Repudio de Católicas por el Derecho a Decidir al hostigamiento de concejala en Salta
En la ciudad de Orán, Salta, al norte de Argentina, los concejales removieron de la presidencia de la Comisión de Educación y Cultura a la edil Verónica Hilario por mostrarse a favor de la interrupción legal del embarazo. Católicas por el Derecho a Decidir emitió una declaración repudiando el hostigamiento y ataques a la edil y reafirmando la necesidad de garantizar la laicidad de los órganos de gobierno y la necesidad de separar los aspectos relativos a las creencias personales de aquellos referidos al bien común.
Aquí el documento completo:
En Orán, provincia de Salta, la Concejal Verónica Hilario ha sido destituida de su rol de presidenta de la Comisión de Cultura y desvinculada de los premios San Ramón (patrono de esa ciudad), por haber manifestado una posición a favor de los derechos de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos.
Luego de que esa ciudad fuera declarada "Provida" y apelando a un discurso que no hace más que fomentar el odio y la estigmatización ante las diversas posturas en torno a la interrupción del embarazo, el Concejo Deliberante ha actuado de manera antidemocrática, en un ejercicio de violencia política inadmisible.
La persecución a una mujer católica que ha manifestado una postura en disidencia a aquellos sectores fundamentalistas, no hace más que reafirmar la necesidad de garantizar la laicidad de los órganos de gobierno y la necesidad de separar los aspectos relativos a las creencias personales de aquellos referidos al bien común.
Son diversas las posiciones dentro de la Iglesia Católica Romana en relación con el aborto. Teólogas, biblistas y canonistas; monjas y sacerdotes; padres y madres de la iglesia en todos los tiempos y lugares, han hablado sobre el tema expresándose a favor y en contra.
A esta realidad no la podemos negar. La Iglesia Católica Romana no ha tenido siempre la misma opinión y está muy lejos de ser monolítica. Una expresión actual de esta diversidad de posiciones es la conformación de espacios de mujeres católicas feministas.
Estas jóvenes son defensoras de los Derechos Humanos desde su identidad católica, abogan por los derechos de todas las mujeres y de la diversidad sexo-genérica. No podemos más que repudiar este accionar como una acción destinada a acallar las voces de los representantes elegidos por la voluntad popular, en el marco de un sistema democrático que demanda responsabilidad y pluralismo en la toma de decisiones.