiento para continuar el servicio desinteresado que se ha practicado durante el aislamiento?
Recordemos que el camino de Jesús de Nazaret que hemos asumido, demanda de nosotros un discipulado del peregrinaje. No podemos permanecer aislados. En la escena bíblica de la transfiguración (Lucas 9:28-39) el discípulo Pedro trata de organizar tres chozas o tres tiendas para permanecer aislados en la montaña! Se equivocaron los discípulos! La invitación es siempre hacia el camino. Somos iglesias, religiones, y comunidades ecuménicas siempre peregrinas. La experiencia de la Gracia de Dios en el desierto es un tiempo de encuentro maravilloso, pero siempre nos lleva de la pasión a la resurrección, a la creación de un mundo nuevo.
Termino esta reflexión con un poema de León Felipe:
Ser en la vida romero… solo romero.
Que no hagan callo las cosas,
ni en el alma, ni en el cuerpo…
pasar por todo una vez, una vez solo y ligero
ligero, siempre ligero.
Que no se acostumbre el pie
a pisar el mismo suelo,
ni el tablado de la farsa,
ni la losa de los templos,
para que nunca recemos,
como el sacristán los rezos
Que no hagan callo las cosas
ni en el alma ni en el cuerpo.
Pasar por todo una vez,
una vez solo y ligero, siempre ligero.
Foto: Miriam Millán @pepitasdesandia84