El agua: sagrado elemento que cuando falta, afecta más a las mujeres

EL AGUA

Un recurso vital, un don divino sin cual la tierra no existiría, un sagrado elemento que debemos cuidar.

Ya en los textos bíblicos encontramos a las mujeres yendo a los pozos de agua con sus rebaños, buscando el agua necesaria. En esos lugares se dieron encuentros claves como el de Jacob y Raquel, el de Isaac y Rebeca, el de Jesús con la mujer samaritana. Pero también es en ese momento de imperiosa necesidad del líquido vital que la divinidad se hace presente y establece Pacto con Agar por ella y por su niño.

Génesis 21 dice:

14 Al día siguiente, muy temprano, Abraham le dio a Agar pan y un cuero con agua; se lo puso todo sobre la espalda, le entregó al niño Ismael y la despidió. Ella se fue, y estuvo caminando sin rumbo por el desierto de Beerseba. 15 Cuando se acabó el agua que había en el cuero, dejó al niño debajo de un arbusto 16 y fue a sentarse a cierta distancia de allí, pues no quería verlo morir. Cuando ella se sentó, el niño comenzó a llorar.

17 Dios oyó que el muchacho lloraba; y desde el cielo el ángel de Dios llamó a Agar y le dijo: «¿Qué te pasa, Agar? No tengas miedo, porque Dios ha oído el llanto del muchacho ahí donde está. 18 Anda, ve a buscar al niño, y no lo sueltes de la mano, pues yo haré que de él salga una gran nación.»

19 Entonces Dios hizo que Agar viera un pozo de agua. Ella fue y llenó de agua el cuero, y dio de beber a Ismael. 20-21 Dios ayudó al muchacho, el cual creció y vivió en el desierto de Parán, y llegó a ser un buen tirador de arco. Más tarde su madre lo casó con una mujer egipcia.

La divinidad está en el agua, nos la prestó en esta creación impactante, pero somos administradores/as de ella. El tema es cómo podemos administrar responsablemente lo que se ha contaminado, privatizado, embargado, cercado, secado en nombre del sistema de negocios global, cada vez más corrupto, avaro y violento. La teología ecofeminista reflexiona sobre esto y por eso es cada vez más importante seguir sus escritos y encuentros.

La falta de agua, su escasez, afecta a hombres y mujeres, a animales y plantas, pero el impacto de estas carencias golpea más a quienes están empobrecidos y entre ellas, aún mas a las mujeres.

Encontrar y acarrear agua, un recurso vital para toda la comunidad, es una tarea tradicionalmente femenina por razones de discriminación y de los papeles asignados en razón del género. Cuando este recurso escasea, la carga de trabajo para las mujeres se incrementa. La asistencia a la escuela y la atención de la salud de mujeres y niñas decrece sustancialmente en la medida que la distancia física para encontrar el líquido vital se incrementa. Mujeres y niñas emplean más de 8 horas diarias recorriendo entre 10 y 15 kilómetros para recoger agua en diversos lugares del mundo.

Los cambios en la producción agrícola producto del cambio climático global-entre esos cambios, la desertización y la escasez de agua- tienen un efecto crucial en la situación de las mujeres dado el papel fundamental que desempeñan en la producción de alimentos. Las mujeres producen, cosechan y preparan la mayor parte de los alimentos en el mundo; las mujeres son responsables de 75% de la producción nacional de alimentos en el África subsahariana 65% en Asia y 45% en América Latina.

Muchas mujeres han asumido la tarea de ser defensoras de los territorios y del agua. A varias les ha costado la seguridad y la vida, como a Berta Cáceres, en Honduras.

En los últimos años, y ante el auge de proyectos extractivistas en diferentes lugares de la región, la despatriarcalización, la descolonización, la defensa de los derechos colectivos y la protección de las defensoras y los defensores de la naturaleza-madre y la Tierra-Pachamama se suman a la agenda del ecofeminismo en Abya Yala. Esto supone enfoques transdisciplinarios para los grupos académicos y el respeto hacia todas las formas de vida para las organizaciones de base.

Las mujeres juegan un papel clave en la defensa del Derecho al Agua. Defendiendo el agua, defienden la vida y el futuro de sus familias, sus comunidades y sus barrios.

