Pastora Ivoni Richter Reimer recibe premio por pesquisas realizadas en el área de teología
La profesora Ivoni Richter Reimer, pastora emérita de la Iglesia Evangélica de Confesión Luterana en Brasil (IECLB), recibió el 13 de marzo en Brasilia dos premios por sus investigaciones en el campo de la teología.
En la ceremonia de entrega de premios, que tuvo lugar el 13 de marzo en Brasilia, se galardonó a la Dra. Ivone con:
-El Premio Ciencia, Tecnología e Innovación – Investigador Sénior Destacado en Ciencias Humanas 2023, de la Fundación de Apoyo a la Investigación de Goiás (FAPEG).
-El Premio Profa Johanna Döbereiner de Ciencia, Tecnología e Innovación, del Consejo Nacional de Fundaciones de Apoyo a la Investigación (CONFAP).
Esta es la primera vez que el área de conocimiento de Ciencias de la Religión y Teología, como parte de las Ciencias Humanas, ha sido distinguida con tales premios en el país. La investigación de Ivoni es pionera en el campo de los estudios bíblicos, priorizando el análisis exegético y hermenéutico de los textos sagrados en la intersección con los estudios socioculturales, históricos, geopolíticos y económicos desde una perspectiva de liberación feminista.
“Repasando mi trayectoria en docencia, investigación y extensión, confieso que me sorprendió y alegró mucho recibir estos premios. Llevan consigo toda una historia de construcción individual y colectiva de los procesos y resultados del trabajo científico que han conducido a este momento único y significativo”, dice Ivone, cuando se le pregunta por el significado de los premios. “Quiero expresar mi gratitud a la FAPEG y a la CONFAP, pero también a todas las personas e instituciones que me han honrado con este premio.
Ivoni expresa su gratitud a su marido, el Prof. Dr. Haroldo Reimer, compañero desde hace muchos años, así como a sus hijos Daniel y Tiago. También destaca a la PUC Goiás como destinataria de su gratitud, especialmente al Programa de Posgrado en Ciencias de la Religión (PPGCR), que la acogió como profesora y al mismo tiempo se benefició de su trabajo de investigación y productividad científica. También recuerda a la Comunidad Luterana de Goiânia, donde ejerce el ministerio pastoral voluntario desde 2000, conectando su trabajo científico con la praxis eclesial.
Dice Ivoni:
Quiero señalar que siempre he realizado mi trabajo porque me gusta hacerlo de forma individual y colectiva y contribuir así a la difusión y divulgación del conocimiento en las Ciencias Humanas, concretamente en las Ciencias de la Religión y la Teología. Y aquí destacan las actividades que se refieren a la historia sociocultural de las mujeres, a partir de los textos sagrados del judaísmo y del cristianismo y de su larga historia interpretativa, porque forman parte de nuestro patrimonio cristiano. Y este patrimonio nuestro es, simultánea y paradójicamente, el que contribuye a la liberación y a la opresión de las mujeres y de otras minorías cualitativas, aún hoy. Así fue y así es, porque estos textos y sus interpretaciones surgieron bajo la influencia de sus respectivos contextos históricos, que abarcan la religión, la economía, la cultura, las relaciones de poder en las diversas transversalidades de clase, etnia, género y edad, y han contribuido a configurar la vida en todas sus dimensiones, en todas las épocas y en muchos lugares. Releerlos y revisitarlos, así como las tradiciones construidas a partir de ellos, resulta cada vez más pertinente, necesario y urgente en tiempos en los que aumentan la desinformación, la violencia y el odio, la espectacularización y el mercado de la fe, junto con la banalización de las luchas y los logros de las mujeres, en concreto. De este modo, también será posible invertir la aversión y el desprecio por la investigación científica, alimentados en los últimos tiempos por ideologías y políticas de odio e intolerancia, en pasos y señales que devuelvan a mujeres y hombres el deseo de estudiar con profundidad, seriedad y competencia, con apertura a los retos y exigencias de nuestro tiempo. En palabras del filósofo holandés Baruch Spinoza, esto significa que la investigación debe realizarse desde dentro de las venas de la realidad, con el espíritu científico de la época y con sospecha metódico-hermenéutica.
