Abuso religioso o terrorismo religioso
Dra. Mayra Soria Escobar-
La violencia religiosa es una de las formas de violencia que ocurre en los espacios de fe o religiosos, y que en los últimos años se ha ido visibilizando y conceptualizando por quienes analizan y denuncias las múltiples violencias que afectan principalmente a las mujeres y niños
El abuso religioso es una forma de violencia que se ejerce por una persona que puede tener o no una posición de liderazgo en una iglesia o comunidad religiosa pero que se ejerce contra otra persona a través de manipulación, chantaje, amenaza, hostigamiento, humillación, o aislamiento utilizando un discurso, creencias o prácticas religiosas para controlar acciones, comportamientos, pensamientos y decisiones de una persona provocando una afectación psicológica y/o social.
Sin embargo en una charla con mi gran amigo José Ignacio López Vigil, teólogo que siempre que habla del abuso o violencia religiosa se refiere con el término TERRORISMO RELIGIOSO
Este termino me llevó a seguir pensando y repensado en si conceptualizar así a este tipo de violencia ¿es correcto o es una exageración?
Siendo abogada entiendo desde las implicaciones jurídicas de estos dos conceptos, pues mientras en la violencia religiosa se puede entender que la afectación de esta violencia puede ser ejercida de forma personal y directa ocasionando una afectación individual, por lo mismo el cometimiento de estos actos pueden recaer en responsabilidades personalísimas del agresor, es decir pudiera entender como si este hecho es un caso aislado u ocasional.
Ahora bien, el terrorismo religioso merece un análisis más macro que el anterior, y lo hago a la luz de un análisis jurídico de crimen organizado, porque introducir la palabra terrorismo, es en sí mismo un nivel superior, es otra categoría de violencia, con esta visión podemos quizás abrir más el debate sobre la afectación real de una violencia religiosa, pues cuando en una iglesia y desde el púlpito un líder o sacerdote y/o la orden religiosa a la que pertenezca, o sea éste un pastor y el cuerpo diaconal o peor una comunidad de fe quienes manejan un mismo discurso teológico violento, discriminatorio, o realizan prácticas a través de las cuales se busca manipular comportamientos, pensamientos y decisiones de sus feligreses de sus creyentes, esto repercute directamente en un afectación masiva pues sin duda con ello buscan mantener en un estado de sumisión a la congregación la cual puede desembocar en un estado de terror, donde puede llegar a peligrar la vida, la integridad física o la libertad de las personas.
Un ejemplo de lo que digo, es, si un sacerdote o pastor cree que la homosexualidad es pecado y que moralmente no solo debemos reprochar, sino que además, como parte del deber cristiano es “convertir” de ese camino de pecado a la persona, puede y ha ocurrido que cuando una madre va y se confiesa o le cuenta en “consejería” a su pastor que su hijo/a es homosexual o lesbiana, no hay mejor respuesta que presentar al infierno como una consecuencia clara de esa decisión, me pregunto: ¿qué madre quisiera un futuro en un lago de azufre y fuego donde solo los lamentos de tortura para su hijo/a?, ante esta situación salen como consejos o solución: - el internamientos de “clínicas de deshomosexualización” o las denominadas “terapias de conversión” la madre que ama a su hijo/a que cree fielmente en lo que su sacerdote o pastor le dice envía contra la voluntad de su hijo/a a uno de estos centros, lugar en el cual por varios testimonios sabemos de los vejámenes, torturas, agresiones y abusos que son sometidos quienes son prácticamente secuestrados, internados o sometidos a “Consejerías” que son practicas abusivas y que afectan bienes jurídicos como la dignidad e integridad.
Este ejemplo es uno de muchos en los que la fe es usada como un medio de infundir terror miedo y someter bajo una teología tirana, violenta las creencias, comportamientos sociales, manipulando con un discurso de fe y creencias a las personas y provocando dolor y muerte no solo a una persona sino a comunidades enteras.
Entonces, bajo este análisis sostengo que: - si se puede calificar como terrorismo religioso, a la violencia que se ejerce por una o más personas que pueden tener o no una posición de liderazgo en una iglesia o comunidad religiosa y que la ejerce contra otra persona .o varias personas a través de manipulación, chantaje, amenaza, hostigamiento, humillación, o aislamiento utilizando un discurso, o creencias o prácticas religiosas para controlar acciones, comportamientos, pensamientos y decisiones de una o varias personas provocando una afectación psicológica y/o social.
Defiendo lo dicho, porque el objetivo de mantener discursos, practicas e ideologías religiosas benefician en muchos casos a la estructura eclesial institucional, ya que muchas de estas practicas lesivas buscan hacer un ejercicio de poder sobre sus feligreses basado en el miedo y culpa como fundamento de su doctrina y prácticas, por lo que, incluso si la violencia religiosa cometida fuere un caso aislado este hecho igual sigue beneficiando y fortaleciendo a la estructura eclesial.
Por consiguiente, aun cuando puede pasar que un hecho sea un caso aislado la violencia estructural a la que se ven sometidos los más vulnerables; esto es, mujeres, niños, niñas adolescentes es ingenuo pensar que la violencia religiosa es meramente circunstancial, o solo se trata de un caso aislado pues finalmente el manipular a través de la fe, afianza la permanencia y fortalece las relaciones asimétricas entre la estructura eclesial y el creyente.
Por consiguiente, no pasa desapercibido este análisis de la similitud entre el terrorismo religioso con modalidades delincuenciales del crimen organizado, es escandaloso sin duda y quizá solo la mera comparación irrite a muchas y muchos sin embargo sentires diferentes pueden venir de quien ha vivido lo que en estas líneas analizó, un sobreviviente de la violencia religiosa que vivió el horror de este tipo de violencia y es quien podría corroborarlo, a fin de poder entender la gravedad del abuso religioso en casos de terapias de conversión recomiendo la investigación de la periodista ecuatoriana Jeaneth Cervantes periodista de La Periódica, quien a través de testimonios cuenta algunos casos de verdaderas violaciones de derechos humanos en nombre de la fe.
No pretendo etiquetar a ningún grupo religioso ni quiero generalizar de manera injusta la labor que muchos y muchas hacen de forma genuina y entregada el sacerdocio y pastorado, conozco de esas personas que son mujeres y hombre que sin ningún interés de por medio trabajan con pasión por la extensión del Reino y el cuidado de sus feligreses, por lo mismo sé que a ellos no les llega ni de lejos una tilde de este texto.
Busco sensibilizar a los y las creyentes en esta realidad para que ejerzan una espiritualidad sana libre de cualquier tipo de violencia, al cual tenemos derecho todas y todos.
“pastoreen el rebaño de Dios que está a su cargo, no por obligación ni por ambición de dinero, sino con deseo de servir, como Dios quiere. No sean tiranos con los que están a su cuidado, sino sean ejemplos para el rebaño” 1 Pedro 5:2-11
La autora es Miembra de la Red Ecuatoriana de Fe
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