Bienaventuranzas (en clave LGTBIQ+)

Eloísa Ortiz de Elguea, Argentina

“Alegraos y regocijaos gays y lesbianas, porque vuestra recompensa será grande en los cielos” (Mt 5.12)

Biblia de Jerusalén, Desclée de Brouwer, 1998



A lo largo de la historia la sexualidad ha sido encuadrada entre el enigma y el misterio alimentando mitos, tabúes y diversas perspectivas antropológicas. Las “viejas interpretaciones” de los textos bíblicos otorgaron unaconnotación negativa sobre la homosexualidad.

Curiosamente, a lo largo de la tradición cristiana coexistieron notas de desaprobación y condena con otras de comprensión, respeto, prudencia al juzgar la culpabilidad, y reconocimiento de dignidad personal de las personashomosexuales. No obstante, los determinismos biológicos de la cultura heteronormativa y las creencias religiosas consolidaron la imposición de la heterosexualidad obligatoria. Estos reduccionismos siguen presentes en la actualidad, haciendo de la homosexualidad una de las cuestiones más discutidas en las iglesias cristianas.

Tampoco faltan las discusiones en el ámbito secular, espacio que suele recurrir a los argumentos religiosos para condenarlas relaciones entre personas del mismo sexo.

Por este motivo la gran mayoría de las personas homosexuales de fe viven su condición religiosa en el exilio situados en los márgenes de sus comunidades de pertenencia, incluso algunos/as eligen mantener su identidad sexual oculta dentro del closet.

Paralelamente el heterosexismo, es decir sus representantes (tanto varones como mujeres), suelen expresar sentimiento sde hostilidad hacia las personas homosexuales y hacia el amplio espectro de la diversidad sexual, caracterizadoscomo homofobia o prejuicio sexual. Algunos segmentos de ambientes tales como la escuela, la familia, el trabajo, losmedios de comunicación y las religiones favorecen lacreencia de que los homosexuales son personas anormales,inferiores, inmorales, incluso depravadas. Y en el mejor de los casos despiertan un sentimiento de lástima o conmiseración sin intenciones restitutivas.

Esta aversión es causada por el miedo que se genera en lamente del varón homófobo al sentir amenazada su virilidad y su hombría, sentimiento con el que se solidarizan las mujeres homófobas. En cuanto a la aversión hacia las lesbianas,proviene de la descalificación de aquellas que no cumplen con el rol reproductivo y subordinado que el patriarcado espera de las mujeres. Estos sentimientos negativos hunden en el oprobio y la humillación a las personas homosexuales,impactando de modo negativo en su calidad de vida.

Hoy contamos con una copiosa producción de investigaciones científicas en torno a la homosexualidad y al amplio espectro de la diversidad sexual que alejan los fantasmas condenatorios y argumentan que la homosexualidad es un “modo de ser” entre otros. En perspectiva de fe recurrimos a la fuente en la cual abrevamos los y las cristianos/as. Releyendo los cuatro Evangelios notamos que Jesús no tomó posición alguna al respecto, por el contrario, Jesús insiste en la acogida amorosa de las personas marginadas, llama a no juzgar a los demás y a no sentirse superiores moralmente unos/as respecto de otros/as.

A modo restitutivo, en esta ocasión saludamos a nuestros hermanos y hermanas homosexuales y de la diversidad sexual, recurriendo a los sentimientos de Jesús para releer el Sermón de la Montaña (Mt 5,3-12) en clave gay y lesbiana:

Bienaventurados/as gays y lesbianas pobres de espíritu porque de ellos/as es el Reino de los cielos;

Bienaventurados/as los/as mansos/as gays y lesbianas porque poseerán en herencia la tierra;

Bienaventurados/as gays y lesbianas que lloran,

porque serán consolados/as;

Bienaventurados/as gays y lesbianas con hambre y sed

de justicia porque serán saciados/as;

Bienaventurados/as gays y lesbianas misericordiosos/as,porque alcanzarán misericordia;

Bienaventurados/as gays y lesbianas limpios/as de corazón porque verán a Dios;

Bienaventurados/as gays y lesbianas que trabajan por la paz porque serán llamados/as hijos/as de Dios;

Bienaventurados/as gays y lesbianas perseguidos por la justicia porque de ellos/as serán el Reino de los cielos.

Bienaventurados/as gays y lesbianas seréis cuando os injurien y os persigan y digan con mentiras

toda clase de mal contra vosotros/as por mi causa.

Alegraos y regocijaos gays y lesbianas, porque vuestra recompensa será grande en los cielos.


Soy de Tradición católica romana

eloisaortizdeelguea@gmail.com


Publicado en el Devocional Caminando en Sororidad 2024

Claudia Florentin