Dios queer y coloridx

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Angélica Tostes-

“He puesto mi arco iris en las nubes, y servirá como señal de la alianza que hago

con la tierra”.. Génesis 9.13 (DHH)

De arcoíris y acuarelas

El arcoíris aparece cuando Dios está jugando con acuarelas en el cielo, dándonos todos esos colores, toda esa belleza, toda esa pluralidad.

Cuando era niña, realmente me encantaba ver el arcoíris. Para mí era la magia entre el sol y la lluvia. Más tarde supe que el arco iris era un símbolo de Dios. A Dios realmente le gusta jugar con estos colores mágicos. ¡Solo echemos un vistazo a los hermosos colores, los tipos de flores o incluso las alas de una mariposa! Aún así, cuando era niña, me dijeron que el rosa era el color de una niña y el azul era el color de un niño. Y Dios me fue presentado con el color azul. Dios es un Dios «masculino». Varón. Azul. Padre.

Después de un tiempo, descubrí que Dios también podría ser Dios femenino. Niña. Rosado. Pero no estaba contenta con eso. Todavía faltaba algo. Pero Dios es más que eso. Hay más de dos colores. Más que nuestro idioma. Dios es más que el concepto de varón y mujer.

¿El creador del arcoiris solo tiene dos colores? No, ¡es imposible! Dios no es azul; Dios no es rosa; Dios es todos los colores del arcoiris. Todos los colores se mezclan como una hermosa pintura de acuarela. Ni varón ni mujer. Si tenemos que decir algo sobre Dios, puede ser esto: Dios es queer, indefinidx, santx, fluidx, libre, hermosx como las alas de una mariposa. Tenemos un Dios Queer que nos creó en las su imagen queer de lo Divino.

Muchas veces, en muchas religiones, los varones pintaban a Dios de azul. Dios sin gracia de la diversidad de colores, solo un color, solo una forma de ver a Dios, sin gracia en absoluto. No se les dieron pinceles ni a las mujeres ni a las personas LGBTQ, ni a las personas negras, ni a las personas indígenas, ni a las personas pobres. ¿Puede el subalterno pintar? Jesús dijo una vez: «yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia» (Juan 10.10).

En el mundo que sueño, todas las personas tendrán vida en abundancia, todas las expresiones de la sexualidad se celebrarán como una diversidad del amor de Dios por nosotrxs. Creo que es hora de que todo tipo de personas, todo tipo de cuerpos, de colores y sexualidades tomen sus pinceles y coloreen a este Dios. Creo en un Dios queer y coloridx. Explosión de colores. ¡Como las flores, como la puesta de sol, como las alas de las mariposas, como tú, como un arcoíris, el signo de Dios!

Leyendo Santiago 2.1-9 con los ojos llenos de los colores del arcoíris

¿Es posible vivir así? Es decir, ¿podemos ver el mundo con los ojos llenos de los colores del arcoíris? Es una idea nueva, fascinante pero muchas personas dirían: «Bella, pero no aparece en las Sagradas Escrituras».

No obstante, podemos releer las Sagradas Escrituras de esta manera. Imaginemos que somos la comunidad de Santiago recibiendo esta carta de parte de lxs Apóstolxs. Cuando la abrimos leemos:

2 Mis hermanas y hermanos, como creyentes en nuestro glorioso Señor Jesucristo, no hagan diferencia entre las personas, tratándolas favorablemente. 2-3 Supongamos que ustedes están reunidos, y llega un varón y una mujer heterosexuales y les atienden bien y les dicen: «Siéntense aquí, en un buen lugar», y al mismo tiempo llegan un varón gay, una mujer transgénero, un varón bisexual, una mujer lesbiana y un varón transgéneroy a éste le dicen: «Ustedes quédense allá de pie, o siéntense en el suelo»; 4 entonces están haciendo discriminaciones y juzgando con mala intención. 5 Queridas hermanas y queridos hermanos míos, oigan esto: Dios ha escogido a quienes son minorías a los ojos del mundo para que sean ricos en fe y hereden el Reino que prometió a quienes le aman; 6 ustedes, en cambio, los humillan. 7 Han despreciado a las personas gays, transgénero, transexuales, lesbianas, intersexuales y bisexuales. 8 Ustedes hacen bien si de veras cumplen la ley suprema, tal como dice la Escritura: «Ama a tu prójimo como a ti mismo». 9 Pero si hacen discriminaciones entre una persona y otra, cometen pecado y son culpables ante la ley de Dios.

¿Sería distinta nuestra práctica de fe si hubiésemos leído esto en las Sagradas Escrituras?

La dignidad y valor de las personas para por la garantía de Dios dada en el ejemplo de Jesús en donde la Divinidad aceptó ser unx con toda la creación. No eligió Dios una parte de la creación y dejó de lado otra parte porque Dios ama toda su creación.

