Código de Familias: ¿El pueblo cubano está en contra del matrimonio igualitario?

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Adiel González Maimo desde Cuba-

A dos años de aprobada la Constitución de 2019, nos encontramos muy cerca de la consulta popular del esperado Código de las Familias, que deberá regular cuestiones importantes para todas las personas, incluyendo la ampliación de derechos para la comunidad LGBTIQ cubana.

La consulta popular con certeza será polémica, y mucha gente se concentrará en debatir los temas vinculados al matrimonio igualitario y otros derechos para las personas LGBTIQ, dejando nuevamente de lado otras cuestiones también de importancia. Saldrán nuevamente argumentos opuestos, cargados de prejuicios e ignorancia.

Precisamente, en estos días me puse a leer en las redes esas "razones" habituales que se presentan para negar derechos, y me he percatado que más que razones bien fundamentadas, dichos argumentos están basados en desconocimiento y/o manipulación. Por tal motivo, a esas razones yo las llamo "mitos populares".

Así, en las redes he encontrado 16 mitos que seguro saldrán en los debates del Código, y me gustaría desde ahora dar mi opinión personal respecto a cada uno de ellos. Empezaré por el mito que más he visto.

MITO 1

La mayoría del pueblo cubano está en contra del matrimonio igualitario, y lo demostró durante el proceso de reforma constitucional.

Desde mi punto de vista, esta idea tiene su origen en fallas que existieron durante y luego del proceso de consulta popular cuando la reforma constitucional de 2018. En primer lugar, a la hora de recoger las opiniones expresadas en los debates de entonces, no se registraron ni tomaron en cuenta aquellas a favor del otrora artículo 68 (solo se registraban opiniones contrarias, de transformación, etc); y luego, cuando se dieron a conocer públicamente las estadísticas oficiales, se hizo hincapié (exacerbado por momentos) en decir que el artículo 68 había sido el más debatido en la consulta popular y el que más opiniones contrarias había recibido.

Si bien esto fue real (fue el artículo más polémico, y muchas veces hasta se desviaban los debates intencionalmente hacia el mismo), al hablar del tema en ocasiones se dio a entender tácitamente la idea errónea de que "los debates habían demostrado el rechazo popular mayoritario al matrimonio igualitario en Cuba", y que este era EL ASUNTO que ponía en peligro el SÍ, idea que quedó en el imaginario de muchas personas. Por eso, pienso que esos errores significativos dieron lugar a este repetido mito. Lamentablemente en la consulta popular de 2018 NO se tomaron en cuenta las opiniones favorables a la hora de elaborar las estadísticas, porque así fue concebido desde el inicio.

Por otra parte, las mismas estadísticas oficiales aportadas en 2018 tampoco sirven para sustentar sólidamente este mito. Según lo declarado por el Secretario del Consejo de Estado, cerca de 9 millones de ciudadanos cubanos participaron en los debates populares. De estos, se recibieron 192 408 propuestas para modificar el artículo 68, o sea, solo el 2.15% de todos los participantes. Podemos dar un margen de error y aumentar ese porciento si suponemos que en una misma reunión había varias personas con la misma opinión negativa, pero que solo se recogió la de una persona en representación de las demás. Y podemos ponernos a inflar ese número a conveniencia. Igual me pregunto, ¿llegaría a ser la abrumadora mayoría?

En muchos países se hacen encuestas que sirven para monitorear la opinión pública sobre temas como este. En Cuba, la ONEI realizó una sobre igualdad de género en 2016 (dos años antes del proceso de reforma constitucional), en la cual se daba a conocer que en nuestro país el 77% de la población está a favor de que los homosexuales tengan los mismos derechos que los heterosexuales. A su vez, los porcientos descienden notablemente cuando se especifican esos derechos, ya que el 49% declaró estar a favor del matrimonio igualitario, mientras que para la adopción homoafectiva un 32% aproximadamente declaró estar a favor.

Son estadísticas tal vez no tan alentadoras, sin embargo esta encuesta fue hace 5 años ya, y la tendencia a mi entender es hacia una mayor apertura. En 2016 todavía no había acontecido la reforma constitucional, que precisamente dio el margen para que se debatieran estas cuestiones, se expusieran todos los argumentos y se hablara abiertamente sobre estos temas, lo cual indiscutiblemente influyó en el imaginario social. De todas formas, sería bueno que se realizara otra encuesta ahora, en 2021, con el rigor requerido, para tener mayor fundamento a la hora de debatir este primer mito.

Claudia Florentin