Fue presentada la investigación “¿Es posible debatir en medio de discursos de odio?"

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Comunicar Igualdad, de Argentina, presentó una nueva investigación -con apoyo de la Fundación Heinrich Böll- sobre el debate en el ámbito público entre el activismo feminista y los grupos antiderechos. El relevamiento está focalizado en el Cono Sur de América Latina (Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay) y aborda las características del debate público que están liderando activistas feministas de esos 4 países en todos los ámbitos, con especial énfasis en la red social Twitter. 

A continuación presentamos la Introducción y acceso a la investigación “¿Es posible debatir en medio de discursos de odio? : activismo feminista y grupos antiderechos en el Cono Sur de América Latina”.

INTRODUCCIÓN

Esta investigación surge de nuestra preocupación, como organización de la sociedad civil feminista dedicada a la comunicación, del empeoramiento en la calidad del debate público de los feminismos los últimos años a partir de la irrupción en el mismo de grupos antiderechos que se expresan con discursos estigmatizantes, discriminatorios y violentos.

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Estos sectores se han instalado con fuerza en el ámbito público en general, y en las redes sociales en particular, con el objetivo de difundir su ideario contrario a la igualdad de género pero, sobre todo, de anular y acallar los discursos de sus oponentes, entre quienes estamos las organizaciones feministas ya que la agenda antigénero es un eje central de las plataformas políticas de estos sectores.

Las formas que ponen en juego -manipulación de la información, insultos, descalificaciones, amenazas y violencias- comenzaron a inundar la cotidianeidad del debate público y del ciberactivismo feminista. Ya no intervenimos de la misma manera que antes en espacios de discusión para promover una acción y/o exponer un punto de vista; sabemos que nuestras intervenciones probablemente tendrán un costo y muchas hemos empezado a medirlas para evitar ser agredidas.

A partir de esta preocupación surge la necesidad de darle fundamentos a estas inquietudes y, a la vez, de estudiar en profundidad las estrategias de comunicación de ambos sectores (focalizando en la red social Twitter) con el objetivo de colaborar en el fortalecimiento del ciberactivismo feminista.

Nos han sorprendido positivamente algunos hallazgos vinculados a oportunidades que se presentan para mejorar las comunicaciones feministas. Y nos quedan a la vez preocupaciones: creemos que es necesario un mayor énfasis de las organizaciones feministas en la comunicación, en el contexto de un debate público que está casi -y más en contexto de pandemia global- exclusivamente focalizado en entornos virtuales. Es urgente sumar saberes que nos permitan desplegar mejores y más integrales y coordinadas estrategias en estos espacios.

A la vez, las escenas cotidianas de violencia y el intento constante de acallamiento de las voces por parte de los grupos antiderechos generan desafíos en torno a la manera más adecuada de incidir en el debate público: ¿Cómo seguir participando sin sentirnos afectadas/os? ¿Cómo mantener la argumentación sólida que ha caracterizado históricamente al feminismo si del otro lado no hay intento de reflexión sino de agravio constante?

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Entendemos que ambos temas están en el centro, a la vez, de problemáticas que exceden a los feminismos, como los discursos de odio que se expresan contra muchísimos sectores sociales y los desafíos comunicacionales que plantean entornos virtuales que consumen casi el cien por ciento de nuestra cotidianeidad.

Esperamos que esta investigación colabore en ofrecernos herramientas a los feminismos para encontrar sendas en torno a las inquietudes planteadas.

INVESTIGACIÓN COMPLETA

Claudia Florentin