Los movimientos feministas también tienen espiritualidad, afirma teóloga ecofeminista
Por Agustina Ramos-
"Los movimientos feministas y ambientalistas también tienen espiritualidad: están creando nuevos relatos que no son tan lejanos a veces a lo religioso", asegura a Télam la teóloga y especialista en las áreas de ecología y ecofeminismo, Arianne Van Andel, al tiempo que destaca que "la espiritualidad también es un motor de pasión y mueve mucho porque conecta con sentidos muy profundos".
Nacida en Holanda, en 2005 Arianne sentó sus bases en Chile, donde se enamoró de un chileno y de ese país. Allí continuó sus estudios en Teología, iniciados en la Universidad Libre de Ámsterdam, y los profundizó desde una perspectiva ambientalista y de género.
"Aquí, en Latinoamérica, me di cuenta más fuertemente del impacto de la crisis ambiental. Me encontré con zonas de sacrificio, con comunidades que sufren la minería, con los pueblos originarios que están luchando por defender su territorio", cuenta a esta agencia.
Así llegó a ser miembro de la Mesa Ciudadana sobre Cambio Climático en Chile, donde representa a la organización Otros Cruces, participó en la subcomisión de Derechos Humanos de la Convención Constituyente en Chile, y es autora de Teología en Movimiento, Ensayos eco-teológicos y feministas para tiempos de cambio.
Sobre la relación entre religión, justicia socio-ambiental y feminismos conversó a través de una videollamada desde Santiago de Chile con Télam.
- Télam: ¿Por qué es necesario profundizar el diálogo entre religión, movimientos ambientales y feminismos?
- Arianne van Andel: Cuando hablamos de religión hablamos de relatos de sentido que crean visiones sobre quiénes somos como seres humanos y cómo nos relacionamos entre nosotros y con la naturaleza. Por eso es muy importante repensar el diálogo con el movimiento feminista ya que ahí también se están repensando estas relaciones. Pueden haber choques y también posibilidades de diálogo que son necesarios si queremos repensar nuestras relaciones y tener una sociedad más igualitaria.
Lo mismo sucede con la naturaleza. Nuestra relación con ella está absolutamente determinada por la cultura, la religión y los valores que, aunque no somos de una religión específica, igual llevamos con nosotros por la historia.
En tanto, sobre la relación entre feminismos y naturaleza, las corrientes eco-feministas creen que nuestra manera de ver el mundo ha sostenido una brecha de género y entre seres humanos y naturaleza, en la que se ha asociado más a la mujer con la naturaleza y todo lo que sustenta la vida básica. Por esto sostienen que existe una conexión entre lo que nos hace explotar a la naturaleza y lo que nos hace discriminar a las mujeres.
- T: En este proceso, ¿cómo se puede repensar el discurso religioso teniendo en cuenta las voces de actores -como las mujeres, la diversidad sexual y aquellos vinculados con la lucha ambiental- que no han sido valoradas?
- AVA: Tenemos una imagen de la religión como un todo. Sin embargo hay muchas religiones y en las mismas comunidades hay una diversidad de opiniones. Dentro de los relatos de la religión hay siempre contranarrativas. En toda la historia han habido mujeres, personas y corrientes que han cuestionado las desigualdades que se legitiman desde la religión.
Yo creo que tenemos que cuestionar fuertemente los relatos dualistas que promueven la desigualdad, el no decidir de las mujeres o que ponen a las mujeres en una segunda posición y a la naturaleza también.
- T: ¿Qué pensás sobre el rechazo que despierta la religión en gran parte de sectores progresistas, de izquierda o feministas de la sociedad?
- AVA: Desde Otros Cruces hemos visto el peligro del rechazo de corrientes de izquierda y de los movimientos feministas de todo lo que huela a religión. Es entendible porque por ejemplo personas de la comunidad LGBTIQ+ tienen experiencias muy dolorosas con la religión. Pero si rechazas todo, dejás en mano de las corrientes conservadoras todo lo que es religión.
Nosotros tratamos de mostrar que los movimientos feministas y ambientalistas también tienen espiritualidad: están creando nuevos relatos que no son tan lejanos a veces a lo religioso. La espiritualidad también es un motor de pasión y mueve mucho porque conecta con sentidos muy profundos.
- T: ¿Cómo ves la expansión de movimientos ultraconservadores como el "Con mis hijos no te metas"?
- AVA: Es preocupante. Hay una parte de la religión que opta por valores muy fijos, soluciones inmediatas, fundamentalistas y conservadoras. El crecimiento de estos movimientos tiene que ver con una idealización de algo que creo que nunca ha existido, un anhelo de una familia 'ideal' con hijos donde todos son felices. Desde Otros Cruces estamos tratando de visibilizar las voces que piensan diferente sobre estos temas dentro de las religiones. Así, buscamos mostrar que existen otras respuestas, comunidades LGTBIQ+ religiosas, teólogas feministas, grupos que tienen más dudas que certezas, que creo que es mucho más sano.
- T: ¿Y el reclamo por la separación entre iglesia y Estado?
- AVA: El Estado tiene que poder gobernar en un estado laico para todas las religiones, espiritualidades, cosmovisiones y pensamientos ateos también. Tiene que promover y facilitar el diálogo. En América, con una historia de colonización y la religión dominante del catolicismo, no tenemos en la práctica en general un Estado laico. Primero hay que hacer esa separación para que el Estado de verdad gobierne para todos.
- T: ¿Cómo ves la situación ambiental en América Latina?
- AVA: Por primera vez estamos viendo la gravedad de la crisis climática. En Latinoamérica se ve la implementación del modelo neoliberal desde el extractivismo: la minería, los agrotóxicos, la deforestación, las salmoneras en Chile. Una sobreexplotación de la tierra para generar recursos y exportarlos al extranjero. Eso empeora la crisis climática. Los incendios son un muy buen ejemplo de eso. Por un lado son causados por la crisis climática que hace que la temperatura promedio de la tierra suba. Por otro, también tienen relación con las especies que plantamos, la cantidad de agua disponible y eso tiene que ver con el manejo del territorio local.
- T: Uno de los actores clave en la lucha ambiental son las comunidades indígenas que buscan preservar los territorios en los que viven. ¿Cómo ves la relación actual entre el cristianismo y las comunidades ancestrales?
- AVA: Históricamente es un vínculo que viene de la colonización y que siempre ha tenido una base en la discriminación, la no comprensión ni valoración de las cosmovisiones, espiritualidades y maneras de relacionarse con la tierra de los pueblos originarios. En general son estos pueblos los que más cuidan y saben manejar los bienes naturales de manera responsable, que saben más de la biodiversidad de cada lugar y que defienden con más pasión sus territorios. Por eso son los que más sufren: en Latinoamérica los más asesinados son los líderes indígenas.
En algunos países está cambiando algo la relación con estos pueblos. En Chile estamos muy esperanzados por el proceso constituyente en el que estamos, donde hay escaños de los pueblos originarios y estamos pensando en un Estado más plurinacional. Además, estamos trabajando duramente para que sea una Constitución ecológica y ahí podrían cambiar algo de estas relaciones.
Yo tengo la sensación de que son estos pueblos y sus visiones los que podrían ser la llave para salvar esta humanidad en este momento.
Fuente: TELAM