Fuente: Portal Luterano
Traducción: Con Efe
María de Betania: Ungir, cuidar, devolver dignidad
Por Claudia Florentin- Asesora de Justicia de Género FELM
“Seis días antes de la Pascua llegó Jesús a Betania”. (Juan 12:1)
Para Jesús, según nos cuentan los evangelios, el hogar de María, Marta y Lázaro en Betania era una casa de amistad, de afectos, de seguridad. Era un lugar donde lo recibían para cenar como uno más de la familia (Lucas 10:38-42). Betania quedaba camino a Jerusalén. Se nos indica específicamente que Betania estaba como a tres kilómetros (Juan 11:18).
Mucho recordamos la última Cena pero bastante menos consideramos esta cena que ocurrió unos días antes, ya en la semana donde Jesús moriría. Esta cena es la última con sus afectos tan queridos.
Jesús se reúne por última vez con Marta, María y Lázaro y es allí, donde María hace un gesto que le valdrá reproches: unge al amigo, a Jesús, con un perfume de alto costo. El Nuevo Testamento lo entiende como un gesto profético, que reconoce a Jesús como el Mesías y también lo prepara para la muerte que se avecina, anticipándose a su sepultura. Ella dispone de un símbolo de unción y de cuidado que las mujeres de la época tenían en sus manos para preparar los cuerpos amados que morían.
Muchos de los símbolos de unción, de consagración eclesiales están hoy en manos de varones, pastores, sacerdotes, obispos…Pero nosotras seguimos teniendo-para bien y para mal- las tareas de cuidado en nuestras manos.
¿Cómo recordamos hoy en la Semana Santa este gesto simbólico de María?
¿Cómo reapropiarnos de este símbolo como mujeres?
Podríamos empezar a imaginar otro Día Santo que nos ayude a hacer memoria de la acción de María de Betania. Podríamos ungir, tocar, abrazar, compartir, como una forma sagrada de devolver la dignidad de vida a tantas otras mujeres que están condenadas a la violencia y a hasta la muerte por el machismo, por la pobreza, por el patriarcado judicial, social, eclesial…
¿A quién estamos llamadas a ungir hoy?
Contenido compartido en el Devocional Caminando en Sororidad 2024, de Con Efe
¿Se ven mujeres cristianas en espacios de poder?
Es un hecho que, en la mayoría de las comunidades religiosas, las mujeres han plantado cara a la fuerza adoctrinadora del patriarcado cristiano y tratan de ocupar puestos de liderazgo en las iglesias. “Veo el ministerio de las mujeres en las más variadas tradiciones religiosas como un testimonio de la posibilidad de un mundo mejor “, afirma Marinez Bassotto, obispa primada anglicana en Brasil, en una entrevista con CESE.
Para celebrar la vida de las mujeres y hablar de las mujeres cristianas en los espacios de poder, el 8 de marzo hablamos con Marinez Bassotto, de la Iglesia Episcopal Anglicana de Brasil (IEAB), sobre la búsqueda de espacio de las mujeres cristianas dentro de las iglesias, rompiendo el lugar de la sumisión y alentando las luchas de las mujeres por un espacio igualitario en la sociedad. Con el auge de ideologías profundamente conservadoras que recortan los derechos fundamentales de las mujeres, es un gran desafío ser mujer y líderesa religiosa. Pero también abre muchas oportunidades: “Veo el ministerio de las mujeres en las más variadas tradiciones religiosas como un testimonio de la posibilidad de un mundo mejor, más equitativo, con más justicia, amor y paz. Esto es lo que intento testimoniar con mi ministerio”, afirma.
Marinez pasó a la historia como la primera obispa primada de su iglesia. Pero para llegar a este cargo, pasó por muchos procesos. En 2018, fue consagrada como la primera mujer obispa en ejercer este ministerio en la Iglesia Anglicana en América del Sur, allanando el camino para la elección de otras compañeras y en 2022 se convirtió en Obispa Primada, pionera de la Comunión Anglicana en el hemisferio sur. “Cuando participé en el proceso de elección, era plenamente consciente de que también estaba poniendo mi nombre a disposición a favor de la ordenación de mujeres “, afirma.
Para ella, la IEAB fue muy audaz e innovadora al permitir desde el principio el acceso de las mujeres a las tres órdenes sagradas. Aun con esta apertura, han pasado algo más de tres décadas y ninguna diócesis ha tenido el “coraje profético” de elegir a una mujer para el episcopado: “Creo sinceramente que el mayor reto ha sido romper esta barrera”, recuerda.
