Salmo 129: La posibilidad de romper el silencio
Relectura Bíblica de las mujeres luteranas “Tienda Roja”. Iglesia “Cristo”, Iglesia Luterana Mexicana, ILM.
La lectura y estudio de los Salmos nos han ayudado para trabajar una vida espiritual que en estos tiempos de crisis nos ayuda a reencontrarnos con nosotras mismas.
Nuestros ojos de mujer se han sorprendido al ver nuestras vidas reflejadas en estos escritos bíblicos.
Las invitamos a que desde sus corazones, emociones y sentimientos lean el Salmo 129 y juntas logremos observar lo que sucede en este escrito.
Creemos que es el testimonio de una mujer, que hace una revisión de su vida, y se atreve a expresar en palabras lo mucho que sufrió. Al ser un cántico gradual, consideramos que lo escribe con una melodía triste pero al final triunfante.
LEAMOS JUNTAS Y ESCUCHEMOS:
Versículo 2, “Mucho me han angustiado desde mi juventud”, son palabras que resonaron en nuestros oídos, pues así nos sentimos muchas de nosotras, desde hace muchos años.
Versículo 3, “Sobre mis espaldas araron los aradores, hicieron largos surcos”, nuestros cuerpos y el de muchas mujeres ha sido lastimado, las huellas del dolor son visibles en nuestras corporalidades. Al leer estas palabras recordamos las violencias, las cargas a las que hemos sido sometidas.
ESPERANZA Y POSIBILIDAD:
Versículo 4, “Jehová es justo, cortó las coyundas de los impíos”, todo tiene un final, y así como desde Jehová se puede encontrar la libertad, el fin del dolor y la opresión, nosotras recordamos cuando pudimos liberarnos de situaciones de violencia.
La posibilidad de romper el silencio, de salir corriendo, de entender nuestro encierro y atrevernos a cortar el lazo que nos detenía.
Versículos 6 y 7, “Serán como la hierba de los tejados, que se seca antes que crezca; de la cual no llenó el segador su mano, ni sus brazos el que hace gavillas”, la posibilidad de poder levantarnos, si, con la espalda lastimada, pero libres y con la dignidad en alto.
No pueden llenarse sus brazos de nuestros cuerpos, ni de nuestras vidas.
Nuestros rostros se han levantado y decimos: “¡Basta! ¡Alto! ¡No mas!”, “me has lastimado tanto, pero todavía tengo la fuerza suficiente para que no termines conmigo”.
REFLEXIONES:
En nuestro país, tenemos un alto número de feminicidios, muchas mujeres han caído en este año. En nombre de ellas nos levantamos erguidas y con la voz en alto y juntas decimos:
¡alto a la muerte de tantas mujeres! ¡alto a la violencia de género”
Desde este Salmo 129, las mujeres luteranas mexicanas nos unimos a todas las voces de nuestras mujeres en el mundo para visibilizar las violencias, pero también para expresar que es posible levantarnos y que no nos quedaremos calladas.
“Cortemos las coyundas”, hablemos. No estamos solas!!!!
Publicado por Red de Mujeres y Justicia de Género de América Latina y el Caribe