Proceso constituyente en Chile: Para entender de qué va
El próximo 15 y 16 de mayo se llevarán a cabo las elecciones de les constituyentes que delinearán la nueva Constitución de Chile. Se trata de un proceso histórico de luchas y resistencias populares que tuvo su apogeo durante las jornadas de octubre de 2019 contra las políticas de ajuste implementadas por el gobierno de Sebastián Piñera y que puede poner fin a la constitución creada en 1980 durante la dictadura de Pinochet.
Chile se enfrenta a la posibilidad de crear un nuevo pacto social donde, esas otras voces -históricamente ninguneadas- podrían ocupar un lugar visible y disruptivo frente al sistema desigual en el que viven.
En ese marco, desde la Oficina Cono Sur de la Fundación Rosa Luxemburgo invitan a seguir de cerca este proceso a través de los diferentes materiales, reflexiones y propuestas que fuimos construyendo junto a las organizaciones sociales, campesinas y de Derechos Humanos, colectivos feministas, medios de comunicación y espacios de investigación chilenos en torno al proceso constituyente.
Al respecto, compartimos material informativo:
Proceso constituyente en Chile para principiantes (y no tanto): Les acercamos algunas reflexiones, aportes históricos y definiciones a modo de #ApuntesPopulares para la comprensión del proceso constituyente.
Plataforma web por una constitución más allá del neoliberalismo: #ESTONOESCHILE.CL una serie de herramientas para informar sobre los amarres del modelo neoliberal en la Constitución de 1980 y sus impactos en las distintas esferas de la vida.
Chile ante su encrucijada: En este #RadioRosa, realizado en el año 2020, hablamos con referentes de diferentes organizaciones sociales, campesinas, sindicales, feministas y de Derechos Humanos en torno a la pregunta -aún vigente- sobre la posible representación de las diferentes voces en el nuevo texto constitucional.
Las múltiples manifestaciones, paros laborales y estudiantiles, sendos Informes de Comisiones de Derechos Humanos que visitaron Chile, condenando las violaciones de esos derechos ,y una efervescencia permanente en el ambiente, llevó a que la dirigencia de la mayoría de los partidos políticos respondieran llegando a un Acuerdo que , en términos generales, consistía en que se convocaría a un Plebiscito para determinar si se aprobaba o rechazaba dictar una nueva Constitución Política, y si el órgano llamado a redactarla sería una Convención Mixta, conformada en un 50% por Parlamentarios y el otro 50% por ciudadanos/as o, por el contrario, se elegiría una Convención Constitucional sólo conformada por ciudadanos/as, es decir, el resultado de un ejercicio de soberanía popular plena y, además paritaria, esto es, permitiendo que se eligieran igual número de mujeres que de hombres como constituyentes.
Dicho Acuerdo se plasmó en algunas disposiciones que reformaron la Constitución, ya que ésta no sólo era ilegítima en su origen dictatorial, sino además no contemplaba procedimiento alguno para ser reemplazada por otra, por ejemplo, a través de un plebiscito.
En un principio, se había fijado fecha para el 16 de abril de 2020, a fin de realizar el mencionado acto plebiscitario. Sin embargo, al haber surgido la pandemia por Covid-19, debió postergarse hasta el 25 de octubre del mismo año dicha votación popular no obligatoria.
Los resultados arrojados en este Plebiscito dieron un amplio triunfo a la opción por la aprobación de una Nueva Constitución (78.3%) y también fue significativa la alternativa de que ella sea elaborada por una Convención Constitucional (79%).
Dicha Convención Constitucional deberá entregar la Propuesta de Constitución al Presidente de la República, a más tardar, en abril de 2022 y entre los meses de junio y julio de ese año, se realizará el Plebiscito que aprobará o rechazará dicho Proyecto. En caso de rechazarse, quedaría vigente la Constitución que rige desde 1980.
Fuente: Fund. Rosa Luxemburgo, https://terapiapolitica.com.br/