La realidad de la mujer en el ámbito eclesial
“En las Iglesias, la presencia y las acciones sociales están mayoritariamente en manos de mujeres, pero esto no se refleja de la misma manera cuando se trata de puestos de “gobierno” y espacios de decisión. En otras palabras, el empoderamiento de las mujeres en el ámbito eclesial es todavía una realidad lejana en algunas confesiones. “
En Brasil, según las últimas cifras del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), el 86,8% de los brasileños se declaran cristianos, incluidos evangélicos y católicos. De este contingente, las mujeres representan la mayoría. Hay cerca de 60 millones de católicas y unos 23,5 millones de evangélicas. Aunque las mujeres son más numerosas, son los hombres quienes ocupan los puestos de liderazgo en las iglesias, lo que puede contribuir a una política de dominación y control sobre la vida de las mujeres.
Mujeres cristianas en espacios de poder: no siempre es así
La toma de decisiones y las posiciones de poder de las mujeres están muy por detrás de las de los hombres debido a la sociedad patriarcal y estructural en la que vivimos, y esto no es diferente en la iglesia.
Contrario a la idea de sumisión, Marinez ejemplifica que las ordenaciones de mujeres contribuyen a romper el machismo en las iglesias y fortalecen la lucha de las mujeres en general:
“La elección de mujeres al episcopado en Brasil fortalece la lucha de las mujeres en toda América Latina e impacta la reflexión teológica y la vida eclesial tanto de la Iglesia Anglicana como de otras denominaciones cristianas. Esto estimula a las mujeres a seguir buscando ocupar más espacios de decisión en las iglesias, a crear espacios de discusión, capacitación y empoderamiento de otras mujeres internamente y en los movimientos ecuménicos, así como a apoyar e incentivar los movimientos sociales de resistencia y lucha por los derechos”.
Articulación y capacitación para mujeres cristianas
“Debemos alentar los movimientos sociales de resistencia y de lucha por los derechos, entre ellos los movimientos que buscan proteger los derechos de las mujeres y enfrentar y prevenir la violencia”.
Desde el momento en que las mujeres reconocen el sexismo y la reproducción de la violencia en el espacio de la comunidad de fe, comienzan a luchar y a organizarse. “Gracias a las luchas feministas, ya se han superado muchas barreras. Y aún quedan muchas por derribar”, dice Marinez. Son ellas las que sostienen sus iglesias. Visibles sólo en el trabajo de mantenimiento y organización de espacios, las mujeres se han cansado de la invisibilidad y el silenciamiento.
“Muchas han propuesto una nueva lectura bíblica de su papel en la familia y la comunidad religioso. No aceptan que se utilice la Biblia como recurso para justificar procesos de opresión y sometimiento”. Sobre este nuevo contexto, la obispa primada afirma que el crecimiento del fundamentalismo aumenta la discriminación y la violencia contra las mujeres, no respeta sus derechos y criminaliza sus luchas: “Muchas confesiones cristianas (o grupos conservadores dentro de ellas), lamentablemente de diversas maneras y en innumerables ocasiones, justifican esta discriminación e incluso refuerzan el sometimiento femenino utilizando la Biblia como justificación“.
En este sentido, hay un proceso de cambio en marcha, que ha permitido una mayor inclusión de las mujeres en los espacios de poder. Hay caminos posibles para deconstruir las interpretaciones patriarcales y sexistas que aún permean el cristianismo. La anglicana cree que la alternativa es continuar por el camino de articular y crear foros de discusión, formación y capacitación para las mujeres dentro de las iglesias y los movimientos ecuménicos. Y también actuar desde la perspectiva y defensa de los derechos: “Debemos alentar los movimientos sociales de resistencia y lucha por los derechos, entre ellos los movimientos que buscan proteger los derechos de las mujeres y que enfrentan y previenen la violencia “, señala.
Iniciativas ejemplificadas por Marinez, como el Servicio Anglicano de Diaconía y Desarrollo (SADD) y la plataforma online “Empower Your Sister”, se consideran instrumentos importantes para apoyar la lucha contra las desigualdades de género y la visibilidad de las acciones de las mujeres creyentes. Espacios donde dialogar sobre estas cuestiones y defender el derecho de las mujeres a ejercer su fe, sin perder de vista la lucha contra la violencia religiosa y la violencia doméstica, también contra las niñas.
Mujeres cristianas en movimiento
“Mi fe dialoga con la equidad y la justicia, el amor y la inclusión porque desde mi perspectiva son los pil
ares del seguimiento de Jesús. “
Desde el principio de mi andadura, la lucha por los derechos y la justicia para las mujeres siempre ha formado parte de mi ministerio. “Mi fe dialoga con la equidad y la justicia, el amor y la inclusión porque desde mi perspectiva estos son los pilares del seguimiento de Jesús. “.
