María Magdalena hoy somos todas

María Magdalena penitente, de Johan Moreelse (1603-34)

María Magdalena penitente, de Johan Moreelse (1603-34)

Por Brenda García-

María Magdalena, hija de mujer antigua

Memoria que alimenta sueños

Rocío de media noche que desvela huellas en el tiempo

Influjo de vida entre ciclos y lunas

A veces amiga, maestra, caminante. Siempre mujer.

Mujer del mundo, de la tierra, de la palabra viva

A pesar de calumnias e injurias, habitas el arte, la historia, la vida.

Gritamos hoy, tu nombre. ¡María de Magdala!

Desde la orilla, olemos tu aroma. Aroma de mar

Atrás quedo el olvido

La mañana avanza, las manos están unidas. María Magdalena, hoy somos todas

El tiempo te ha redimido

Nuestra madre, hermana, amiga. Siempre mujer

Agradecemos tu ser y continuamos tu hacer.  

¿Qué se sabe de María Magdalena?

Mucho se ha dicho a lo largo de la historia sobre María Magdalena, siendo una de las figuras femeninas bíblicas neo testamentarias más conocidas y también una de las mayormente mal enseñadas; aunque su caminar junto al maestro le valió para ser llamada discípula y apóstol, la historia de la cristiandad a partir de la edad media la convirtió en prostituta, como resultado de esta afirmación su figura fue empujada a los márgenes de la historia, su legado profético fue largamente invisibilizado. Aunque muy probablemente su desvalorización se inició en los primeros siglos o hasta dentro de la misma comunidad originaria.  Es hasta tiempos contemporáneos que muchas y muchos teóricas y teóricos de diferentes áreas de las ciencias, incluida por supuesto la teología han sumado esfuerzos para reivindicar tanto su nombre como su legado histórico; Además, de que han aparecido un sin número de libros acentuando su condición de mujer, o como pareja/amante/esposa de Jesús.

Ahora bien ¿Se puede llegar a María Magdalena histórica?

Según datos extra bíblicos se dice que era una mujer  oriunda de Migdal Nunayah, en griego Tariquea, una pequeña población junto al lago de Galilea, a 5,5 km al norte de Tiberias. (Pellicer, 2001).  Y no se sabe mucho más. Los datos que nos ofrecen los evangelios son escuetos (ya que no son datos biográficos). Solo el escritor del evangelio de Lucas ( a excepción de los demás evangelio) nos da detalles como que entre las mujeres que seguían a Jesús y le asistían con sus bienes estaba María Magdalena, de la cual Jesús había expulsado siete demonios.

Para fines de este escrito haremos una breve revisión histórica sobre la figura de María Magdalena y de los adjetivos que se le han sido otorgados:  

·         Endemoniada

El escritor del evangelio de Lucas relata que María Magdalena era la mujer de quien Jesús expulsó siete demonios. Según, Isabel Acebo, a lo largo del tiempo, los demonios expulsados de María Magdalena han constituido un detalle cuyo significado se ha dado por supuesto.

Estos demonios según las interpretaciones tradicionales han sido identificados con el Demonio, Satanás, o el Diablo entendido este como “un ser personal, extrahumana causa decisiva del pecado en el mundo” por otro lado en esa misma alusión se ha visto una indicación de que era una prostituta. La identificación entre el mal de posesión y mal moral que se concretan en la prostitución, el pecado por excelencia que erróneamente se les atribuye a las mujeres.  (Acebo, 2007)

¿Por qué el escritor del evangelio de Lucas la presenta así? ¿Qué implicaciones tiene el relato sobre la figura de María Magdalena?

El escritor del evangelio de Lucas presenta a María Magdalena como una mujer totalmente alienada y manejada por fuerzas extrañas lo cual la incapacitaba para llevar una vida normal o ejercer algún tipo de liderazgo, es más, se corría el riesgo de que su comportamiento alterara el orden establecido monopolizado por los varones; y aquí se descubre el plan teológico del escrito del evangelio de Lucas.

La obra Lucana deja plasmada en sus relatos un ideal de comunidad y de autoridad sobre la misma. En ese ideal de autoridad, de ninguna manera figura una mujer, a pesar del protagonismo que María Magdalena y las demás mujeres tienen en sus escritos. En la obra aparece siempre el ideal del varón, la figura masculina y, es Pedro, en quien encarna ese ideal, por encima aun de los mismos varones (Pablo).

El presentar a la Magdalena, como endemoniada, fuera de sí, más que mostrar la obra sanadora de Jesús, o el protagonismo de las mujeres en el evangelio, la desacredita e imposibilita para ser esa figura de autoridad que la comunidad necesitaba.

·         Prostituta

¿Por qué se dice que es prostituta? ¿Desde cuándo?

Todo parece indicar que dicha asociación, bastante forzada, es debida a la Homilía 33 del Papa San Gregorio I Magno, pronunciado en el año 591, según la cual:

 La que Lucas llama pecadora y Juan, María, creemos que es la María de la que según Marcos fueron echados siete demonios. ¿Y qué si no todos los vicios significan esos siete demonios? (Gallardo, 2019).

Es de subrayar que tal asociación se vio severamente influenciada porque Gregorio Magno,  revisó los trabajos de Evagrio y Casiano (escribió en griego sobre los ocho vicios malvados, una lista de ocho vicios o pasiones malvadas, fuentes de toda palabra, pensamiento o acto impropio). Para confeccionar una lista propia definitiva con distinto orden y reduciendo los vicios a siete. Lo que hasta hoy conocemos como los 7 pecados capitales.

