Amén de las mujeres
Por María José Corvalán, La Opinión-
“La religión es el opio del pueblo” decía Karl Marx, para mostrar cómo las clases dominantes controlan sociedades vendiendo la ilusión de una vida eterna.
Según una encuesta realizada por el CONICET, en Argentina el 80% de la población profesa una religión o creencia siendo la más elegida el catolicismo, que representa un 62% de la población. En segundo lugar están las personas agnósticas y en tercero, quienes creen en la energía. María de los Ángeles Roberto es profesora en Letras y biblista, se dedica al estudio de la Biblia desde una perspectiva de género y es feminista. Accedió a un diálogo exclusivo con La Opinión y La Voz del Sud en donde explica, analiza y comparte su visión para lograr despatriarcalizar la Biblia.
La teología feminista busca hacer una relectura de la Biblia, con una visión renovadora desde la perspectiva de género
– ¿Cómo te iniciaste en esto?
La primera etapa de mi vida profesional la viví en Puerto Madryn y luego regresé a mi ciudad natal (Buenos Aires), donde estudié en el Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos (ISEDET). Por ahí pasaban las personas interesadas en estudiar teología y Biblia de la rama protestante, era un espacio académico muy prestigioso en todo el mundo, era de avanzada. Mucho de los iniciadores de la teología de la liberación de los años 60 y 70 venían a ese instituto.
– ¿Ya eras feminista?
Sí. Allí en el instituto ya tenía un posicionamiento feminista pero conocí y pude adquirir los recursos cognitivos y académicos de la teología feminista. Mi gran maestra es Mercedes García Bachmann, quien nos incentivó a la lectura de la Biblia con perspectiva de género. La mayoría de las personas recibimos una deglución de la Biblia con una lectura patriarcal y machista, o sea, otros leen, mastican y te dan el contenido con bajada de línea. Esto es porque las iglesias en general han establecido un patriarcado eclesiástico que se instauró en el siglo IV después de Cristo, cuando la iglesia se hizo socia del poder, cuando el cristianismo se convirtió en la religión oficial del imperio romano. Hasta ese momento había presencia notoria de las mujeres como seguidoras de Jesús, diáconas y líderes de la iglesia del cristianismo primitivo.
-¿Entonces, antes las mujeres no eran jerárquicamente menos como ahora?
En el Nuevo Testamento, que cuenta la historia desde el nacimiento de Jesucristo, había mujeres que lo rodeaban todo el tiempo y con las que quebró todas las reglas del judaísmo de su época. En ese momento estaba prohibido para cualquier varón judío tocar o hablar con una mujer en la vía pública. También, para los judíos era pecado estar cerca de una mujer cuando estaba menstruando, y después que terminaba su período debía cumplir unos días de purificación lejos de su marido. Pero a Jesús esto no le importaba, de hecho la Biblia está llena de relatos de él hablando con ellas. Una de las historias es la de una mujer que tuvo hemorragias por 12 años: el evangelio relata que Jesús iba caminando rodeado de personas y de pronto siente que alguien le toca el manto. Jesús se da vuelta, asegura que sintió la energía de alguien que lo tocó y vio a esta mujer con la que se detuvo a hablar, y la curó.
A lo largo de 20 siglos de cristianismo sólo difundieron y replicaron historias de Jesús con sus discípulos y no los relatos con mujeres. Abundan en la Biblia, pero nadie habla de esos relatos.
-¿Y el machismo en la Biblia?
Claro que hay lecturas machistas. La historia del Rey David por ejemplo, que tenía 10 mujeres, como la mayoría de los reyes de ese momento en Oriente. Un día deseó a la mujer de su capitán, la obtuvo y mandó a matar al marido. Fue un rey que asesinó a muchísima gente, sin embargo “el error” que le señalan no es ese. El cristianismo nos pone a los padres de la fe, a los patriarcas del Antiguo Testamento como modelos de varones, como parámetro de masculinidades y esas prácticas las seguimos heredando.
–¿Se condena en la Biblia la orientación sexual no heteronormada?
Mirá, en un relato muy claro de la Biblia se describe una relación homosexual entre el mismo David cuando era joven con el hijo del Rey Saúl, Jonatán. Es un fragmento muy específico. Y además, la Biblia no solo cuenta historias así sino de lo que hoy llamamos trata de personas con fines de explotación sexual. Hay relatos que cuentan que Abraham vendió a su esposa al faraón, no una sino dos veces y otro que da cuenta que su hijo hizo lo mismo.