Como ella, hay muchas otras que han redescubierto la Biblia a través de una lente feminista. También hay personas heridas por la violencia que encuentran inspiración en las historias bíblicas de mujeres para romper el silencio y el miedo. La fe y la religiosidad son ámbitos para la escucha, el acercamiento y la formación. Y cada vez son más las mujeres cristianas que aprovechan estos espacios para reverberar sus luchas.
Por eso, el 8 de marzo, “en defensa de los cuerpos, los territorios y las identidades”, las mujeres cristianas y ecuménicas de diferentes confesiones ¡también salieron a la calle! Llevaron sus convicciones y sus reivindicaciones de derechos, de más poder y decisión en la sociedad y de un mundo mejor para todas las mujeres.
Fuente: ALC Noticias- Traducción: Con Efe
Está oscuro, pero yo canto porque la mañana llegará
Esta fotografía muestra a una mujer indígena tejiendo manteles con bordados artesanales originarios de muchas culturas que prevalecen en el Estado de México.
Date24 March 2016SourceOwn workAuthorNatalia Mondragón
Compartimos una extraordinaria ponencia de la doctora boricua Sarah González López. Entretejiendo poemas, pensamientos reflexivos y postulados teológicos, la doctora González López invita a toda persona que le lee a reflexionar sobre la importancia del rol de la mujer en la iglesia y el quehacer teológico.
Con un tono esperanzador que a la vez nos desafía este escrito titulado: Está oscuro, pero yo canto porque la mañana llegará nos hace un recorrido por el quehacer de la teología feminista como respuesta a la invitación de ofrecerle a la mujer su espacio en el quehacer teológico en la academia, iglesia y sociedad.
Toma unos minutos para deleitarte con este escrito, originalmente presentado como parte del Simposio: Mujer en la Biblia, Iglesia y Sociedad celebrado en la Universidad Interamericana, Recinto Metropolitano. ¡Que lo disfruten!
Puedes bajar la ponencia completa aquí: https://aeth.info/wp-content/uploads/2024/03/AETH-Universidad-Interamericana-Simposio-2024.pdf
Dra. Sarah González López
Es profesora invitada del Seminario Evangélico de Puerto Rico en el Certificado I y II de Teología Feminista. Es miembro de la Primera Iglesia Bautista de Rio Piedras en San Juan, Puerto Rico y pertenece a la Pastoral de Mujeres y Justicia de Género-RED CLAI.
Fuente: AETH
Guía ilustrada sobre violencia basada en género, creada ecuménicamente
El material busca definir diferentes formas de violencia de género y proponer líneas de acción. Fue co-creado por liderazgos, actores religiosos de base y profesionales de la coalición mundial de iglesias en el marco de la Campaña de 16 de Activismo contra la violencia hacia las mujeres.
Se puede descargar libremente aquí: https://actalliance.org/wp-content/uploads/2021/11/final_16days_definitionsguide_SP.pdf
Doce mujeres que con ternura defienden la vida
Por Ofelia Miriam Ortega, Cuba-
Ilustración: Shevachaya
No deja de ser sorprendente – aún desde el punto de vista humano cultural- el aprecio que en el Primer Testamento hallamos hacia la infancia. Las ” crianzas” son cuidadas, protegidas, ellas integran el pueblo de Dios y tienen un lugar preferencial en la familia; son objeto de una educación especial ( Pr 3,1-16)y, también prefiguran la relación ideal de todo ser humano con el Señor ( Sal 130).
Niñas y niños, en la visión del Creador, son actores y actrices de transformación y protagonistas del Reino. Es sorprendente el niño anónimo del Primer Testamento. Es el niño del futuro, el niño de la esperanza, de la justicia, del amor y de la paz. Es el niño que anuncia un mundo nuevo: “Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará, el becerro, el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará” ( Is 11,1-8).
Ante la alegría de este anuncio, solo cabe el asombro y la aclamación: un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz (Is 9,6).
Uno de los testimonios más elocuentes que se nos presenta en el Primer Testamento es el de Moisés, niño salvado y caudillo liberador. Lo interesante del relato es que el niño condenado a muerte, rescatado e la cuna, es llamado a ser el gran caudillo de Israel, el amigo de Dios ( Ex 33:11).
Entramos en el relato de la historia de Moisés como si fuera el lugar que Dios escogió para enseñarnos su amor incomparable por la niñez.