Es hora de que nuestras teologías den cuenta de esa verdad infinita del amor de Dios. Sobre todo, cuando nuestras vidas están profundamente arraigadas al cuerpo, que ha sido negado constantemente en las teologías clásicas pero que es parte esencial de la fe cristiana. ¡Dios se encarnó en un cuerpo humano!

¿Quién(es) tiene(n) derecho a hacer teologías del arcoíris?

Toda teología es sexual, diría nuestra Santa Marcella Althaus-Reid. Muchos varones-teólogos-pastores temen la sexualidad, temen al cuerpo. Como dice Rubem Alves: ¡el cuerpo grita! Y todxs corren temerosxs, temerosxs de lo que el cuerpo es capaz de hacer con la teología al pintarla de colores. El cuerpo rasga el velo que nos separa de lo Divino. En el cuerpo somos lo Divino, penetramos y somos penetrados por la sensualidad de Dios, nos convertimos en una sola carne, tocamos las nalgas de Dios y disfrutamos del placer místico de la cristiandad. ¿Puede hablar el cuerpo? ¿Está subordinado el cuerpo? ¿El cuerpo que es sexualidad? ¿El cuerpo que disfruta? ¿Puede este cuerpo tener derecho a hacer teología? ¿O es la teología esa cosa seca, sin lubricación de afecto, amor, placer?

¡Damos vueltas y vueltas y caemos en el mismo error! Un llamado cristianismo progresivo que pone cuerpos y deseos en el armario. Lo siento mucho, Marcella, si tu trabajo parece haber sido en vano. Rubem Alves, también me disculpo, ¡«porque tienen ojos pero no ven, tienen oídos pero no oyen»! (Salmo 115.5-6).

¡El cuerpo clama por la libertad! Sin embargo, insisten en que el cuerpo y la pluralidad de la sexualidad no tienen el «derecho de influir en la teología». ¡El cuerpo muere por la libertad! No obstante, insisten en reducir el cuerpo a la experiencia biológica, negando la multiplicidad de experiencias y posibilidades del cuerpo, discursos que atestiguan la muerte de mujeres y varones transgénero:«Dios hizo hombre y mujer» o la teología es «muy clara al decir que hay dos géneros». Son discursos que niegan la vida plena de aquellas personas que son gays, lesbianas, bisexuales, queer, no binarios, trans, intersexuales.

¡El cuerpo vive la libertad! El cuerpo que ya no será encarcelado por categorías teológicas no libertarias. Nuestro cuerpo transgrede, se rebela y hace teología sin bragas, sin ropa interior, sin sostén. Teologías del arcoíris —como diría el teólogo queer asiáticoestadounidense Patrick S. Cheng— que proclaman esa alianza de Dios con toda la tierra y lo que en ella hay, ¡incluídas las personas LGBTIQ+!

¡Nuestros cuerpos hacen teología estando desnudos ante el Dios Queer y honrando la corporalidad y la sexualidad! ¡El cuerpo es sexual, es sensual, lo desea! ¡Los cuerpos oprimidos por el sistema capitalista también desean! Excluir la sexualidad, querida, está lejos de ser progresista. «Revolucionar» al negar el cuerpo es otra forma de perpetuar la teología de la violencia. Decir quién puede y quién no puede hacer teología es una actitud conservadora, colonizadora. Todos los cuerpos pueden y deben lidiar con esta teología seca, sin lubricante, que mata, excluye, abusa de los cuerpos marginados. Una teologīa que ha roto su alianza con Dios en favor de la discriminación. Mientras tanto, ¡Nosotrxs recobramos el arcoíris y esa alianza con Dios que nos da dignidad, agencia, alegría y libertad!

Oración

Dios Queer, nuestra madre, nuestro padre, nuestro hermano, nuestra hermana, nuestro amigo, nuestra amiga. Tú creaste en nosotrxs un corazón colorido para ver la belleza de tu rostro. Nos diste pinceles para pintar un poema sobre tu amor en este mundo: amor y belleza que son una inspiración para lxs artistas, amantes y místicxs. Dios colorido, inspíranos en cada momento de nuestro día con todos esos colores que despliegas en el arcoíris. Inspíranos a luchar por todas aquellas personas a quienes les robaron sus pinceles y ya no pueden pintar. Que en nuestra memoria y en nuestro caminar podamos mantener su presencia y aprender de su legado. Te alabamos y proclamamos la alianza contigo por siempre, Dios Queer del Arcoíris. Om Shanti. Om Shanti. Om Shanti.

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La autora es Teóloga Hindo-Cristiana e Investigadora en el Instituto Tricontinental de Investigación Social São Paulo, Brasil-

Publicado en: IADLA (2020) -- Liber Fides

Claudia Florentin