A partir de eso, muchos hasta hoy confunden a María Magdalena con la pecadora arrepentida que aparece en el capítulo 7 de Lucas. Incluso se la confunde con la mujer adúltera que aparece en el evangelio de Juan (cap. 8), de la que tampoco sabemos su nombre.

·         Amante, esposa (Las tradiciones del Santo Grial)

En tiempos contemporáneos han salido a la luz una gran cantidad de libros en relación a la figura de la magdalena. Muchos de ellos giran su temática en morbo de una presunta relación sexual que María Magdalena tuvo con Jesús. Algo que jamás se ha demostrado pero que es novedoso y vende bien.

Libros como: Holy Blood, Holy Grail, El código Da Vinci de Dan Brown entre otras. Sin embargo, a menos que se descubra un escrito contundente de María Magdalena y su supuesta relación afectiva con Jesús, siguen siendo meras especulaciones y simples artículos de marketing.

Desde mi punto de vista el asociar de forma sexual o en una relación afectiva a María Magdalena, le resta en mucho su protagonismo como líder del movimiento itinerante y reduce su protagonismo a estar bajo las sombras de Jesús, como suele suceder en las parejas, matrimonios donde tanto la mujer como el varón gozan de cierto liderazgo.

Apóstol

Carmen Bernabé, dice:

Pablo, a mediados del siglo primero en su disputa con los súper apóstoles (2 Cor. 11,1-12,18) subraya como requisito para ser considerado apóstol: enraizamiento en Israel, sufrimiento por Cristo en la misión, visiones y revelaciones, visión del resucitado y realización de signos.  (Bernabe, 2007).

Para Pablo el sexo masculino no es una condición necesaria para el reconocimiento de la autoridad apostólica. Sin embargo, a finales del siglo primero, Lucas pone otros requisitos: haber estado con Jesús desde el comienzo hasta la crucifixión, ser testigo de su resurrección y ser varón. (Hch, 1-21-22).

Lucas reduce la extensión del concepto por época y género. Con ello deja fuera tanto a Pablo (por la disputa de poder entre Pablo y Pedro) como a las mujeres en especial a María Magdalena, quien cumple todos los requisitos menos el de ser varón ya que cumple con los demás requisitos: es discípula y testigo desde los inicios, es testigo de la crucifixión y es la primera en ver al resucitado.

Entonces, ¿Cuándo se diluye la figura de María Magdalena?

La dilución de la figura de María Magdalena, fue algo progresivo. A partir del siglo segundo el cristianismo empezó a constituirse en una iglesia universal anclada en esquemas patriarcales y jerárquicos. Esa organización eclesiástica desplazo paulatinamente a las mujeres de los cargos representativos y de los ministerios eclesiásticos hasta dejarlas por completo relegadas, en el siglo IV primero se sustituyó la figura de Magdalena por la de María de Nazaret, los padres de la iglesia se encargaron de asentar el binarismo mujer buena- mujer mala, tras la homilía de Gregorio Magno se mezcló a todas las figuras femeninas neo testamentarias. Todo esto contribuyo al catastrófico decrecimiento del liderazgo femenino en las comunidades cristianas y al enraizamiento de la cultura patriarcal en todos los ámbitos sociales.

¿Por qué hablar de María Magdalena hoy? ¿Qué sentido tiene?

Más allá del asombro, indignación, impotencia o novedad que pueda causar acercarse a la figura de María Magdalena. Se debe:

Reconocer su protagonismo en el movimiento itinerante de Jesús, su liderazgo, su profetismo, su legado histórico, sus huellas que hoy sirven de guía para muchas mujeres, lideresas, con vocación pastoral, con llamado profético, con dones y deseos para transformar la realidad.

Debemos permanecer vigilantes ante los signos de los tiempos, no bajar la guardia en la búsqueda de comunidades de fe, iglesias o ministerios alternativas, equitativas, solidarias, sobre todo debemos cuestionar las estructuras y las dinámicas de poder que impiden o invisibilizan el liderazgo de las mujeres.

Urge en nuestra praxis cristina revivir el cristianismo inclusivo del cual formo parte María Magdalena y romper con las elaboraciones teológicas excluyentes, misóginas con acento jerárquico-patriarcal.

Se deben romper con los estereotipos que el orden neoliberal, patriarcal y colonialista ha impuesto a las mujeres, privándolas de su realización y desarrollo pleno, tachándolas de pecadoras, insurrectas, endemoniadas, rebeldes, etc.

Por ultimo y no menos importante, es necesario establecer alianzas, hermandades, comunidades desde la experiencia de las distintas mujeres, reconociéndolas a cada una como el legado de María Magdalena, una de nuestras pioneras en la lucha contra la exclusión social, política y religiosa de las mujeres, que siempre o casi siempre desemboca en violencia y en impunidad.

¡María Magdalena hoy somos todas!

Bibliografía.

Acebo, I. G. (2007). Maria Magdalena, de Apostol a prostituta y amante . Bilbao: Desclee De Brouwer.

Bernabe, C. (2007). Mujeres con autoridad en el cristianismo primitivo. Estella: Editorial Verbo Divino.

Gallardo, F. (Septiembre de 2019). Cajamarca, sucesos. com. Obtenido de Cajamarca, sucesos. com: http://www.cajamarca-sucesos.com/semana_santa/la_santa_polemica.htm

Pellicer, J. O. (2001). Maria Magdalena. España: Topia.

 

 

 

 

 

 

 

Claudia Florentin