El libro de Éxodo describe la liberación de los israelitas de la opresión de Egipto. En el capítulo primero se mencionan nombres de DOCE de los líderes hombres que formaban parte de este proceso: Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar, Zabulón, Benjamín, Dan, Neftalí, Gad , Aser y José que ya estaba en Egipto.
Pero es sorprendente la acción de Dios en este relato. Hay DOCE mujeres que son los personajes principales, su participación es decisiva para el futuro de los israelitas.
Dos mujeres son mencionadas al principio de la historia: Sifrá y Puá , las parteras. Ellas son presentadas por sus nombres, que es un dato excepcional si advertimos que el poderoso faraón permanece anónimo. El faraón no tiene nombre, porque lo que él trata de hacer no puede tener nombre alguno.
Casi podríamos decir que la historia del pueblo hebreo comienza con ellas. Es una historia de ternura en la vida de ese pueblo Nunca se olvidarán sus nombres. Sifrá , significa” belleza “y Púa quiere decir “resplandor”. Los nombres Sifrá y Puá son de un hebreo exquisito. El nombre Sifrá ocurre solamente una vez en el Primer Testamento, el nombre Puá ocurre cuatro veces, pero la comadrona es mencionada solamente una vez.
En el texto se menciona que eran comadronas de las hebreas (1:15). No es seguro si las dos mujeres eran hebreas o egipcias, pero eso no es lo más importante, lo principal es que le enseñaron a los israelitas que no tenían que temer al poder imperial. La caracterización de estas mujeres es la ternura expresada a través del cuidado amoroso de las “crianzas”. Ellas son la únicas mujeres en el Éxodo que actúan en la esfera política, directamente en contacto con el faraón ( 1,15,18-19).
Esta historia es casi imposible desde la perspectiva histórica. Dos mujeres que responden a las necesidades de las esclavas. Son ellas las primeras en ayudar al nacimiento de la nación. Su trabajo está relacionado con la transformación, que siempre conlleva un compromiso ético riesgoso. El verso 1:17 contrasta con los anteriores. En este texto ellas no hablan, solamente actúan (esta es la ética, defender la vida con nuestras acciones).
Ellas rechazaron el plan secreto del rey de Egipto, el faraón, el plan de genocidio. Fue un gran acto de resistencia contra el orden injusto. Había dos razones en la política imperial para ejercer ese dominio exterminador: si se declara la guerra se aliarán con el enemigo (1,10) , y si se liberan ( el motivo económico) , perderemos la mano de obra barata. El mismo rey les da instrucciones secretas y precisas ( 1,16) ! Qué coraje tenían ellas! No respondieron a este mandato. Sí , dejaron vivir a los niños varones (1,17).
Este primer capítulo está lleno del concepto de vida. Comienza con las dos veces que el faraón manda vivir a las niñas (1,16 y 22). Las parteras dejan vivir a los niños (1,17). Después el faraón pregunta por qué los ha dejado vivir ( 1,18). Además las parteras dicen que las madres son las que dan vida. Doce veces se encuentra la raíz” dar vida, dar a luz”. Engendran vida y de este modo preservan la historia de Dios, el Dios de la Vida.
El papel de las parteras es introducido por una frase que indica el marco dentro del cual actuarán: “las parteras temieron a Dios” (1,17a). El poder del faraón no funciona frente a la ternura amorosa de las parteras. Los verbos temer a Dios y matar no pueden ir juntos. El faraón manda a “mirar” a las mujeres hebreas. En vez de ” mirar” las parteras “temen a Dios”. Según Cheril Exum: “en la lengua hebrea, la expresión mirar y temer se escriben con las mismas letras, pero en un orden distinto, justo al revés, las parteras dan la vuelta al asunto. Hacen exactamente lo opuesto de los que les ha mandado el rey”. ( )
En la traducción literal del hebreo el texto 1:16 se traduce: “Cuando asistáis en un parto a las hebreas mirad las dos piedras”. Es cierto que en el parto había dos piedras. La primera era como una especie de taburete para el parto, la segunda era para acostar al niño después de nacido. En estas dos piedras se decide el destino del niño: ¿vivirá o morirá ? Las parteras deciden dejarlo vivir.
Me llama la atención el poder de la palabra. El faraón las interroga con fiereza ¿Por qué han dejado vivir a los niños? (1,18). La respuesta está llena de una sabiduría tranquila, pero segura: ” las mujeres hebreas son “robustas”, tienen un parto fácil, y no necesitan a una partera y dan a luz antes que nosotras lleguemos a atenderlas” ( 1, 19). No hay temor en la respuesta. Aquí la palabra está vinculada al concepto de la vida. Dios tiene un proyecto de vida y usa a estas mujeres para realizarlo.