– ¿Entonces, la Biblia cuenta relatos diversos?
Si leés la Biblia te das cuenta que la historia que cuenta es tremenda, ahí podemos rastrear la trata de personas, la construcción de la masculinidad, los mandatos, el machismo y cuánto más. El patriarcado eclesiástico cree que somos tontas y que no podemos leer la Biblia y hacer nuestro propio repaso de los relatos con visión de mujeres. Las mujeres antes podían ser sacerdotisas, pero hubo un concilio que prohibió el diaconado a las mujeres. En este mismo concilio se prohibió referirse al espíritu santo en género femenino que es como antes se expresaba en ciertas zonas de Oriente, como Siria. De hecho, había muchas expresiones artísticas como las esculturas que personificaban a Dios como una mujer.
– ¿Qué es la Teología Feminista?
Es buscar y tener una visión totalmente renovadora. Lo que hacemos es estudiar en la Biblia los personajes femeninos, identificarlos, descubrir dónde estaban, qué papel cumplían en el relato y poder hacer una relectura de la Biblia desde una perspectiva de género. Además se hace una revisión de los núcleos teológicos, por ejemplo el concepto de la trinidad formada por el padre, el hijo y el espíritu santo que antes, se identificaba como femenino. Otro núcleo para analizar es “la culpa”. Pensemos en ese relato mitológico de la creación propio del pueblo judío que nos cuenta que culpa de las mujeres se perdió el paraíso. Y esa culpa la seguimos cargando cada vez que las mujeres somos juzgadas y condenadas por nuestras conductas. Nos definen como malas madres si no sentimos el deseo de maternar, o malas mujeres si no atendemos el reclamo de maridos e hijos. Esto es todo el tiempo y en cualquier parte del mundo.
-¿La Biblia no dice que Dios nos creó de la costilla de Adán?
Eso es parte del relato mítico que tiene este elemento simbólico que busca mostrar que la mujer depende de una parte del cuerpo del hombre. ¿Dónde dice que Dios es varón? Hubo descubrimiento de arqueólogas feministas muy reveladores, una de ellas trabajaba en el Museo Británico y descubrió 3 o 4 habitaciones selladas por completo, llenas de figuras de diosas a las que antes adoraban. Pensemos en ese relato mitológico de la creación propio del pueblo judío que nos cuenta que culpa de las mujeres se perdió el paraíso. Y esa culpa la seguimos cargando cada vez que las mujeres somos juzgadas y condenadas por nuestras conductas.
-¿La Biblia nos impone la familia?
En ninguna parte de la Biblia se habla del matrimonio, sin embargo es un sacramento instituido por la jerarquía. Jesús no se casó y no tuvo hijos, es más, hay un relato de la Biblia que cuenta que un día él estaba con otras personas y vino su mamá con sus hermanos a buscarlo. Quienes lo rodeaban le avisaron que su familia lo estaba buscando y contestó: “ustedes son mi familia”. Hasta el siglo IV los curas también se casaban, pero cuando la Iglesia hizo la alianza con el Estado decidieron prohibirlo para que las mujeres e hijos no heredaran las tierras cuando ellos murieran.
-¿Se puede ser católico y estar a favor de la ESI, del aborto legal y de la autonomía del propio cuerpo? Tenemos muchas consultas de personas sobre este tema, y siempre decimos que el mandamiento principal fue amar a Dios y amarnos los unos y a los otros. O sea, que si vos te amás y querés cuidarte, nadie te puede inocular la culpa sobre tu decisión. Jesús vino a instaurar la libertad.
- ¿Qué opinás del Papa?
No me olvido que, después del 13 de junio de 2018, con la media sanción en Diputados, dijo que somos nazis con guantes blancos.
María de los Ángeles Roberto es parte de la Red de teólogas, pastoras, activistas y lideresas feministas de América Latina (Red TEPALI). El año pasado hicieron un encuentro en México y el mes entrante saldrá un libro con las intervenciones expuestas sobre la problemática del derecho al aborto en sus países y el acompañamiento a mujeres víctimas de violencia de género. Además, en el mes de marzo ganaron un proyecto y con el apoyo del Fondo de Mujeres del Sur harán una Escuela de Teologías Feministas para Latinoamérica y el Caribe “donde vamos a brindar herramientas de formación online de forma libre, gratuita y popular sobre teologías feministas”.