DEFENDIENDO A LAS DEFENSORAS

La comunidad internacional ha reconocido una serie de obligaciones de los Estados para garantizar la protección necesaria de los defensores y defensoras, y de su herramienta de defensa: el derecho a defender derechos.

AIDA, con apoyo de la Fundación Mott, busca esclarecer y promover las obligaciones de los Estados relativas a la protección de estas personas, particularmente en el continente americano.

Lee y descarga:

1. Deber de protección: La obligación de adoptar normas de protección 

Varios tratados y convenciones internacionales reconocen la importancia del rol que tienen los defensores y defensoras. En virtud de ello, los Estados tienen obligaciones reforzadas de proteger, respetar y garantizar sus derechos, lo que incluye la promoción y adecuación de marcos jurídicos.

2.  Impunidad y acceso a la justicia: La obligación de investigar, procesar y castigar violaciones de derechos humanos 

Los Estados deben abstenerse de violar los derechos de las personas defensoras de los derechos humanos ambientales, al tiempo que actúan con la diligencia debida para prevenir e investigar las violaciones de las que defensores y defensoras son objeto, así como para garantizar que las personas responsables comparezcan ante la justicia.

3. Género y ambiente: Obligaciones relativas a mujeres defensoras

Los Estados tienen la obligación de garantizar a las defensoras ambientales un entorno seguro y propicio para su labor; así como investigar, procesar y castigar las violaciones de sus derechos.Para ello, deben asegurar marcos jurídicos no discriminatorios que garanticen su acceso a la justicia, teniendo en cuenta los factores que lo entorpecen, los cuales incluyen el alejamiento geográfico y la estigmatización de las mujeres que luchan por sus derechos.

4. Pueblos indígenas y ambiente: Obligaciones relativas a pueblos indígenas defensores 

Existe una serie de instrumentos internacionales que protegen de manera específica a los pueblos indígenas y que brindan garantías importantes a sus tierras, sus modos de vida y su autodeter-minación. El principio de la consulta libre, previa e informada (CLPI) es una de las principales he-rramientas para la protección de los derechos humanos de los pueblos indígenas.

5. Megaproyectos y personas defensoras: Obligaciones relativas a proyectos de desarrollo de gran escala

La resistencia de las comunidades a megaproyectos de desarrollo debe considerarse en el marco de los derechos a participar de la gestión de los asuntos públicos, al acceso a la información y a tener una vida digna. Los Estados están obligados a proteger, respetar y promover estos derechos.

6. Empresas e instituciones financieras: Obligaciones relativas a las actividades empresariales, el financiamiento y los derechos humanos

Todos los actores involucrados en un proyecto de desarrollo —incluidos el Estado, la empresa y el financiador— deben cumplir con las salvaguardas socioambientales y las normas internacionales en materia de derechos humanos. Sus acciones y omisiones deben ser sometidas debidamente a rendición de cuentas, especialmente si resultan en violaciones de derechos humanos.

7. Ambiente sano: Obligaciones relativas a personas defensoras en el marco del derecho a un ambiente sano 

En los últimos años, los órganos a cargo del cum-plimiento de tratados, los tribunales regionales, los relatores especiales y otros órganos de derechos humanos han reconocido la importancia funda-mental de un ambiente sano para el disfrute de una amplia gama de derechos humanos.

8. Niñas y niños que defienden el ambiente: Obligaciones relativas a personas defensoras en el marco de los derechos de las niñas y los niños

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU reconoció que las niñas y los niños son uno de los grupos más vulnerables al cambio climático, lo cual puede repercutir seriamente en su disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental, así como en su acceso a educación, alimentación adecuada, vivienda adecuada, agua potable y saneamiento.

https://gaggaalliance.org/personas-defensoras-del-planeta-guia-de-obligaciones-de-los-estados-para-su-proteccion/

¿Y cuál es nuestra responsabilidad como mujeres de fe, como comunidades, como administradoras de pequeños espacios?

Hagamos pacto con las defensoras, acompañemos los espacios de lucha y resistencia por el agua, cuidemos y administremos lo que nos toca, no colaboremos con la industria del agua. Seamos voces proféticas, reflexionando teológicamente y compartiendo al respecto.

Claudia Florentin