Hoy la función de las comadronas casi no existe, aunque en los países desarrollados, es una profesión. En las áreas rurales y en las zonas empobrecidas, las parteras aún ocupan un lugar fundamental. En América Latina las parteras reciben el nombre de “comadres”, co-madres, compañeras de la madre.
En nuestra historia, las parteras con una ternura inigualable, defendieron la vida. Al final de la historia se nos informa que Dios fue bueno con las parteras. Los conceptos del pacto de la alianza y la fidelidad están siempre asociados en el Primer Testamento con la manifestación constante de la bondad de Dios. Dios las bendijo y les c concedió una familia numerosa (1,21b).
Otras mujeres continúan la historia de ternura y salvación
El faraón no desiste en sus demandas de muerte: “echen al río a todos los niños hebreos que nazcan” ( 1,21b). Y aquí aparecen las tres mujeres para cambiar la ruta de dominio y opresión. Ellas son presentadas como madre, hermana, hija . No tienen nombres. Estas mujeres son los sujetos, realizan un rol activo y son de importancia decisiva en la estabilidad de la promesa divina.
El capítulo dos del libro de Éxodo continúa el relato donde suceden momentos increíbles, difíciles de describir , porque son trozos de una historia donde la actividad divina irrumpe usando a personas de distintas categorías sociales que se unen en un proyecto de salvación de una criatura que ya ha sido elegida por Dios para su proyecto de liberación. La ternura de estas tres mujeres se derrama como el caudal del río que es cómplice del evento salvífico.
Aparece en la historia la madre de Moisés ( 2, 1 y 2 ). Es importante la ascendencia de Moisés de la tribu de Leví. La hija del levita da a luz al hijo, y el texto nos dice que ” era hermoso” (2,2). Su nombre parece ser Jocabed como aparece en Éxodo 6,20. Lo escondió de la furia del faraón durante tres meses, pero supo que para salvar su vida tenía que hacer algo más y aquí viene uno de los elementos más importantes en la historia. Hizo un pequeño canasto y la palabra para este canastillo de junco es la misma palabra que se usa para el Arca de Noé en Génesis 6,14. y el mismo proceso a la cual se somete el arca para que no le entre el agua al canasto. Es toda una imagen para ilustrar que el niño sobrevivirá.
La segunda persona en la historia es la hermana del niño .Es importante señalar lo importante de esta presencia. No se nos dice su edad, pero sabemos que siempre en los hogares humildes y pobres, las hermanitas siempre cuidan de los más pequeños y esa era también su tarea. Hay también gestos de ternura en la hermanita mayor. Ella se quedó a poca distancia para ver lo que pasaba (2,4). El verbo ” quedarse” o “quedarse fuera, a distancia”, es sinónimo de” estar tranquila” y está relacionada la frase con la presencia salvadora de Dios, como sucedió” a la orilla del mar” con los israelitas al huir del faraón ( Éxodo 14), ahora la escena es “a la orilla del río”( 2,3b). La gran intervención de Dios, al comienzo del Éxodo está aquí junto al río donde el niño está indefenso entre los juncos. El Éxodo termina a la orilla del mar Rojo, donde se rescata a toda la nación.
En este texto la hermana de Moisés no tiene nombre, pero ella parece ser la hermana de Aarón, Miriam, la profetiza, que aparece en Éxodo 15, 20, bailando y tocando panderetas para alabar al Señor en la otra orilla del mar.
En la escena aparece la hija del faraón, que nunca es llamada por su nombre, quizás porque adoptó a un niño hebreo en contra de los deseos expresos de su padre.
Más tarde, ella es identificada en la tradición rabínica en un misterioso comentario en el libro de Crónicas (I Crónicas 4,17a), donde se menciona una referencia a una tal Bitiá , hija del faraón con quien Méred se casó. A los ojos de los rabinos, ésta tenía que ser la misma mujer que salvó a Moisés y que echó su suerte con los israelitas y abandonó Egipto con ellos. Pero cómo adquirió ella el nombre de Bitiá que significa “hija de Yah” que más tarde vino a ser otro nombre para el Dios de Israel. Es que Dios la re-nombró : ” Porque tú tomaste uno de mis hijos como tuyos , yo te adoptaré como hija”.
Su papel es excepcional y ahora tenemos que mencionar una palabra que siempre va unida a la ternura, la compasión. Sabe lo que significa el proteger a un niño de los hebreos que su padre ha ordenado matar. Su labor es como la de una partera, que deja vivir al niño, adoptándolo como a un hijo.
La hermana surge del escondite y le ofrece el cuidado de la nodriza, la madre hebrea. ! Qué mujeres! la relación entre las dos madres está mediada por la hermana Nos sorprende la narración con la alianza que realizan para el bien de la criatura, incluyendo el pago por el cuidado del mismo (2,8).
Esto nos lleva a pensar que para lograr la plenitud de la vida son muy importantes las alianzas que realizamos. Hay que mirar a nuestro alrededor, y observar cuidadosamente, quién está cerca o lejos, esperando una llamada que diga:”ven, ayúdanos”. Es un liderazgo compartido. Me imagino también que cuando Moisés fue llevado al palacio, allí se encuentran las esclavas reales, las cocineras, tantas que cuidaron del niño, y el secreto fue tan bien guardado por el pueblo hebreo, que el homicidio del faraón no pudo realizarse. La madre adoptiva no tiene nombre, pero ella es quien le da nombre al niño: lo llama Moisés, porque lo sacó de las aguas ( 2,10b )” ! Sin Moisés, no habría historia, pero sin la iniciativa de estas mujeres, no habría Moisés!”( ).
Mujeres y hombres que nos enseñan la relación de la ternura y la hospitalidad
Una vez más nos encontramos con una escena de violencia, y esta vez el protagonista es Moisés. (2,11 y 12) , pero Dios actúa inmediatamente haciéndole ver que la violencia no es el medio para lograr la paz entre los egipcios y los hebreos (2,13,14) y de nuevo Moisés comienza a sufrir la persecución del faraón , y tiene que huir. Esta es también una historia de mujeres y también está vinculada con el concepto de liberación. Son siete hermanas, que en el Primer Testamento, este número siempre significa plenitud.
El encuentro con las siete hijas del sacerdote Reuel de Madián , ocurre junto a un pozo. Esto nos recuerda tantas historias significativas en la Biblia que ocurren junto a pozos de agua. La escena nos muestra a un Moisés compasivo que las defiende cuando eran echadas del pozo por los pastores que no las dejaban dar agua a las ovejas (2,17). Hay ternura en este gesto de Moisés hacia las mujeres. No las conocía, pero comprendió que era una injusticia que tenía que resolver. Y entonces surge lo que deseamos llamar “el milagro de la hospitalidad”. Las hijas reconocieron a Moisés como extranjero. Es un egipcio, dijeron, pero el padre respondió a la acción de misericordia de (2,20b) y le recibió en su hogar. Y allí encuentra Moisés a su esposa Séfora.
La espiritualidad de la ternura del padre en este texto se transforma en un corazón amoroso y acogedor, abierto a todas y todos, sin excluir a nadie, capaz de transformar al mismo enemigo ( hostis) en un invitado ( hospes). Así pues, la hospitalidad es un elemento esencial de la ternura, es exactamente lo contrario a la posesión, y la violencia; es servicio generoso, libertad, comunicación y amistad.
El término bíblico” filoxenia” (amor por los extraños) es opuesto a la” xenofobia” ( miedo u odio a los extranjeros). La hospitalidad crea así un espacio seguro y acogedor para que las personas encuentren su propio sentido de humanidad y dignidad.
La hospitalidad es una práctica absolutamente necesaria en nuestras comunidades y naciones. Y sucedió allí en Madián, con el apoyo de Moisés y de las 7 mujeres hijas del sacerdote.
El futuro de los doce hijos de Israel mencionados al principio del Éxodo fue decidido históricamente por estas doce mujeres que fueron usadas por Dios, para que por medio de la ternura, lograr la salvación del líder histórico designado por Dios para las acciones liberadoras que debían realizarse en un futuro inmediato.
Conclusión
Inspirada por las historias de ternura del Primer Testamento, la Iglesia debe presentarse como un sacramento de la ternura de Dios. Una iglesia de la ternura es una Iglesia de un Dios de bondad y de Gracia, y no de un Dios de castigo y de miedo. Es la iglesia del amor y de la vida, cuya fe está sostenida por la ternura absoluta de Dios.
Sin la ternura, ese secreto de armonía interior, de gozo de creer, de esperar y de amar, los cristianos corren el riesgo de transformarse en una iglesia encerrada en sí misma. Rígida , ligada solo a las instituciones y privada de espíritu.
Es justamente este llamado a la ternura el que proclama el teólogo brasileño Leonardo Boff en su libro titulado ” San Francisco de Asís: ternura y vigor ( ), al recordarnos que “El Pobre de Asís” mostró en su vida que para ser santo es necesario ser humano, y para ser humano es preciso ser sensible y tierno. Cuando esto sucede, entonces se revela que la realidad humana no es una estructura rígida ni un concepto, sino simpatía, capacidad de compasión y ternura.
Quiera Dios que estas enseñanzas animen, la vida y la obra de nuestras iglesias y comunidades.
Día Mundial de Oración con liturgia preparada por mujeres palestinas
Halima Aziz
El Día Mundial de Oración-DMO– es un movimiento universal ecuménico de mujeres cristianas. Simbolizado por una fecha central de oración – primer viernes de marzo – cada año son las mujeres de un país diferente quienes preparan la liturgia. La celebración del DMO 2024 está organizado por las mujeres de Palestina bajo el lema “Les ruego… sean tolerantes unos con otros en amor” y se celebrará este 1 de marzo.
Este programa nos llama a soportarnos unos a otros en amor, a pesar de todas las dificultades y opresiones. El programa fue escrito por un grupo de mujeres palestinas cristianas ecuménicas en respuesta al pasaje de Efesios 4:1-7. Reflexionamos colectivamente sobre este tema desde el contexto de nuestro sufrimiento como mujeres cristianas palestinas. Esperamos inspirar a otras mujeres de todo el mundo a soportarse con amor durante tiempos difíciles .
HISTORIA Y CULTURA DE PALESTINA
¿Quién de ustedes no ha oído hablar de este pequeño lugar en el Medio Oriente, que durante más de 3000 años ha sido importante para tres religiones monoteístas: el judaísmo, el cristianismo y el islam?
Sin embargo, la región es mucho más antigua y ha tenido muchos nombres, dependiendo de las numerosas tribus que se han asentado en diferentes épocas en la tierra. La tierra se ha nutrido de una serie de civilizaciones y estructuras en desarrollo debido a su posición estratégica como cruce de caminos hacia tres continentes: Asia, África y Europa.
En 1967, cuando Israel ocupó los territorios palestinos, las potencias occidentales llamaron a la región Cisjordania, porque estaba en la orilla occidental del río Jordán. Después de los Acuerdos de Oslo de 1993-1995, Cisjordania se dividió en las Áreas A, B y C. Para viajar entre cualquiera de las áreas de Cisjordania, los palestinos deben pasar por puestos de control.
Al 31 de julio de 2019, 138 de los 193 estados miembros de las Naciones Unidas han reconocido a Palestina como estado, y la bandera palestina ahora ondea fuera de las Naciones Unidas.
Existe una percepción/creencia en todo el mundo de que las mujeres en la región de Medio Oriente son pasivas, silenciosas y no influyentes. Sin embargo, el papel de la mujer en Palestina (tanto históricamente como en los tiempos modernos) es activo e influyente. Son firmes, fuertes y valientes.
Aunque las mujeres palestinas han desempeñado un papel influyente en la sociedad, todavía hay margen para mejorar las condiciones. Recientemente, algunas iglesias protestantes han avanzado en cuestiones de género, como la ordenación de Sally Azar como la primera pastora palestina en Palestina.
Sobre el arte y el artista
Halima Aziz (n. 1999 en Hagen, Alemania) es una apasionada artista visual palestina y estudiante de diseño que vive en Alemania. Pasó su infancia en Palestina. Halima vivió la guerra en Gaza en 2008 y sobrevivió. En 2009 regresó a Alemania.
Esta obra de arte está realizada en honor al Día Mundial de la Oración. A través de su obra de arte, Halima representa a tres mujeres palestinas orando juntas en la naturaleza en un lugar pacífico. En su obra presenta diferentes motivos y símbolos que indican el origen de estas mujeres y su cohesión.
Los olivos/ramas son un signo de vida eterna y abundante porque pueden vivir miles de años.
Las raíces doradas subrayan el hecho de que los palestinos siempre existirán y, tal como existen, siempre resistirán por sus derechos y libertades. Las flores de amapola son abundantes y significativas para los palestinos. Les recuerdan a los palestinos a los seres queridos que han dado sus vidas por su país.
Las mujeres visten vestidos tradicionales palestinos como el tatreez (bordado), el thobe (vestido) o el pañuelo blanco. Y las llaves son un símbolo de la esperanza de regresar a Palestina.